Hola hola,
Porque todo en la vida tiene un final, hasta acá nos trajo el río con la historia de Eileen y Katsumi, al fin dejará de sufrir nuestra japonesa y las cosas tomarán un curso definitivo. En fin, ha sido para mi un placer haberles traído esta historia, agradezco a Eli por haberme dejado hacerlo. A tod@s mil gracias por seguirla.
Autora: Eli
Capítulo 13: La calma.
Tuve un sueño largo y extraño, me encontraba en un mundo distorsionado, las formas se curvaban en ángulos anormales e irreales, nada tenía sentido y yo tampoco me esforcé por encontrarle el sentido, simplemente me sabía dormida en un sueño profundo y que a pesar de no saber nada de la realidad, no tenía nada que temer.
De pronto algunas cosas volvieron a mi mente, y a pesar del sueño pude recordar claramente algunos de los detalles de las cosas sucedidas durante mi “calvario” (por llamarlo de alguna manera), desde que conversara con Eileen por primera vez, pasando por la primera amenaza de Andrea, por el accidente y las visitas en el hospital de Antonia y Eileen, todo estaba volviendo, el mundo parecía cada vez más real.
De pronto me vi de regreso en la realidad por completo. Sentí mi respiración ahogada por algo que había sobre mi cara. Solté un quejido y abrí mi ojo tratando de enfocar la imagen, lo primero que vi fue un tubo de luz en el techo, un techo blanco y paredes del mismo color.
“Estoy en el hospital” me dije antes de voltear la cabeza al escuchar a alguien moverse a mi lado al verme despertar. Eileen.
Eileen se encontraba a mi lado, y hasta antes que yo despertara estaba durmiendo a mi lado, con la cabeza apoyada en la orilla de la cama, sentada en una incómoda silla. Apenas se dio cuenta que yo despertaba se acercó a mi tomando mi mano suavemente.
- Eileen- susurré escuchando mi voz ahogada por una máscara de oxigeno que ocupaba gran parte de mi rostro.
- Shhh...- hizo ella comenzando a acariciar mi cabeza.-: no hables, descansa, ya todo está bien, nada malo puede sucedernos ahora.
- ¿Qué pasó con Andrea?- no pude evitar preguntar.
- Está hospitalizada, bajo custodia policial.
- ¿Cuánto tiempo he estado aquí?- interrogué comenzando a despertar del todo, recordando más específicamente todos los detalles de mi travesía de las ultimas semanas.
- Ya va casi una semana...- respondió Eileen luego de haber titubeado unos segundos su respuesta.-: Mañana será una semana exacta desde que te encontramos en la calle inconciente luego que me llamaras para decirme donde estabas.
Luego de eso me quedé en silencio, mirando a Eileen a mi lado que me devolvía la mirada llena de amor y cansancio. Dejé que pasaran unos minutos y le dije:
- Deberías ir a descansar, te ves muy agotada- apreté mi mano en torno a la suya un poco más.
- No quiero dejarte sola.- dijo preocupada-: No después de lo que ha pasado en este tiempo.
- Mi amor...- dije casi en un susurro cerrando los ojos. Respiré profundamente el oxigeno en la mascarilla, aclarando mis pensamientos del todo, entonces añadí-: Estaré bien, si dices que Andrea está hospitalizada y bajo custodia, nada malo podrá pasar. Ve a descansar por favor.
Hablaba lento y muy bajito, esforzándome por darle la mejor impresión a Eileen, para convencerla de irse a descansar.
- Iré a darme una ducha y volveré- dijo inclinándose sobre mi, depositó un suave beso en mi frente, luego añadió con una sonrisa-: No vayas a ninguna parte.
Sonreí como pude, tratando de decirle con la mirada lo mucho que la amaba mientras ella salía por la puerta de la habitación caminando de espaldas, mirándome siempre, respondiendo a mi amorosa mirada. Antes de cerrar la puerta me lanzó un beso con su mano, luego salió y desapareció de mi vista.
Me encontraba muy cansada, realmente no podía mantenerme despierta, pero al menos no sentía dolor alguno. Quise moverme, pero una ligera puntada en el costado no me lo permitió, me quejé y dejé de intentarlo de inmediato. Entonces entró una enfermera, que al entrar me dijo:
- La señorita Eileen me dijo que había despertado, necesito revisar sus lesiones.
- Está bien- respondí tratando de que mi voz sonara un poco menos temblorosa.
La enfermera me destapó y abrió la camisa del pijamas del hospital, me incorporé un poco y logré ver un parche enorme cubriendo gran parte de mi costado izquierdo.
- ¿Qué tan grave es?- pregunté apoyando mi cabeza de vuelta en la almohada.
- No me compete darle esa información... – dijo tratando de eludir la pregunta, pero al mirarme y ver mi mirada seria y inquisitoria sobre ella dijo-: Bastante, pero tuvo suerte, el ácido no alcanzó a perforar el pulmón, eso habría sido fatal... Debe esperar a que venga el doctor, supongo que vendrá pronto.
- Gracias.
Luego de ese pequeño dialogo no volvió a pronunciar palabra, simplemente se limitó a limpiar la herida en mi costado, las quemaduras que me hice en las muñecas al soltarme de las amarras cuando escapé de Andrea y revisar mi rodilla. Al terminar se retiró. Entonces yo me dormí sin soñar en nada, simplemente descansando, con la mente en blanco.
Desperté al cabo de unas horas, me dolía un poco el costado y tenía mucha sed. Abrí mi ojo y bostecé. Eileen llegó a mi lado apenas me vio despertar, tomando mi mano otra vez.
- Ya regresé- me dijo a pesar que yo ya lo había notado, no era necesario decirlo. Sonreí soñolienta.
- Amor... Tengo sed.- le dije doblando la cabeza hacia donde estaba ella para mirarla mejor.
- Te traeré un vaso de agua- respondió con una sonrisa tierna en sus labios. Acto seguido salió por la puerta y regresó a los pocos minutos con una botella de agua mineral y un vaso. Sirvió agua en el vaso, lo puso sobre la mesita al lado de la cama y levantó la cama para que yo no tuviera que hacer fuerza para levantarme, luego me ayudo a quitarme la mascarilla de oxigeno, me alcanzó el vaso con agua y me observó cuidadosamente mientras yo bebía.
- Gracias- dije cuando bebí todo el contenido del vaso. Se lo entregué y luego de unos segundos le pregunté-: ¿Sabes a que hora vendrá el doctor a darme mi diagnóstico?
- Vino mientras dormías, no quisimos despertarte, más bien... yo no quise que te despertara, me pareció que estabas tan bien durmiendo.- dijo con un tono protector que me hizo sentir muy tranquila.-: Salí a hablar con el doctor afuera de la habitación.
- ¿Qué fue lo que hablaron?- pregunté ansiosa por conocer mi diagnóstico.
- Me habló de la magnitud de tus heridas- una ligera sombra cruzó su rostro al decir eso.
- Dímelo... quiero saberlo,- exigí y acto seguido le pregunté -: ¿Podré recuperarme?
- El doctor fue muy claro, me dijo que la lesión en la pierna es muy difícil de recuperar, nunca más vas a volver a tener toda la movilidad que tenías antes del accidente- comenzó a explicar ella lentamente.-: En cuanto a tu ojo, ya lo sabíamos todo y a la quemadura de ácido en tu costado... Bueno... Eso es lo peor.
- ¿Por qué?- pregunté en apenas un susurro.
- El ácido, según lo que dijo el médico, llegó a perforar tu piel y los músculos de tu costado a tal punto de llegar incluso hasta el hueso de tus costillas.
- ¿Eso que significa?- pregunté asustándome un poco.
- Los doctores tuvieron que remover gran parte de tu masa muscular más una porción de hueso muy carcomido para poder evitar que el ácido llegara a tus pulmones.- explicó mostrándose afectada por las noticias.-: Lo más probable es que eso no puedas recuperarlo.
Suspiré cerrando los ojos por un momento sintiendo realmente lo que estaba pasando, mi vida se estaba transformando una vez más... Ahora estaba comenzando a vivir como lisiada, limitada físicamente. La noticia caló profundo en mi mente, caí en la cuenta de lo que significaba la perdida de los músculos de mi costado izquierdo y los problemas con mi rodilla y mi ojo perdido. Todo lo sucedido a mi cuerpo pudo con mi mente y me eché a llorar como una niña, dándome cuenta que mi vida no iba a regresar.
Sollozaba en silencio, las lágrimas caían sin piedad mejilla abajo, mientras todo mi cuerpo se estremecía con el llanto.
Eileen se acercó y se sentó en el borde de la cama a mi lado abrazándome contra su pecho, acariciando mi pelo y susurrándome palabras tiernas al oído. No pude hacer más que seguir llorando hasta que no pude más, entonces me dormí, me dormí en los brazos de la mujer que amo, sintiendo como poco a poco mi mundo se hacía pedazos, obligándome a aprender a vivir otra vez.
A las pocas horas desperté con un dolor de cabeza enorme, apoyada aún contra el pecho de Eileen. Al abrir los ojos, lo primero que vi fue su mirada en mi y deseé que eso fuera siempre lo primero que viera cada mañana desde ese momento y por el resto de mi vida.
- ¿Te sientes mejor?- preguntó ella preocupada inclinándose sobre mi para besarme.
- Más o menos.- respondí luego de recibir un delicado beso en los labios, cosa que no ocurría desde hacía varios días, más de una semana.
- Tengo una noticia que creo que te alegrará...- me dijo ella sonriendo débilmente.
- ¿Qué es?
- Por la mañana, cuando fui a mi apartamento a tomar una ducha hablé con mis padres. Habían estado llamándome por varios días sin lograr localizarme.- Hizo una pausa para levantarse de la cama y caminar hasta la ventana de la habitación, mirando hacia fuera dijo.-: les dije que regresaría pronto a casa.
- ¿Te irás de regreso a Estados Unidos?- Pregunté, sintiendo que ahora se me arrebataba mi única razón que me permitió sobrevivir a todo lo que había pasado a mi cuerpo.
- Si - respondió ella desde la ventana, luego se volvió hacia mi y me dijo-: Y quiero que vengas conmigo...
Sus palabras resonaron lentamente en mi aturdida mente, tardé unos minutos en responder:
- ¿Tú... Tú quieres que vaya contigo?
- Por supuesto... – dijo ella viniendo hacia mi desde la ventana-: ¡Katsumi! Yo te amo... te amo y quiero que estés conmigo, si es posible, para siempre.
Dejó pasar varios minutos de silencio y luego dijo:
- Sólo si tu quieres estar conmigo...
- Yo también te amo, y por supuesto que quiero estar contigo.
Entonces empezó mi proceso de recuperación, con todo el apoyo de Eileen comencé una serie de tratamientos médicos para recuperar la mayor parte posible de mi integridad física. Comenzaba todos mis días temprano por la mañana saliendo a caminar por el hospital acompañada por un lado de mi nuevo gran amigo: un bastón de madera muy bonito, regalo de Eileen, y por el otro por la mismísima Eileen que caminaba de mi brazo sin dejarme sola en ningún momento. Luego regresaba a mi habitación, y esperaba a una enfermera que se encargaba de aplicarme un tratamiento en el costado para recuperar mi piel quemada, eso siempre dolía mucho y Eileen seguía a mi lado, tomando mi mano todo el tiempo para que yo pudiera soportar el dolor.
Más de dos meses pasaron antes que yo pudiera caminar sola sin ayuda de Eileen, tan sólo con el bastón, como dije mi nuevo amigo, para entonces ya estaba acostumbrada a tener un solo ojo y mi piel estaba progresando bastante.
Una tarde al terminar mis ejercicios (para recuperar la movilidad de la rodilla) llegó Eileen a mi habitación, ese día había estado ausente, porque según dijo tenía asuntos que atender.
- Hola Katsumi- saludó al entrar.-: ¿qué tal ha ido todo hoy?
- Bien, como siempre... – respondí dejando bien en claro que me estaba cansando de la rutina en el hospital.
- Has progresado mucho, estoy muy feliz por todo lo que has avanzado... apenas han sido dos meses y ya estas caminando sin muchas dificultades.- dijo ella acercándose para besarme. Ella se veía muy feliz, así es que no tardé en preguntarle:
- ¿Ha pasado algo?, estás muy feliz.
- Es algo muy bueno, algo que nos va a cambiar la vida.- Eileen parecía ansiosa de contarme, pero aún así daba muchos rodeos para contarme.-: Es algo que vengo preparando desde hace varias semanas.
- ... – Arqueé las cejas mirándola fijamente pidiéndole con la mirada que me dijera que estaba pasando lo más pronto posible.
- Hablé con tu doctor, le pregunté como iba tu tratamiento, me dio un montón de detalles técnicos, pero lo medular es que estás progresando increíblemente, le hice una pregunta muy importante... Y me ha dicho que es posible.
- ¿De qué se trata?... no te des tantas vueltas- al pasar tanto tiempo encerrada en la rutina mi humor había cambiado muchísimo, de la chica amable y de fácil trato había pasado a ser gruñona y falta de paciencia.
- Prometí llevarte conmigo de vuelta a Estados Unidos... Bueno, hablé con tu doctor precisamente porque quiero cumplir esa promesa.- Tomó mi mano y la acercó a sus labios depositando un beso en ella-: El doctor dijo que estás en condiciones de viajar, y él dará autorización para que salgas del hospital siempre y cuando tengamos los contactos en Estados Unidos para seguir tratándote.
- ¿Existen esos contactos en Estados Unidos para seguir con esta tortura?- pregunté definitivamente molesta con la idea de seguir dentro de un hospital.
- Mis padres... ellos, bueno... ellos han prometido ayudarme y están buscando la forma de tratarte sin que tengas que vivir dentro de un hospital como ahora.
Mi expresión se suavizó de pronto, la mujer que estaba a mi lado sujetando mi mano solamente quería que yo estuviera lo mejor posible, y el sólo hecho de estar con ella era una bendición, no podía dejar que un par de dificultades detuvieran los planes que tenía de pasar el resto de mi vida con esa mujer.
- ¿Tus padres saben que soy tu novia?- fue mi siguiente pregunta.
- Lo saben... – dijo sonrojándose un poco.-: me costó convencerlos de que su única hija es lesbiana, pero tuvieron que aceptarlo, y les he hablado tanto de ti que ya saben casi todos los detalles de lo que ha pasado desde que nos conocimos, puedo decir que en este momento están felices de que regrese a casa y que además no regrese sola.
- ¿Cuándo?
- Podremos irnos el domingo, tengo los pasajes y el doctor me ha prometido darte el alta para ese día.
- ¿Hablas en serio?- pregunté casi riendo de incredulidad por la noticia que me estaba dando.-: No puedo creer esto.
- Empieza a creerlo, porque mis padres estarán en el aeropuerto para recibirnos a nuestra llegada a Los Ángeles y nos llevarán a casa, ya está todo arreglado para que nos quedemos en la casa hasta que podamos mudarnos juntas a otro lugar por nuestra cuenta. Los pasajes están comprados, y las maletas están hechas, todas tus cosas están en mi departamento listas para viajar, solamente necesito que me digas que quieres venir conmigo...
- Claro que quiero...- dije apretando su mano un poco más contra mi. Entonces ella besó mis labios suavemente, haciéndome olvidar por unos segundos mi condición de lisiada y sentir que solamente ella y yo existíamos en este mundo. Nos abrazamos por mucho tiempo, hasta que la luz del sol dejó de alumbrar en Madrid para dar paso a la noche de ese día viernes.
El tiempo desde ese día viernes hasta el domingo fue rápido, la rutina dejó de molestarme por primera vez desde que comenzara con los tratamientos dos meses antes, poco a poco comencé a recuperar el buen ánimo que me acompañaba antes del accidente, volvía a sonreír con facilidad. Incluso llamé a Antonia para que viniera al hospital a verme para así poder despedirme de quien fuera mi mejor amiga durante toda mi estadía en España. Fue una visita breve, mi amiga había conseguido un nuevo trabajo y aprovechó su hora de almuerzo para verme. Las cosas habían cambiado en la universidad, desde que arrestaran a Andrea y a sus amigos el ambiente se había distendido mucho, estaban todo más relajados y las rivalidades de a poco habían empezado a desaparecer, se volvía más frecuente cada día ver a gente de distintos bandos conversando, trabando amistad. Antonia me contó todo lo sucedido con detalles, como la policía había llegado al campus y arrestado a los cómplices de Andrea, demostrando con ello lo que Antonia había estado tratando de explicarle a nuestras amigas sobre mi y mi accidente. Entonces volvió a su vida normal, aceptada nuevamente entre los estudiantes y retomando las clases con normalidad.
Esa conversación fue nuestra despedida, pues tanto Antonia como yo sabíamos que yo nunca pisaría España otra vez, las probabilidades de volver a vernos eran absolutamente remotas. Emotivamente recordamos como nos conocimos en la universidad, las veces que nos ayudamos cuando alguna estuvo en dificultades y reímos juntas de los momentos en que ella me repetía que Eileen estaba absolutamente fuera de mi alcance, siendo que ahora era nada más ni nada menos que mi novia.
Nos despedimos con un abrazo y una sonrisa que sólo pretendía contener las lágrimas que pugnaban por salir de los ojos de ambas.
*****************************************
El día domingo por la mañana vino mi doctor a verme, pero no me revisó como solía hacerlo comúnmente, sino que se limitó a explicarme que aún quedaba mucho que hacer para recuperarme y que el hospital que habían contactado en Los Ángeles era el más avanzado del mundo en tratamientos de quemaduras, me dijo que me daba el alta para que pudiera viajar, porque sabía que en Estados Unidos tendría más oportunidades de lograr recuperarme casi completamente de todas mis lesiones.
Luego de la conversación con el médico apareció Eileen que había salido la noche anterior y no había regresado conmigo como era de costumbre.
- ¿Estás lista?- preguntó al regresar, luego de haberme besado largamente.
- Creo que si...- hice una pausa y dije-: Necesito que me ayudes para poder vestirme, no puedo salir de aquí en pijamas.
- Seguro- respondió ayudándome a salir de la cama para luego quitarme el pijamas con especial delicadeza. Al cabo de casi media hora logré estar lista para salir del hospital, entonces fue que le pregunté a Eileen:
- ¿A qué hora sale nuestro avión?
- A las cinco en punto- contestó mientras salíamos de la que fuera mi habitación por más de dos meses, yo en una silla de ruedas y ella caminando, empujando mi silla.
Al salir del hospital me embargó la emoción de estar emprendiendo una nueva vida, de empezar a vivir de nuevo, acostumbrándome a valerme por mi misma otra vez, superar todo lo que había sucedido, esta vez con la certeza de que Andrea no estaría ahí para intentar nada contra mi y además estaba a mi lado Eileen.
Eileen también creció con esta experiencia, cada día que había pasado a mi lado en el hospital, podía ver en sus ojos que sus sentimientos estaban claros, nada la separaría de mi y me transmitió eso con cada abrazo que me dio, con cada beso, cada vez que me tomaba del brazo para caminar por los pasillos transmitiéndome su fuerza, y soportó mis sarcasmos y rabietas por dos meses sin decir nada en todo ese tiempo. Toda esa fuerza que me dio fue la que me mantuvo con vida, porque cada vez que estuve a punto de rendirme ella estaba ahí con su ternura para impedir que lo hiciera. Sin duda a ella le debía mi vida, y todo mi amor, pues a pesar de las ojeras que se habían apoderado de sus ojos, seguía siendo la misma mujer de la que me enamoré en circunstancias tan extrañas tiempo atrás.
Subimos al taxi, nuestras maletas ya estaban en el maletero y partimos camino al aeropuerto. Poco rato después de haber iniciado el trayecto, Eileen pasó un brazo sobre mi hombro atrayéndome hacia si para decirme en un susurro en el oído:
- ¿Me amas?
- Te amo... Eileen- respondí acariciando su rostro con una mano.
- Me alegro, porque yo también te amo, y mucho.- dijo depositando un beso en mi mejilla.
- ¿Desde cuando me amas?- pregunté, tenía esa duda desde que ocurriera el accidente, desde esa noche en que ella y yo nos besamos la primera vez, sólo que nunca tuvimos chance de conversar sobre eso.
- Hace mucho...- Respondió pensativa-: ¿Recuerdas cuando me llevaste a mi apartamento la primera vez?
- Cómo olvidarlo, después de la batalla de bandas- respondí soltándome de su brazo para mirarla directamente a los ojos.
- Pues esa noche fue mágica, lograste cierto efecto en mi... no se como explicártelo, sólo se que cuando me dejaste ahí, subí a mi piso y te miré desde la ventana hasta que te marchaste rechinando tus neumáticos.
- ¿Me mirabas?- ella asintió con la cabeza lentamente y respondió:
- Te miraba confundida, porque sabía que físicamente me atraías mucho, pero el darme cuenta que podía ser más que eso luego de haber conversado contigo me confundía tremendamente, eras demasiado agradable y tu cercanía me dejo cierta satisfacción que me hizo soñar contigo esa noche, y como sabía que debíamos vernos para una cena, pensé en tantear el terreno en la cena, para saber si podía pretender tener algo contigo o no... Ya en ese momento comencé a intentar que Andrea dejara su juego.
- Pero no lo hizo... Al menos sabemos que me amas y que yo te amo a ti, ¿y sabes que? Lo único que me importa ahora es que estás conmigo.- dije sin afán de recordar cosas del pasado.
Hicimos el resto del trayecto en silencio, solamente nos tomábamos de la mano de vez en cuando, o nos besábamos ligeramente, y ya en el avión, yo me limité simplemente a dormir casi todo el viaje. Supongo que ella también lo hizo, pues a ratos apoyaba mi cabeza en su hombro y ella no reaccionaba de ninguna forma. Al despertar ya estábamos a menos de una hora de viaje del aeropuerto de Los Ángeles, entonces fue que al percatarme de que Eileen dormía quise hacer algo... algo que pensé me serviría para desahogarme y para expresarle a Eileen lo que significó para mi todo lo sucedido en mi vida.
Entonces llamé a una aeromoza y le pedí por favor que me consiguiera papel y lápiz. No tardó mucho en traerme lo que yo pedía, entonces comencé a escribir esto, comencé a escribir lo que habría de ser mi razón para poder empezar de nuevo, mi tragedia, mi pequeña aventura, todo para poder reiniciar, recomenzar al lado de la mujer de mi vida, sin nada que temer.
Ya van casi dos años desde ese episodio y he logrado revivir cada detalle para poder entregártelo a ti mi amor, Eileen, se que estas leyendo, porque probablemente ahora que he terminado tu sostienes estas hojas entre tus manos y las lees aprendiendo cada detalle de mi vida, incluyendo aquello que era mi vida en Japón, y se que sonríes al rememorar aquel primer encuentro en la batalla de bandas.
Ya ha llegado la hora de dejar todo esto atrás, por favor ahora quema esto que acabas de leer y empecemos de nuevo, solas tu y yo.
guau que gran historia me a encantada te felicito escribes grandes historias!
ResponderEliminardiosss...que historia...menos mal se terminó...
ResponderEliminarWoW...
ResponderEliminarte felicito(atrasado eso si)
muy bueno...me ha encantado!!!...bueno el punto en el cual tocas la xenofobia...algo que como personas "normales" creo es repudiable...te felicito a que es la primera ves que leo,que tomen puntos tan reales de la vida en la cual vivimos.
Muchas felicidades estaba buenísimo
Muy triste.... injusto.... como podemos volvernos contra nosotros mismos.... me ha gustado... aunque el sabor amargo se ha quedado al final.... Lindo blog! Ya voy visitando algunas de las secciones y este ha resultado ser el primer comentario. Sigan así!
ResponderEliminarahhhh XD...ya se ha terminòooooooo lo he leído todo desde el inicio incluso la semi-polémica que se semi-desato al inicio del primer episodio ... con una de los comentarios o semi crìtica de semi- mente abierta por un lado y semi-crìticas personales por otro bando.....bueno lo que te quiero decir que bahhh nada de nada tù lo mereces un pultizer como mínimo por ser tan bueno con una narrativa tan coherente en tu historia y a la vez tan emparentada a esta realidad del ser humano con respecto a la xenofobia,homofobias y todas las fobias entre nuestros congéneres.... venga que te felicito y ojalà no vuelvas a delitar con una sde tùs dramas, romances y finales felices no me importa cuanto tenga que sufrir los personajes solo pido happy.edinng si no es mucho pedir....jajajja vamos que vale la pena darnos un poco de esperanza y que siempre hay un arco iris al final del camino...sigue asì con tus fic....se que como todo en la vida y no todas las veces tevan a elogiar positivamente tu trabajo pero venga vamos!!!!!! somos màs los que nos gusta como llevas tus historias que del lado contario.....besos y aspiro leer algùn dìa màs de ti...love&kiss..y gracia a tod@s las chicas de este blog...por haber subido una historia como esta y felicitarlas por tan loble trabajo que hacen ya me he leìdo varios fic, one shot y demàs temas del blog que esta padre!!!!!y en alguno sdejo uno que otro copmetario pero en este ya me he pasado XD.... espero sabràn disculpa tanto blahh,,lbah.. pero es que no me canso y en verdad ojalà tubìera esa vena que tienen todas uds... para escribir estas historias que una me emocionan muchisimo otras no se crean me han arracado una que otra lagrimillaaas...jajajajj ..pero venga que el amor es asì risas y alegria ,y làgrimas Xd....mejor lo dejo hasta aaquiiiii besos y gracias...thanks. arigato... yotra vez gracias por su trabajo y avanti guerras de YURI...Love % kiss
ResponderEliminarLO AMO!! ^/////^ definitivamente mi favorito hasta ahora!!
ResponderEliminarKawaii!!! es tan tierno y entretenido me gusta como escribes de verdad
Arigato. . . espero leer mas historias tuyas
KuroUsagi :D
jeje te adoro Eli ^^
ResponderEliminargrax Akari por publicar esta hermosa historia en el Blogg xD
meencanto !!! muy bena historia de lo mejor , aunq pobre katsumi si q sufrio muxo peor valio a pena ya q terminaron juntas ejje, no se de donde saco esa inspiracion ajja peor muy bueno y gracias x compartirlo, saludos!!!
ResponderEliminarTermine de leer la historia. Mi opinión personal me parece ilógico de visitar un país por una mala experiencia q se tuvo con alguien. En todos los sitios q se vaya se tiene experiencias buena y malas, sobre todo si se queda a vivir un largo tiempo. Por una persona loca no se va a dejar de visitar un país.
ResponderEliminarme a encantado... y el abordar este tipo de temas, que son temas k se viven actualmente y k hay casos k han pasado así, me parece genial... a sido una gran historia... gracias por tu trabajo.... a todas ustedes..
ResponderEliminaratte: Kao-Na
Alta historia, relativamente fuera de lo común (a quien engaño,venga que no te lo esperas para nada al inició D:).
ResponderEliminarKatsumi es una hierba muy dura de matar (afortunadamente) y pues si, deja en claro lo estúpidos que podemos llegar a ser cuando nos juntamos para causas ridículas y que mientras se tenga a alguien por quien vivir, haremos hasta lo imposible,lucharemos hasta el final por el simple echó de ver a esa persona de nuevo.
PD: De verdad si que es difícil de matar la muy maldita! XD, sólo faltó que le pegaran un tiro y que lo escupiera por la boca estilo terminaron ;_;
Alta historia, relativamente fuera de lo común (a quien engaño,venga que no te lo esperas para nada al inició D:).
ResponderEliminarKatsumi es una hierba muy dura de matar (afortunadamente) y pues si, deja en claro lo estúpidos que podemos llegar a ser cuando nos juntamos para causas ridículas y que mientras se tenga a alguien por quien vivir, haremos hasta lo imposible,lucharemos hasta el final por el simple echó de ver a esa persona de nuevo.
PD: De verdad si que es difícil de matar la muy maldita! XD, sólo faltó que le pegaran un tiro y que lo escupiera por la boca estilo terminaron ;_;