domingo, 21 de diciembre de 2008

Jibun no Unmei Cap XIX

Pues bueno, por hoy creo que nadie había subido algo, así que postearé mi fic, para que no se vea esto tan solito el día de hoy, Akari se merece las vagaciones :)

Que lo disfruten :)

XIX El escape


-Y así, apareciendo de la nada, el fugaz guardaespaldas de Fujino Shizuru –san se deslizó por otro árbol mientras perseguía a su presa…había pasado un buen rato desde que el gorila de Takeda-sempai había intentado hacer una de sus maldades y por ahora…lo único que el ninja misterio…

-¡A callar, Takumi! – le gritó Akira mientras le daba un golpe con una vara.

-Aw! Pero Akira-kun, fue tan increíble verte mover de esa manera, ya sabía que tenías habilidad pero no tanto.

-Oh ya cállate! A veces me exasperas!

-Y ahora a dónde vamos?

-No lo sé, por ahora todo parece estar tranquilo…


Pero Akira se equivocaba ligeramente. El equipo de chismosas indiscretas, mejor conocido como el equipo de reporteras del periódico escolar del Fuuka Gakuen, se encontraba realizando sus pesquisas en ese momento con la mayor precisión posible.

Desde sobornar al chico del estacionamiento con una foto de Shizuru-san con el traje de baño del verano anterior, hasta garantizarle a la chica del café con recomendarle al maestro de historia para adicionarle un punto a la calificación final para acceder a la información de todas las celebridades que se habían dado cita en ese momento.

Y sin embargo, la celebridad más importante del Fuuka Gakuen. Shuizuru-san no se encontraba por ningún lado. No habían podido entrevistarla, lo que era peor, ni siquiera la habían logrado visualizar una vez desde que dio las palabras a los estudiantes en compañía del Consejo Estudiantil y la directora Himeno Fumi.

Y entonces, decidieron perseguir a Reito-san, que en ese momento se encontraba de la mano de Mai. Acosarlos por quince minutos fue suficiente pero en ese momento; Harada Chie-kun, la cabecilla principal, divisó con lo potente de sus anteojos a la escurridiza Kuga Natsuki y un apuesto caballero con el cabello castaño oscuro y unos anteojos, vestido con un traje sencillo y moderno; caminando tomados de la mano mientras recorrían juntos el festival.

Un brillo malévolo recorrió los lentes de Harada Chie-kun mientras una sonrisa lobuna se dibujaba en su mirada.


-Shizuru…no te parece extraño? Tengo la ligera impresión de que nos siguen – dijo Natsuki mientras se apoyaba en su brazo.

-Ah…te refieres a todas esas chicas que vienen detrás nuestro? – preguntó Shizuru mientras lo anterior dicho le hacía sonar como artista en la pasarela de la alfombra roja.

-No, no hablo de tus fans…que aparte no entiendo como salen tantas…

Natsuki sabía que algo estaba mal…digamos que sentía una vibra detectivesca tras de ellas. Una que sólo podía ser causada por…

-Harada! – dijo al fin al divisar a la chica de los anteojos – Lo sabía!

Sin previo aviso. Natsuki jaló a Shizuru en sentido contrario de donde iban. La conmoción dejó a Harada Chie sin capacidad de reaccionar hasta que se vió rebasada por la cantidad de chicas que tampoco sabían que ocurría en ese instante.

Natsuki y su guapo acompañante habían salido corriendo y en ese momento ya no sabían donde estaban. Shizuru se estaba hartando. Era un día común y corriente, que acaso no podían pasarlo bien? Detuvo a Natsuki en su loca carrera y sacó su teléfono celular que en ese momento estaba apagado. Lo encendió e hizo una rápida llamada. Y mientras se escabullían hacia el estacionamiento.

Un momento después, el auto de Shizuru se estacionó mientras Miyu descendía de él y le daba sus llaves a Shizuru.

-Gracias, Miyu.

-No hay de qué, Shizuru-san. Además – decía mientras una pequeña descendía del auto – de toda forma la señorita quería venir a ver el colegio en el cuál ingresará el siguiente año –

Natsuki y Shizuru miraron a la pequeña que descendió del auto. Tenía los ojos azules y el cabello rubio de una forma muy extraña.

-Alyssa – le saludó Shizuru – cómo estás?

-Muy bien…

-Bueno, Natsuki, nos vamos? – preguntó Shizuru mientras abría la puerta del copiloto.

-Si…

Y ese atardecer Natsuki lo pasó recorriendo las carreteras en el auto de Shizuru y en la orilla de una playa cercana viendo ocultarse el sol.




-Vaya! Sabía que mis ojos no se habían equivocado al verte…Nao Yuuki…

-Ju. Homura Nagi. Ha pasado mucho tiempo, no es así?

-Menos del que hubiera deseado – contestó Nagi mordazmente.

-Siempre tan sincero – se burló Nao – aunque no es algo que me importe mucho.

-Ya sé que no – respondió Nagi mientras se acercaba a ella – Y qué es lo que te trae por aquí?

-Un asunto pendiente… - dejó escapar Nao suavemente.

-Viniste por Shizuru-sama?

-Nunca dije eso, Nagi. Ahora me voy, Akane me está esperando.

-Akane? – preguntó Nagi confuso.

-Higurashi Akane, la recuerdas? La chica que anda con Katzuya…

-Ah si…la del Kazu-kuuun – dejó escapar burlonamente Nagi mientras una sonrisa similar a la suya se dibujaba en el rostro de Nao.

-Exactamente esa.

-Esa chica está en mi clase…y su novio en la de al lado…

-Bueno, tú los soportas en clase, yo los tengo que soportar ahora todo el día.

-Todo el día? Acaso ingresaste al Fuuka?

-Ya te enteraras después – dijo Nao mientras se marchaba.

-Tengo un mal presentimiento – dijo Nagi mientras la veía alejarse poco a poco.


Nao Yuuki. Era la persona que al marcharse de Kyoto tras una breve estancia dejó a Shizuru con un vacío emocional tan grande que se había alejado de todo y todos. Sus padres tenían algo relacionado con yakuzas, por lo que Nao siempre se las arreglaba de las formas más increíbles y conseguía la mayoría de sus propósitos fácilmente. “las personas indicadas en el momento indicado” le escuchó repetir alguna vez. Una palabra que su padre repetía muchas veces. Un día de esos el padre de Nao fue atacado y murió y su madre quedó gravemente herida. Nao tuvo que marcharse de Kyoto.

Shizuru, quién había quedado sentida por el accidente de su hermano mayor años antes, tuvo otro golpe más. La pérdida de su primer amor.

A partir de ese momento, la chica que sonreía alegremente a todo mundo dejó de hacerlo. Su ternura para con las personas se vió limitada a un determinado círculo y su comprensión hacia otras dejó de existir.

Mejoró un poco al trasladarse a la ciudad de Fuuka. Pero aún así, Nagi tenía la impresión de que el balance emocional de Shizuru se vería afectado por la presencia de Nao. Ni siquiera él sabía cuanto había sufrido Shizuru a pesar de ser su cómplice más cercano. Era un tema del cuál la belleza de Kyoto nunca hablaba.

Y mientras tanto, Shizuru miraba a Natsuki dormir junto a ella. Su belleza felina dormitaba en su cama, con esa paz en su rostro. Shizuru no quería forzar nada, por el momento se contentaba con abrazarle. Aunque el deseo se hacía un poco más constante, no dejaba la idea de que Natsuki era un ser muy especial para un arrebato.

Pero no podía dejar de acariciarle, de recorrer con sus besos el rostro y cuello de esa chica de cabello oscuro. De acercarla más a su cuerpo y perderse en el aroma de su piel.

Amaba todo de ella. Desde su enfado y sus enojos constantes por sus bromas, de su delicadeza que sólo mostraba con ella. Natsuki sólo era ella misma cuando Shizuru estaba allí.

-Por hoy, por siempre, quiero a Natsuki conmigo...escapa, escapa conmigo a una realidad que sólo compartamos tú y yo, así como ahora…como en este momento…solamente tú y yo, tú y yo ahora, tú y yo por siempre…

Shizuru dijo esto mientras acercaba a Natsuki y le daba un beso en la frente antes de depositar uno suavemente en sus labios. Después de ese momento, sólo se escuchó un susurro más en esa habitación.

-Shizuru…

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