Jibun no Unmei Cap XXX Revelaciones

Bueno chicas, este el el primer cap que subo en el blog antes de hacerlo público en el MMR, por motivos propios, es uno de los más cortos, así que ahora si pueden quejarse XDDD que la pasen bien, besillos y hasta luego ;)

Cap XXX Revelaciones

Las palabras de Shizuru habían hecho mella en su interior, ni ella entendía del todo la desolación de aquella niña perdiendo a su único hermano. Ella no podía entenderlo, porque no tenía hermanos, pero dentro de sí pensaba que sería parecido a perder a Mai. El sólo pensar eso le hacía estremecer su interior. Había crecido con aquella latosa desde que tenía edad para recordar.

Con todo y ello dejó dormir a Shizuru mientras ella preparaba algo para comer. Aunque no sabía que demonios podía hacer, puesto que las clases de cocina con Mai generalmente terminaban en una hoguera ritual y un cortafuegos cerca de ella.

Revisaba la alacena lentamente, prefería no estresarse tanto, pero aún así seguro que sería mucho más fácil pedir algo.


-Seguro que no quieres una ayuda, Nat-su-ki? – dejó escapar lentamente Shizuru.


Natsuki volteó lentamente para quedarse anonadada con una lata de algo que no alcanzaba a ver en la mano. Sólo tenía la manta de la cama cubriendo esas formas y vaya que no necesitaba más. Su cardíaco corazón latía desenfrenadamente mientras su dueña sentía enloquecer.


-Shizuru… - dejó escapar Natsuki


Y la interpelada curvó los labios en una sonrisa felina que denotaban que su objetivo se había cumplido. A Natsuki se le había olvidado que hacía en ese banco, no que demonios, se le había olvidado todo hasta dejar en su mente a la chica de Tokyo, con ese cabello sobre sus hombros desnudos.


-Creo que antes de comer algo – continuó Shizuru mientras veía la pijama azul de Natsuki – sería conveniente tomar un baño, no te parece?

-Un baño? – preguntó Natsuki mientras mantenía la vista fija en ella.

-No quieres? – soltó Shizuru con un gesto sorprendido.

-No, no he dicho eso… - respondió la otra mientras bajaba del banquillo y se acercaba

-Creo que entonces, debieras venir conmigo – continuaba Shizuru al estar Natsuki frente a ella. Le jalaba el cuello del pijama mientras avanzaba.



Natsuki no podía pensar, miraba su reflejo en esos ojos color rubí. El claro color de su piel, el susurro de su voz llenando sus sentidos, podía tocarla, y era suya. Apoyó la cabeza en el hombro de Shizuru mientras la abrazaba.


-Esa sábana te queda muy bien…

-Pero creo que me veo mejor sin ella – contestó la chica mientras sonreía y Natsuki soltaba una carcajada.

-Tienes toda la razón…


Una ducha y un desayuno culminó en una salida al parque con Dhuran. Al poco rato la incomodidad de ambas se hacía evidente, por lo que en ese momento Shizuru hizo una rápida llamada telefónica que concluyó con la visita de Akira y el traje de Shizuru.


Y rato después, Una pareja bastante apuesta caminaba por el parque con una mascota. Los chicos se mostraban contrariados de la belleza de la chica fuera de su alcance y las chicas se sentían celosas de la chica que caminaba junto a tan guapo muchacho.


Natsuki y Shizuru se divertían como enanas de la situación mientras sabían que eran observadas por la gente que hacía conjeturas extrañas de ellas.


Y antes de darse cuenta una serie de chicas caminaban tras ellas, lo que les causaba preocupación era que las seguían a distancia prudente y comenzaron a caminar mucho más deprisa, y ants de reaccionar ya se veían corriendo.


Y entonces ocurrió lo impensable, Shizuru tropezó con Dhuran, éste jaló la correa y Natsuki cayó sobre Shizuru, quién al levantar la cabeza se quedó sin la peluca y todo mundo exclamó un grito de sorpresa y Natsuki sentía el corazón en la garganta mientras un sudor frío le recorría el cuerpo. Los murmullos se escuchaban fuertemente, pero al final, ambas entendieron la situación y rieron. Si el mundo lo sabía, de cierta forma les había dado alivio…el problema sería, como lo tomaría el mundo pequeño que les rodeaba…


La multitud comenzó a alejarse lentamente mientras una pelirroja sonreía felinamente y guardaba una videocámara, su objetivo estaba cumplido. Su sonrisa era tan fría que a veces una persona se preguntaría si era humana.


Caminó lentamente mientras guardaba la cámara en una bolsa y al instante la bolsa se vió secuestrada mientras una sombra se detenía con ella en la mano.



-Sabía que tenías que ser tú – musitó Akira – mientras se llevaba la bolsa – Te la devolveré mañana continuó mientras un grito de Okuzaki se escuchaba fuerte tras de sí.

-Maldito gusano – sonrió Nao maliciosamente mientras se encaminaba hacia un matorral y sacaba otra cámara – sabía que estarías por aquí, así que tampoco me tomes a la ligera, maldito mocoso.



Natsuki llegó en compañía de Shizuru a casa, ahora ambas tenían un rostro preocupado, la gente que había visto no importaba, pero era tiempo para ella de hablar con su padre para decirle la situación. Esperaba que su padre lo tomara de buena manera.


La hora de dormir fue igual de imposible. Aún así, consiguió conciliar el sueño después de platicar con una efusiva Mai que llegó radiante pasada la medianoche.


El día escolar empezó con miradas extrañas y de todo tipo y no entendía ciertamente que pasaba hasta que Nagi le tendió el periódico escolar.


-Parece que las noticias vuelan más rápido de lo normal.


Natsuki lo tomó y en primera plana había fotos de lo ocurrido el día de ayer. Su mirada se dirigió lentamente a una revisión de la miradas indiscretas de la mañana y notó que el morbo les seguía.

-Es verdad - Siguió Natsuki – sabes quién ha sido? – le tendía el periódico.

-Tengo mis sospechas, pero Okuzaki-kun…tiene un objeto que comprobaría su culpabilidad. Pero si ya no lo tiene con ella, será difícil esto. He llamado a Shizuru-sama antes de verte entrar aquí.

-Ya veo – contestó Natsuki mientras atendía a una histérica Shizuru al teléfono.



Natsuki acababa de colgar cuando Takeda apareció frente a ella de forma tal que su gesto se deformó graciosamente.

-Kuga!

-Takeda!

-Kuga! Dime que no es cierto! Tiene que ser una equivocación! –musitaba con el periódico en sustitución de su espada.

-De qué demonios hablas, Takeda? – preguntó Natsuki visiblemente molesta aunque sabía muy bien el trasfondo de esa pregunta.

-No puedo creerlo Kuga! Simplemente es una broma muy pesada!



Natsuki oía sin escuchar, su mirada recorría el campus en busca de evidencia alguna de algo extraño, pero eso simplemente no ocurría, en lugar de ello las miradas curiosas estaban sobre ella y el molesto Takeda y entonces se le ocurrió.


-Harada! – Natsuki salió corriendo toda prisa hacia el periódico escolar. Sabía con certeza segura que Chie se encontraría ahí revisando las ventas de la publicación del día.


En efecto, Harada Chie estaba revisando la reimpresión del día. La noticia era una bomba, sobre todo esa foto con Shizuru-san sin la peluca y otra de ellas caminando tomadas de la mano antes de que empezara el desastre.


Su sorpresa no tuvo límites cuando la puerta se abrió intempestivamente. Kuga Natsuki había pateado la puerta con una fuerza tal que rebotó y fue detenida nuevamente por la mano de Kuga, quién mostraba una mirada pocas veces vista.


Y es que dentro de si, Harada Chie jamás imaginó ver a Natsuki así. Sabía que era una persona con un genio visiblemente malo y un carácter fuerte, pero la Natsuki de ahora era diferente.


-Harada Chie, tú y yo tenemos algo que hablar y más vale que detengas esa maldita máquina si no quieres verte en un problema mayor que un solo intercambio de palabras…