Hola hola Blogger@s, buenos días a tod@s
Les quiero comentar que hoy por fin, se pone al día este fic (por fin, creo que lloraré) que tb se publica en otro blog.
Bueno les dejo con este cap.
Capítulo XIV: El intercambio de la “caja de luz”
- “Entonces… Nina… lo sabías…¿Cuánto tiempo lo ocultaste?” – Natsuki estaba sentada con la espalda apoyada en la fría pared. Nina dormitaba en su regazo, mientras ella acariciaba su cabeza, se veía cansada y maltratada.
La habitación tenía mas luz, pero Natsuki empezaba a dormitar, estaba muy cansada también, solo deseaba salir y poder buscar a las demás. Capturada, era imposible saber como estaban.
*flash back*
- Shhh… Debemos ir con cuidado – dijo quedamente Natsuki – un paso en falso y podría ser nuestra perdición… Por aquí…
- De acuerdo… - avanzaron rápido pasando por detrás de un guardia descuidado que no se fijó en la esquina de ese pasadizo.
- Mikoto… el mapa… - Mikoto le tendió el mapa a Natsuki quien se puso a revisarlo – hacia esa dirección es nueva construcción, no figura en este mapa…
- ¿Qué hacemos? – Natsuki se quedó pensando un momento, era peligroso aventurarse en un ala de la cual no tenían conocimiento, sin embargo, Nao, Mai, Shizuru, podían estar ahí. Lo irónico es que Natsuki no se equivocaba.
- Debemos… ir hacia allá, es muy posible que las encontremos ahí – Natsuki le dio el mapa a Mikoto y siguieron. Debían ser sigilosas.
Caminaron cerca de un cuarto de hora sin un rumbo específico.
- Este sitio esta lleno de habitaciones… - Natsuki fue al azar hacia una de ellas y con cuidado abrió. No estaba cerrada sorprendentemente y entró.
- ¿Qué es este lugar? – Mikoto miraba la habitación de arriba hacia abajo. Habían implementos de laboratorio y algunas batas, probablemente alguna sala de esterilización.
- Nada que nos importe. Vámonos.
Siguieron caminando y abriendo alguna que otra puerta, algunas estaban aseguradas, otras no, pero no encontraban nada que valiese la pena.
Habían bajado dos pisos de la planta, ya no sabían cuanto tiempo llevaban buscando.
Llegaron a un ancho y largo pasillo, el eco de las pisadas de los guardias retumbaba.
Al fondo, cuatro oficiales custodiaban una gran puerta, definitivamente algo importante había ahí.
- Por aquí… - Natsuki y Mikoto se escondieron en una de las tantas bifurcaciones en el pasillo – escóndete – un guardia pasó cerca de ellas.
- ¡Oye! El doctor Sanada dice que bajará pronto, quiere revisar a esas niñas – le dijo el guardia que acababa de pasar a otro que estaba cerca de la puerta.
- ¿Esas niñas?...... Quiere decir que ellas están pasando la puerta.
- No hay manera de pasar… ¿qué hacemos?
- Buscar otra entrada, esta ala esta entre las dos que sí figuran en el mapa, debemos bordear el edificio. Regresemos y busquemos otro punto – Natsuki y Mikoto se alejaron de ese lugar. Natsuki volvió un poco la vista – “Shizuru…”
*******
Las dos chicas tomaban el camino de regreso para salir, debían tratar de moverse lo más rápido posible. Cuando…
- Alguien viene… - Natsuki abrió la puerta de una de las tantas habitaciones de ese pasillo, por suerte no tenía seguro – Escóndete… - Natsuki pudo meterse debajo de una gran estantería. Mikoto encontró refugio detrás de un montón de cajas. La habitación era un almacén. Ambas chicas podían verse.
La puerta se abrió de golpe, dos guardias y un par de hombres de bata blanca entraron.
- ¡¡¿¿Quién anda ahí??!!¡¡Muéstrate intruso!! – el silencio reinaba en la habitación, pero Mikoto tenía problemas. En su saltó hacia su escondite, la pistolera se había enganchado en una de las cajas, las cuales se balanceaban a punto de caerse. Y lo hizo - ¡¡Así que ahí estás!!
- “¡¡Por un demonio!!¡¡Maldición!!” – Los guardias iban en dirección de Mikoto, la atraparían y… no había otra salida. Natsuki le hizo señas a Mikoto, pero ella no entendía hasta que al guardia le reventó un tubo de ensayo en la cabeza - ¡Aquí estoy simio involucionado!
- “¡¡Nooo!! ¿Qué haces Natsuki?” – Natsuki salió corriendo en lo que ella misma sabía que era un vano intentó de escapar, pero podría darle algo de tiempo a la pequeña, Mikoto entendió esto y cuando pudo, salió de su escondite, siguió al personal y pudo ver cuando atrapaban a Natsuki. Un hombre con bata blanca, que se veía superior a los demás, llegó a la escena.
- Vaya, Vaya, pero ¿a quién tenemos aquí?... Nada menos que a Kuga Natsuki – el hombre rió cínicamente, Mikoto no sabía quién era – creo que debo llamar al presidente para informarle que nuestra invitada de honor ha querido adelantarse y venir a visitarnos… - Mikoto apretó los puños y salió en otra dirección. Tenía que rescatar a las demás, Natsuki le había dado esa oportunidad…
*fin del flash back*
Mikoto terminaba de relatar toda su travesía mientras amanecía. Shizuru escuchaba sus palabras con una mirada ausente.
- ¿Y cómo conseguiste este mapa, Mikoto? – preguntó finalmente Nao.
- Nos lo dio Sakomizu-sensei – Shizuru giró su cabeza, fijando sus ojos en la pequeña.
- ¿Sakomizu-sensei? – Preguntó
- Así es...
- ¿Shizuru-san? – Mai y las demás miraron a Shizuru con intriga.
- “El primer distrito… recuerdo que Natsuki me habló de eso… ¿cómo sucedió todo?...... – trataba de recordar lo que había dicho el primer científico que había asesinado, en ese momento actuó por ira y no recordaba mas que el haberlo matado – “¿Instrumental bélico?... ¿Experimento?.... Vamos Shizuru ¿qué más había en esa sala?”
- Alguien viene – Mai volteó al escuchar el crujir de las ramas por las cercanías.
- Shizuru… - Nao miró a las castaña como buscando un consentimiento o confirmación de parte de ella para usar sus poderes. Shizuru solo asintió y puso sus manos en pose.
Las dos chicas brillaron y materializaron sus armas, mientras Mikoto trepó a un árbol con Mai y la pistola en sus manos.
- ¡Las encontramos!
- ¡Bajen sus armas! – el silencio en el aire era tenso. Nao reaccionó al segundo siguiente atacando a todo aquel que estuviese a su alcance. Shizuru la siguió.
- ¿Las localizaron?
- Si Señor, pero rápidamente han reducido a la primera tropa.
- Esperen entonces, el efecto de la droga no durará mucho más.
- ¿Qué?
- Esa droga pronto se acabará, cuando así pase, podrán apresarlas fácilmente.
- Si, Señor – la llamada fue cortada.
Shizuru sentía cada vez más el esfuerzo por mantener su naginata materializada, algo raro estaba pasando.
Intentó atacar a dos guardias frente a ella y el cansancio no se lo permitió, cayendo finamente sobre sus rodillas mientras al levantar la vista, un arma apuntaba directamente al espacio entre sus ojos carmesí.
- ¡¡Shizuru!! – el desafortunado guardia sucumbió ante el ataque de Nao. El otro ante un disparo desesperado, hecho por Mai.
- ¡Tienen otra arma!
- ¡¡¿¿Qué??!!
- Tienen un arma luminosa señor, no sabemos que es…
- Pero… ¿Qué es lo que hace?- El presidente se quedó con el auricular en la mano sintiéndose un poco estúpido. Volvió a su mente la imagen de Saeki, la máquina y la “caja de luz” como ella llamaba a la pieza faltante.
*Flash back*
- Esto es inútil… Este estúpido tornillo no entra – un chico de cabello alborotado dejaba sus herramientas de un lado.
- Eso es porque no es un tornillo, es un perno Ichida-kun… - hubo un silencio de unos segundos y la chica de cabello azulado que había entrado comenzó a reír.
- ¿Ehh?... ¿Saeki-san?
- Creo que estás muy cansado, Ichida-kun…
- Ya te dije que me llames por mi nombre
- Ya, esta bien, Hiro-kun… pero ve a descansar… Yo me encargaré ahora…
- Pero si lo hacemos los dos, terminaremos antes… ¿qué es eso?
- La “caja de luz” de la que te hablé ¿recuerdas?
- Sí – Saeki abrió la caja que tenía en sus manos – pero si son solo piezas metálicas.
- ¿Cómo que piezas metálicas?¿esta no la armaste tú?
- Si, el cartucho de principio de fotones y luz, pero para que son las demás piezas.
- Ya lo verás cuando termine de armarlo todo – Saeki rió mientras Hiro la miraba con disimulo y hasta un leve rubor al tiempo que regresaba a los ajustes de su máquina.
Después de unos minutos, Hiro dijo:
- ¿Crees que de verdad esta máquina sirva de algo?
- Pues si, porque hemos trabajado tan duramente en ella… si esa fuerzas de las HiMES es real, a base de ellas podemos mejorar la calidad de vida de personas enfermas… y mucho más… Fue por eso que me uní a este proyecto y que mi investigación se avoca a eso.
- Espero que podamos hacerla efectiva… después de todo, tu teoría fue brillante…
- Y tu diseño, insuperable – interrumpió ella – No te preocupes tanto… disfruta de tu trabajo.
- Tienes razón.
*fin del flash back*
- “…Y después llegó ese hombre…y esa niña… y lo arruinaron… arruinaron todo…”
- ¿Señor?
- No permitan que escapen, no las lastimen, tengo un trato que hacer con ellas…
- Si, señor…
El aire acondicionado de los pasillos fríos de ese lugar, le dio un respiro de aire, el cual sentía no haber tenido en un largo tiempo.
Podía contar las ranuras que separaban las baldosas del piso que pasaban a moderada velocidad bajo ella. Lentamente empezó a mover sus pies y todo tuvo más sentido.
Fue consciente de la pesadez de su cuerpo, sus manos… sus manos estaban esposadas.
- “¿De nuevo?” – fue lo que pensó y volvió su cabeza lentamente hacia la izquierda. Natsuki estaba siendo arrastrada de los brazos por dos guardias, también llevaba esposas en sus muñecas y arrastraba de a ratos los pies. Nina supuso que era la misma situación en la que ella misma se encontraba.
- Mantengan los ojos abiertos… - Mai estaba alerta con el arma en la mano mientras Nao sostenía a Shizuru que por algún motivo estaba muy débil. Un grupo de guardias las escoltaba, de todas maneras, nada podían hacer esos hombres, si intentaban algo, Mai tenía el arma y Nao, sus poderes. Se encontraban cerca de de las instalaciones, pero aún en el bosque.
- ¿Qué demonios querrán ahora? – dijo quedamente Nao, para que solo la escucharan, Mai, Mikoto y Shizuru.
- Dijeron algo de un trato, sería nuestra oportunidad para contraatacar ahora…
- ¿Cómo te sientes Shizuru-san?
- Mejor… - respondió haciendo que Nao la soltara. Se sentía mejor, era cierto, pero algo extraño había pasado.
- ¡Guarden silencio!
- ¿Quién diablos se cree…? – Nao empezó a ponerse tensa cuando Shizuru sostuvo su mano y le hizo una seña negativa con la cabeza. En ese momento, llegaron dos camionetas negras. Todos voltearon a ver.
De la primera bajó un hombre que ya las chicas conocían. El presidente de la corporación.
- Buenas días, señoritas – Hubo un silencio incómodo mientras el presidente hizo señas con la mano para que los guardias pudieran retirarse y quedarse detrás de las camionetas.
- ¿Dónde está Natsuki? – Shizuru intentó aparentar tranquilidad.
- Todo a su debido tiempo – El presidente miró analíticamente a las presentes. Se aclaró la garganta y prosiguió – Ustedes tienen algo que me pertenece, así que he venido a hacer un trato – Al terminar estas palabras, dos guardias sacaron de la segunda camioneta a Natsuki y a Nina.
- ¡¡Natsuki!!
- ¡¡Shizuru!! – Natsuki levantó la cabeza rápidamente para ver a la única persona que quería ver en ese momento. Dio unos pasos antes de ser detenida. Su falta de equilibrio por tener las manos atadas, era evidente. Nao también vio con sorpresa a Nina, pero no dijo nada, solo la observó hasta que ella se dio cuenta de su presencia.
- ¡¿Qué es lo que quieres?! – gritó Nao en una explosión de emociones contenida – Quiero acabar con esto.
- Bueno, seré breve… Ya que cada parte tiene algo que el otro quiere, pues ¿por qué no intercambiamos? – Mai se miró con las demás chicas. Aún viniendo de un sociópata como él, era lo más lógico – pero… solo pueden llevarse a una – Todas abrieron los ojos, Natsuki y Nina también – Y no les haré nada a las demás, solo me quedo con una, es todo.
Shizuru miró a los ojos a Natsuki, esta última sintió todos sus sentidos petrificados. Shizuru volvió la cabeza y miró a las demás.
- No hay trato… Quieres el artefacto, queremos a nuestras amigas; que sean las dos.
- No cambiaré mi decisión…. ¡Rápido! Decidan a quien rescatan… - el presidente se apoyo sobre el capo de la camioneta sin perder elegancia ni esa sonrisa cínica.
La decisión era demasiado difícil, simplemente era imposible decidir por cual. Una voz conocida hizo voltear a todos.
- Llévense a Nina…
- Natsuki…
- Vamos, ya… Váyanse…
- Pero… Natsuki… - Nina la miró entre una mezcla de duda y agradecimiento.
- Ya… vete – le dijo de tal manera que solo Nina escuchó. El presidente dio la orden de desatar a Nina, mientras Nao se acercaba con el arma hacia el presidente. El intercambio debía darse al tiempo. Nina caminó hasta Mai y las demás, al tiempo que el arma plateada caía mientras brillaba, en la mano del presidente.
Era el momento ahora de atacar, Nao aún tenía sus poderes, hubiera sido una estrategia brillante de no ser por…
- ¡Nao! – Un centelleo de luz cegó la vista de los presentes, justo en el momento en que Nao había materializado su elemento. Cayó al suelo con un golpe seco mientras su elemento desaparecía y sus ojos verdes denotaban el pánico de lo que estaba sucediendo. Sus poderes se habían ido.
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