Jibun no Unmei Cap. XXXVIII

Pues bueno, yo sé que he tardado mucho en postear esto, pero el tiempo apenas me da para mí u.u aún así se trata de hacer esto más llevadero y supongo que arena aún no termina de revisar su bandeja de entrada de tantas felicitaciones.

Felicidades atrasadas en este post, mi querida Arenita, sabes que se te aprecia nena y se te quiere demasiado por las personas del staff. Como bien dijiste una ocasión, somos un grupo muy unido en este aspecto y más que personillas cualesquiera nos apreciamos.

Felicidades nena ;)

Ahora si, se aceptan quejas y sugerencias para el próximo cap, porque quiero seguir viva XDDD que disfruten el post.



Jibun no Unmei Cap. XXXVII Conspiraciones Parte 1


Natsuki se desquició en rabia al leer la primera plana del periódico. Tal como había dicho Shizuru, la noticia saldría en primera plana. Después de dar unas cuantas pataletas se había serenado.


Shizuru también le había dicho que había llegado a un acuerdo con Sei. Un acuerdo que beneficiaba a ambos en todos los aspectos.


Y también que le mandaban saludos. ¿Saludos? ¿Es que acaso ese tipo era imbécil o deseaba morir antes de tiempo? Se serenó. Seguro que resultaba más fácil matar gente en la consola antes de poder pegarle un tiro a Fujimoto Sei.


Mai había preparado camarones empanizados. Quedan bien con la mayo, pensó también. Murmuraba algunas ideas extrañas mientras se llevaba bocados. Después de un rato pensó las caras, murmuraciones y chismes que se levantarían en el Fuuka. Dio un largo suspiro de resignación y se quedó tumbada en la cama mientras miraba por el ventanal.


El teléfono sonó en ese momento y contestó. Su madre. Genial. Era lo último que faltaba. Su celular también empezó a sonar, miró el número. Tal vez no. Harada Chie andaba tras una presa más.


-Por qué las hienas atacan cuando alguien está descansando? – dijo en voz baja refiriéndose a Chie.


Suspiró una vez más. Sabía que todo se solucionaría cuando Shizuru llegase.




Un despliegue de reporteros corría desesperadamente hasta el avión de donde bajaban Shizuru y Sei. La noticia había generado revuelos en los sectores económicos. Algunas acciones estaban tomando precios desorbitantes. Dos colosos se estaban uniendo en uno de los mejores enlaces de Japón.


Y en ese momento, los maestros del engaño hacían gala de sus habilidades sonriendo de diestra a siniestra con una facilidad que a Nagi le helaba la sangre. Sabía que su cabeza rodaría con toda la facilidad del mundo si Shizuru se enteraba de que servía fielmente a Fujimoto en las sombras antes que a ella.


Avanzó lentamente mientras recibía a su prima y era presentado por ella misma ante Sei después de evadir a una horda de reporteros en la privacidad de una limousina.


Sei sonrió sin complicaciones y Shizuru volteó a mirar a Nagi sin advertir que dentro de la sonrisa de Sei se escondía el “ya nos conocemos”.


Tal como Shizuru había previsto, todo mundo desesperaba por tomarles fotos y saber de su enlace. Mucha gente se estaba moviendo, tratando de asegurar un puesto alto entre las compañías de ambos. Muchos millones estaban en juego en cada movimiento. Fujimoto Sei, había rescatado la compañía familiar de la bancarrota haciéndola una de las más fuertes en el país en poco tiempo. Ahora, en sus manos una tan poderosa como la Fujino. Todo mundo quería estar en alianza con la mente de Midas de su futuro presidente.




Un emotivo encuentro se dio a cabo tras varias horas mientras por TV de manejaba una persecución a la pareja del momento. Cosa que intrigó mucho a Natsuki.


-Nunca dijimos que saldríamos en una, sólo nos vieron pasar en ella por el estacionamiento, pero…a veces algunos pasajeros se bajan antes de llegar a la salida – guiñó Shizuru.


Y de repente, todo aquello era un circo. En aquella casa se encontraban Mai, Mikoto, Reito, Takumi, Akira y varios más. Todos ellos perseguidos por la cazanoticias Chie-san que se había apostado frente a la habitación de Natsuki y Mai. Y esto sorprendía terriblemente a Sei, que en algún momento de la situación soltó una risotada que no pudo reprimir más.


-Esto es desquiciante – dijo después de recobrar la compostura y dar un carraspeo.

-Ya basta! Ahora si, quiero saber todo con detalles – contestó Natsuki mientras Sei se aflojaba la corbata y aceptaba los bocadillos de Mai.

-Uh, esto está excelente – su sonrisa de complacencia no era fingida.


Shizuru sonrió cuando notó que sólo buscaba enfadar a una ya exaltada Natsuki. Era curioso ver el comportamiento de Sei. Relajado era verdaderamente otra persona. Sus modales e inclusive su forma de hablar eran tan diferentes. Ahora si se comportaba como un adulto joven y no como un anciano amasando dinero.


Quedó dubitativa un momento. Si analizaba la situación, los dos se comportaban de la misma manera en otras situaciones.


-Kuga Natsuki – dijo Sei por fin.


Esta se paralizó un momento. La voz entretenida de Sei se había transformado en una seria y totalmente controlada.


-Hija única del dueño de Kuga Motors y la heredera de su imperio, un coeficiente intelectual de los más eminentes de Japón – sonrió – y muchos detalles más que sé a la perfección.


La sala había quedado en silencio sepulcral. Todos estaban callados. Inclusive Mikoto se había quedado mordiendo un pedazo de pizza.


-Lamento decirte esto, pero realmente voy a casarme con Fujino-san. Y tú te vendrás a vivir con nosotros.


Y la conmoción no duró mucho. Natsuki había saltado sobre Sei. Sei había esquivado a Natsuki y caído sobre Mai, quién a su vez le había dado un puntapié y al errar le dio a Reito quién soltó la bandeja que tenía en la mano, propinándole un tremendo golpe a Tate, mientras este escupía el refresco que estaba tomando, el cuál era esquivado graciosamente por Shizuru que bebía su taza de té.


Y cuando Natsuki se disponía a saltar nuevamente sobre su presa, la presa ya no estaba delante sino atrás de ella y le había sujetado las manos.

-Eh, déjame terminar fierecilla, mira todo el alboroto que has causado.


Natsuki miró a su alrededor. Las alfombras sucias, golpeados, despeinadas y cosas así. Sólo Shizuru se mantenía serena.


-Si he dejado a todas estas personas aquí, ha sido porque Shizuru-san quería testigos de por medio. Generalmente manejo mis asuntos en privado – susurró.

-Entiendo… - musitó Natsuki visiblemente apenada por un ataque de rabia.

-Bien, ya que todos estamos de acuerdo en que esto será una amena plática – decía Sei mientras soltaba a Natsuki – Podemos comer? Realmente tengo apetito y parece que hay aquí una persona con habilidades sorprendentes – Sonrió mientras miraba a Mai.


Reito sonrió complacido ante la observación. Mientras miraba a Shizuru tan tranquila, supo que no hacía falta preocuparse ante la llamada que había recibido. Fujimoto parecía ser una buena persona.


Durante la comida, Fujimoto explicaba que el interés por empresas Fujino era para asegurar el capital de inversión de su empresa familiar. Ya que era el único interesado en ello. Al principio Shizuru había desconfiado tremendamente. Sabía que era el primo de Alyssa, pero nunca se le había cruzado por la cabeza esa posibilidad de estar brevemente emparentados.


A diferencia de otras peticiones, Natsuki se preguntaba por su situación dentro de esa pantomima. Y habló en voz alta.


Sei sonrió mientras explicaba que sabía muy bien el tipo de relación entre ella y Shizuru y que no le molestaba en absoluto. El no tenía un interés sexual, sentimental ni nada parecido por Fujino. Así que esa parte no le interesaba en absoluto. Necesitaba el apellido Fujino por un año, eso era todo y que si ellos querían lo dejaba plasmado por escrito y con todos ellos por testigos.


Shizuru había permanecido callada todo ese tiempo. Y por fin tomó la palabra.


-Ahora que todos están con el conocimiento adecuado para eso. El trato que Sei me ha ofrecido es aún mejor. Al no ser ya la heredera de Fujino Shinji, seré libre de tomar mis propias decisiones. Sei está dispuesto a que el matrimonio se anule en un año y darme la libertad total. En resumen, me iré del país con una nueva personalidad.

-¡Qué? – sonó en el cuarto como una sola voz.

-Se que para todos es una noticia algo sorprendente, pero a una persona, no la hace un apellido. Además, todos sabemos que en este país nunca se tolerará una relación como la que tenemos Natsuki y yo.


Un desacelerado murmullo se escuchó entonces. Todos estaban brevemente tranquilos.


-Shizuru…Si Shizuru lo quiere no me queda más que apoyarla también – musitó Natsuki.
Una mirada rápida a las demás personas le daba tranquilidad en ese momento que no comprendía del todo.


Sei sonrió mientras asentía. Shizuru le había abrazado y todo parecía tener un tinte mucho más pausado que los demás debían deglutir junto con la comida. El anuncio oficial del compromiso estaba hecho y la ceremonia de enlace sería al finalizar Shizuru el instituto.


Y mientras todos respiraban mucho más tranquilos. Sei miraba lentamente esa reunión. Mientras su boca decía una cosa, su mente pensaba otra. Si, ya conocía a todo el círculo de amistades de Shizuru. Su plan, simplemente estaba saliendo a la perfección.