miércoles, 18 de marzo de 2009

El fic sin título IX

Buenos días gente!

Hoy Ali D no podrá postear, así que lo hago por ella. Otro emocionante capítulo de su fic sin título. Como podrán notar, estoy haciendo cambios en el blog, así que por razones que escapan a mi entendimiento (la gripe me pone algo más lenta) algunas funciones del blog no están disponibles, trataré de solventarlas lo antes posible.

Capítulo IX: Desaparición


- “¿Por qué eres tan cruel conmigo, Shizuru?” – Nao estaba atrapada en los brazos de la chica de quien estaba enamorada, pero lo que estaba pasando la sacaba de cuadro. Nao por fin pudo reaccionar y se apartó de Shizuru de inmediato - ¡No, Shizuru! Esto no está bien – Nao volteó la cabeza para no ver a Shizuru a los ojos.
- ¿Nao?... ¿Pero…?
- ¡Shizuru! ¡Tú amas a Natsuki!...... No puedo besarte…sabiendo que piensas… que piensas en otra persona……yo….
- …….. ¡Basta, Nao! – Shizuru empujó a Nao contra la pared sujetándola de las muñecas.
- ¡¿Shizuru?! – Nao le miraba sorprendida, luego se zafó bruscamente de Shizuru, quien finalmente se apoyó en la pared, cayendo de rodillas, avergonzada.
- ¡Es cierto! No… no hago más que dañar a las personas… Nao… yo…. Yo lo siento… Nao…
- ¡Basta, Shizuru!¡No quiero que hables así! – Nao se puso a la altura de Shizuru y tomó su rostro con ambas manos - ¿Me escuchaste? No vuelvas a decir eso… No estás sola… siempre… siempre me tendrás a mi…
- Nao… - Sin poder contenerse, Shizuru volvió a besar a Nao, pero esta vez, ella no se resistió.
- “Aunque me haga daño a mi misma… yo… Shi…zuru……” – el frío de la noche que se avecinaba, ya se podía sentir. Las dos chicas se separaron y Nao se abrazó a Shizuru, con la cara sonrojada y escondida entre los brazos de aquella que la besó, muerta de vergüenza y lágrimas silenciosas en sus ojos verde claro. Shizuru abrazó muy fuerte a la chica que tenía en brazos y acarició sus cabellos.
- “Eres demasiado perspicaz para poderte engañar… Nao… sé que sabes que no te amo como tú a mí… ¿Por qué lo hice?... No paro de hacerle daño a los demás…..Nao…¿no te importa?...... yo…..” – sus pensamientos se vieron interrumpidos por una ráfaga de luz blanca que atravesaba todo el cielo en la ciudad de Fuuka. Nao y Shizuru salieron apresuradamente del callejón para encontrar que la gente miraba el cielo, perpleja. La luz provenía de Fuuka Gakuen. Shizuru y Nao se miraron con interrogantes en su rostro, luego volvieron a dirigir sus ojos hacia la academia.
- “¿Qué puede haber pasado?” – pensó Nao.
- “Nat…suki……………………………………” – pensó por su parte, Shizuru – “Ni…. Nina………”
Un sonido como un silbido lejano, se pudo escuchar mientras la luz se desvanecía.



- ¿Dónde estará Natsuki? Salió muy temprano y ahora que se esta haciendo tarde…… aún no llega…… ¿Por qué siempre hace eso? – Mai cocinaba – “¿En qué andarás, amiga?”
- ¡Bbbbrrrrrrrrrrr! – el estómago de Mikoto hacía mucho ruido – Mai….. – decía un una voz desfallecida – Tengo hambre, Mai….
- ¡Vaya, Mikoto! Jejejejeje, aún debes esperar un poco ¿sí?
- De acuerdo, Mai….ahhhh……. – Mikoto estaba echada en el piso de la habitación, aburrida y con el estómago vacío, buscaba algo con que entretenerse mientras Mai terminaba de hacer la comida. De pronto, Mikoto vio la cajita metálica bajó la cama de Natsuki. Mai le había prohibido tocarla, pero Mikoto sentía mucha curiosidad, así que sigilosamente sacó la caja y de la caja, sacó la K-500. Fue con el arma hasta cerca de la ventana y empezó a darle vueltas y a jugar con ella cuando vio un pequeño gatito. Dejó el arma en alfeizar del balcón y salió saltado tras el gato. Luego de dar tanta vuelta tras el pequeño minino, Mikoto llegó a saltar al balcón y sin querer con el pie, activó el arma, que dio un sonoro disparo al cielo convirtiéndose en una cegadora y potente luz que se vio en lo alto del cielo.






- ¡¡Mikoto!!
- No puedo ver nada, Mai……
- ¡¡Mikoto!! – Mai trataba de cubrirse los ojos, pero la luz era muy fuerte. Luego de un momento que pareció muy largo, esta comenzó a desvanecerse - ¡Mikoto! ¡¿Dónde estás, Mikoto?!
- ¡Mai! ¡Por aquí, Mai! – De repente siguió un sonido que parecía un silbido de alta frecuencia que duró unos segundos - ¡¡AHH!!¡¡MAI!!
- ¡¡AHH!!¡¡MIKOTO!! – de pronto el ruido desapareció y junto con él, el resto de la luz.
- ¡¡¿¿QUE FUE ESO, MAI??!!
- ¡¡No grites Mikoto!! – Mai se tocó los oídos. Las dos chicas aún estaban un tanto sordas. En eso Mai logró divisar la pistola de Natsuki en el suelo. Vibraba un poco y por lo que Natsuki les había mostrado la vez anterior, se veía descargada - ¡¡Mikoto!! ¡¡Te dije que no jugarás con las cosas de Natsuki!!
- ¡¡Pero si yo no….!! – la pequeña ya estaba reclamando cuando Mai le indicó con el índice muy firme, que la pistola estaba fuera, cerca del balcón – Ehhh……bueno…… - Mikoto sonrió con ánimos y esperanzas de salvarse de la reta que le venía.



- “Shizuru… Shizuru ¿Por qué?” – Natsuki abrió los ojos de un golpe – “¿Dónde estoy?...... ¿estrellas?..... ¡Vaya! Que hermoso está el cielo…… a Shizuru le gusta ver el cielo……. ¿Por qué sigo pensando en ella?” – Quiso levantarse pero sintió un peso en el pecho. Irguió un poco la cabeza y pudo ver a Nina que dormía sobre ella. Nina temblaba un poco – “Esta haciendo frío… mejor irnos” – después de todo, la ropa que llevaban puesta no era muy abrigadora. Natsuki se levantó sosteniendo a Nina en sus brazos – Nina… - dijo con una voz delicada – Vamos Nina, es tarde…. – Nina empezó a abrir los ojos.
- ¿Natsuki? ¿Dónde estamos? – La voz de Nina aún sonaba adormilada.
- En el bosque. Nos hemos quedado dormidas…
- ¿En el bosque? ¿Qué estamos haciendo aquí?
- ¿Nina? “¿Qué diablos?” ¿No recuerdas como llegamos aquí?
- No……yo…… ¿Qué día estamos?
- “¡Oh por Dios!” ¡Vamos Nina que no es gracioso! - En ese momento una luz blanca atravesó el cielo extendiéndose y cubriendo a las estrellas en su totalidad. La luz era cegadora, parecía venir de un lugar cercano. Natsuki refugió a Nina entre sus brazos y volteó la cabeza para cubrirse un poco, sin dejar de buscar el lugar exacto de donde provenía la luz. La luz poco a poco se desvanecía y se escuchó un silbido un tanto distante. Natsuki vio de pronto que la luz venía de Fuuka Gakuen – “¡Mai!¡Mikoto!” ¡Vamos, Nina! – Natsuki tomó a Nina por el brazo, pero se detuvo a ver su herida desprotegida. Recordó que Nina se había arrancado la venda unas horas antes.
- ¿Qué fue eso, Natsuki?
- “Aún me recuerda… pero…… no hay tiempo” No hay tiempo Nina, tenemos que regresar a la escuela – Las dos chicas corrieron en dirección de la escuela.



*Farmacias Iwasaka*

- “Parece que el brazo de Nina se está recuperando, pero Nina nunca recuerda nada de los tratamientos…..no creo q sea solo la medicina, como dicen los doctores….¡Maldición! no puedo confiar en ellos, pero…” – Serguey estaba sentado con el rostro iluminado por la pantalla de su computadora – “debo encontrar ese maldito código…… Nina…¿hummm?.... Alguien viene” – Serguey guardó su trabajo y se dispuso a apagar la computadora cuando…..
- ¡Vaya Wong! ¿Trabajando hasta estas horas?
- Presidente… Ya me iba…
- Mmmm, si, necesitas descansar…. Necesito que vengas mañana temprano para revisar unos documentos….
- ¿Sucede algo, señor?
- No….. Solo que no podemos encontrar el maldito paquete... – Serguey Rió disimuladamente.
- Perdone mi atrevimiento, Señor, pero ¿no esta mostrándose un tanto obsesivo con ese artefacto?
- Puede ser, Wong, puede ser… Pero quiero saber que es lo que hizo Kuga en sus experimentos….
- ¿Cuál es su propósito, si encuentra el paquete?
- Sin saber que contiene, no puedo darle un propósito – El presidente de la corporación Iwasaka, formó una ligera sonrisa maliciosa en sus labios – pero al ser algo de Kuga… para mi es de mucho valor, no importa que sea…. Fue una de mis científicas más brillantes, lástima que quisiera traicionarnos, pero obtuvo…. Su “recompensa”…….. ¿Qué es eso? – Una luz blanca se veía a lo lejos.
- No lo sé señor – Serguey también miraba la luz fascinado cuando se dio cuenta de donde provenía – “No puede ser….. ¡Nina!”
- Parece que proviene de Fuuka Gakuen ¿No es así?





Natsuki y Nina llegaron a Fuuka Gakuen, todos los alumnos estaban fuera de los dormitorios, confundidos y en busca de respuestas. Por suerte, había pocos alumnos en la academia al ocurrir el incidente. Natsuki fue corriendo a donde pudo ver a Yukino que investigaba junto con el consejo estudiantil.
- ¡Yukino!
- ¿Kuga-san? ¿Wong-san?
- ¿Se conocen? – preguntó Natsuki.
- Ehh, sí, es mi deber conocer a los alumnos de la academia, sobretodo a los nuevos – Nina sonrió y Yukino también.
- Bueno….. ¿Qué es lo que ha pasado? – Natsuki se cruzó de brazos.
- Es lo que investigamos, pero no hemos podido hallar nada, no tenemos nada. En cuanto sepa algo, te lo haré saber. Por el momento quisiera que los alumnos que están en la academia esperaran en sus dormitorios, el consejo se encargará.
- Está bien, Yukino – Natsuki se fue con Nina hacía los dormitorios – “Eres una excelente Kaichou-sama, Yukino-san…” – Inmediatamente no pudo reprimir una sensación de tristeza en ella.


- ¿Natsuki?...... – Nina tocó la mano de Natsuki para detenerla.
- Dime Nina…… - Nina se abrazó a Natsuki y hundió sus rostros en sus brazos - ¿Qué pasó…. Qué pasó en el bosque? – Natsuki enrojeció. Era verdad que Nina no recordaba nada de lo sucedido, pero eso no significaba que Natsuki no lo hiciera…pero…
- “Un momento, si no recuerda lo que pasó… ¿Recordará lo que pasó con Shizuru?” – Natsuki no sabía como preguntárselo, debía tener mucho tacto – Ehhh… no… no pasó nada Nina, solo paseábamos… - fue entonces que la propia Nina contestó su interrogante.
- ¿Y Shizuru-sama? – Natsuki quedó de una pieza y la mirada se le opacó, Nina tampoco podía recordar eso. Las interrogantes se agolpaban en la cabeza de Natsuki, una detrás de otra, esperando por una respuesta.
- Creo… creo que necesitas descansar, Nina – Natsuki llevó a Nina a su habitación y se quedó hasta que esta se durmió, lo cual fue casi al instante. Le dio un beso en la mejilla mientras dormía y la arropó, pero en su mente las preguntas continuaban sumándose, había cada vez mas – “Shizuru…..”
Natsuki salió del cuarto y se dirigió a su habitación. Abrió la puerta y encontró un desorden infernal por la habitación. Comenzó a preocuparse.
- ¡Mai! ¡Mikoto! – Mai apareció desde la cocina y Mikoto de debajo de las tantas cosas que habían en el suelo - ¡Oh, Por Dios! ¿Están bien?
- Sí, Natsuki…
- ¡Vaya, que bien! – Natsuki se aclaró la garganta y dijo – Este… Saben ¿Saben qué pasó? – inmediatamente vio ensombrecerse el rostro de Mai, quien miraba a Mikoto con ojos asesinos. Mikoto, se escondía debajo de unas sábanas.
- Creo que sí, Natsuki – dijo Mai – pero no podemos dejar que salga de aquí ¿Verdad?
- ¡¡NO!! – Gritó Natsuki, luego, al darse cuenta que había gritado, bajó la voz – No, claro que no, nadie debe enterarse. ¿Dónde está el arma, Mai?
- La puse a la caja de nuevo, aunque se ve descargada – Natsuki dio un vistazo y vio que Mai estaba en lo cierto.
- Mejor guardarla – dijo Natsuki y puntualizó – Y no le diremos nada a nadie. Debemos ser cuidadosas – miró a Mikoto - ¿Entendido?
- Si, Natsuki-chan.
- ¡Vaya, Natsuki! Esa arma si que es poderosa – finalizó Mai.



Nao ya se había ido y Shizuru se sintió la peor persona del mundo. Besar a Nao no fue la acción más inteligente, pero no pudo contenerse. ¿Cómo podía jugar con una persona de esa manera?... Pueda que las dos hayan necesitado consuelo. Shizuru volvió a entrar al callejón a recoger su naginata, no la iba a dejar ahí aunque bastante raro se hacía ver a una persona pasear con aquella cosa.
En el momento en que se disponía a tomarla, escuchó unos gritos ahogados. Vio a la víctima de Nao retorcerse como un gusano, tratando de liberarse. Shizuru miró fijamente al pobre hombre y tomó firmemente si naginata, su mirada se nubló por completo y el brillo en sus ojos se perdió de inmediato. Acto seguido, apuntó con el arma. El hombre al ver esto empezó a desesperarse y a llorar. La mirada de esa chica castaña causaba escalofríos. Shizuru se quedó por un momento así, con el arma levantada en sus manos, luego la puso en su espalda y empezó a salir del callejón.
- ¡Patético! – Murmuró – “¿por qué pensé que eso me haría sentir mejor?”
- Ehhh… perdón señorita – un hombre había chocado con ella y le ofrecía su mano para levantarse.
- ¡Oh no! Perdone usted – Shizuru se paró rápido y salió corriendo. El hombre volteó.
- “Vaya, que chica, jajaja” – pensó Serguey.




Nao entró calladamente a su habitación pensando que podría encontrar a Aoi dormida, afortunadamente no estaba, Nao necesitaba estar sola.
Se tumbó en su cama boca arriba y miró el blanco del techo.
- ¿Por qué ahora? – susurró – Solo juegas conmigo ¿no es así……… Shizuru?... ¿Por qué ahora? – Nao empezaba a ser vencida por el sueño y el cansancio – A pesar de todo… eres lo mejor que me ha pasado…… Shi…zuru….


Nina empezó a abrir los ojos. Sintió una punzada en su espalda. Veía el techo blanco cuando se encontró arropada en su cama. Eran las tres de la mañana y Nina sentía que no podía dormir más. Se quitó las cobijas y sintió el frío matinal hasta los huesos, pero se quedó ahí, sentada en su cama sin hacer mayor movimiento. Miró su escritorio y decidió escribir algo:
“Mi mente ahora, es un torbellino… un torbellino de emociones y pasiones que poco o nada quedan en mi memoria. No puedo hacer nada por recuperarlos más que disfrutarlos cuando mi memoria en una lucidez fugaz me da una muestra de las cosas que realmente pasaron. No sé cuanto mas pueda soportar de esta manera, sin recuerdos importantes, sin experiencias vividas. Ahora mismo sintió mis labios calientes y un sabor indescriptible en ellos. Solo puedo decir que pienso que fuiste tú, Natsuki, la causante de esta sensación. Me desperté con la mente en blanco pero el corazón palpitante. Mi mente no recuerda que sucedió, pero mis labios cuentan otra historia…”
Nina interrumpió la escritura y sin ver lo que había puesto en el papel, lo guardó en un cajón de su escritorio. Luego miró el cielo por la ventana. Veía que todo empezaba a clarear. De pronto pensó en su padre.
- ¿Qué estarás haciendo? – murmuró.





La habitación estaba completamente oscura. Mai y Mikoto ya estaban dormidas y el silencio reinaba. Natsuki estaba echada en su cama mirando hacia la pared. Siguió dándole vueltas a lo acontecido.
- “Shizuru…… ¿Dónde estás?” – Natsuki seguía mirando inmóvil la pared. Sentía un suave acelerar en el pecho. Vino a su mente la sensación de las manos suaves de Shizuru pasando por su torso, subiendo parsimoniosamente por él. Sus dedos palpando suavemente su piel, para descender y nuevamente subir. Esa sensación cálida que le brindaban aquellas manos, esa sensación estupenda que le daba el sentir el cuerpo de Shizuru pegado al suyo, de sentir esos pechos maravillosos en su espalda, esas piernas tan cerca de las suyas; y el viento, ese viento helado y refrescante que solo produce la velocidad en la moto. Nunca se había sentido con nadie así. Natsuki se volteó y miró hacia el otro lado. Mai dormía apacible con Mikoto abrazada a ella (mejor dicho enganchada). Las respiraciones de las dos chicas tenían el mismo ritmo, el mismo pulso, el mismo compás; era una sola respiración. Ella también había experimentado esa dulce sensación junto con Shizuru. Solo con ella y nadie más. Natsuki puso sus propias manos cerca de su cintura para emular esa extraña pero bella sensación. Sabía que aquella vez, Shizuru le había besado ¿Por qué no podía corresponderle? En verdad se sentía muy estúpida. Seguía haciendo daño a la única persona que siempre había estado con ella – “Shizuru… ¿Por qué no puedo…?” – Natsuki se interrumpió a sí misma al sentir temblorosas lágrimas en sus ojos. Tomó un pañuelo que tenía en la mesa de noche, pero se detuvo al ver las iniciales. “N.W.” decía en suave bordado. Estaba ella también, ahora Nina estaba en su vida. Por fin, las lágrimas escaparon del par de esmeraldas, por fin las lágrimas demostraban exteriormente el caos interno – “¿Por qué lo hiciste, Shizuru?... ¿Por qué mataste a toda esa gente?” – Natsuki apretó el pañuelo entre sus manos y las lágrimas continuaban desbordándose silenciosas por sus mejillas, lágrimas amargas que salían de lo más profundo de su dolor y confusión. Debía encontrar a Shizuru, no podía permitir que saliera de su vida.


- ¿Cómo van las lecturas?
- Tardaremos de unas horas a un par de días más, Señor presidente.
- Me parece estupendo, nuestro tiempo de búsqueda se minimiza. ¿No es grandioso Wong?
- Ehh…. Sí señor – Serguey estaba con la mirada perdida en una de las computadoras que hacían veloces análisis, conjeturas y especulaciones acerca de la luz blanca de noches pasadas. No podía dejar de pensar en Nina. Desde que el doctor Sanada la trataba, su comportamiento iba cambiando, cada vez un poco más. Cada vez reconocía menos a su hija – “Kaori… No dejaré que le pasé nada a nuestra hija…. Pero esto… es tan difícil sin ti… Solo un poco más de tiempo…”
- Pensé que estarías entusiasmado, Wong…
- Lo estoy señor… pronto daremos con ese objeto… - el presidente vio a Serguey con el rabillo del ojo.



- “Vaya…amaneció soleado” – Nao miraba por la ventana de su habitación. Su compañera aún no había llegado, probablemente no regresaría hasta el día siguiente, así que tenía la habitación para ella sola.
Mientras tanto, Shizuru, desde la habitación en la universidad de Fuuka, miraba el despejado cielo azul de ese día.
- “Esta vez, tú estás feliz, pero no puedes ayudarme a que yo me sienta igual…”
- “Solo… soy… ¿una conquista más?” – pensó, Nao.
- “Solo es…una conquista mas ¿no es cierto?” – pensó Shizuru.
- “Pero es tan… tan nuevo para mí…”
- “O es…¿es diferente con ella?.... Naaa”
- “Shizuru… lo siento…”
- “Nao… lo siento… pero…”
- “Natsuki” – pensaron las dos. Shizuru tomó su móvil he hizo una llamada corta.



El centro de la ciudad estaba lleno de gente. Era normal, que un día así las personas salieran a pasear. El mediodía se acercaba y el sol estaba en su máximo esplendor y su fuerza, su calor alcanzaba hasta el que no quería ser alcanzando.
- Nao… - Nao volteó al sentir una mano en su hombro.
- Shizuru… - Shizuru estaba parada detrás de ella con una amplia sonrisa. No lejos de las dos muchachas, unos ojos espías observaban con detenimiento sus movimientos.
- ¿Qué quieres hacer?
- ¿Ehh? – Shizuru se acercó seductoramente a la chica y le miró directo a los ojos.
- Esto… esto es una cita Nao… - dijo en un leve susurró. Nao abrió los ojos hasta la pared de enfrente y empezó a balbucear algo pero no se le entendía.
- “¿Qué dijo?....... No puedo moverme….estoy paralizada…… ¿por qué me mira así?¿por qué no me muevo? Quiero…. Quiero correr…..” ehh….¿yo?.... cita…. ¿Tú….y yo?..... ahhh ehh…… - Shizuru posó el índice derecho en los labios de la pelirroja – “Shizuru…… ¿por qué me haces esto?”
- No hace falta que digas nada – seguidamente, tomó su mano y la jaló hacia el callejón.
- Ehhh ¿Shizuru…..? ¿Qué hac…? – un besó acalló sus preguntas. Nao sentía choques eléctricos por todo el cuerpo. Se separaron.
- ¿Vamos, Nao? – Shizuru volvió a tomar la mano de Nao y salieron de nuevo, por el otro lado del callejón.



- ¡Vamos Natsuki! Vayamos a la ciudad, para variar aunque sea ¿síiii? – Mai miraba a Natsuki con ojos de perrito abandonado a su triste suerte. Natsuki no quería ir a ningún sitio precisamente.
- Onegai, Natsuki-chan – rogó Mikoto.
- ¡Onegai! – imploraron las dos chicas.
- Bien, bien… Iré, iré… “¡Rayos!” Vamos antes de que me arrepie….. ¡Ahh! – Mai y Mikoto jalaron a Natsuki fuera de la habitación sin darle oportunidad alguna de terminar su frase, o de arrepentirse.
- Lo bueno – decía Mai en el camino – es que ahora no te arrastraremos hasta el centro comercial, como la última vez ¿verdad Mikoto?
- Si Mai.
- ¿Centro comercial? – Natsuki puso cara de pánico. Le gustaba ir a ver lencería y demás cosas, pero sola.
- Pues si vamos a la ciudad tenemos que pasa por ahí ¿no?......... ¡Natsuki! – Antes de que pudiera escapar, Mai sujetó a Natsuki por la capucha, casi ahorcándola – No escaparás de nuevo, dijiste que irías…. Y vas a ir……
- ¡NOOOO! – El gritó de Natsuki se ahogó entre las risas nada disimuladas de sus amigas.



Podía sentir una brisa fresca azotando su rostro, su cabello. Una mano cálida, apretando a la vez su propia mano, implorando que nunca la soltara; y a la vez, temerosa. Por un momento miró a la poseedora de esa mano, quería ver sus ojos y obligarse a creer en algo… pero ella tenía la mirada perdida, lejos de sus ojos, lejos de su alcance; los labios ligeramente entreabiertos y las mejillas sonrosadas.
- ¿Nao? – le dijo con una voz suave, alegre y tierna - ¿estás bien?
- ¿Ehh?.... Sí… - Nao la miró con cara de confusión.
- “Si tan solo fueras una chica tonta… podrías disfrutar mas esto…. Serías más feliz ¿no es así?” – pensó por un momento mirando los ojos verdes de su compañera. Se quedó un buen momento admirándolos. No tenían el mismo tono que los de Natsuki; estos eran más claros, de un verde oliva hermoso… pero eran inquietantes. Superficiales a primera vista, pero poco a poco te hundías en su profundidad. Nao se quemaba perdiéndose en esos ojos carmines, envolventes, hipnotizantes. Ambas chicas asieron la mano de la otra con más fuerza – “¿Por qué?” – se preguntó Shizuru. Pero no pudo contenerse, se volteó hacia aquella pelirroja y acarició su cabello.
- Shi… Shi…zuru…espera…
- ¿Qué pasa?
- Hay demasiada gente – Shizuru volvió a ver a su alrededor y era cierto. En el centro comercial había mucha gente y no faltó algún que otro curioso que se detuvo a ver. Shizuru miró picaronamente a toda esa gente y le dio un beso suave como un suspiro en la mejilla a Nao. Luego volvió a caminar, llevando a la chica por detrás. Apretó un poco su mano y sin previo aviso, la introdujo al tocador que estaba en esa recta. Ya en el tocador, la empujó dentro de uno de los cubículos.
- “Perdóname Nao, por favor” ¿Qué tal ahora? Aquí estamos solo tu y yo.
- “Shizuru, ¿Por qué haces esto?” – pero Nao no podía negarse, su corazón lo aceptaba, fuera un engaño, un juego, una tortura; su corazón lo aceptaba, lo aceptaba como pura poesía, estaba enamorada y no podía evitarlo – Shi……. – Shizuru puso un dedo sobre los labios de la chica.
- Shh… silencio no digas nada – fuera del cubículo se escuchaban pasos y a chicas conversando. Shizuru agregó en un susurró mas bajo aún – si haces ruido, la gente nos descubrirá – la mirada de Shizuru era muy sensual. Nao solo asintió. Aún con el ruido afuera, la adrenalina que circulaba por el cuerpo de ambas chicas era más fuerte. Shizuru tomó el rostro de Nao y la besó.





Nao pasó sus brazos por el cuello y espalda de Shizuru. La castaña tomó a Nao por el cabello y la cintura, arrinconándola a la pared. En este momento, poco importaba que pensaran las dos. Shizuru se separó algo violento de Nao, la miró a los ojos llena de desesperanza y reconoció la misma mirada en aquella chica, pero poco importó. Shizuru atrajo más hacia sí a Nao y empezó a besar a Nao en el cuello. El olor en su cuello era de jazmines, exquisito, aunque ya tenía un favorito. Shizuru continuó besando y acariciando a Nao, mientras ella trataba de reprimir la fuerza de su respiración agitaba por completo. La mente, el pensamiento de ambas chicas estaba nublado.
***** ***** ***** ***** *****
Shizuru y Nao salieron del tocador. Nao estaba abrazada al brazo de Shizuru y ella, sin incomodarse, acomodaba el cabello de la pelirroja. Ya era de noche y Shizuru acompañó a Nao afuera, pues ya debía irse. Después de despedir a Nao se sentó en una banca cerca de la puerta del centro comercial.



Mai, Mikoto y Natsuki salían del centro comercial. Mai llevaba un par de cosas para Mikoto y para ella. Natsuki prefirió no comprar nada ese día, solo estaba cansada y quería irse, pero lo había pasado bien con sus amigas, para variar.
- ¡EHH! ¿A qué ha sido bueno para variar, ver algunas cosas y pasear algo? – dijo Mai, muy contenta como siempre.
- Si, si, Mai – sonrió Mikoto.
- Y bueno si, ha sido bueno salir, para cambiar de aires – Natsuki sonrió derrotada ante la visible cara de triunfo de Mai. De repente, Natsuki vio una silueta conocida para ella. Estaba de espaldas, pero conocía esa figura – “¿Shizuru?”
- “¿Hmm?” – Shizuru sintió esa típica sensación de que alguien le observaba, se giró un poco y se encontró con esos ojos verdes. De nuevo esa sensación de inquietud tan particular en esos ojos. Natsuki también quedó inmovilizada. Mai y Mikoto se percataron, pero solo alcanzaron a ver a Shizuru levantándose apresuradamente y salir corriendo hacia el parque más grande que había cerca.
- ¡Natsuki! – Natsuki salió corriendo y Mai y Mikoto detrás de ella, pues no pudieron detenerla. Natsuki era bastante rápida.
- ¡Shizuru!¡Espera! – Shizuru también era rápida, pero Natsuki estaba a punto de alcanzarla cerca de unos matorrales, donde el parque ya estaba oscuro. Natsuki se abalanzó contra la chica, tomándola por la cintura y haciéndola caer junto con ella. Rodaron por una ladera hasta quedar quietas y adoloridas en un sitio plano. Natsuki presionaba con su cuerpo el cuerpo de Shizuru y aprisionaba sus muñecas.
- ¡Ahh!¡Me haces daño, Natsuki! – ni Shizuru sabía bien porque estaba forcejeando, pero luchaba por quitarse a Natsuki de encima y salir corriendo de nuevo.
- Calla, Shizuru… - Natsuki trataba de calmar a Shizuru, pero esta no se callaba. No quería estar con Natsuki, no quería verla, no quería escucharla, le remordía la consciencia.





- ¡Ahh!¡Suéltame o gritaré!¡Suéltame Natsuki!¡Ahhhh.........! – Su gritó fue ahogado en un beso profundo. Shizuru abrió bien los ojos y pudo ver el rostro de Natsuki tan cerca del suyo, sentía su respiración levemente agitada que iba al mismo ritmo que la propia. La presión en sus muñecas disminuyó poco a poco hasta que la soltó por completo. Natsuki se incorporó quedando aún encima de Shizuru. La castaña le miraba sonrojada y agitada.
- Lo siento – dijo quitándose de encima de Shizuru dejando que ella también se incorporará – Solo quería hablar contigo…… ¿Ehh? ¿Estás bien? – Shizuru había empezado a llorar en silencio - ¿Shizuru?
- Natsuki… – musitó agónicamente.
- No digas nada – la calló dulcemente – Solo quiero pedirte que no vuelvas a escapar así…
- Pero… ¿Y Nina?...
- No te preocupes… por eso… Acordamos que ese incidente quedaría en el pasado ¿verdad?
- Pero…
- Nina no recuerda que pasó ese día – en ese momento Natsuki se sonrojó un poco al recordarlo ella. Con Shizuru siempre se sentía segura, pero al estar con Nina sus sentimientos se confundían. Por el momento, eso no importaba – simplemente… cumple tu promesa…
- ¿Qué? – Shizuru levantó la cabeza.
- Prometiste que no me dejarías nunca, que estarías siempre conmigo… por eso… por eso no quiero que vuelvas a huir así.
- Natsuki… - Shizuru miró a Natsuki y sonrió. Quería besarla en ese instante, pero en su mente apareció Nao. Sabía que Nao se había dado cuenta de todo, pero debía hablar con ella; así que Shizuru solo abrazó muy fuerte a Natsuki, abrazó que fue correspondido. Las dos chicas se pararon y empezaron a salir del bosque cuando sintieron en sus nucas unos ojos espías.
Varios hombres vestidos de negro salieron de diversos sitios del parque. Uno de ellos informó por radio.
- Señor… la tenemos, e inmediatamente apresaron a Shizuru. A Natsuki, esta escena, se le hacía terriblemente familiar. Natsuki intentó tomar la mano de Shizuru y otros hombres la apartaron mientras ella gritaba.
- ¡NOOOOOOOOOO! ¡SHIZURU! ¡NOOOO! – el sueño que había tenido Natsuki, se hacía realidad. Un sueño donde la alejaban de Shizuru, se la llevaban. Solo que esta vez, al despertar, no encontraría a Shizuru calmando su fiebre. Natsuki se dio cuenta antes de recibir un golpe en la cabeza. La imagen borrosa de Shizuru fue lo último que vio.

2 comentarios:

  1. .yea me encanta esta de fabula buen trabajo

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  2. Ho Pod Dios me tienes así que ni se!! Así como que pobre shizuro Y por ratos si sí si natsuki y shizuro y por ratos me cae mal natsuki jajajaja y me da pesar con la pobre de Nao en fin excelente historia

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