Hola que tal, ni me acordaba que hoy me tocaba postear... lo siento mi salud se ha visto mermada esta última semana, pero bueno dentro de un par de días ya estaré dando guerra otra vez y buscando cosas xupis para poder postearlas, por ahora os dejo con la continuación de este gran fic, comentarios por favor, y ole ole ole ole Alejandra jajaja
VERDADES A MEDIAS
Autor: Alejandra
Capítulo 3
El lunes Sergey llegó de traje acompañado por su padre, todos en la empresa lo conocían por el periódico, comidas y eventos, pero muy pocos lo habían visto en persona, aun así no dejaba de imponer respeto, fue directo a la oficina de Lena saludando a la gente que se cruzaba en el camino, él sabía que Lena ya estaba ahí, en el camino se encontró a Alex, también iba con Lena.
-Señor Katin, que sorpresa tan agradable, ¿como está?- le dijo amable y sincera Alex.
-Alexandra, pues estoy muy bien, aquí batallando… y tú muchacho, salúdala, demuestra algo de educación- le dijo a su hijo.
-Alexandra…
-Sergey…
-Bueno, no sé que se traigan ustedes pero recuerden que del odio al amor hay un paso- dijo el hombre caminando, ambos voltearon a verse con cara de asco.
Todos entraron a la oficina, Lena estaba escribiendo en la computadora, al verlos sonrió y se levantó a saludar a cada uno.
-¿Qué puedo hacer por ustedes?- preguntó Lena.
-Primero las damas- le dijo Sergey padre a Alex.
-Gracias señor, bueno Lena, ya hablé con la gente, habrá junta a las 3.
-Ok Alex, gracias- Lena sabía de esa junta desde el viernes, Alex realmente iba a platicar con Lena pero con la visita de su padre tuvo que usar un plan B.
-Bueno, me retiro, con permiso-dijo Alex saliendo.
-Alexandra no te vayas, necesito hablar con Lena pero quiero que estés presente- dijo Sergey padre.
-Oh bien señor- dijo volviendo a su lugar a un lado de Lena.
-Desde ahora, Sergey trabaja aquí- ambas voltearon a verse pero ninguna lo interrumpió- pero, será un ayudante general.
-¿¿Qué??- dijeron Sergey y Lena al mismo tiempo, Alex sonrió.
-Guarda silencio muchacho, Lena, Alexandra el va a ayudarles en lo que necesiten, ustedes serán su superiores.
-¡Pero papá!- dijo Sergey.
-¿Papá estas seguro de esto?- le preguntó Lena
-Claro hija, tu hermano necesita aprender ciertas cosas, sabes que desde que me retiré no he metido mano en los asuntos de la empresa ni te he cuestionado nada, pero la familia es la familia, Sergey- le dijo viéndolo- trabajarás aquí, cualquier cosa que no quieras hacer o que no hagas se me informará y tu y yo arreglaremos cuentas, ¿entendido?
-Sí papa…
-Está claro Lena, ¿Alexandra?
-Sí papa.
-Sí señor.
-Bien, me voy, iré a comprar una cosas con tu madre- el hombre se despidió de todos y Sergey se quedó sentado, no era lo mismo ir a la empresa como el hijo del fundador o el hermano de la dueña que ir a trabajar, le esperaban días muy cansados, Alex seguía sonriendo.
Ese día, Sergey hizo algunos trabajos simples pero molestos para él, Alex lo mandaba a traer cosas que después no utilizaba y le volvía a llamar para que se las llevara, el trabajo no era en sí tan pesado pero le molestaba el hecho de que ella pudiera darle órdenes.
Aunque Sergey pensó que Alex lo molestaría todo el tiempo, después de 3 días perdió el interés y ahora ya no le hablaba, Lena seguía mandándolo a todos lados, la semana pasó cansada para el chico y relajada para Lena.
-¡Viernes por fin!- dijo Lena sonriendo.
-Sí… ¿irás con Yulia?
-Sí Alex, pero antes prepararé la cena, la invitaré a cenar.
-Wow… eso es grande, no cocinas ni para ti…
-Lo sé…
-No te preocupes Lena, tal vez solo te agrade como amiga.
-Sí…
Ambas chicas se despidieron y salieron a sus destinos.
Lena llegó, se bañó y se vistió cómodamente y empezó a preparar la cena.
La pelirroja perdió la noción del tiempo en la cocina y cuando estaba dando los últimos toques el timbre sonó, Lena salió rápidamente de la cocina se acomodó el cabello y abrió la puerta, era Yulia.
-Hola- dijo Yulia tratando de sonreír.
-Hola, ¿tuviste un mal día?
-Un poco, ayer…- dijo entrando- solo estoy cansada… ¿a qué huele?
-La cena, ¿tienes hambre?
-Sí, eso huele delicioso Lena, no sabía que cocinabas.
-Hay cosas de mí que no sabes, vamos a cenar- dijo sonriendo tomándola de la mano.
Entraron a la cocina y Yulia se sentó en la mesa mientras Lena sacaba los platos y empezaba a servir la comida, ambas se sentaron a comer mientras Lena le contaba las novedades de su hermano, la rubia tenía una idea de la situación y le pareció dura pero justa la decisión del padre de Lena, al terminar de cenar Yulia estaba totalmente relajada y el cansancio aunque era notorio ya no le molestaba tanto como cuando llegó. Al terminar la velada se fueron al sillón y se sentaron juntas a ver televisión.
Lena se acomodó y Yulia se recargo en el costado de la pelirroja, pensó que se molestaría y estaba preparada con una disculpa pero Lena no le dijo nada.
Quince minutos después Yulia se había dormido en los brazos de Lena, ella seguía viendo la televisión cuando volteó a verla la vio mas linda que nunca, ¿por qué había llegado a ese trabajo? Algo grave debió pasar en su vida para verse forzada a eso, ¿pero qué? Lena acercó sus dedos a los labios de Yulia, los rozó apenas, la rubia sintió el contacto y pasó la lengua por sus labios, al parecer la había dado comezón. Lena sonrió, se fue acercando poco a poco quería besarla pero se detuvo, Yulia no la tocó cuando estaba semidesnuda, ella tampoco podía robarle un beso, si quería besarla sería con ella consciente y aceptándola, no lo haría mientras dormía.
Lena volvió a su lugar y se recargó en Yulia abrazándola.
A los pocos minutos Yulia despertó asustada alterándo a Lena también.
-¿¿Qué pasa Yulia??
-¿Lena?- dijo con la mano en el pecho
-Sí, soy yo, ¿qué pasa? Me asustaste.
-Nada, discúlpame… me quedé dormida, creo que será mejor que me vaya si no te molesta.
-… No, además mañana iré a trabajar- Lena se levantó y sacó dinero de la bolsa y se lo dio a Yulia, la rubia vio el dinero indecisa, no quería aceptarlo pero necesitaba dinero, desde que la conoció casi no aceptaba gente, solo lo hacía para juntar la cuota que debía darle al proxeneta que la cuidaba de los demás y la renta, empezaba a batallar por el dinero pero no quería que Lena lo supiera, tampoco quería su dinero pero no tenía otra opción, con la mirada abajo lo tomó, le dio las gracias y salió del departamento, Lena se quedo de pie viéndola, notó algo de vergüenza en ella pero no entendió por qué.
= = = = =
La semana pasó y era jueves nuevamente, Sergey seguía trabajando con Lena mientras Alex hacía como que no existiera y los demás le hablaban solo lo necesario mientras la pelirroja seguía manejando todo de igual manera, algunas veces veía a Sergey otras solo le hablaba por teléfono y le pedía algo, el pelirrojo estaba harto de eso y mostraba cada vez más mal humor y renuencia a hacer las cosas.
-¿Lena?- dijo la secretaria al teléfono.
-¿Sí? ¿Qué pasa?- dijo al altavoz sin dejar de escribir en la PC.
-Tu papá te llama.
-Gracias, pásame la llamada.
La llamada con ella se interrumpió y después se escuchó otro sonido, indicando que la llamada estaba conectada.
-¿Papá?
-Lena, ¿cómo estás?- dijo el hombre.
-Bien papa, ¿cómo están ustedes?
-Bien… bueno, la verdad te llamo porque Sergey no podrá trabajar estos días.
-¿Volvió a irse?- preguntó Lena esperanzada.
-No, se calló de las escaleras ahora antes de salir a trabajar, dijo que no le creerías y me pidió que te llamara.
-¿Se calló? ¿Pero cómo? ¿Está bien?
-Sí sí, no te preocupes, venimos del doctor, dijo que no tenía nada, solo necesita reposo y claro, tener más cuidado al bajar, tiene unos buenos golpes pero nada grave, solo algo doloroso.
-Ok papá, cuando salga iré a verlo, gracias por llamar.
-Adiós hija- dijo el hombre cortando la comunicación.
Lena se quedó pensando un poco, la idea de que él mismo se hubiera lanzado de las escaleras con tal de no trabajar le vino a la cabeza pero debía darle en mérito de la duda, solo fue un accidente, no sería capaz de tanto, menos contra él mismo.
-Lena- dijo Alex entrando después de tocar ligeramente.
-Hola Alex, ¿qué pasa?
-Pues no encuentro a Sergey, necesito algo de la parte sur.
-Sergey se calló de las escaleras de la casa de papa en la mañana, el doctor le recomendó reposo.
-¿En serio?- preguntó Alex no muy convencida.
-Sí, yo también pensé lo que piensas ahora pero no creo.
-No se me haría raro…
-Ni a mí pero bueno, no vendrá en lo que resta de la semana.
-Ok no importa, veras a Yulia con más libertad- le dijo Alex sonriendo.
-Sí, lo sé, sabes he estado pensando como decirle que trabaje aquí.
-…¿Por qué?- dijo sin sonreír.
-Pues me preocupa su eh… “trabajo”- dijo haciendo las comillas con los dedos- ¿es peligroso no crees?
-Claro, bueno… ¿y qué sabe hacer?
-No sé, debo hablar con ella eso también.
-Lena, no sabes qué sabe hacer, ¿con qué pretexto le dirás eso? No puede solo llegar y decirle que trabaje aquí así nada más.
-Lo sé Alex, lo sé, déjame pensar.
-Ok… bueno, ahora regreso, mandaré a alguien más por eso que necesito.
-Ok, te veo a la hora de comida.
Ambas siguieron con su trabajo.
Continuará...
jueves, 26 de marzo de 2009
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Verdades a medias Capítulo 3
3 comentarios:
Agradecemos y nos hace feliz que te animes a comentar, por favor al manifestar tu opinión recuerda hacerlo con tolerancia, recordando que no todos pensamos igual. Las críticas deben ser constructivas, siempre en un marco de respeto.
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Al comentar recuerda que estás mejorando tu cutis y reafirmando tus glúteos ^^
sigue asi ale=)
ResponderEliminarva interesante la historia, ya quiero ver mas de ella. excelente alejandra.
ResponderEliminarRachel.
exelente historia alejandra es muy buena escritora la felicito muy buena historia sergey realmente me cae de la patada jejeje
ResponderEliminarblack gracias por subir el fic es muy bueno espero q sigan tambien con de hanna realmente la espero anciosas y felicidades a alejandra por sus historias
{(angie)}