lunes, 22 de diciembre de 2008

Jibun no Unmei cap XX

Bueno por ahora tengo un mundo de pesares que a veces no logro corroborar del todo :) en fin. por hoy es el de jibun no unmei y la siguiente será la continuación del Soujo Sect. Sin más, seguimos. :)

XX Nao Yuuki


Shizuru llegó a toda prisa ese lunes al consejo estudiantil. De alguna forma se había agotado tanto en la semana anterior que se quedó dormida más de la cuenta. Subió las escaleras del edificio. Antes de iniciar las clases tenía que verificar que pendientes tenía. Nada nuevo por el momento.

Regresó a clases y por los pasillos escuchaba a un melancólico Takeda quejarse de su mala suerte y de que un sujeto sin chiste le arrebatase a Kuga-san de sus manos.

-Takeda-kun

-Ah, Shizuru-san. Esto…yo…

-Creo que mientras Natsuki esté bien no hay problema, o si?

-No tengo queja de que sus amigas le hablen así, pero el que otro chico lo haga sinceramente…fuuuu – dejó escapar un bufido – me enfada.

-Entiendo –sonrió Shizuru cortésmente mientras en su interior hacía fiesta – bueno, voy a clase.

-Que tengas buen día, Shizuru-san – contestó Takeda antes de sumirse nuevamente en sus quejas sentimentales – porqué un tipo sin….


Entró a clases pasivamente mientras Reito le saludaba junto con Haruka. Habían estado hablando entre ellos dos y silenciaron rápidamente mientras Shizuru, quién estaba inmersa en sus pensamientos de la semana pasada no notaba algo en especial.

Suzushiro Haruka, era la persona que mejor entendía, desde el punto de vista femenino a la controvertida Presidenta del Consejo Estudiantil. Por todos era sabido que Haruka además de ser la persona con la mayor frente del Fuuka Gakuen, se había hecho una amiga muy cercana a la graciosa y gentil chica de Kyoto. Y junto con Reito eran la versión de los tres mosqueteros estudiantiles.

-Oi. Shizuru. Necesitamos hablar contigo en un momento.

-Ocurre algo, Haruka-san?

-Lo hablaremos después, Shizuru-san, Ryoko-sensei ha llegado – cortó Reito cuando la tutora de la clase entró.

Shizuru asintió nuevamente antes de sentarse. Ryoko-sensei estaba a cargo de la Enfermería del Fuuka, pero también daba clases de anatomía en el plantel. Sus clases eran amenas y en cierta forma divertidas. Shizuru sabía también que era una aficionada al sake y más al que su prestigiosa familia regalaba ocasionalmente.

Una llamada interrumpió la clase. Yoko-sensei comunicó a la presidenta del consejo que se presentase a la dirección, ya que era requerida por la Directora.

Reito y Haruka intercambiaron una rápida mirada mientras Haruka mandaba un mensaje a Nagi. Reito a su vez enviaba uno para Tate.

Tate recibió el mensaje mientras miraba dentro de su salón. La pelinaranja charlaba tranquilamente con la chica de intensos ojos verdes. Devolvió otro mensaje rápidamente.

Shizuru llegó mientras tanto con la Directora, Himeno Fuumi, quién se encontraba bebiendo una taza de café.

-Fujino-san. Adelante por favor.

-Directora.

-Fujino-san. Sé que mi llamada te ha sido de improviso. Pero un suceso a destiempo ha ocurrido y era necesaria tu presencia en este momento.

-Un suceso a destiempo?

-Una persona solicitó su ingreso por traslado al Fuuka. Aunque no aceptamos traspasos estudiantiles, tenemos permitido una solicitud por cambio de residencia.

-Si. Está dentro de los códigos del colegio.

-Bueno. Esta persona cumplió con los estándares aprobatorios solicitados y se le ha permitido su ingreso a esta institución. Cómo ya estamos dentro de curso, necesito que le introduzcas al Consejo de Maestros para hacer oficial su ingreso.

Himeno Fumi decía esto mientras por el interfon solicitaba la presencia del nuevo estudiante. Un ligero toque en la puerta. Hizo que los ojos de Shizuru se dirigieran levemente a la puerta antes de volver a mirar a Fuumi.

-Puedes pasar – contestó esta y la puerta se abrió lentamente mientras Shizuru se incorporaba para contemplar al nuevo estudiante- Yuuki Nao-san.

Shizuru se petrificó. Nao. Miro a Fumi mientras su corazón se aceleraba increíblemente. Yuuki Nao. Escuchó bien. Si Fuumi no se había equivocado, la persona que acababa de entrar…volteó lentamente mientras sus manos se aferraban con fuerza a los mangos de la silla.

Y le miró. Yuuki Nao y su cabello rojizo en la entrada. Con el uniforme del Fuuka Gakuen y una postura diferente. Con esos ojos verdes y esa boca. El corazón de Shizuru pareció detenerse por un momento. Esa boca no tenía la sonrisa de la Nao que ella había conocido.

-Nao-san, permíteme presentarte a la Presidenta del Consejo Estudiantil, Fujino Shizuru-san.
La mirada de Nao se tornó un tanto perceptiva mientras tendía su mano frente a Shizuru.

-Yuuki Nao.

Su voz. Era esa voz que había escuchado por última vez. Un poco más madura, un poco mayor, pero era la misma. Shizuru dudó un instante antes de tomar la mano tendida hacia ella y una descarga recorrió su cuerpo mientras Nao sonreía felinamente. Shizuru se sintió en ese momento un ratón.

-Fujino Shizuru – contestó antes de darse cuenta que no había reconocido su propia voz.



-Qué ustedes qué?! Mooo! Por algo les advertí que esto sucedería! – bufaba Nagi.

-No pudimos evitarlo Nagi. Shizuru fue llamada directamente por la Directora. Deja de quejarte, si nos lo hubieras dicho antes nada de esto habría pasado.

-Haruka-san, trata de tranquilizarte. Lo que debemos hacer ahora es demasiado evidente. Tenemos que evitar que pasen juntas el menor tiempo posible.

-Cómo si fuera tan fácil – barbotó Nagi – Si Fujino-sama se entera que Shizuru está nuevamente vulnerable me matará! Después de todo Okuzaki es la escolta más estricta que existe entre los vigilantes del clan!

-Creo que sólo nos queda una opción…-dijó Haruka mientras se llenaba de energía- es hora de hacer un bunch!

-Bueno…hoy no está Yukino…pero creo que es punch, Haruka-san – dijo Reito.

-Mientras lo hayas entendido… - le miró Haruka mientras Reito y Nagi negaban con la cabeza.



Shizuru se mantenía en silencio mientras caminaba por los pasillos para llevar a Nao al edificio de frente.

-Jamás pensé que la Presidenta del Consejo Estudiantil fueras tú – decía Nao mientras se encogía de nuevo – Es una rara forma de encontrarnos no te parece?

Shizuru no respondió. Dentro de su cabeza se libraba una batalla mortal.

-Me estás escuchando, Shizuru? – le detuvo Nao.

-Nao-san. En realidad no tengo interés en esta conversación así que es mejor la demos por terminada.

-Vaya que has cambiado, Shizuru.

-Más de lo que puedes imaginar, Nao-san – contestó gélidamente mientras una sonrisa burlona aparecía en los labios de Nao. Un celular comenzó a sonar en ese momento. Nao deslizó su mano hasta su falda y contestó – hola, no esperaba tu llamada, pero por el momento no puedo salir contigo, estoy algo…ocupada – dijo antes de despedirse y colgar – hombres, te persiguen a la mínima oportunidad.

-Imagino que así debe ser- contestó secamente Shizuru.

-Bueno, parece que será bastante aburrido charlar contigo. Lo dejaremos para otra ocasión, cuando estés de mejor humor – le susurró al oído antes de despedirse – byee!!


Shizuru caminó lentamente hacia el Consejo Estudiantil. Al llegar se encontró con todos mirándola. Lo sabían. Lo sabían y nadie había dicho algo al respecto. Ese día excusó sus restantes materias alegando sentirse mal y dejó las clases.

Se tumbó en su cama mientras pensaba en todo lo que Nao había dicho. Nunca le dijo nada de marcharse. Simplemente un día no estaba y sin más, un frío mensaje y un adiós. Nunca le volvió a ver o saber de sí hasta ahora.

El teléfono celular timbró constantemente, pero Shizuru no quería recibir llamadas. No quería pensar, lo metió en la mochila y lo dejó en la mesa del recibidor. Se metió nuevamente a su habitación y cerró la puerta. No supo el momento en que quedó dormida.



-Qué le habrá pasado? – preguntó Natsuki a Mai – Me dijeron que se sentía algo mal y por ello no está.

-Por qué mejor no vas a verle? – le contestó la chica.

-Tengo que ir a alimentar a Dhuran. Debe tener hambre.

-Creo que de ello podemos encargarnos nosotros, Natsuki-san – contestó la voz de Reito detrás suyo – por ahora sería bueno que fueras a ver a Shizuru-san.

-Si…creo que tienes razón. Gracias Mai, Reito-san. – dijo Natsuki antes de irse.

-Ah, lo que hace Shizuru-san a veces es incomprensible hasta para mí – le sonrió Reito a Mai – Y ahora, qué comida debemos comprar para el perro?

-Creo que para ello debemos ir a preguntar…y Mikoto?

-Por ahora está con Chie-kun y Aoi-san ocupada – guiñó Reito.




El cuarto estaba cerrado. Natsuki deslizó la llave que Shizuru le había dado y entró. Todo en silencio. El aroma de las flores frescas que tenía en su balcón llenaba el ambiente. Buscó por todos lados hasta llegar a su habitación. Nunca había entrado al cuarto de Shizuru sin su permiso. Respiró hondo y entró.

La habitación estaba a oscuras. Pero cuando entró había visto a su novia recostada en la cama. No sabía si debía encender la luz o no. Era raro que Shizuru tuviese las persianas cerradas. Dejó sus ojos acostumbrarse a esa oscuridad. Pronto fue capaz de situarse a un lado de Shizuru. Escuchó su respiración. Era lenta y pausada. Shizuru dormía. Un alivio la recorrió completamente.

En ese punto Natsuki no sabía que hacer. Tomó una silla y se apoyó sobre la cama de Shizuru.

Y Shizuru, recordaba los paseos en Kyoto, las salidas, las pláticas y las clases de cocina, recordaba cada instante en compañía de Nao. Y despertó del trance al sentir una mano tomando la suya. Abrió los ojos. Cuanto tiempo había pasado? Una, dos horas? El interior estaba a oscuras, pero no había duda de que una persona le tomaba la mano. Sólo una persona podía entrar así.

Un dejó de ternura le dio a su corazón la paz que necesitaba en ese momento su atormentado corazón. Su princesa de hielo. Hielo ante la gente, pero terriblemente volcánica en su compañía.

-Natsuki.

-Shizuru…estabas despierta? Lo siento, yo…

-Gracias por venir, pero ya estoy mucho mejor.

-Y qué fue lo que te ocurrió, Shizuru?

-Sólo fue una alergia.

-Una alergia?

-Si, dijo Shizuru. Una que ya no me afectara más, si Natsuki está conmigo- terminó mientras le guiñaba un ojo. Aunque después se dio cuenta que Natsuki no podía verlo porque las luces estaban apagadas.

-Yo quiero estar contigo, Shizuru.

La castaña enmudeció. Era la que siempre causaba que Natsuki enrojeciera como un tomate, pero esta vez le tocó a ella. Aún así, se acercó lo suficiente a ella para abrazarla. El cálido cuerpo de Natsuki.

-Aún si mi petición no es sólo para abrazarte?

-Eh?

-Tal vez, mi necesidad de Natsuki ha pasado a otro punto… - susurró Shizuru.

-Shizuru…

-Es mejor que te vayas, Natsuki, o tal vez no pueda contenerme – le dijo Shizuru mientras le daba un beso en la mejilla y se incorporaba.

-Entonces…entonces Shizuru…puede dejar de contenerse – contestó Natsuki

Shizuru sonrió mientras pensaba que esa chica realmente tenía el poder para hacerla caminar en el infierno un momento y al segundo después llevarle al cielo.

-Natsuki… - dejó escapar Shizuru mientras terminaba la plática al besarla.

-Te quiero, Shizuru….

3 comentarios:

  1. Anda que es cruel dejar el cap justo en ese punto...outch...me duele el estomago de emocion...felicitaciones si que sabes como dejar a los seguidores en suspenso....

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  2. Lemon!!!...Lemon!!! o lime... what ever..... :D!!!

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  3. Woo wooo
    muy bello el fic me ha encantado
    WAaA l lei todo en un dia uff
    pero no me canse de el
    waAaa continua proto porfaas ‼‼

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