Hola Gente!
Este día definitivamente va muy lento y yo siento como si aún fuese lunes. Se me empieza a contagiar el espíritu laboral obsesivo de algunas personas. Lo peor es que se supone estoy en mi semana de vagaciones XD
En fin, traigo para ustedes la continuación de Delirium, interesante historia creada por Aru. Además, pueden disfrutar de la segunda ficha, ahora de Alice y enterarse un poco más de su personaje.
Que la disfruten y comenten, queremos saber qué les parece.
Autor: Aru
Capítulo 3: Vampiros vs Licántropos, parte 1
Era la hora pico en el “Dos de Azúcar”, el café donde Lily trabajaba de mesera. Sus pies la llevaban mecánicamente de una mesa a otra, tomando órdenes y repartiendo bandejas de entremeses, tés y cafés.
La gente no dejaba de llegar, el lugar estaba en su mejor momento, tomando popularidad entre los universitarios que salían exhaustos de clases, con apetito de algo ligero, o aquellos que tomaban litros y litros de café, resistiendo horas de estudio.
El Dos de Azúcar era un lugar bastante acogedor, espacioso, con pequeñas sillas y mesas de bar regadas por todo el local, muchos muebles de aspecto gastado y cómodo, una que otras mesas para los rezagados estudiosos y una tv pegada a la pared, frente a un grupo de sofás dónde la gente se instalaba a beber café y a mirar los partidos de fútbol. Todo un edén universitario. Pero lo que era el paraíso para los clientes, era el infierno para Lily, que no había tomado un respiro desde hacía tres horas, y aunque su cuerpo andaba por sí solo, su cabeza se encontraba en las nubes, repasando y tratando de entender la conducta de una chica, que nunca se había molestado en prestarle atención.
“¿Acaso quiere ligarme?”
Los pensamientos de Lily no eran exagerados, porque si bien Alice estaba cerca de ella todo el tiempo, la pelirroja se las había empañado para flirtear por ahí como una vagabunda, dándole una reputación en la universidad de Casanova rompecorazones, la cual no había pasado desapercibida por nadie, incluyendo Lily.
También era muy sabido lo increíblemente sexual que podría llegar a ser Shane, teniendo una larguísima lista de chicas fáciles en su haber, dispuestas a entregarles su cuerpo en cualquier momento.
“Si, definitivamente es eso”
Resolvió la rubia, sintiéndose enojada por estar en la misma posición que todas las demás.
“No soy tan tonta como crees, Shane Taylor”
Lily decidió dejar de pensar en eso por el resto de las horas que le quedaban en el trabajo y se concentró al cien por ciento en su trabajo.
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-¿Sabes? Aún no hemos elegido un nombre-Alegó Anna, una chica de mirada dulce mientras Sarah la abrazaba tiernamente a su espalda. Se encontraban sentadas en una terraza, viendo la hermosa noche de París. Pocas veces podían disfrutar de la paz que les ofrecía el estar juntas.
-Tienes razón, pero no sabemos con certeza el sexo del bebé-Argumentó su pareja mientras su corto cabello rojo ondulaba levemente al viento en la gélida noche. Sarah, como muchas otras noches, había ocupado su tiempo en encargarse de su novia y en la llegada de su hijo. Preocupada por los acontecimientos futuros, sería madre dentro de poco y sus nervios equiparaban a su alegría.
-Será un niño-Respondió Anna mientras acariciaba su vientre junto con las manos de la pelirroja. Sus ojos azul marino descansaban sobre el paisaje que las rodeaba. Su pelo negro brillaba ante la noche y ofrecía un suave movimiento.
-¿Cómo sabes que será un niño?-Alzó una ceja Sarah, rebosante de incredulidad.
-Sólo lo sé-Sonrió Anna con sabiduría-Las madres sabemos eso.
La pelirroja aún la miraba incrédula. Pero no se atrevió a replicar.
-Esta bien, entonces, supongamos que será un chico.-Dijo por fin Sarah- ¿Cómo quieres llamarle entonces?
La morena se quedó un rato pensativa y recostó su cabeza hacia atrás, haciéndola encajar entre el cuello y el hombro de su pareja.
-Me gusta Dimitri.-Decidió luego de un rato
-¿No es un nombre muy común?-Replicó la pelirroja, intentando decir que tratara de escoger otro nombre, aunque una sonrisa se curvaba en sus labios.
-Así se llamaba mi abuelo-Explicó Anna con voz pasible, no dejando que Sarah desestimara el nombre. Luego pensó por un momento y rió un poco-Recuerdo que me daba mis dulces favoritos para que dejara de llorar cuando el perro me tiraba al suelo
-Debió ser un trauma para ti-bromeó Sarah, con ojos vivaces y llenos de brillo.
-Todo un trauma.-Siguió la corriente Anna-A veces hacía que el perro me tirara a propósito para luego salir llorando por todo el lugar.
Las dos rieron ante la visión de una Anna pícara.
-Bueno, pero si no te gusta el nombre, podemos elegir otro.-Miró a Sarah con persuasión, ésta captó la indirecta y optó por rendirse.
-Esta bien, Dimitri será.-Luego suspiró con resignación-Dimitri…Dimitri…Dimitri…Está empezando a gustarme-Sonrió carismática.
-¿Ves? Después de todo es un buen nombre-Dijo la morena, dejando caer todo su peso en Sarah, su largo momento de silencio hizo que pudiera seguir apreciando la noche mientras la suave brisa acariciaba sus rostros.
-… ¿Y si es niña?-preguntó la pelirroja, aún inquieta ante la posibilidad.
-Bueno, como yo he elegido el nombre si es niño, entonces supongo que tú eliges el nombre si es niña… ¿trato?
Sarah volvió a sonreír de manera abierta y asintió
-Trato-Acordó. Luego se hizo otro momento de silencio, ésta vez, Anna fue la que lo rompió
-Y…
-Shane
-¿Qué?
-Shane…; si es niña su nombre será Shane ¿Eso era lo que ibas a preguntarme no?
Los ojos azules de Anna se entrecerraron.
-Pero… ¿No es un nombre de chico?
-Lo más probable, pero me gusta…punto-Todo lo que podía hacer Sarah era sonreír, rebosante de felicidad y entusiasmo, sus ojos volvieron a destellar, lo que hizo que al igual como la pelirroja se había resignado con el nombre Dimitri, ella lo hiciera con el nombre Shane.
-Esta bien-Dijo para finalizar-Shane, Shane, Shane…Esta empezando a gustarme-Imitó la morena a su amante y luego las dos echaron a reír. Un nuevo silencio de sosiego colmó la habitación nuevamente.
-… ¿Sarah?...-Llamó Anna, volteando a ver a la pelirroja directamente a los ojos.
-¿Mmm?-Respondió ésta con otra pregunta.
-Te amo.
El corazón de Sarah dio un vuelco ante esa simple elección de palabras que hacían que las enredaderas de su corazón fueran cayendo, dejándolo en libertad casi por completo. Ahora era feliz, y nada podía estropearlo. No pudo evitar sentir un amor más grande que ella misma, flotando y monopolizando su cuerpo y alma. Sus ojos destellaron un brillo lleno de vida como ningún otro y se limitó a volver a sonreír.
-Yo también te amo-Respondió sin dudas ni vacilaciones, sólo un futuro prometedor, acompañada de la mujer que había robado todo de ella, y alejado el enojo, el dolor y sufrimiento que se habían anidado en su alma. Con ésas palabras que solían ser muy especiales en sus bocas, Sarah se dio cuenta, de que ése era su lugar y de que sólo había un camino que recorrer de ahora en adelante, lleno de esperanzas y junto con ellas, una nueva vida que estaba en camino.
Sus labios se encontraron en un dulce beso.
De repente, la puerta de la habitación se abrió de un azote, dejando mostrar a una figura masculina joven, estaba agitado y confuso.
-¡Sarah! –Llamó con alarma. Las dos chicas, que hasta ahora disfrutaban de su tiempo a solas, miraron con preocupación a la cara del muchacho y se levantaron en el acto.
-¿Qué sucede?-Soltó la pelirroja, acercándose al chico agitado para prestar ayuda.- ¿Estás bien?
El chico esperó para recuperar el aliento.
-Los licántropos…ellos…nos están atacando.
-¡¿QUÉ?!-Bramó Sarah, viéndolo fijamente a los ojos, incrédula de lo que sus oídos captaban-¿estás seguro?
-Están furiosos. Dicen que hemos violado el acuerdo. No sé de lo que hablan.
Los ojos de Sarah se dilataron ante tal afirmación y su cara se agravó, mostrando las duras facciones que demarcaban su cara llena de ira.
Anna sólo miraba con expresión de preocupación y terror la escena que se estaba desarrollando frente a sus ojos.
-Sarah, tienes que venir… ¡o nos matarán a todos!-Exigió el joven. Pero la pelirroja no contestó de inmediato, sus ojos estaban fijos en la nada, intentando razonar la causa de lo que estaba sucediendo. Luego de meditar durante unos pocos segundos, sin hallar respuesta, decidió tomar represalias en el asunto. Se volteó de manera brusca a buscar su abrigo.
-Anna, quédate aquí- Ordenó con voz grave, mientras recogía sus cosas de la cama, y se alistaba, colocándose sus botas, su corsé y su abrigo; luego escondiendo estratégicamente armas blancas por todo su cuerpo.
-No, por favor no vayas-Suplicaba Anna, al borde del llanto. Sujetó a Sarah del antebrazo, deteniéndola de hacer cualquier tontería. La pelirroja volteó, dispuesta a reclamar, y sólo pudo ver los ojos llenos de terror y angustia de su amante. Su corazón dio un vuelco al verla en ese estado y se volvió inmediatamente para envolverla en sus brazos, llenos de sentimientos y de una promesa-Por favor…no vayas…-Lloró en el pecho de la chica.
-Tengo que hacerlo-Susurró Sarah, tratando de tranquilizarla, la abrazó aún más fuerte.-No te preocupes por mí, estaré bien.
Luego se separó a media de ella, sólo para brindarle una mirada de confianza.
-Necesito que te quedes aquí y te mantengas segura…; a ti y al bebé-Argumentó, tocando el vientre crecido de la chica y luego besándole la boca-.Vendré antes del amanecer.
Y luego soltó a la chica, que le respondió débilmente, asintiendo con su cabeza.
-Prométeme que volverás-Soltó Anna a una Sarah parada en el umbral, dispuesta a todo esa noche.-Prométemelo-Exigió.
La pelirroja volvió su cabeza, dejando mostrar sus ojos brillantes de adrenalina y preocupación.
-Volveré, te lo prometo-Sonrió antes de salir corriendo con el chico por el umbral, dejando a una Anna sola, desconsolada y llena de pánico.
………….Volveré………….te lo prometo………………
-Shane…Shane…SHANE…. ¡SHANE!
La pelirroja saltó de golpe de la cama, con la ropa empapada en sudor, jadeante y con el pulso a mil.
-Shane, por fin…
“No otra vez” Se dijo Shane con un dolor desgarrador en sus pensamientos, mientras sacaba esas imágenes de Sarah y Anna de su cabeza, intentaba no caer presa del sufrimiento. Su corazón no se detenía, asustado aún de ese sueño.
-Shane ¿¿¿Estás bien???
“…Por favor….no….” Gruñó nuevamente en su mente intentando pensar en otra cosa; sus frustraciones, sus miedos y su dolor, todo se encontraba ahí depositado, en la cumbre mas alta de su corazón y de su alma, fijas como un tatuaje que no podía ser borrado, ése sueño había echo germinar todos esos sentimientos. Se sentía impotente, incapaz de controlar su cuerpo sudado y alterado, las manos le temblaban y aguantaba el llanto, sentía que su cabeza estallaría de ira.
-¡Shane, respóndeme!
-¡¡¡BASTA!!!-Bramó con furia para hacer que Alice, quién se encontraba a su lado, sentada en el borde de la cama, cerrara la boca. Shane no pudo ocultar sus respiraciones agitadas, como si le faltara el aire.
-¿Estás bien?-Hizo caso omiso a Alice, notando que algo no andaba bien, los ojos de la pelirroja se tornaron en un dolor indescriptible y apretó los puños para evitar lastimarse así misma en un intento de callar sus pesadillas. La rubia lo comprendió todo y entonces tomó a Shane en sus brazos, prediciendo lo que sucedería a continuación.
-No te preocupes, no te preocupes…Cálmate por favor, cálmate.
-¡Maldición! ¡MALDICÓN! ¡¡¡MALDICIÓN!!!-Bramaba con desprecio hacia su persona y hacia los licántropos, estaba totalmente furiosa y adolorida, lágrimas de odio brotaron de sus ojos mientras desgarraba el colchón de su cama con la fuerza de sus dedos, gruñía y jadeaba como una bestia.
-¡Cálmate, Shane!-Alice trataba con todas sus fuerzas estabilizar la mente tan precaria de su compañera-Estoy aquí contigo, no estás sola. Por favor, cálmate.-Casi parecía una súplica.
Shane seguía alterada, pero entonces sus músculos empezaron a temblarle y a perder fuerza.
-No quiero volver allí…no quiero…-Su voz era quebrada, temblorosa, temerosa. Alice no dijo nada, sólo se limitó a abrazarla aún mas, adentrarla en el calor de su cuerpo.
Poco a poco, con suaves caricias y un temple abrazo, los impulsos agresivos de la pelirroja se fueron amansando, su respiración empezó a tornarse cada vez más regular y ya no estaba despedazando su cama con sus miembros. Poco a poco Shane volvió a un estado más estable.
Alzó sus brazos, y correspondió el abrazo de Alice.
-Tus pesadillas…de nuevo…-Supuso la rubia acertadamente con tristeza en su voz, acariciaba la cabellera de su amiga sin soltarla.
-No…puedo soportarlo….; tanto dolor….-Gemía Shane como un perro callejero adolorido, éste era el único momento en que se la podía ver en ese estado, débil y frágil, a merced de la tormenta de su subconsciente.
-No te tortures por eso-Decía Alice con voz quebrada.-Estoy contigo.
Ésas fueron las últimas palabras que luego prosiguieron en un silencio pesado y extenso, ninguna de las dos se movía en la oscuridad, la rubia abrazando a Shane y ésta, buscando refugio en su regazo, tratando de alejarse de sus miedos.
Luego de unos momentos que en realidad fueron veinte minutos Alice se movió un poco.
-Deja que te traiga un vaso de agua y te prepare una ducha ¿de acuerdo?-Su forma de hablar era gentil y suave, tratando de consolar a Shane, como aquella persona que cuida de un cachorro enfermo.
Hizo un movimiento para levantarse de la cama pero fue contenida por la pelirroja.
-No te vayas…-Suplicó ésta con una mirada de agotamiento, el tono azul blanquecino de sus ojos se había vuelto un brumoso azul grisáceo. Se aferró a Alice, incapaz de dejarla ir.-Por favor, no te vayas.
La rubia no pudo contradecir los deseos de Shane, después de todo, nunca había sido capaz de negarle nada.
La mayor debilidad de Alice siempre había sido Shane y sus deseos, siendo su compañera por más años de los que una persona pudiera asimilar, siempre fiel y atenta; cerebro y fuerza, cóncavo y convexo, fuego y volcán, hierro e imán.
Su coordinación y sincronización siempre había sido perfecta, pero…había algo más que sólo ser útiles entre ellas. Alice nunca lo pudo describir bien en su mente, pero sentía que, de alguna manera, Shane era parte de ella, un pedazo sin el cuál no podría vivir, el oxígeno y a la vez el dióxido que hacía latir a su corazón, pero también lo hacía desfallecer.
Lo que sentía por Shane nunca fue sólo compañerismo, sino algo mucho más místico y profundo; entre ellas siempre había existido una tensión sexual, que las arremetía la una contra la otra como mar que choca contra la roca; ésas sonrisas y palabras cargadas de lujuria y deseos carnales que no pasaban del lenguaje corporal, junto con las miradas lascivas. Aunque por supuesto, esas barreras habían sido rotas en el pasado, siempre retornaban a su perfecto coexistir; ninguna presionaba a la otra y no se sentían comprometidas de manera pasional.
Sólo una sola cosa las mantenía atadas al contacto corporal y era quizás, una mejor manera de intimar sin sexo: el deber de Alice de alimentar a Shane.
La pelirroja siguió aferrada a ella hasta que por fin se decidió a hablar.
-Eres la única que está aquí para mi…-Sus palabras eran tristes, sofocadas por el pecho de la rubia.
-No digas eso, está Will y Charles, ellos también están a tu lado.-Decía Alice con suavidad; sintió como la cabeza de Shane negaba.
-Pero nunca como tú…-Luego hizo una pequeña pausa-…lo siento tanto…
Alice alzó una ceja, extrañada.
-¿Por qué te disculpas?-La verdad era, que sabía perfectamente las razones de su “lo siento”.
-Por todo lo que te he hecho pasar…soy una egoísta. Nunca he considerado tus sentimientos.
La rubia sonrió y juntó las cejas en una expresión de leve tristeza.
-Vaya…debiste haberme dicho eso hace doscientos años…Ya es un poco tarde, ¿No lo crees?-Bromeó, intentando aligerar el aire tan pesado que cubría la habitación en penumbras.
-Lo siento…
-Hey…-Susurró Alice-Estaba bromeando. No te disculpes, no has hecho nada malo-La verdad era que el corazón de la rubia se agrietaba con cada palabra.
Otro largo silencio se hizo en la habitación, pero ninguna de las dos se movió, hasta que algo empezó a vibrar en el cuerpo de la rubia.
-Oh no…-Murmuró-Shane, estoy empezando a…-Y sintió una corriente que recorrió su cuerpo hasta llegar a su centro de placer. Su cara empezó a sonrojarse.-Shane… déjame traerte algo de….sangre-Dijo con voz forzada.
Shane no la dejó moverse.
-No
-Shane…ahh…-Los sentidos de Alice gritaban eufóricos ante la presencia de la pelirroja, que parecía pensativa y medio ausente. Su cuerpo estaba totalmente ardiendo y respiraba agitado, como si le faltara el aire. Mientras que en su pecho, se encontraba la cabeza de Shane, apaciblemente colocada, sus ojos volvieron a tornarse en un azul ártico, fríos y distantes.
-Shane….-Alice no podía soportarlo, estaba totalmente excitada, sin atreverle a pedir a la pelirroja que bebiera su sangre u otra cosa, no era el momento adecuado para eso. En consecuencia, se encontraba entre la espada y la pared, incapaz de saber qué hacer.
De repente sintió que Shane la tomó en sus brazos y la tumbó en la cama, colocándose encima de ella, Alice respiró el aroma impregnado en las sábanas y almohadas: definitivamente Shane, una fragancia embriagante y llena de pasiones.
-¿Shane…?-La conducta de la pelirroja era enigmática, sus ojos estudiaban con deseo cada una de las delicadas curvas de Alice, sintiendo ésta, una corriente que se extendió por todo su cuerpo, al tener esos ojos blanquecinos mirándola fijamente, como casi nunca lo había hecho. La rubia sintió otro puyazo más que la hizo gemir.
La cabellera roja se inclinó hasta que sus labios rozaron levemente el oído de Alice.
-Será tuya esta noche…-Susurró de una manera que hizo que el cuerpo de la modelo se estremeciera. Sus palabras eran poéticas y románticas, embriagadas en pasión.
-Shane…-Intentó decir, pero fue callada con un beso, tan profundo y pasional que sintió que alcanzaría el clímax sólo con eso. Todo, labios y lengua invadía su boca, reclamándola y tomándola toda para sí, avariciosa. En un gesto involuntario, Alice rodeó el cuello de Shane entre sus brazos y la atrajo más hacia ella, quería sentirla completamente, adentrarla aún más en su boca y que robara su alma por completo, un gemido surgió desde el fondo de su garganta.
Tal delicia fue interrumpida cuando las dos se quedaron sin aire, la rubia estaba confundida, no sabía qué decir o qué pensar, pero sus instintos y deseos nublaron su razonamiento, dejándose llevar por las suevas caricias de Shane, manos inquisitivas llenas de curiosidad.
Muy pronto la ropa empezó a ser un estorbo, y con movimientos ágiles, la pelirroja se las arregló para despojar a Alice de su blusa, luego su falda; deshacerse de la braga fue fácil, y tardó un poco con el molesto sujetador.
Por fin, dejó a la rubia totalmente desnuda bajo su cuerpo, a la merced de la lujuria que emanaba de la vampiro de ojos celestes.
Shane levantó un poco su cuerpo para tener una vista panorámica de su belleza, y una increíble ola de deseo sexual le vino encima cuando detalló a Alice, quién la miraba interrogativamente, indefensa y esperando acciones por parte de su compañera, sus ojos también estaban llenos de deseo, llenos de expectativas.
La mirada blanquecina bajó poco a poco, perdiéndose en lo atractivo de los senos bien formados de Alice, sabiendo que todo su cuerpo le pertenecía a ella y a nadie más. Sus ojos siguieron más abajo, delineando el definido abdomen, la estrecha cintura, las musculosas piernas. Shane estaba perdida entre tanto qué desear y lo contradictorio de su corazón que le martilleaba, reclamando y vociferando que parase, pero el deseo era más fuerte que lo temple de su corazón. Otro beso con profundidad entrelazó sus bocas, ésta vez, más agresivo, haciendo gemir a Alice, víctima de su misma excitación.
Arqueó su cuerpo cuando Shane empezó a plantar besos a lo largo de su cuello y parte de su hombro, Alice sólo podía contener la ola de gemidos que brotaban incesantes de su garganta, echando involuntariamente hacia atrás su cabeza, cuando la vampiro hubo incrementado la intensidad de los besos en su cuello.
Ese aroma tan seductor, tan endemoniadamente atrayente. Una de las mejores sangres que Shane había probado en su vida había sido la de Alice: ardiente y amarga como el whisky, pero tan dulce y suave como el chocolate. Bajo su boca, Shane siempre encontraba en esa sangre, visiones eróticas y sentimientos e instintos que luchaban por emerger de su persona, atados débilmente por una delicada cuerda de cordura, autocontrol y culpa.
Pero ésa noche era diferente, su mente y cuerpos agotados de tanta lucha contra sus propios instintos, habían dejado libre por fin, esas bestias sexuales, para que se dieran un festín con el grácil y hermoso cuerpo que gemía debajo de ella.
Siguió besando, resistiendo la tentación de morder su cuello, luego bajó hasta sus senos, sin dejar el contacto de sus labios con la piel. Acariciaba uno con una mano mientras que su boca se encargaba del otro; con su otra mano libre exploraba la suave y fina espalda.
-Shane…-Suplicaba Alice, viendo a su agresora desde arriba, incapaz de resistir mucho la tortura que le estaba aplicando. La pelirroja le miró con unos ojos que pedían paciencia y siguió dándole placer a sus pechos; su boca jugaba con aquella suave cúspide, mordisqueándola y lamiéndola.
Su boca estaba llena de experiencia y sus manos sabían todos los caminos de memoria para llegar hasta la cuna del placer. Entonces, siguió bajando, besando su abdomen. Fue más abajo, más abajo y más abajo, hasta que por fin, llegó al centro de Alice, húmedo y a la espera de servicio. La rubia soltó un gruñido profundo cuando Shane empezó a explorar con su lengua, deslizándola desde el clítoris hasta lo más bajo, y luego, entrando en ella con suavidad, sintiendo su sabor.
Alice arqueó su espalda, estaba cegada de placer, gemía y jadeaba. Sus caderas se movían y presionaba contra la boca de Shane, tratando de que esa pícara lengua entrara aún más; enredó sus manos en el cabello rojo carmesí y rodeó la cintura de la vampiro con sus piernas.
-Sha…ne….,Ahh!...-Estaba al punto de la locura, deseaba a la pelirroja con todas sus fuerzas. Luego de un momento, la pelirroja retiró sus labios y subió hasta besar a Alice nuevamente en la boca-Bébela…-Gimió la modelo, dando pleno permiso y disposición a Shane sobre su sangre. Otro beso siguió luego de esas palabras, hasta que fue bajando nuevamente por su mejilla, parando en su cuello; pasó su lengua sobre él, visualizando la sangre que corría por debajo.
Antes de hacer algo, la mano derecha de Shane juntó y sostuvo con firmeza las muñecas de Alice, bien arriba, donde no estorbaran, luego aprisionó las piernas de ella con las suyas y dejó caer parte de su peso corporal encima, en un intento de inmovilizarla casi por completo. Su mano izquierda entonces, bajó furtivamente hacia el sexo de la modelo, deslizando sus dedos sobre la suave y húmeda superficie.
Y sin decir una sola palabra, clavó sus colmillos en el pálido cuello, haciendo brotar la sangre, que inmediatamente fue a parar a boca de la vampiro, inundando sus sentidos. Como había previsto, Alice se movía demasiado y por eso, las amarras que tenía hacia su cuerpo se intensificaron, sujetó con más firmeza los brazos de la modelo y aprisionó más sus piernas, pero aún así, Alice se las arreglaba para hacer que el hecho de beber su sangre, fuera problemático.
Mientras bebía su sangre, tratando de estar lo más cómoda posible, Shane con su otra mano empezó a penetrar el sexo de Alice, dándole una carga de placer sexual extrema, que hizo que gimiera y gruñera aún más fuerte.
-¡Ahh! ¡Shane! ¡Shane!
Y fue entonces, que por fin llegó al clímax, tan esperado y delicioso, que Alice soltó un gemino final, antes de caer agotada encima de las perfumadas almohadas, jadeando y totalmente satisfecha. Shane, junto con ella, se dejó caer a su lado, con su apetito saciado y nuevas energías que sentía brotar de cada músculo de su esbelto cuerpo.
-Fue fantástico-Dijo Alice en un suspiro, luego de que se cubriera con las sábanas, la pelirroja sólo pensaba en el delicioso sabor que colmaba su boca. La rubia, al ver lo pensativo de su compañera, giró sobre sí misma para verla directamente a los ojos, apoyándose sobre sus codos.- ¿Nunca vas a dejar que te de amor?-Preguntó, con un semblante más serio.
-No-Respondió contundente Shane, haciendo descansar sus brazos cruzados sobre sus ojos-. Me conformo con dar placer a los demás.
-Que sarta de estupideces-A lo mejor no lo parecía, ya que lo disimulaba muy bien, pero Alice le enfurecía que Shane sólo se limitara a dar disfrute a los demás, sin dejarse tocar, acariciar, recibir placer o amor. Decidió quedarse callada para no generar una discusión.
La habitación quedó en silencio una vez más, el reloj marcaba las nueve y media de la noche, ya parte de la noche de Shane se había ido.
Y entonces, el teléfono que descansaba en la mesa de noche junto a la cama empezó a sonar, exaltando a las dos chicas. Shane se movió para coger el receptor.
-¿Qué sucede?...... ¿Qué?.... ¿Cuántos?.....Está bien…Si, esos bastardos están buscando provocarme…., si, enseguida….; dile a Charles que prepare las Casulls…, con balas punta hueca….si…y la Sig Saguer sólo por si acaso; está bien, te veré allá.-Y luego colgó. Se volteó para ver a Alice, quién la miraba interrogativamente-. Tres licántropos en Vanchesther.
Alice guardó un corto silencio meditativo.
-De seguro están tras el Agua Bendita de la iglesia de San Matews.
Shane soltó una risita.
-Vaya, están tratando de hacer la bala de Vanchesther otra vez. Creen que pueden matarme con eso.
-Pueden; si no los detenemos podrá tornarse malo para ti.
La pelirroja soltó una sonrisa sádica.
-Que el baño de sangre continúe-Dijo, como miles de veces en el pasado, saltando de la penumbra de su habitación, directo a la acción.
Continuará...
cada vez me gusta mas este fic, es muy interesante, y sus protagonistas mucho mas, gracias por tomarse el tiempo de subir los capitulos
ResponderEliminarAtt.
bombom7805
D: !! realmente muuy original! pero me quedo con ganas... T^T espero el proximo capitulo con ansias... GRACIAS POR SU TRABAJO!
ResponderEliminarestá escelente el fic! bstante envisiante! xD espero con ansias la conti
ResponderEliminarheyy la historia esta excelente! espero pronto la continuacion! gracias!
ResponderEliminarDe nuevo aqui, veo que los buenos lectores aun no dejan de aparecer, no se esperaba menos.
ResponderEliminarPara aquellos que les interesa esta apasionante historia deben saber que aun no han visto nada apenas comienza la aventura.
Solo queda esperar todo lo que sea necesario..
Pues de mi parte les digo: vale la pena esperar.
nice... hot... action... interesante y adictivo, todolo que me gusta en una historia, espero ver mas de ella porque me quede intrigada, promete mucho.
ResponderEliminarWoW ya me lei los otros dos capitulos, muy buena historia espro la continuacion. me djo con la intriga
ResponderEliminarhaha "directo a la accion"!!! stupefacente ^^ muy buena historia xD
ResponderEliminarKuroUsagi