Seguimos con este interesante fanfiction, que lo disfruten y no olviden comentar.
Autor: Aru
Capítulo 4: Vampiros vs Licántropos, parte 2-¿Qué tienes para mi, Charles?-Dijo Shane con una sonrisa con Alice pisándole los talones. Se abrieron paso en la habitación más vieja de la casa, con lámparas viejas y un olor a metal que se colaba en la lengua. Caminaron entre tantas mesas con artefactos y armas rotas, municiones, granadas, chalecos, hasta un señor que se encontraba manipulando la artillería.
El hombre mayor, de mirada apacible y vestido de mayordomo, miró a la pelirroja con respeto y luego prosiguió a buscar las armas.
-Como usted indicó señorita, dos Casulls automáticas cromo con balas de plata punta hueca-Indicó, pasándoles las armas a Shane, quién las guardó en las correas de sus piernas con agilidad, el sonido del cuero en su cuerpo era sexy y peligroso, recuerdo de lo sanguinario de su ser-Aquí esta la Sig Saguer ; balas de plata incendiarias y un cuchillo de caza.-Repitió el procedimiento y ésta vez la pelirroja la escondió en el pantalón, detrás, en la base su espalda y el arma blanca en un escondite en sus botas.
Para Alice, dos 9mm, un cuchillo y un chaleco antibalas fantasma.
-¿Y Will?-Preguntó la rubia con un dejo de preocupación, mientras se acomodaba sus armas
-El joven Will, se ha marchado antes que ustedes, llevó una Sig Saguer y una 9mm.
-¿Por qué no nos avisó?-Replicó Shane con autoría
-Exactamente dijo: “Esas dos están encerradas en la habitación, no me quiero ni imaginar lo que está pasando allí dentro. No las interrumpiré, así que iré adelante, de todas maneras son sólo tres”. Luego la llamé a usted, pero él se fue diez minutos antes de que llegara.
-Arg, maldito crío-Vociferó Shane antes de sentirse totalmente cómoda con la colocación de sus armas, y luego disponerse a salir de la habitación.- “¿Sólo tres?” ¿Acaso es el maestro en matar licántropos?-Gruñó- Vamos, no podemos dejarlo solo ni por un instante
Las dos salieron de la casa como fantasmas, amparadas por la noche, y aunque la hora aún se prestaba para la concurrida ciudad de Londres, no era común ver gente a esas horas de la noche. “Los niveles de delincuencia están por los cielos”, anunciaban los periódicos, ya que, si lo que querías era aparecer con una bala en tu cabeza y tirado en un basurero en la mañana, entonces debías salir a caminar despreocupadamente a esas horas de la noche.
“Excelente para el suicida y para la persona de emociones fuertes” bromeaba Shane.
“Excelente para el suicida y para la persona de emociones fuertes” bromeaba Shane.
Se dirigieron directamente al garaje. Una sala increíblemente amplia, pintada por los cuatro rincones de blanco, dejando a relucir la ostentosa colección de vehículos último modelos de Shane, dispuesto en orden cuando ella los requiriese; la cantidad de autos ondeaban entre los trece o catorce, mientras que las motocicletas, entre quince y veinte.
En éste universo, sólo habían tres cosas que hacían babear a Shane: Vehículos lujosos, la música e increíblemente, el ajedrez.
En éste universo, sólo habían tres cosas que hacían babear a Shane: Vehículos lujosos, la música e increíblemente, el ajedrez.
La pelirroja se dirigió directamente a una motocicleta de de aspecto simple y gastado, vieja, pero con la suficiente potencia como para una huída, en caso de que la ocasión lo ameritase.
Alice pareció un poco vacilante en cuanto vio a su compañera subirse y arrancar el moto. Luego giró su cabeza, para ver con deseo a la Kawasaki ninja puesta pasiblemente en la esquina.
Su mirada guió la de Shane, quien inmediatamente puso un pare a lo que quería la modelo.
-Ni hablar, ni se te ocurra pensar que la llevaremos. Apenas la trajeron hace dos días. Ni siquiera la he montado
-Pero…Es tan genial
-La genialidad no nos asegura el trasero, así que súbete de una vez-Hasta ahí llego la discusión.
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Las luces pasaban por el vidrio de sus cascos a toda velocidad, el sonido de la motocicleta era excitante y la noche les daba la bienvenida a una carnicería.
El sector abandonado en dónde les había reportado a los licántropos estaba a unos quince minutos del centro de Londres, pero el camino era silencioso e invitador, mientras la oscuridad se hacía cada vez más espesa a medida que se alejaban de las partes más pobladas.
Por fin luego de minutos que parecieron segundos, aparcaron la motocicleta escondida entre un callejón lleno de escombros. Luego de estar seguras de su ubicación, vislumbraron la tétrica iglesia abandonada, recuerdo memorial del intento fallido de purgar y santificar a los peligrosos maleantes que se ocuparon de destruir ese lado de la ciudad.
Las chicas se dispusieron a cargar las armas en la oscuridad, el sonido del metal cromo anunciaban un futuro peligroso y lleno de acción, las manos eran ágiles, experimentadas, sin un solo margen de error o de nerviosismo. Las dos eran verdaderamente unas veteranas en el arte de matar.
-Por cierto-comenzó Alice, terminando de cargar sus armas antes que Shane-¿Qué fue lo de ayer con esa chica…Rossenberg? Lily Rossenberg
-No lo sé, supongo me pareció una damisela en peligro…; además, es bastante atractiva.-Contestó mientras ajustaba las correas de sus botas.
-¿Quieres llevarla a la cama?-Preguntó Alice, conteniendo un dejo de celo en su voz, mientras miraba a la perfecta y oscura figura que se movía ante ella.
-¿Celosa?-Sonrió Shane altiva.
-En lo absoluto-Mintió Alice, tratando de que su voz sonara casual-No me importa con quién te acuestes…, con tal de que siempre vuelvas a mí.-Desvió su mirada penosa para no encontrarse con esos azules ojos ufanos.
-Tonta humana-Declaró Shane con un dejo de dulzura, y se acercó a la rubia mientras se mordía su muñeca, desgarrándola y abriendo una herida profunda, de dónde empezó a brotar mucha sangre-Vamos, rápido.-Y luego extendió su brazo a Alice, quién tomó un gran trago de la sangre que emanaba de la muñeca de Shane. Luego de que hubo terminado esa pequeña ingesta, la herida cerró inmediatamente.-Con ese trago tendrás inmunidad unas dos horas más o menos.
-Arg, doscientos años y no me acostumbro al sabor; no sé como puedes vivir de esto.-Asqueó Alice mientras limpiaba un hilo de sangre que escurría desde sus labios. Shane la miró y curvó una pequeña sonrisa, estuvo a punto de contestar cuando se oyó un fuerte ruido desde arriba de ellas. Automáticamente las dos desenfundaron sus armas hacia el origen del sonido y sólo alcanzaron a ver a unos brillantes y amenazadores ojos amarillos desaparecer por el techo.
-Malditos…ya nos consiguieron…-Gruño Shane, silenciosa.
Las chicas se aventuraron a la calle desolada, arriesgando sus flancos y estando abiertas a cualquier ataque desde muchos ángulos, pero necesitaban hacerlos salir, parecer una presa fácil.
Una protegía la espalda de la otra; dos cabezas, cuatro brazos, cuatro piernas, cuatro armas, pero un solo cerebro. Sus sentidos estaba a todo dar, alertas. No se escuchaba absolutamente nada en la amplia calle. Sólo la densidad de la oscuridad y el silencio. Los ojos de Shane brillaban, alterados como los de un gato agresivo, era capaz de ver perfectamente en la noche, después de todo, era una criatura nocturna. Su preocupación tampoco se volcaba en Alice; gracias al hecho de que bebió sangre de vampiro, muchas de las virtudes de éstos le habían sido otorgadas: la fuerza, agilidad, resistencia, reflejos y unos sentidos intensificados al mil por ciento. Pero sólo por dos horas.
Sólo una pregunta retumbaba en la cabeza de Shane: “¿…Dónde está Will? “
De repente, oyó un ruido del lado de Alice y se volteó inmediatamente. Sus ojos se agravaron en una mirada sumamente peligrosa.
Un hombre negro, sin cabello y sumamente alto, vestido de jeans y una chaqueta de cuero rojo, apareció, luciendo una sonrisa y unos amenazantes ojos amarillos, sus manos dentro de los bolsillos.
Detrás de él, dos hombres más, altos y corpulentos, con la misma aura amenazante.
-Tiempo sin vernos Shane ¿Cómo has estado?-Las palabras que emanaban de la boca del hombre parecían amenas, pero había algo en su grave voz que daba alerta.
Las dos chicas abandonaron sus posiciones de defensa y dejaron caer un poco su guardia, dejando descubierto su parte trasera, dándole toda la atención a los tres hombres.
-Ah…ya sabes…-Empezó Shane con esa misma amenidad-Matando a los de tu especie como cucarachas-Terminó con rudeza e insolencia. La cara del hombre se frunció en una expresión de enojo que fue rápidamente ocultada.
-Veo que has venido prácticamente sola…-Echó una mirada a Alice-Ésa es la misma zorra de siempre
La rubia enfureció enseguida e hizo un movimiento para responder cuando fue contenida por Shane.
-Bueno, tú no te has cansado de ser la zorra de Travis…-Contraatacó la pelirroja, sus palabras eran inflamables.
El hombre sonrió y bajó la mirada.
-Vaya, vaya, siempre has sabido como hacerme enojar
-Es mi objetivo del día a día, Marcus-Canturreó Shane. Luego viró sus ojos a la iglesia.- ¿Intentando hacer la bala de Vanchesther otra vez?
-Mi querida Shane-Habló con voz melodiosa y condescendiente-Ya intentamos eso una vez y lastimosamente no funcionó…Esto fue sólo una excusa para hacerte salir de tu escondite…-Luego guardó un pequeño silencio- Queremos intentar algo un poco más…directo.
-¿Es lo que ha ordenado Travis?-Preguntó la pelirroja con mirada inquisitiva, extrañada; su líder era demasiado inteligente como para ordenar tal estupidez. Marcus se tardó un poco en responder.
-Digamos que esto es un poco más…clandestino-Sonrió-¿No te molesta que haya traído a unos cuantos amigos más a la fiesta, no?
Alrededor de las chicas, gruñidos y miradas voraces empezaron a brotar. Las bestias empezaron a emerger, asechando y anhelando la carne fresca. Ojos carmesí y amarillos brillaban en la noche, junto con juegos y juegos de afilados colmillos. Los licántropos eran depredadores natos, instintivos pero inteligentes, rara vez aparecían solos, y en el caso particular de que se tratase de Shane, no aparecían menos de diez. Su cuerpo peludo y sumamente esbelto, de unos dos metros de altura.
“Seguro…sólo tres…” Pensó con sarcasmo. Su mente aún divagaba en el paradero de Will, y sabía, que Alice estaría mucho más preocupada, pero de ninguna manera preguntaría a los licántropos.
Shane sonrió, altiva, soberbia. Su mirada se tornó sumamente peligrosa y rencorosa. Sus colmillos dejaron ver su verdadero tamaño.
-Mándame a tu maldito ejército de perros sarnosos…, los devolveré al pútrido infierno de dónde vinieron, esclavos de mierda.-Escupió Shane, arrugando su cara como un león furioso. Haciendo referencia a una yaga delicada en los licántropos que era peligrosa de provocar: su antiguo yugo, sirvientes encadenados de los vampiros.
Los ojos de Marcus se dilataron de furia antes las palabras punzo cortantes de Shane.
-Cuida tu lengua, niña-Gruñó el hombre, su cuerpo empezó a transformarse y la voz se le distorsionó, su tamaño creció y su cara se deformó en un hocico, orejas, nariz y pelaje caoba se hicieron visibles, mientras los pedazos de piel humana caían al suelo.
Los dos hombres a su espalda también se habían transformado. Y un gruñido desgarrador partió la noche a la mitad, proveniente de Marcus.
-Ven a mi cariño, te cobijaré en los brazos de la muerte-Shane siempre empezaba sus encuentro con una frase poética, llena de sadismo y adrenalina. Rió entre dientes, dejando mostrar sus colmillos, tan amenazantes como los de los licántropos. Ágilmente alzó sus Casulls, y ésa fue la bandera de partida.
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“Son veintisiete” Resolvió Shane.
Dos balas de plata rasgaron el suelo, mientras que una tercera le dio a un lycan en la cabeza.
“Veintiséis” Se corrigió.
El estruendo de las armas era ensordecedor, pero lo era aún más, el sonido de la sangre corriendo a mil por las venas.
Shane se movió ágilmente para escapar de la garra que Marcus le lanzó, luego vio a su derecha cómo otro arremetía contra ella, y le dio un certero codazo en el cuello, rompiéndolo con un sordo sonido de “crack”.
Echó unos pasos atrás, sólo para ver como seis se le venían encima.
La manera en que Shane mataba era perfecta, estética, casi hermosa. Movimientos fluidos, como una danza.
Fue hacia el grupo resuelta a matarlos a todos; el primero cayó con tres balazos en la cabeza, el segundo encontró su fin fríamente, al ver a Shane debajo de él, dos balas atravesaron su quijada y su cráneo desde abajo, al mismo tiempo, estiró su otro brazo para matar a uno a la distancia. Con un fugaz vistazo se dio cuenta de que Alice tenía controlada la situación, pero aún así, eran demasiados.
Cuando esos tres hubieron muerto a manos de Shane, se volvió con una patada para hacer caer al cuarto y destrozó su cabeza con una pisada, ensuciando su bota de sangre y otras cosas; se volteó y con un disparo mató al quinto, su cuerpo dio un giro de ciento ochenta grados mientras enfundaba las pistolas, para atajar la mordida de uno, tomó la mandíbula con una mano y el hocico con la otra, y con un poco de forcejeo, logró arrancar esas dos partes causando una muerte instantánea. Shane tiró la mandíbula al suelo con asco en su rostro.
La sangre empezó a correr por el suelo en forma de ríos. También cubría el rostro y las ropas de Shane, haciéndola gotear, recreando una imagen realmente perversa.
La pelirroja sacó los cartuchos vacíos con agilidad y cargó unos nuevos, ésta vez, sin ser tan específica, empezó a asestar tiros al azar, haciendo que las balas alternadas entre un arma y la otra parecieran salidas de una ametralladora. Matando uno, dos, tres, que se abalanzaban contra ella.
Alice por su lado, demostraba ser perfectamente capaz de cuidarse sola, había tres muertes en su haber.
La rubia corría y saltaba para ser un blanco esquivo, mientras que su 9mm ya iba por la cuarta carga.
En su descuido, Shane vio un fuerte brazo venir hacia ella con tanta fuerza, que salió disparada hacia la iglesia, agrietando uno de sus muros, el polvo se levantó, y de él, salió una pelirroja con cara de pocos amigos. Movió su cuello y sus huesos traquearon; en venganza, corrió hacia éste licántropo a todo vapor y le dio una embestida tan brutal que le partió las costillas y atravesó la pared de la calle contraria como una bala.
“Son demasiados…” El cuerpo de Shane empezaba a pasarle facturas.
Estaba jadeante y sudada, de verdad necesitaba un respiro. Y de repente vio a dos que no habían pasado su agotamiento por alto correr hacia ella.
“Rayos…”
Y justo cuando vio venir esos colmillos babeantes encima, sus cráneos fueron perforados por dos balas de origen extraño. Shane miró hacia el techo del edificio de enfrente y allí estaba, un chico rubio amparado por la oscuridad, que sonreía abiertamente, feliz de ser el protagonista de la escena.
Bajó de un salto del techo y corrió hacia Shane, que se levantó solemne y con el aliento un poco recuperado.
-Me habías preocupado-Dijo la pelirroja rápidamente mientras se sacudía un poco el polvo y la sangre-Alice te matará.
Los ojos grises del chico destellaron –Estoy acostumbrado-
Los dos reaccionaron a tiempo para ver a un licántropo venir y dos balas de manos diferentes no vacilaron en perforar su cara.
-¡ALICE!-Llamó Shane, y en menos de un segundo, los tres estuvieron perfectamente en posición, protegiéndose las espaldas, cubriendo todos los ángulos y vistas. Los nueve licántropos restantes hicieron un círculo amenazante alrededor de ellos, liderados por Marcus.
-Parece que has tenido unas bajas considerables, Marcus-Sonrió Shane, apuntando directamente a la cabeza del licántropo. Éste gruñó de enojo y los nueve se abalanzaron contra los tres.
En vez de disparar al azar, hicieron tales formaciones, que mientras uno o dos disparaban, el restante cuidaba la retaguardia. Giraban para turnarse los ángulos; los movimientos eran casi como ensayados.
Pero los licántropos no eran bestias tontas. Eran difíciles de matar si estaban preparados para una lluvia de balas. Saltaban y corrían de un lado a otro, de arriba abajo.
Mientras tanto, los tres individuos se las arreglaban para esquivar colmillos y zarpadas; sin abandonar su posición triangular. Cuando un licántropo se acercaba demasiado rápido, era despedido al instante con una patada.
-¡Esto es más problemático de lo que pensaba!-Gritó Alice a sus compañeros, para que su voz estuviera por encima del estruendo de las balas-¡Este es mi último cartucho!
-¡El mío también!-Gritó Will.
Shane entonces analizó la situación con rapidez, y no tardó en encontrar una solución. Con agilidad, volvió a cargar a las Casulls con los últimos cartuchos que le quedaban y le pasó una a Will y la otra Alice. La pelirroja entonces sacó rápidamente la Sig Saguer de su espalda y abandonó la formación.
-¡Saben que hacer!-Gritó a sus compañeros mientras corría directamente hacia el grupo de licántropos. Los tacleó de manera que se abrió paso entre ellos y se alejó por unos cien metros.
-¡Vamos esclavos inútiles! ¡Ya maté a la mayoría de ustedes…! ¡Vengan por mí!-Gritó Shane con una sonrisa, provocando a los lobos, haciendo que estos gruñeran de ira y que se abalanzaran contra ella.
Ignoraron a Alice y a Will, y sólo se vio el reflejo rojo y las sombras peludas desaparecer rápidamente en la oscuridad por encima de los edificios.
Los dos hermanos se miraron con urgencia mientras sostenían las pesadas Casulls.
-¡Vamos!-Guió Alice, corriendo hacia el oscuro callejón, en busca de la motocicleta-¡Estará en problemas si la alcanzan!
Desde los escombros, el chico vio como su hermana mayor sacaba el vehículo y junto con él, un bolso lleno de nuevas municiones. Alice miró a Will, agitada, y cansada.
-Hay que movernos rápido-Dijo el chico con mirada seria, mientras se disponían a cargar las armas.
Continuará...
increible el capitulo mui emocionante eztaba dezeando leerlo jojoojoj me gusto muxo aver si cuando vuelbe alice y will les dejo shane algun licantrope vivo jajajajajajjaa XDDDD bueno estoi deseando leer el proximo capitulos felicidades a la auttora y gracias por publicarlo saludoss
ResponderEliminarwiii por fin actualizacion de delirium!!!! gracias!!
ResponderEliminargracias, por este capitulo, muy bueno esa lucha esta muy emocionante, felicidades a la autora y nuevamente gracias por subirlo.
ResponderEliminarbombom7805
nice, muy buena pelea quiero ver que pasa despues.
ResponderEliminarD: !!! pero que mas? :S me quede en ascuas... espero el próximo capitulo... gracias por su trabajo
ResponderEliminarMuy buen fanfic!!! O_O esperare pacientemente el proximo capitulo!!! muchas gracias por compartir estas historias con nosotras n_n saluditooos! y siga asi n_n
ResponderEliminar0.0!!! genial muy buena pelea!!! jaja me encanto la parte del "Seguro... solo tres" hahaha grax por el fic , de verdad me gusta muxo
ResponderEliminarKuroUsagi
:)
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