jueves, 12 de agosto de 2010

Mi odiosa madrastra - Capítulo 4 y 5



Buenass!! Siento no haber publicado la semana pasada, pero estuve muy ocupada, apenas pisé mi casa, hasta que un accidente ocurrió, me atacó un perro salvaje en la montaña, y enfrentándome a él sufrí una herida en el pie que me dejó coja, pero el perro se llevó su merecido. Aquí os dejo una muestra de la batalla.



Más cutre no puede ser, joer Fragile a ver cuando hacemos otro dibujito eh! Que este I love hombres de paco está obsoleto ya xd

Bueno basta de tonterias (aunque sí que es cierto que estoy coja) os dejo con la continuación de Mi odiosa madrastra. Gracias por los coments y los clicks, seguid así! Quiero ver 30 comentarios por lo menos! jajajajaja ;P

Sin más que añadir, enjoy!

Mi odiosa madrastra

Autor: Akton

Capítulo 4


Me despierto en la madrugada, no he podido dormir de solo pensar que tendré que fingir amarla, hasta que punto he llegado, primero me caso y ahora finjo amor hacia ella he caído muy bajo esta vez, sin embargo debo hacerlo para levantar la empresa.

Doy vueltas una y otra vez hasta que escucho una suave melodía, la reconozco de inmediato es una antigua canción que me encantaba tararear cuando era un poco más joven, en ese entonces buscaba a quien dedicársela, pero nunca encontré a la persona indicada – veo que tu tampoco puedes dormir – digo al dar un ligero bostezo y volver a cerrar los ojos.

En la mañana…

Despierto temprano y termino de arreglar mi maletas – buenos días – dice mamá al verme bajar – bueno días – digo al terminar de abotonar mi blusa blanca – ¿desayunarás? – dice al leer el diario – si, yo misma iré hacerme algo – digo al caminar a la cocina y ver a Lena prepararse unas tostadas, mientras bailaba al ritmo de una canción, mueve sus caderas y su trasero de una manera tan… – mi niña buenos días – dice nanny al lado mío – ahhh!! Nanny me vas a matar de un susto – digo al dar un saltito y colocarme la mano en el pecho – lo siento – dice al sonreír – buenos días Yulia… – dice Lena al apagar la radio y salir, creo que también se asusto – quiero un café – digo sentarme en la mesa y entrar inconscientemente en mis cavilaciones.

¿Qué me esta pasando? Ayer la ayude a colocar el ángel y hoy me quedo como tonta viéndola bailar, aunque para ser sincera cualquiera se hubiera detenido a mirarla, a pesar que solo llevaba puesto una camiseta de tirantes blancas y un pantalón holgado rosa, se veía sexy, esos movimientos tan provocativos y altamente sensuales me hicieron desvariar, juro que quiero ser dura con ella, quiero ser fría, pero hay momentos en que la quiero besar para ver si se me pasa esta locura. No sé que hacer, no me quiero enamorar, quiero odiarla, mas ahora todo es diferente, al llegar a Siberia deberé “fingir” que la amo y no sé si simplemente seré sincera por una vez conmigo misma o de verdad trataré de fingir.
Mi cabeza es una telaraña de pensamientos y cada uno de ellos tiene nombre y apellido “Elena Katina”

Siento como alguien me toca al hombro así que salgo de mis pensamientos - ¿ah? – digo al notar que me he tomado la taza de café sin darme cuenta – ya es hora de partir – dice mamá al colocarse unas gafas color marrón – esta bien – me levanto aun pensativa y me despido de nanny que pasará las fiestas con su familia en la casa que les dejo mi padre.

Subo las maletas a la camioneta y me coloco mi ipod, los chóferes tienen todos estos días libre, por tal razón mamá manejará, Lena esta a su lado leyendo uno de sus libros, cierro los ojos y trato de disfrutar el viaje hasta el aeropuerto, donde nos espera nuestra avioneta privada.

Mi Tía Katerina y Dimitri construyeron una casa en Taimir muy cerca de Jatanga donde siempre pasan sus vacaciones junto a mi primo Alexander, que por cierto, es un odioso, no lo soporto, espero esta vez no volverme a pelear con él, desde pequeños siempre competimos en todo, yo siempre le ganaba en cosas materiales (autos, departamento, empleos, universidad, etc.) Lo que él no sabe, es que yo hubiera dado todas esas cosas para tener lo que él tiene “un verdadero padre” pero con el tiempo entendí que nadie escoge a sus padres, desde ese momento deje de competir con él y empecé hacer yo misma, desde entonces no nos hablamos.

Al llegar al aeropuerto nos demoramos un poco, al parecer a mamá se le quedo su abrigo favorito, así que tuvo que comprar otro, después de eso nos subimos a la avioneta, en el camino Lena y mamá platicaban sobre un libro “que mi esposa” (que raro suena) quería leer, según ella el libro era el mejor ya que había escuchado que su escritor favorito lo había escrito basándose en una historia real de amor, el nombre del libro es “fiebre de verano” mi madre le dijo que hablaría con algunas amigas de ella que también le encantaban leer novelas de amor, algunas de ellas podría conseguírsela, Lena se emociono al escuchar eso, lo otro no lo escuche, ya que el sueño me venció.

Al llegar a Moscú trataré de encontrar ese libro, no leo frecuentemente, pero quiero saber que tan bueno es y a la vez lograría fastidiar a Lena. Cada día que pasa peleamos menos y más nos acercamos… y eso me asusta.


Después de algunas horas llegamos a al aeropuerto de Siberia, donde nos esperan mi tía y Alexander, al parecer Dimitri tenía cosas que hacer. Mamá es la primera en saludarlos, siento latir mi corazón muy rápido ya que la farsa esta por comenzar - Yulia mira lo hermosa que estas, has cambiado tanto – dice al abrazarme efusivamente, se que debo haberla sorprendido la última vez que nos vimos, tenía 16 y aun era rubia – gracias… - digo nerviosa al mirar de reojo a Alexander que no deja de mirar a Lena – tía te presento a mi esposa Elena – digo al tomar la mano de esta – ah mucho gusto, así que eres la nueva integrante Volkova – dice mi Tía al abrazarla – si… - dice Lena nerviosa al mirarme – este es mi hijo Alexander – dice al señalarlo – hola, mucho gusto – dice mi primo al besar su mano – me alegro que hayas aprendido modales – digo en voz baja – los aprendí primero que tu – dice al sonreír –YA… dejen de pelear, tanto se extrañaron – dice mi tía al levantar una ceja – vamos… - digo al caminar con Lena de prisa, esta solo sonreía por la pequeña discusión.

Al salir nos subimos a la camioneta, Alexander conducía, mi mamá iba al lado de él para hacerle platica y mi tía iba junto a nosotras – y dime Yulia como se conocieron – dice curiosa – si Yulia cuéntale – dice Lena mirando por la ventana – pues… es muy larga la historia – digo al mirar al suelo – el viaje también – dice mi tía al mirarme, como si buscará algo más que una simple historia de amor – nos conocimos en el funeral de un amigo, cuando la vi pensé que era una chica odiosa, no nos llevábamos muy bien, pero poco a poco – digo al sentir mis manos sudadas – pero poco a poco nos dimos una oportunidad para conocernos y… - dice Lena al mirarme fijamente, nunca había visto ese gesto en su rostro, entre pensativa y serena – y en ese tiempo nos dimos cuenta que no éramos tan diferentes y creo que ambas nos enamoramos sin darnos cuenta – digo sin dejarla de mirar – eso muchas veces ocurre, cuando le dije a Dimitri que te casaste con una mujer casi muere, pero luego lo entendió, además eres mi única sobrina – dice al sonreír.

Mi madre voltea y le doy una mirada de “te lo dije” me siento un poco incomoda no tanto por mi tía si no por Alexander que no deja de preguntarle cosas a Lena, supongo que quiere iniciar una competencia, pero esta vez no funcionara…

Trato de dormir, al parecer todavía falta mucho para llegar, quisiera recostarme en algo, pero no encuentro nada – ven… - dice Lena en tono bajo, mi tía nos mira, así que no puedo decir nada – gracias… - digo con voz queda al recostarme en su hombro y cerrar los ojos.

No sabía que sentiría al estar tan cerca de ella y ahora todo cobra lucidez, su cuerpo me reconforta, su aroma embriaga mis sentidos y su voz es muy arrulladora. En segundos me quedo dormida ¿Dónde quedo el enojo? No lo sé ¿Dónde quedo la razón? Tampoco lo sé, al estar junto a ella nada es lógico, sé que es mi madrastra y tengo que odiarla por ser una oportunista, pero estoy llegando a creer que nunca la odie y que un nuevo sentimiento se esta despertando entre nosotras.

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Al abrir los ojos me doy cuenta que hemos llegado, el lugar es una especie de bosque espeso donde solo se encuentra un establo y la enorme casa, algo cubierta por la nieve – hemos llegado – susurra al ver que estoy despierta – ya veo – digo antes de salir del auto – vamos a dejar las cosas, para que luego conozcan todo – dice mi tía muy entusiasta – esta bien – digo al bajar mis maletas – deja que te ayude – dice Alex al pedirle las maletas a Lena – yo las llevo – digo al quitárselas – no puedes ni con las tuyas – dice al esbozar una sonrisa algo retorcida – no es tu problema… vamos – digo al mirar a Lena y entrar a la casa.

Esta es bastante espaciosa y calida – vengan, les mostraré sus habitaciones – dice mi tía al subir las escaleras – esta es tuya Larissa – dice al abrir la puerta de la izquierda – esta es la de Alex – dice al señalar la puerta de al lado – esa de allá es la mía – dice al señalar la de al final – y esta de aquí es la de ustedes – dice al abrir la puerta a la derecha muy cerca de la de ella – eh gracias – digo al entrar y colocar las maletas – los dejaré para que se acomoden, nos vemos abajo – dice al cerrar la puerta - ¿qué haremos? – dice Lena al sentarse en la cama – yo dormiré en el sofá – digo al señalar el sofá de color verde oscuro – esta bien – dice al comenzar a sacar su ropa.

Estos serán los días mas largos de mi vida, de eso estoy segura, dejo que Lena acomode sus cosas y bajo a la sala – Yulia, Dimitri llega mañana – dice mi tía al encender el árbol – ok – digo sin ánimos alguno – te sucede algo – dice al mirarme como si tratara de leer mi alma – eh no… - digo al mirar a otra dirección – esta bien, le decía a tu madre que por favor que no se alejaran mucho, podrían perderse en el bosque y más ahora que habrá ventisca – dice al caminar a la cocina.

Tanto ella como mi madre prepararan la cena, ambas están emocionadas por volverse a ver después de tanto tiempo y más por ser víspera de navidad, Alex salió a cortar un poco de madera para la chimenea y Lena esta aun en el cuarto, bueno eso creo. Salgo a ver un poco el área para encontrarme a Lena y a Alex riendo de lo lindo – interrumpo – digo con cierto coraje – para nada, Alex me decía que de pequeños ustedes competían en todo y me mostró una foto tuya donde tenías el rostro cubierto de pastel – dice al sonreír, es la primera vez que la veo sonreír de esa manera, ni siquiera sabía que al sonreír se le formaban unos coquetos hoyuelos – si eso fue en mi cumpleaños número 16, la última vez que estuvimos todos juntos – digo aun sorprendida por su bella sonrisa – Yulia te molesta si le muestro a Lena, el lugar – dice al extender su brazo – claro que no, yo iré a dormir – digo enfadada por acierta razón que no quiero admitir.

Ella me mira como esperando que yo dijese algo, pero me doy la vuelta y vuelvo a entrar a la casa, solo que al entrar a mi habitación azoto la puerta. Esa mujer es una cualquiera en todo el sentido de la palabra, primero es coqueta con Frederick y ahora con Alexander, a caso quiere acabar con mi familia, ya embrujo a mi padre, conmigo está a punto de hacerlo… olviden que dije eso, sin embargo aun no está satisfecha con eso así que tiene que embrujar a mi primo.

Cualquiera diría que estoy celosa, pero no es eso, es solo que mi padre solo tiene dos meses de haber muerto y ya ella está tratando de hacer su vida con el primero que se le cruce, y eso que me dijo el primer día que yo no conocía el respeto, el burro hablando de orejas… ¡ja! y así tuvo el descaro de decirme que amó a mi padre, por un momento le creí, que tonta fui.

Después de dar algunas vueltas en la cama, tomo una posición fetal y logro descansar, no me siento cansada físicamente, pero si mental.

Después de algunas horas logro despertar por el bullicio que se escucha a fuera, me coloco de vuelta las botas y salgo a ver cuál es el alboroto. Al bajar veo que todos se quedan en silencio y mi tía se acerca algo preocupada - ¿qué sucede? – digo al rascar mi cabeza y buscar con la mirada a mi madre que aun discute con Alex - Yulia, lo que sucede es que… - dice al bajar la mirada, como si buscara las palabras adecuadas – lo que sucede es que Alex salió con Lena, a enseñarle el lugar y… - dice al jugar con sus dedos - ¿Y? – digo al levantar una ceja – y no sabemos donde está tu esposa – al escuchar eso, me quedo petrificada, en otra ocasión hubiera saltado de alegría, estoy enojada con ella por su **** forma de ser, pero tampoco le deseo algo tan malo ¿o sí?

Miro a Alex que está un poco nervioso - ¿Qué le hiciste? – digo al tomarlo por su abrigo – yo… yo no… le hice nada – dice al bajar la mirada – te conozco demasiado bien, algo tuviste que hacerle o decirle, es imposible que ella se haya perdido cuando tu le tenías el ojo tan puesto… - Yulia suéltalo – dice mi madre suplicante – algo tuvo que hacerle, desde que llegamos no le quitaba el ojo Y DE LA NADA LA VA A PERDER EN EL BOSQUE – digo furiosa – solo discutimos, le dije que por que se caso contigo, si tu no amas a nadie más que a ti misma, ella se molesto y se fue… estaba enojado otra chica más que me rechaza por ti, al parecer se perdió - dice al empujarme – ah se perdió… PERO QUE DEMONIOS TIENES EN LA CABEZA ALEXANDER, LENA NO ES DE LAS CHICAS QUE YO CONQUISTABA EN MI ADOLESCENCIA, ELLA ES DIFERENTE….- digo al cerrar los ojos y tratar de calmarme – eso lo sé… - dice en voz baja – iré a buscarla – digo al tratar de salir – Yulia, habrá una tormenta, no quiero… - la interrumpo – no la dejaré allá afuera… - digo al colocarme el abrigo – te acompañaré – dice Alex al tomar mi brazo – iré sola, ya hiciste bastante – digo al soltarme y salir.

Trato de caminar rápido mientras observo las huellas en la nieve, por suerte todavía no habido ventisca que cubra estas. Cada vez me adentro más al espeso bosque, me coloco los guantes y sigo caminando, el sol se está ocultando cosa que me indica que tengo poco tiempo para encontrarla.

Las huellas de Alex terminan al frente de un viejo roble, me agacho para ver donde siguen las de Lena – si sigo adentrándome más al bosque, también me perderé, pero no puedo dejarla aquí afuera – digo al seguir su huellas un poco de prisa.

Llevo caminando dos horas, ya oscureció y al parecer las huella han desaparecido, me detengo un rato para descansar - ¿Dónde demonios estas? – digo desesperada, tanto la noche, como el clima me impiden poder encontrarla, sin embargo no me daré por vencida tengo que hacerlo, ahora por fin entiendo que bruja o no, papá la amaba y en cierta forma quiso que cuidara de ella y así debo hacerlo, aunque sea en estos momentos.

Me recuesto a un árbol y cierro los ojos, cuando era muy pequeña, como unos 7 o 8 años, me escape de la cabaña (en San Petersburgo) había discutido con mi padre, porque nos dejaría a mamá y a mi solas en Nochevieja para poder ir a tender un negocio, cerré los ojos y corrí lo más que pude, corrí tan rápido que al abrir los ojos, me encontraba muy lejos de la cabaña, sin darme cuenta me había internado en el bosque, era de noche y empecé asustarme, todo era oscuro, hacía frío, así que lo único que hice fue recostarme a un árbol y comenzar a tararear una canción de navidad, estaba muy nerviosa, pero esa melodía era lo único que impedía que llorara, comencé a tararearla alto, lo más que pude, hasta que sentí como algo me abrazaba, mi padre me dijo, que pudieron encontrarme gracias a que no había ventisca, pudieron ver mis huellas y al final, escucharon mi tarareo, por eso pudieron encontrarme.

Me levanto aun sin abrir mis ojos, a ver si puedo escuchar a Lena tararear, pero no escucho nada, así que grito varias veces su nombre y comienzo a correr sin detenerme hasta que me tropiezo con una roca y caigo al suelo, miro a mi alrededor y escucho algo extraño, no lo escucho muy claro, sin embargo sospecho que es ella.

Sigo la dirección de su tarareo hasta que la encuentro recargada a un árbol, sus mejillas están bañadas de lagrimas y sus ojos están cerrados – Lena… - digo al tocar su hombro, ella pega un saltito, para luego abrazarme – yo… yo… - dice sin dejar de llorar – tranquila, estoy aquí….- digo al acariciar su espalda – sé lo que sucedió, hable con Alexander – digo al separarme un poco de ella – ambas estamos perdida y por el constante viento, supongo que habrá tormenta.

Nunca la había visto así, tan frágil, como si necesitara un abrazo fuerte – vamos… no quiero pasar la navidad aquí – digo al tomar su mano, damos la vuelta y nos detenemos donde me caí – hace años atrás había un lago cerca de aquí, si lo encontramos, estaremos un poco más cerca de la casa – digo al mirarla, está un poco más tranquila, pero aun así no dice nada.

Suelto su mano, pero estoy constantemente vigilando que siga detrás de mí, después de una hora de dar vueltas en círculos, por fin encuentro el lago – vamos… está congelado, no pasará nada – digo al comenzar a caminar, ella solo asiente con la cabeza y sigue caminado.
Arreglo bien mi bufanda, debido a que las fuertes ventiscas han dado comienzo, es muy difícil seguir así – tendremos que volver o caminaremos en círculos – digo al voltearme y no ver a Lena – LENA!!! – trato de caminar, pero no logro moverme ni ver nada – Lena donde estas… - camino y con mucho esfuerzo trato de regresar – LENA!!!!! – digo al ver como cae al agua helada, al parecer el hielo aun no esta tan congelado como pensé.

Antes de acercármele busco una rama caída para que se pueda agarrar, la ventisca cada vez es más fuerte, impidiéndome ver muy bien, le acerco la rama y le digo que la sujete, ella lo hace, pero con suma lentitud, jalo lo más fuerte que puedo – ya… falta… poco – digo al seguir jalando hasta ver que la he sacado – estas bien – digo al levantarla – te… ten…tengo… frí… frío – dice al temblar con los ojos un poco cerrados – es normal, tenemos que refugiarnos, hasta que la ventisca pase y quitarte esa ropa – digo al abrazarla – co… co… como me… me… encontraste – dice al abrazarme fuerte – es una larga historia, vamos… - digo al tomar su mano.

Sé que muy pronto ella no podrá caminar, si no la llevo a un lugar cálido puede morir de hipotermia, dejé de rezar hace mucho tiempo, creí que Dios no me escuchaba o que no existía – Dios yo sé que soy muy terca, nunca quiero aceptar mis culpas… pensé que no existías, pero por favor no quiero que ella muera, he tratado de negarlo, sin embargo esto se sale de mis manos, yo… yo creo que la quiero y no quiero que muera – digo al ver como ese brillo en sus ojos va desapareciendo – por favor, ayúdame… - digo al tomarla por la cintura hasta levantarla y colocarla sobre mi hombro – no dejaré que mueras… -digo al caminar lentamente, la ventisca ya no están fuerte y logro ver a lo lejos una casa o un establo, la verdad no puedo distinguir bien que sea.

Lena pesa demasiado, siento como mis piernas tiemblan, además tengo mucho frío, jamás imagine tener tanto coraje o valentía por alguien y menos por ella. Trato de no pensar si está viva o muerta, solo que tengo que llegar a ese lugar y luego me daré cuenta – vamos Lena, se fuerte, ya estamos llegando – digo al sentir como la nieve llega hasta mis rodillas – dime algo… pecosa – digo al no sentir su respiración – co… co… como… tu… tu…. Me… me… encontraste - dice en voz baja, imagino que se desmayara por su presión o por el frío – cuando estés bien, te lo diré… - digo al abrir la puerta del establo, porque eso es lo que parece.

Al entrar todo está muy oscuro, supongo que lleva años abandonado, bajo a Lena y me acerco a su pecho para ver si aun respira – hierba mala nuca muere eh – digo al sonreír, no hay nada con que la pueda cubrir, la ventisca no es tan fuerte como hace unos minutos, pero aun así no encontraría el camino – tengo que quitarte la ropa – digo antes de quitarle el abrigo – un día mamá me dijo que si alguien caía en agua helada, había que calentar el cuerpo, pero ni no había con qué, entonces lo más factible sería… - digo al terminar de desvestirla.

Aun respira, pero no pareciera que estuviera viva, a pesar de tenerla desnuda delante de mí, ningún pensamiento impuro aparece por mi mente, me saco la ropa y me acuesto encima de ella – lo más factible es el calor de otro cuerpo – digo al abrazarla y colocar encima de mí, mi propio abrigo – cuando te conocí me sentí suspendida en el aire sin saber a dónde ir, no me gusta admitir mis debilidades, pero tú eres una de ellas, sé que jamás sentirás algo por mi… puede que así sea mejor – digo al acariciar sus heladas y pálidas mejillas - quiero que seas fuerte, como lo hiciste aquel día en el cementerio… quiero que seas valiente… quiero volver a discutir contigo, quiero verte roja del coraje al ofenderte… - digo al tomar su mano y besarla – por favor…. – digo al recostarme en su pecho y llorar como una pequeña niña, tenía tantos años de no llorar así, esta vez no lloraba porque alguien no saciaba mi capricho, esta vez lloraba por que de verdad estaba amando a alguien por primera vez.

Cierro los ojos y siento sus brazos en mi espalda, su cuerpo está tomando calor, esbozo una sonrisa y trato de descansar.

Al día siguiente…
Abro los ojos y noto que ya es de día, su cuerpo ha vuelto a tomar su color natural, su respiración es tranquila y luce muy hermosa, sonrío levemente y beso su frente – veré si están aquí - escucho una voz familiar y mis ojos se enfocan en la puerta – Yu… ¿Yulia? – dice Alexander al tratar de armar las palabras - ¿Dónde está? – dice mi madre desesperada al entrar – Yulia… que le hiciste a Lena – dice mi madre al empujarme – nada… - digo al cubrirme con mi blusa – Lena estas bien… - dice mi madre al tocar sus mejillas – ah… ¿Dónde estoy? – dice al abrir paulatinamente los ojos – en un establo abandonado – dice Alex al voltearse al notar su desnudez - ¿Qué hago desnuda? – dice al cubrirse con mi abrigo, ambas me miran con cierta furia en los ojos – Yulia ahora mismo me dices que le hiciste a Lena – dice mi madre al tomarme del brazo y levantarme - ¡QUE ME HICISTE! – dice Lena al abofetearme – que te hice… SALVE TU **** VIDA…. Eso hice, ayer cuando te perdiste en el bosque, te encontré recostada a un árbol muerta del miedo, decidí que cortáramos camino por el lago, sin embargo la ventisca me impedía ver algo, te dije que regresáramos… - digo al tocar mi enrojecida mejilla y acercármele para mirarla a los ojos - al voltearme, no estabas, te busque y te vi como caías al agua, al parecer el hielo en esa zona estaba algo frágil, te saque con una rama y luego tuve que cargarte hasta aquí – digo al dejar caer una lagrima – si no te hubiera quitado la ropa y me hubiera colocado encima de ti para darte calor corporal, hubieras muerto… - digo al quitarle mi abrigo – TE HICE UN FAVOR…NO SE PARA QUE DEMONIOS TE SALVE… LO QUE MÁS ME DUELE ES QUE TU DESCONFIES DE MI – digo al mirar a mi madre y salir de ahí ante la mirada atónita de los tres.

No sé como ambas pudieron pensar que le hubiera hecho daño, sé que muchas veces la amenace con hacerlo, sin embargo jamás lo haría sin su permiso, le salve la vida y me lo agradece con una bofetada… aunque la quiera, me quedo muy claro que ella siempre será mi madrastra… mi odiosa madrastra, a la que amaré en silencio.

Capitulo V

En estos momentos me siento sumamente irritada, a noche recé por ella, cuando no rezo ni por mi madre, dije tantas cursilerías, casi me congelo… y ella así me lo agradece…

Toco mi mejilla y trato de tranquilizarme - ¿están bien? – dice mi tía al abrazarme y besar ambas mejillas – eso creo… feliz navidad – digo al besar su mejilla – ¡FELIZ NAVIDAD! ¿Dónde está Lena? – Dice al buscarla con la mirada – está adentro con mamá – digo al meter las manos en los bolsillos - ¿qué tienes? No me digas que nada, tu tono de voz es exasperado – dice al mirarme con cierta ternura, como si a través de sus ojos me dijese “puedes confiar en mi” – es solo que estoy exhausta, tuve que luchar con la ventisca… tuve que luchar con muchas cosas en una sola noche – digo al suspirar – está bien, pero esa mejilla está más colorada que la otra, cosa que te delata… ¿pelearon? – dice al quitarse un guante y rellenarlo con nieve para colocarlo en mi mejilla – si… no quiero hablar de eso ahora mismo, nos podemos ir – digo casi suplicante, no quiero ver a Lena, no quiero hablar con ella, no quiero pensar en ella, mejor dicho no quiero saber que existe – está bien… me imagino que tu madre, Lena y Alex nos acompañaran después – dice al ver a Alex salir – supongo que si… - digo al tratar de sonreír, pero no puedo, no es que me quiera hacer la ofendida.... es solo que algunas personas somos algo orgullosas y cuando llega ese alguien a nuestras vidas, nos hace sentir vulnerables, por primera vez estaba haciendo algo bien, algo por la persona que amo y ella me lo agradece así… – vamos… te prepararé un baño caliente, para que después te acuestes a descansar – dice al sonreír.

Mi tía es muy intuitiva, aunque el mundo se esté cayendo a sus pies, ella siempre trata de mantener su sonrisa, cuando era pequeña solía decirme que a veces una sonrisa puede sanar corazones, quizás eso hizo Lena – Dimitri llamó, dice que vendrá un poco tarde… a ver si es que llega – dice en tono triste - ¿están peleados o es que no quiere hacer el negocio? – digo nerviosa, ya que este es una de las soluciones al problema de la empresa – él quiere hacer el negocio… su sueño siempre ha sido ser socio del imperio Volkov, pero al parecer tiene otros negocios que no puede posponer – dice al esbozar una media sonrisa – entiendo… - al parecer Dimitri a ganado mucho dinero en estos últimos años, tiene tantos negocios, que ya no se ocupa de su familia… así mismo era papá.

Durante los 30 minutos que caminamos, platicamos de cosas sin importancia, ella porque no quería incomodarme con el tema de Lena y yo no quería hacerlo con el tema de Dimitri.

Al llegar a la casa mi tía me prepara un baño caliente que logra relajarme un poco, mas no logra tranquilizar mi carácter impulsivo y orgulloso.

Al salir siento como mis amígdalas están un poco inflamadas, al parecer he pescado un resfriado, mi roja nariz me delata “Y así me lo agradeces” son las palabras que se repiten constantemente en mis cavilaciones, trato de no pensar, no obstante esa bofetada pasa por mis ojos, una y otra vez, haciendo que me enfurezca cada vez más.

Me coloco un suéter rojo y un pantalón de mezclilla para luego bajar, los sonoros estornudos, se hacen presente sin que pueda evitarlos – veo que pescaste un resfriado – dice mi tía al beber un taza de café – eso creo… tía gracias por tu hospitalidad, pero debo irme – digo al intentar subir las escaleras - ¡Yulia! No sé por qué estas molesta, pero supongo que esa molestia tiene nombre “Lena” deberías esperar a tu madre… - no la dejo continuar – no la quiero ver a ninguna de las dos… - digo al sentir un fuerte ardor en la garganta – pero lo vas a tener que hacer, por esa puerta no saldrás hasta que hables con tu madre – dice algo molesta y autoritaria – está bien… - digo en tono ronco, al subir las escaleras.

Alisto mis maletas y me coloco un abrigo negro (bastante grueso) me siento en la cama y escucho la voz de mamá – mi “lobita” lo siento… - dice al abrazarme – ¡Suéltame! – digo al separarme – Yul… - la interrumpo - COMO ES POSIBLE QUE PENSARAS ESO DE MI… - digo al sentir el mismo ardor un poco más fuerte – varias veces dijiste “comprobaré que tan virgen eres” al verte encima de ella…. ¡POR DIOS, QUE PODRÍA PENSAR! – dice algo alterada por mi tono de voz – aunque ese hubiera sido el caso… YO SOY TU HIJA, NO ELLA… - digo al respirar agitada – eres mi hija y te amo… pero no dejaré que te conviertas en una violadora, Lena no recuerda mucho… - dice al sentarse en la cama para calmarse – ah no recuerda… ¡NO RECUERDA QUE LE SALVE LA VIDA! – digo molesta al tocar mi garganta, me quito el abrigo, hace un poco de calor, debe ser porque estoy molesta – hija, discúlpame, confió en ti y sé que si estas tan molesta es porque tienes la razón – dice en un tono más calmado - ¡CLARO, QUE LA TENGO! – digo al mirarla fríamente.

Nunca le había hablado así a mi madre, a pesar de ser algo rebelde en mi adolescencia, ella siempre me comprendía, más que madre e hija somos amigas, pero me dolió que dudara de mi – Lena dormirá en mi habitación – dice al mirarme algo apenada – que no se preocupe, hoy mismo me iré de aquí… no permaneceré ni un minuto más cerca de ella – digo al tomar mis maletas y cerrar la puerta con fuerza.

Al bajar las escaleras noto que viene subiendo y al verme baja la mirada - ¡ME ARREPIENTO DE HABERTE SALVADO! Ojala… ojala te hubieras muerto – digo dolida, me mira como si la hubiera tocado y se sintiese sucia – ¡aléjate de mí! – Dice nerviosa – no te preocupes… ¡YA ME VOY! – Digo al terminar de bajar las escaleras y dirigirme a la puerta - ¡YULIA! Espera… - dice mi mamá al bajar las escaleras de prisa – ¿Y Dimas? – dice al levantar una ceja.

“Es cierto, Dimas” si no cierro ese trato quedaré en la ruina, eso sí que sería cómico, arruinada y casada con una ¡ARPÍA! roba fortuna a la que por desgracia amo, “que irónica sería la vida” – tienes razón… - digo al dar un hondo suspiro – quédate hasta que él llegue – dice mi tía al salir de la cocina – solo hasta que él llegue… - digo al colocar mis maletas un poco cerca de la escalera, subo mi vista y me topo con esos ojos, eso hermosos ojos verde selva que muy a mi pesar, me hacen fantasear, pero también hacen que una furia terrible, contamine mi sangre tanto como lo hace el amor que siento por ella.

Ella me lanza una mirada de reproche y sube de prisa a la habitación - ¿Qué le hiciste Yulia? – Dice Alexander al esbozar una sonrisa cínica – lo que tú no hubieras hecho por cobardía – digo al arreglarme las mangas hasta el codo, siento un calor terrible, tanto mi temperatura como la furia interna aumentan cada vez más – entonces abusaste de tu propia esposa, mientras estaba inconsciente… no te culpo la condenada esta ¡BUENÍSIMA! – dice al sonreír de manera descarada, lo miró algunos segundos hasta cerrar fuerte mi puño derecho y darle un golpe en toda la nariz - ¡ESTAS LOCA! – Dice al cubrir su ahora sangrante nariz - ¡YULIA! ¿Qué hiciste? – Dice mi madre al ver a Alex en el suelo – lo golpee… - digo al sacudir mi mano, por el impacto doloroso del golpe que le di - ¡Eso Veo! – Dice enojada – ves por que me quería ir… por culpa de él tuve que salir y buscar a “esa” no todos tenemos tu mente morbosa – digo al dirigirme a la cocina por un poco de hielo para mi mano – quiero irme de aquí… - susurro al abrir el refrigerador - ¿Por qué lo golpeaste? – Dice mi tía al levantar una ceja – siento todo esto, pero tarde o temprano esto pasaría, nunca nos hemos llevado bien, él envidia todo lo que tengo por más simple que sea… y se atrevió hablar así de ella… - digo al toser un poco y colocarme en la mano una compresa fría– Alexander es muy caprichoso, no sabe que es perder, lastimosamente cada vez que esta a tu lado lo hace, de una forma o de otra – dice al acercarse y ver mi mano – trata de entenderlo, Dimitri no hace más que hablar bien de ti, a pesar que te casaste con una mujer te tiene en un pedestal, tienes tu propia empresa y eres buena en ello; él quería que Alexander fuera igual, sin embargo este prefirió la abogacía – dice al suspirar – ok… mientras no estemos cerca, no pasará nada, solo esperaré a Dimitri y me iré – dice al sentir más agudo el ardor en la garganta y un pinchazo en la espalda – te ves un poco pálida – dice mi tía algo preocupada – no te preocupes, es por la exaltación de hace un rato, estoy bien – digo al salir.

No quiero que nadie se entere que tengo fiebre o mi madre no me dejará partir, siento mucho calor, pero solo debo esperar a que Dimas llegue y luego me iré.
Subo a mi habitación y lavo mi rostro – tengo que irme… - digo al tomar una toalla y secarlo.

Salgo afuera un rato a tomar un poco de aire fresco hasta que veo a Dimas llegar - ¡por fin! – Susurro casi sin voz - ¡FELIZ NAVIDAD! – dice al abrazarme efusivamente – feliz navidad… - digo en tono bajo al sentir la vista borrosa – ¡Yulia, estas hirviendo! – Dice preocupado – no te preocupes… cerremos el trato – digo antes de sentir los parpados pesados y cerrarlos por un instante.

Abro los ojos con mucha dificultad para luego intentar pararme de la cama y sentir mis piernas débiles, pierdo el equilibrio y caigo… caigo en unos brazos reconfortantes – no me toques… - digo con voz queda – tu madre te dijo que si alguien caía en agua helada… - dice al dejar caer una lagrima - había que calentarlo y si no había con que, lo más factible sería… - dice al acostarme en la cama – lo más factible sería el calor de otro cuerpo… es lo único que recuerdo – dice al limpiar sus ojos y mejillas para luego tomar mi mano – lárgate… me estresas – digo con los ojos entre abiertos.

¡Ahora se da cuenta que la salve! Pues que tarde es…

Trato de no cerrar los ojos y la vuelvo a mirar – vete… ¡LARGATE! – le grito al tocar mi garganta, en sus ojos puedo ver que se siente culpable, pero ya es tarde, en ese momento entran mi tía y Dimitri – cerremos el trato… ya me… ya me quiero… ir - digo débilmente – cuando te recuperes, te prometo que lo cerraremos, hable con tu esposa… no te preocupes por el cliente, ya lo conseguí – dice al sonreír – entonces… ya me quiero ir… - digo antes de volver a cerrar los ojos.

Por lo poco que pude escuchar decir al doctor, al parecer “el simple resfriado” que pensé tener, se convirtió en una seria bronquitis casi aguda.

No sé cuanto días han pasado, pero estoy segura que fueron varios, cada día me siento mejor, estos últimos días he notado a Lena algo distante y pensativa ¿Qué estará pensando? No lo sé, lo que si sé es que viene a visitarme cuando estoy dormida, lo sé por que su aroma aun esta en la habitación.

Ayer vi algo extraño en sus ojos, estaba parada en el marco de la puerta observándome, se veía confundida, al mirarme se asusto y negó con la cabeza para luego salir corriendo ¿será que habrá recordado todo? ¿Habrá recordado mi confesión? ¿Sabrá que la amo? ¿Aunque lo sepa lo negaré hasta el final?

Continuará...

11 comentarios:

  1. Cachorro malo, malo muy malo u.u oe, debiste hacerle un acercamiento no se ve bien qué están haciendo Chikane e Himeko por allá atrás XD

    Un abrazo Blacky, espero que te mejores pronto, gracias por el post :)

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  2. necesito el otrooo!! >.<

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  3. jajajajajaj.. còmo me hacen reir xd..... con sus post blacky de verdad ya no estas en" drogas" xd... jajja es que me he leido los fic anteriores y ahora sales con eso de que el perro te mordiò..??? y por lo menos no ves clagartijas rosadas en la sala de tù casa jajajajaja perdòn todo en broma ahora si graciassss!!!!!!! chcas por mantener este blog que nos alegra a muchisìmas bauler@s y porfa no tarden tanto cn estos capi..de mi malvada madastra que la amo en silencio xd....jajajjja ahhh y Blacky mejora pronto porfa..love%kiss
    Brigida

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  4. jajajajaja siempre m e ases reir con tus comentarios black jajaja ese perro se llevo su merecido
    me encanta este fic todos tus fic de tatu son exelentes muy bueno y este igual espero el proximo cap

    angie

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  5. jo... mal nacidos perros salvajes de montaña... hace años uno me agarro por la espalda...¬¬# todavia tengo las cicatrices... su dueño jamas volvio a insistir en ser mi novio... al final termine agradeciendo mentalmente a ese remendo de can

    D:!!! pobre yul...que predicamento el suyo... esperemos que en el proximo capitulo ella y lena tengan mas acercamiento... me muero de ganas por verlas fingir ser esposas felizmente casadas frente a Dimitri >///<

    gracias por su trabajo

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  6. ahora apoya a julia por fin hizo algo muy kawai por lena y esta le paga con una bofetada...
    que delirio....
    ya no puedo esperar la semana me va aparecer Años..
    concuerdo con tigo chikako..
    y me encanto la foto...
    gracias por el cap...

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  7. hola, primero ojala te mejores pronto, menos mal que no fue nada grave,que bueno que subistes 2 capitulos, al fin yulia se dio cuenta de ssu sentimientos por Lena, y como que ella ya esta empezando a recordar todo lo que yulia le dijo, cada vez me gusta mas.

    bombom7805

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  8. Espero que la lesion no sea muy grave y que te recuperes pronto! Gracias por el capitulo estuvo "BUENISIMO"

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  9. Eit, espero que te recuperes pronto :D y muchas grasias por este fanfic se ve muy entretenido, me muero por el siguiente capitulo *u*

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  10. Cada vez que me porto mal mí madrastra ella me revienta la cara a bofetadas que me gusta sus cachetadas que me dejan la cara roja sentir sus manos

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  11. Que maravilloso capitulo, me esta encantando esta obra, gracias.

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