viernes, 27 de noviembre de 2009

Estrella Roja Entertainment Company - Capítulo 11

Hola Bauler@s!!!

Si, como lo leen, sus ojos no l@s engañan, tenemos continuación de este fanfic. La cosa se va poniendo muy interesante entre Shizuru y Natsuki y para muestra un capítulo más de Estrella Roja EC. A quienes hayan perdido el hilo, les dejo lo siguiente para que lo encuentren: Clic aquí para ver la lista de capítulos.

A leer y que lo disfruten, no olviden comentar.


Autora: KaoriD
Capítulo 11: Conociendo a mamá Saeko


Otra semana pasó, Shizuru sobretodo tuvo días bastante pesados, por un lado, en Estrella Roja EC haciéndose cargo de toda la parte musical de la obra, con el agregado de Sakomizu-sama que encomendó a la joven velar por que continuara el buen ambiente en el lugar de trabajo y con Nao en plan de diva no era tarea fácil.

Además, la situación en el departamento tampoco era de lo más relajada, se sumaban las obligaciones contraídas con Natsuki, quien últimamente debía asistir a importantes cenas y reuniones con sus patrocinantes y no sería bien visto que hiciera apariciones públicas sin su “novia”, dichas reuniones se extendían hasta entrada la noche.

También las labores del hogar parecían haberse multiplicado, debía hacer la limpieza del departamento, llevar la ropa de Natsuki a la tintorería, pagar las cuentas, cocinar, tocar el piano e incluso cuidar a la mascota de Nao. Si, la chica le había encargado a Natsuki el cuidado de una akita blanca llamada Juliet, a quién cangrejos se le ocurriría llamar así a una perra se preguntaba la castaña. Según dijo la pelirroja, su “bebé” (refiriéndose a la perra) no la dejaba concentrarse a la hora de estudiar su papel. Últimamente, la morena delegaba demasiadas actividades que dejaban a la chica de Kyoto realmente agotada.

Ese día, Shizuru había adelantado las labores hogareñas para poder dedicarse con total libertad a su trabajo, el cual llevaba algo atrasado. Tenía todo dispuesto para iniciar cuando apareció en el salón Natsuki a medio vestir.

-Shizuru, ¿dónde está mi traje azul marino? –preguntó la morena.
-Me hiciste llevarlo a la tintorería, estará listo dentro de tres días. –respondía tranquilamente.
-Ya veo -Natsuki dio media vuelta y volvió a su habitación.

Luego de la distracción, la castaña tomó asiento y retornó a lo que estaba haciendo.

-Shizuru, necesito ese traje para hoy ¿podrías llamar a la tintorería y apresurarlos? –hablaba la chica asomada por la puerta de su habitación.
-No, es la mejor tintorería de Fuuka, tienen muchos clientes… y no, ni siquiera por ser la gran Kuga Natsuki harán una excepción, así que busca alguna otra cosa linda que usar. –Habló la castaña sin perder la calma, finalizando la frase con una sonrisa cordial. –Ahora si me lo permites, tengo que trabajar.
-Está bien. –la morena volvía a la habitación.

Pasaron 5 minutos exactos en los que Shizuru, con lápiz y papel en mano, meditaba sobre la nueva pieza que estaba componiendo…

-Shizuru, es que no consigo qué ponerme, segura de que no…
-¡NO! Natsuki, no puedo ir por tu traje –interrumpió, respirando hondo y recuperando inmediatamente la compostura.
-E-entiendo. –con expresión de cachorrito regañado.
-¿Quieres que te ayude a buscar? –suspiraba resignada.
-Oh no no, tranquila no hace falta, tu sigue trabajando no te quiero interrumpir. –Natsuki volvió a entrar a su habitación, tarareando una canción.
-Menos mal, empezaba a creer que si. –susurraba Shizuru mientras volvía a sus hojas.

10 minutos después…

-Shizuru...
-¡¡¡¿QUE?!!! –la castaña acababa de romper el lápiz que sostenía entre sus dedos. –No se diga más, te ayudaré a buscar qué ponerte, vamos. –Shizuru entró a la habitación, Natsuki algo impresionada la siguió sin decir palabra.

Una vez ahí, la castaña abrió el closet y encontró un traje prácticamente idéntico al azul, sólo que este era negro.

-Con ese no me sentiré cómoda –renegaba la motociclista cual niña pequeña, el tic en el ojo derecho de Shizuru comenzaba a notarse.

Luego de hora y media de búsqueda infructuosa, la morena miró detrás de la puerta y estaba colgado otro traje, lo tomó y se lo puso.

-Vaya, creo que lo encontré, llevaré este. –dijo sonriendo.
-Bien por ti. –respondía, con un tono sombrío y lanzándole una mirada que por un instante le heló la sangre.

 

Shizuru se desplomó exhausta sobre la cama mirando al techo y rogándoles a todos los dioses le concedieran serenidad, paciencia, calma,… porque en ese momento se sentía capaz de asesinar a la sonriente chica de ojos verdes que tenía en frente.

-Perfecto, he quedado muy bien, ¿no te parece Shizuru?... ¿Shizuru? –la aludida se había quedado dormida en la cama de la morena, quien la miraba con una expresión algo apesadumbrada. –Perdóname por hacerte esto –susurró, mientras tomaba una cobija y arropaba a la belleza de Kyoto.

Natsuki salió del departamento rumbo a casa de Nao, pasaría unos minutos con ella antes de irse a una firma de autógrafos.

***

No muy lejos de ahí en un lujoso bar, Sakomizu conversaba con una vieja amiga…

-Así que hoy es el gran día. –comentaba el hombre mientras se tomaba de la barbilla, en un gesto pensativo.
-Si mi estimado amigo, hoy conoceré a mi nueva hija o mi nueva enemiga. Todo depende de qué tipo de persona resulte ser. –La mirada de la mujer estaba cubierta por un extraño brillo que no era extraño para Sakomizu.

Sabía perfectamente que Saeko era una mujer muy íntegra y educada a la hora de afrontar cualquier situación, salvo en lo que se refería a su hija. La Kuga mayor era como una fiera salvaje a la hora de proteger a su cachorro, no tenía escrúpulos ni se tocaba el corazón cuando del bienestar de Natsuki se trataba; el hombre temía por el futuro de Shizuru (y de su obra) si no resultaba ser la nuera perfecta.

-Te repito, Fujino-san es una chica extraordinaria, Natsuki está en buenas manos.
-Eso lo veré con mis propios ojos Kaiji. –el hombre tragó grueso, luego cambiaron el tema y la charla se extendió unos minutos más.

***

En casa de Nao...

-¿Cómo es que estás tan segura de que Fujino no seguirá metiéndose conmigo, eh? –la pelirroja miraba fijamente a Natsuki que bajó la mirada para así ocultar la tristeza y vergüenza que sentía.
-Te dije que lo dejaras en mis manos, confía en mí, Shizuru no será molestia para ti. –su voz se quebró un poco.
-Muy bien Kuga, confiaré en ti, mi carrera artística está en tus manos. Pero cambiemos de tema, ahora, ¿qué te gustaría hacer? –La pelirroja se acercó peligrosamente a sus labios pero quedó fría cuando la chica giró el rostro y se puso de pie.
-Es tarde Nao, me voy a mi firma de autógrafos, hablamos luego y quédate tranquila. Ya no te preocupes por Shizuru.

La morena salió de casa de Nao dejándola completamente anonadada. Por un lado, la pelirroja estaba feliz de que su plan estuviese rindiendo frutos y la castaña dejara de ser una amenaza. Sin embargo, conforme pasaban los días, Natsuki estaba cada vez más distante con ella.

-Esto no es lo que yo quería que sucediera. No quiero dañar a Shizuru, pero le hice esa estúpida promesa a Nao. Cada día me siento peor con todo esto, no puedo creer que me encuentre en esta situación. –pensaba Natsuki mientras iba camino a la firma de autógrafos.

***

Pasaron cuatro horas desde que Natsuki salió de su departamento, Shizuru durmió profundamente todo ese tiempo. De pronto, sintió la calidez de otro cuerpo dentro de la cama, el aliento tibio en su rostro y una lengua húmeda en su mejilla.

-Ara ara, pensaba que a Natsuki no le gustaban este tipo de cosas –soltaba la castaña, algo sonrojada entre sueños.

En ese instante, Natsuki llegó al departamento y al entrar en la habitación se encontró con Shizuru aún en su cama y hablando entre sueños.

-Ah, Natsuki es una traviesa. –reía la chica de Kyoto que seguía sin despertar del todo, hasta que Natsuki se aclaró la garganta de forma sonora.

Al abrir los ojos Shizuru se encontró con la escena más insólita que pudiera imaginar, tenía a Juliet sobre ella lamiendo su rostro animadamente mientras Natsuki yacía en el piso tomándose del estómago y llorando de risa.

-Ara ara Juliet es muy apasionada, recibo más cariño de ella que de mi novia –fingiendo desolación, gesto que detuvo en seco el ataque de risa de la morena.
-Pe-pero ¿qué dices? No tengo por qué ser cariñosa contigo, no es parte de nuestro trato.
-Debería, porque ella no es mi tipo, sin ofender Juliet –la akita que reposaba en su regazo bajó las orejas entristecida, Shizuru le acarició el lomo. –lo siento, no eres tu, soy yo, lo nuestro no funcionaría. –aún dirigiéndose a la perra que gimió con tristeza.
-No se, yo las vi muy acarameladas hace un momento. –decía Natsuki bastante divertida con la escena que presenciaba.
-Verás Juliet, a mí me gusta otro tipo de cachorrita –lanzándole una mirada muy sexy a la chica de ojos verde y logrando en ésta una espectacular subida de colores.

Natsuki no tuvo tiempo (ni lucidez mental) para replicar pues Shizuru cayó en cuenta mirando horrorizada su reloj.

-¡No no no! –se levantó de la cama rápidamente –es tardísimo y no adelanté nada del trabajo tendré que hacerlo ahora aunque me tenga que quedar toda la noche.
-Vale, pero primero prepara la cena que muero de hambre.
-Sabes Natsuki, por una vez que la prepares no se acabará el mundo. –contestaba la castaña algo exasperada. Juliet, bajó de la cama junto con Shizuru y se acercó gruñendo a la morena.
–Y encierra a esa bola peluda, no le caigo bien. –habló la chica señalando al animal.
-Por qué será –ironizó la castaña -Vamos Juliet –La perra obedeció, Natsuki juraría que le lanzó una mirada despectiva antes de salir tras la castaña.

Poco después sonó el timbre. Mientras Shizuru encerraba a Juliet en el cuarto de lavado, la morena fue a abrir y para su gran sorpresa…

-¡Madre! ¡¿Qué haces aquí?! –a Natsuki casi se le descuelga la mandíbula de la impresión.
-Cierra la boca hija mía, es que acaso no puede una madre visitar a su única hija, su razón de ser, la que trajo al mundo con dolor después de 9 meses de espera y…
-Ya entendí madre… -emitiendo un hondo suspiro -me refiero a qué haces aquí en Japón, pensé que estabas en Nueva York y hasta donde recuerdo no hablamos desde hace mucho…
-Eso no importa, lo que importa es que tienes novia y no llamas a tu madre para hacérselo saber y se tiene que enterar por una revista de chismes.
-E…este….bueno, es que… -la chica comenzaba a sudar y no encontraba la forma de explicarle a su inquisitiva madre la situación en la que estaba.
-Natsuki, voy a empezar a trabajar por favor pide algo de cenar. –Shizuru entró al salón sin fijarse en la madre de Natsuki, quien apartó a su hija para poder examinar detenidamente a la castaña.
-Fujino Shizuru supongo. –la castaña sentía como que aquella mujer tenía rayos X, prácticamente la escaneaba con la mirada.
-Eh… si, soy yo y usted es…
-Shizuru ella es Kuga Saeko, mi madre. –Habló por fin Natsuki.

Podría pensarse que las cosas iban a ir tensas, sin embargo, la velada transcurrió mucho mejor de lo que se esperaba. Saeko y Shizuru congeniaron bastante bien ante la mirada nerviosa y sorprendida de Natsuki. Pasada una hora, ya hablaban como conocidas, aunque Saeko no bajaba la guardia Shizuru mostraba su lado más seguro y cordial. Al parecer todas las madres orgullosas hacen lo mismo, buscar la mejor forma de avergonzar a sus hijos. La pesadilla dio inicio para la morena cuando su madre extrajo del bolso un álbum con fotos suyas.

-Nooooooo ¡no puedes mostrar esas fotos en público! –la expresión de Natsuki era de terror mezclada con vergüenza.

Después de perder toda una tarde-noche de trabajo, verla así era recompensa más que suficiente para la castaña, que trataba de controlarse y no morir de ternura mientras veía a una pequeña Natsuki mostrando su sonrisa sin incisivos a los 8 años, su cara llena de pintura imitando a un indígena americano a los 9, su disfraz de vaquera a los 10 y a los 11 con un tradicional yukata toda llena de charco junto a un perrito jugueton.

-Ese día le dije a Natsuki que no se ensuciara para poder tomarle una foto pero se puso a jugar con Duran y terminó así. –suspiraba Saeko mientras se quitaba los lentes para darle un descanso a su vista mientras Shizuru reía disimuladamente. Natsuki se encontraba recostada en un mueble en posición fetal y con un cojín sobre su cabeza.

Luego de ese episodio, Natsuki pidió comida y la cena fue más tranquila. Pasada la una de la madrugada Saeko se levantó y anunció que se retiraba. Aunque la avergonzara frente a Shizuru, para Natsuki fue una sorpresa agradable el volver a estar con su madre. Además, la charla fue cómoda entre ellas y debía admitirlo Shizuru sabía moverse muy bien en cualquier tipo de situación, le transmitió mucha confianza y dejó a Saeko encantada.

-Muy bien chicas, me retiro, espero tengamos más momentos como este mientras me encuentro en la ciudad.
-Estaremos encantadas de repetirlo madre. –decía Natsuki no muy convencida.
-Así es Kuga-san. –secundaba la de los ojos escarlata.
-Oh no, Saeko para ti linda.
-Está bien Saeko-san.
-Que chica más linda y atenta has encontrado Natsuki. –este comentario provocó un ligero rubor en la princesa de hielo.
-Muchas gracias por el cumplido Saeko-san –sonreía sincera la castaña, que abrazó a Natsuki por la espalda y depositó un suave beso en la mejilla de esta.

Quizá el vino que acompañó la cena o un inconsciente deseo por dejar convencida a su madre de aquella actuación, Natsuki se giró y depositó un beso en los labios de la castaña. Aunque fuese tan repentino Shizuru se dejó llevar por el movimiento de sus labios, no era para nada como aquel torpe beso de la fiesta lleno de miedo y rabia; nada que ver, este beso era cálido y dulce… Cuando se separaron, se percataron que estaban solas en el salón, Saeko había preferido marcharse silenciosamente antes que interrumpir ese momento. La mujer subió a su taxi satisfecha y feliz por ver el cambio que había dado su hija gracias a esa chica. En parte era verdad, en esas pocas semanas de conocerse, Natsuki había cambiado.

***

Aún en el departamento…

-Shizuru yo… -fue silenciada, con un dedo de la castaña en sus labios.
-Shhh no digas nada que lo arruine, me voy a dormir Natsuki.
-E-está bien… que descanses.

La castaña entró a su improvisada habitación con una sensación acogedora inundándole el pecho, no quería caer en cuenta de lo que acababa de suceder, pero de algo estaba segura, no se arrepentía en lo más mínimo.

-Shizuru, ¿será que te estás enamorando? –se dijo a si misma, para luego abrazar la almohada y caer rendida.



Continuará…

8 comentarios:

  1. excelente Kaori, eclente trabajo wuuuuuu
    y muchas gracias Akari por subir este maravilloso fic, me encantó este cap, me encanta este fic.
    espero ansiosa la continuación!!!

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  2. porq sabes que lo estass haciendo muy bien...te tardas, eh!!?
    Nah, es broma...ya lo dijo Ali, excelente trabajo Kaori. Tus finales de capitulo como siempre, emocionantes y paralizantes (casi olvido respirar...) felicitaciones!!

    Rachel

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  3. no inventes que padre el final me encanto asi se hace jajajajaja me gusto mucho espero que pronto sigas con la continuacion de este fic cada vez mas interesante

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  4. exelente espero continuacion pronto

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  5. wooo KaoriD no habia leido tu fic hasta aora pero lo voy a leer.Gracias por subirlo

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  6. jajaja ya me habia olvidado de este fic XD y de lo bueno k es,se esta poniendo moeee interesante,
    gracias por publikarlo...
    el final ha estadooo n.n

    pdt: de nuevo yo XD si la troila (tali)

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  7. Por favor continua con está historia, creo que como tod@s queremos seguir disfrutando de las aventuras de este par tan queridas.

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  8. Por Dios esta buenisimo continualo prnto

    PD: Y yo que pense que estaia por el cap 20

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