Bueno la publicación de hoy se encuentra alcanzando la original eso me alegra mucho, el jueves les prometo el cap tres de Shoujo Sect, al menos las primeras páginas, por hoy, dejemos algo de azúcar en sangre. Itadakimasu!
XVIII Objetivo a la vista.
Había llegado hace media hora y no la veía por ningún lado. Sin duda debía estar en otro lugar y no en el Fuuka. Sus fans la buscaban también desesperadamente sin poder hallarla.
- Dónde estás, Shizuru?
Natsuki se estaba impacientando. Su novia no sólo disfrutaba de tomarle el pelo, martirizarla con sus roces hasta hacerle suplicar un beso o una caricia, hacerle sugestivas e indecentes proposiciones, sino que además de todo lo anterior…también llegaba tarde.
Así que decidió pedir un café dulce mientras seguía con el ceño fruncido mirando pasar a las personas. Su madre no había podido asistir porque se marcharía al día siguiente. Un desafortunado retraso de un socio de Kuga Motors era el responsable factor de que su padre no pudiera ir esa semana y su madre regresara a Tokyo.
Una mesera se acercó en ese momento y le sirvió una taza con café y varios terrones de azúcar.
- Yo no he pedido esto – aclaró Natsuki – aunque es algo que bebo, por ahora debe haberlo encargado alguien más.
- Esto es cortesía del caballero de la barra – aclaró la chica.
Natsuki volteó a ver a la barra mientras pensaba que le diría al odioso de Takeda. Tenía la certeza de que ese fastidioso individuo estaba allí. Ya que no dejaba de acosarla constantemente. Y entonces, un par de ojos azules la envolvieron. Unos ojos que habían estado ocultos por unas gafas para sol.
Y la sonrisa de rechazo desapareció, pero una más de intriga la envolvió. Hace media hora, el mismo sujeto le había enviado un ramo de flores que acabó en la basura y no sólo eso. Antes de ingresar a la cafetería lo había tenido que soportar a sus espaldas. Y ahora, ese mismo sujeto le saludaba con la mano mientras le guiñaba un ojo. Eso era un acoso total y descarado, sin embargo…
Sólo hasta ese momento logró mirarlo bien. Debía medir como un metro con setenta, tenía el cabello castaño oscuro con un corte moderno, una cara muy fina…una cara de…
- Shizuru… - el corazón de Natsuki aceleró sus latidos. En verdad era Shizuru? O era acaso alguno de sus múltiples familiares por el Fuuka Gakuen?
Iba a acercarse lentamente cuando un grupo de chicas se cruzó en ese instante en su camino.
Y el escándalo no se hizo esperar, preguntas desde ¿cómo te llamas? ¿tienes novia? O ¿te gustaría salir conmigo? Fueron la mayoría de las que Natsuki escuchó. Así que optó por retirarse del lugar mientras el alboroto de las chicas quedaba atrás. Un mensaje llegó a su teléfono en ese momento. Era de Shizuru.
Estaba tan ensimismada leyendo el mensaje que no se dio cuenta de que una persona salió frente a ella y chocó.
- Ow! Qué nunca te fijas por dónde vas? – preguntó una voz.
- Lo siento mucho… - se disculpó Natsuki mientras se incorporaba y le tendía la mano a la chica. Porque era una chica.
- Cielos, esperé encontrarme de todo en este lugar, pero jamás una chica tan descuidada como tú – respondió la chica a Natsuki mientras se incorporaba por ella misma e ignoraba la mano de Natsuki.
En ese momento Natsuki la apreció mucho mejor. Tenía los ojos verdes y el cabello rojo y semilargo en un corte algo extraño pero que enmarcaba su rostro. Era linda de cierta forma, pero no entendía porqué la sonrisa de esa chica le recordaba la de Nagi. Había algo extraño en ella.
- Ya me he disculpado – contestó Natsuki mientras sentía su sangre acelerarse.
- Bueno, no es que me importe mucho, sabes? – la chica de cabello rojizo se estaba marchando de ahí mientras detrás de ella una manada de estudiantes, porque eso parecían, iban detrás de un pastor que no pretendía vigilarlas.
Natsuki dio un pequeño suspiro mientras se encaminaba hacia donde Shizuru le había dicho.
Y la chica de Kyoto se daba a desear, pues no había ni sus luces. Natsuki estaba a punto de llamarle cuando se sintió abrazada por la espalda. El abrazo era tan conocido…volteó para reclamarle a Shizuru su tardanza y se encontró con los ojos azules mirándola fijamente.
Abrió la boca para gritar una barbaridad mientras una furia ciega llenaba su interior cuando ese individuo la besó sin aviso previo.
Ese modo invasivo, furtivo, agobiante. Un beso que le dejaba sin aliento. Era un beso de Shizuru. Sabía que no había equivocación alguna. El descarado individuo no era más que la chica de Kyoto.
Y el golpe que había preparado para ser asestado con toda su fuerza se desvaneció para rendirse a ese beso. Sus manos dejaron su furia desenfrenada. Se aferraron al cuerpo de Shizuru en un abrazo cálido. Rompió el beso al susurrar su nombre y la castaña sonrió.
Dentro de sí había sentido celos de que Natsuki correspondiera al beso que estaba dando vestida de esa forma, pero al escuchar su nombre sonrió. Natsuki era suya. Tan suya como esa cara de extrañeza y teñida totalmente de rojo en ese momento.
- Tonta… - dijo Natsuki – me has hecho esperar tanto tiempo. Y otra cosa… ¿qué haces vestida de esa manera!
- Ara, a Natsuki no le gusta como estoy? – sonrió Shizuru felinamente mientras le tomaba de la barbilla - Todas las demás chicas piensan que está bien.
- Yo no soy las demás “chicas” – enmarcó Natsuki cruzando los brazos.
- Eso es algo que sé – dijo Shizuru a su vez mientras se alzaba de hombros – y pensar que todo esto lo hice por ti – musitó -De qué otra forma la Presidenta del Consejo Estudiantil puede estar a solas paseando por el Fuuka Gakuen con otra chica que a final de cuentas es su novia?
- Bueno…- titubeó – creo que no existe una manera más ocurrente que esta…
- Lo ves? – atacó nuevamente mientras se acercaba a ella y le tomaba de la cintura – además…es una buena manera, no es así? – le susurró al oído.
- Una buena manera de qué? – preguntó Natsuki.
- De poder acariciarte sin que nadie se extrañe de ello – respondió Shizuru de nueva cuenta mientras mordisqueaba suavemente la oreja derecha de Natsuki.
La ojiverde dejó escapar un ligero gemido. Últimamente Shizuru tenía mucho mayor contacto físico que antes. Y sin embargo no podía detenerla ni quería hacerlo. También a ella le gustaban esas caricias y besos de su novia.
- No aquí…- susurró en ese momento.
- De acuerdo. – Shizuru se detuvo y Natsuki le sonrió tiernamente.
- No me gusta verte con los ojos azules.
- No me gusta llevar puesto los pupilentes pero me han sacado de varios apuros.
- Ya veo.
Y de esa forma, después de haber esperado largo tiempo, Natsuki por fin podía caminar de la mano con Shizuru. Le preguntó muchas cosas, hasta averiguar que llevaba plantillas para tener esa estatura.
Pero a todo ello, la chica de Kyoto la consentía y cuidaba como la cosa más preciada que existiese. Y Natsuki agradecía ese gesto, aunque ahora notaba demasiada gente celosa de poder caminar de la mano de “Shin-sama”.
Al llegar a las bancas del parque, Natsuki llevaba un globo con forma de perro y se le antojó un helado que Shizuru salió a comprar a toda prisa.
Esperaba pacientemente su regreso cuando una voz a su espalda le hizo volver el rostro.
- Kuga…Es raro encontrarte aquí. – Era Takeda – También has venido a ver el atardecer? – se acercaba peligrosamente – Es una hermosa vista desde aquí.
- Uh…si, lo es – contestó Natsuki educadamente mientras en su interior la paz se restablecía. Shizuru venía con dos helados y una cara que denotaba celos.
- Puedo sentarme? – preguntó Takeda acercándose cada vez más.
Y antes de que se acercara más de la cuenta. Shizuru se interpuso entre ellos mientras sonreía y le daba a Natsuki su helado.
- Gracias – le sonrió.
Shizuru asintió levemente. Tener que fingir que no podía hablar muy bien era algo verdaderamente fastidioso. E ignorando olímpicamente a Takeda, se sentó.
- Lo siento, Takeda-sempai, pero por ahora, quiero pasar todo el tiempo posible…con mi novio – le contestó Natsuki mientras Takeda enmudecía y Shizuru le miraba indiferente.
- Kuga…
- Natsuki…será mejor irnos – habló por fin Shizuru modificando su voz todo lo que pudo. Era una voz extraña…pero no por ello dejaba de ser de Shizuru.
- No…no hables mucho…- le dijo a su vez mientras la chica de Kyoto asentía y le robaba un beso ante un Takeda que lucía cada vez más furioso.
- Cómo…cómo permites que te hable por tu primer nombre? Es acaso tan cercano a ti?
- Más de lo que Takeda-sempaí podría comprender – contestó finalmente Natsuki. El idiota del kendo, era el idota del kendo. Nunca entendía razones.
Empezaron a alejarse de allí sin volver la vista. Eso fue bueno, de lo contrario no habrían visto que Takeda iba a ir tras Shizuru. Sólo que una mano lo detuvo férreamente.
- No te muevas – le dijo una voz a la espalda mientras le sujetaba por el cuello – No permitiré que interrumpas a Shin-sama. Si se te ocurre alguna estupidez, yo me encargaré de detenerte.
Y así como había aparecido. La misteriosa voz junto con su dueño se desvaneció, dejando a un Takeda totalmente sorprendido.
lunes, 15 de diciembre de 2008
5 comentarios:
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Cada día mejor este fic!!!...felicidades =D!!! ya quiero saber que pasara!! =O
ResponderEliminarjajaja woooooooooooww me encanto este fic nunca me lo imagine asi la verdad jajaj mis respetos para ustedes bueno gracias y ps espero sigan asi y no tarde mucho me muero de ganas por saber que pasa
ResponderEliminarmmmmmm se pone interesante la cosa... Muakkk(K);)
ResponderEliminarbesos para tí blacky linda y portate bien eh??? El caso es que el fic es algo más complicado de lo que muchas veces espero T.T
ResponderEliminararena me dice q me porte mal y tu q me porte bien? en ke kedamos? jajaja y mejor si sale complicado más interesante ;) no como yo q intento escribir un fic y me sale un pastel... u.u xro bueno algun dia me vendra la inspiracion. Un besitoo.
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