lunes, 21 de septiembre de 2009

Jibun no Unmei Cap. XLI

Bueno gente, sin duda me agobio entre todas las cosas que tengo que hacer y luego de votar en esa encuesta...mi pregunta es donde tiene esa cara Shizuru??? Yo sólo le ví la cara de depravada sexual y no de lo otro cof cof, ejem, sigamos en lo que vamos. Hoy sólo toca este cap del fic. Y por cierto, para todas aquellas personitas que deseen charlar con cualquier integrante del Baul, sólo tienen que agregar este group que se ha creado para ustedes (fans de Akari, las invoco) ouch! ese zaaptazo Akari ¬¬ XDD El group es es siguiente: group753119@groupsim.com

Fácil de gragar, sólo lo copian, lo pegan a su msn y listo. A agobiar a Blacky cof cof, a tí tampoco??? ¬¬ Por lo pronto nos tienes que dejar pastel eh Blacky?? *o* yo quiero pastel para dentro de unas horas *w*

Saludos!

Jibun no Unmei Cap XLI Nisemono II



Como la menta cautiva sin respuestas, con el instinto animal a flor de piel. Nao Yuuki sentía que algo no estaba bien. En ocasiones dura, fría, extraña quizá. Pero nunca estúpida.


Entendía la diferencia entre un gesto limpio y otro sucio. Y su instinto felino le decía que era un terreno nada seguro. Podía notar lo embelesada y confiaba que Shizuru estaba con esa persona que no transmitía nada s imple vista, pero que fuera de las miradas se notaba incómodo y aburrido.


Su apacible serenidad era sustituida rápidamente por una mirada depredadoramente expresiva, parecía analizar todo a su alrededor y tenía que fingir como siempre cuando la mirada llegaba hasta ella. Simplemente tenía que optar por verle a través de esas escasas situaciones.


Su largo historial delictivo con ingenuos incautos le demostraba que efectivamente, ese no era nada incauto y nada ingenuo. Esos ojos azules eran fríos. Demasiado.


-Es curioso encontrarte aquí, Nao – saludó una voz a un lado suyo – creí que no vendrías.

-Y perderme la oportunidad de charlar plácidamente con gente tan importante en el medio? – sonrió Nao devolviendo la mirada a esos intuitivos ojos rojizos.

-Ah…-suspiró Nagi – a veces pueden obtenerse cosas buenas de eventos como este – terminó mientras se cruzaba de brazos y miraba a Natsuki desaparecer de escena mientras se retiraba a tomar aire.

-Jum- terminó Nao mientras tomaba un largo trago.

-Eso es alcohol? – preguntó Nagi.

-Por qué no lo averiguas? – le retó Nao.

-Humm – dudó Nagi – a veces no se obtienen cosas buenas de situaciones como esta – contestó mientras negaba con la cabeza y se encogía de hombros para hacer una mueca algo extraña con la boca.


Nao sonrió. Nagi era capaz de evadir cualquier reto con una gracia muy inusual y esa sonrisa de zorro.


Su mirada enfocó una vez a Shizuru. Seguía como siempre, sonriente, con ese rostro y mirada que atraía tanto a hombres como mujeres.


Decenas de personas habían sido rechazados por aquella princesa. Todos y cada uno de ellos de una manera tan encantadora y sutil que consideraban aquel rechazo un triunfo al haber sido capaces de confesar esos sentimientos a Shizuru-sama.


Sonrió. Ella tenía un recuerdo bastante especial que ni siquiera Kuga Natsuki, aquella gruñona de ojos verdes, ni siquiera ella podía arrebatarle.


Dio un nuevo sorbo. Aquella noche tendría asuntos que tratar con Sei. Advirtió que por el tono de la conversación no sería un tema fácil. Sei, había sido una persona fácil de entender para ella pero a últimas fechas le notaba extraño y con cierta actitud muy diferente cuando el tema se trataba de Fujino Shizuru.


A su vista no cabía la posibilidad de que él estuviese interesado en ella, al menos no en el terreno físico, pero sabía sobradamente que ese sujeto, se las ingeniaba de todas todas cuando se traba de conseguir algo.


Shizuru Fujino y su belleza, Kuga Natsuki y su actitud salvaje. Era una combinación un tanto explosiva. Sei debía traerse algo entre manos y no le estaba gustando mucho la idea de charlar con él.


-Shizuru parece estar de buen humor - comentó Nagi en ese momento.

-Umm – asintió Nao en un murmullo, mientras asentía lentamente.


Una sonrisa sincera, eso bastaba para Nao. Hacía mucho que no le veía sonreír y desde luego, era un narcótico bastante fuerte a su ya atontado cerebro.


No sabía porqué, pero no podía despegar su mirada de la boca de Shizuru, la boca misma era una tentación. Una promesa de lo que ella imaginaba venir después del roce de los labios. Apartó la mirada para centrarse en la concurrida cantidad de asistentes a ella.


Comenzó a caminar lentamente y a retirarse de ese lugar, estaba fastidiada, era mejor salir un momento y refrescarse el cerebro. La brisa nocturna era evidentemente un golpe a sus sentidos, y decidió sentarse. El humo a tabaco llegó a su nariz y volteó a la dirección desde la cuál escucho la exhalación.


Un cansado Sei salió a su encuentro para dedicarle una sonrisa y entrar nuevamente a la sala. Nao lo miró marcharse tras dedicarse mutuamente una sonrisa. Nadie en esa fiesta debía saber que se conocían.


Lo que Nao estaba cuidando era precisamente la otra presencia que sabía le vigilaba constantemente. No tardaría en sentir más cerca esa continua familiaridad que desarrollaba con Akira.


-No crees que has bebido suficiente- sonó la voz que había anticipado en ese momento.

-Jah? – exclamó Nao con una sonrisa de diversión en el rosto – pero Akira-sama viene a recriminarme ello mientras su imagen yaoi se pregona por el campus?

-Eso es mentira! - exclamó rápidamente Akira en franca preocupación.

-Sólo digo lo que ocurre en el campus – contestó Nao una vez más mientras miraba hacia esa zona en la cuál Akira se apoyaba en un árbol.

-El periódico escolar sólo busca que hacer.

-Pero Takumi-kun mismo fue quién dijo que preparaba un pastel y que lo compartiría contigo – continuó la pelirroja mientras le señalaba con el dedo.

-Fue el cumpleaños de Mai-san en esa ocasión y yo sólo ayudé a aprepararlo – torció el gesto - no es que me guste mucho, desde luego – carraspeó antes de aclarar ese punto.

-Un cumpleaños? – Nao se diviertía - Y por eso se enteró todo el Fuuka?

-Eso no fue intencional - saltó Akira en ese momento quedando cerca de Nao.


Nao se paralizó por un momento. Había algo raro en Akira y no estaba segura de qué era. No era el típico que andaba persiguiendo chicas sabiendo que ellas lo consentirían. Tampoco participaba en competiciones deportivas. Leía mucho y era asiduo a la clase de pintura.


Desde aquel encuentro con Takeda, en el cuál demostró una habilidad increíble, no se le conocía nada más. Su familia se entrenaba como guardaespaldas y en especial de la familia Fujino. Akira no era una excepción, porque cuidaba de la futura cabeza de familia.


Lo contrastante de la situación era que tenía maneras y actitudes terriblemente femeninos dentro de su agresividad.


Aquello lo ponía como protagonista principal del doujinshi “terribles tentaciones” que se divulgaba secretamente en el interior del campus con altas ventas para la comunidad femenina del colegio Fuuka .


Ni que decir de Harada Chie, que era asidua fan de los capítulos y que obtenía su edición gratuita por imprimir las ediciones allí.


El mercado para ello era tan grande que sólo con poner una figura de Akira en cualquier revista como portada se agotaba en cuestión de una hora.


Un dato curioso era que la última ocasión había aparecido con una foto en traje de baño cuando nunca asistía a las clases de natación. Ninguna de las personas que compró la revista sabía que la foto era falta y trucada. Akira tampoco reclamó nada a esa revista. La única persona que sabía que la foto había sido editada era Nao.


Qué como lo sabía? Eso era simple cuando era la autora intelectual de “terribles tentaciones” y todo lo que generaba dinero con la imagen de Akira.


Nao hizo una mueca al darse cuenta de que estaba fantaseando mucho con esa imagen. Tosió brevemente mientras estaba conteniendo un pequeño hilo de sangre al imaginar esa escena en donde Akira tomaba del cuello a Takumi y click. Nao tuvo que ponerle alto a esa visión.


Se suponía que ello únicamente ocurría cuando se imaginaba a Shizuru y a ella en esa situación y... stop otra vez. El sangrado nasal no se detendría si no pensaba en otra cosa y rápido.



-Tú también eres una pervertida, Nao-chan? – musió Akira en su oído en ese instante y Nao volvió la cabeza para estamparse contra un pañuelo en la nariz – Mejor limpiate – contestó Akira antes de marcharse lentamente.


Nao se quedó con la mirada en el pañuelo, manchado por una gotita de sangre mientras sentía que alguien más le miraba desde lejos.


Su mirada se encontró con otra más que le dio pánico. Había visto esa mirada antes. Ojos del mismo color de Shizuru y el cabello también. De sus labios sólo esapó un nombre antes de vovler a recordar su infierno e irse corriendo de allí.


-Shin…sama…

0 comentarios:

Publicar un comentario

Agradecemos y nos hace feliz que te animes a comentar, por favor al manifestar tu opinión recuerda hacerlo con tolerancia, recordando que no todos pensamos igual. Las críticas deben ser constructivas, siempre en un marco de respeto.

Las administradoras del blog se reservan el derecho de borrar cualquier comentario que resulte ofensivo.

Al comentar recuerda que estás mejorando tu cutis y reafirmando tus glúteos ^^