Hola, bienvenidas al paraíso yuri ^^, aquí os traigo el segundo capítulo de uno de los mejores fiscs que he leído, agradecería inmensamente que comentarais que os parece, una gran autora como lo es Alejandra se merece saber la opinión sobre sus historias, ya sean buenas o malas ¿no creeis? así que os lo pido de corazón!! COMENTAD!!! T_T es una orden!! jajaja es bromita :P
Y centrándonos en la historia como podeis ver la relación entre Julia y Lena va avanzando poco a poco, pero ¿qué pasará con la repentina aparición del hermano de Lena?
VERDADES A MEDIAS
Capítulo 2
-¿Te gusta la pelirroja entonces?- le preguntó María a Yulia, estaban en el departamento de Yulia.
-Sí, eso creo, es linda y muy amable, me trata bien, no sé…
-Es linda Yulia pero una no se enamora de los clientes ¿recuerdas?
-Sí… platicamos casi como amigas, es diferente con ella.
-¿Han tenido sexo?
-No, solo platicamos.
-Eso sí me sorprende, tres meses y no te ha tocado… eso habla bien de ella, hazte su amiga, igual te da trabajo en la empresa y sales de este hoyo… y no hablo de tu departamento, hablo del trabajo.
-Lo sé, no quiero aprovecharme de ella así, quiero tenerla como amiga.
-Entonces inténtalo- le dijo María mientras se metía un bocado a la boca.
= = = = =
Dos días habían pasado desde que Sergey había llegado a Moscú, Lena trataba de no enojarse con él por las cosas que hacía pero siempre lo recriminaba.
-¡Lena!- dijo Sergey cruzado de brazos.
-¡Lena!-dijo Alex con cierta frustración.
-¡Ah ya por favor! Parecen niños, por última vez no Sergey, no voy a despedir a Alex, traten de llevarse bien o discutan donde nadie los vea, esto parece casa de locos.
-¡Ash, bueno!- dijo Sergey levantándose de la silla- me voy a casa, este trabajo es cansado.
-Lena…-dijo Alex cuando Sergey se fue.
-Alex no quiero más quejas por favor- dijo tomándose las sienes con los dedos y cerrando los ojos, esos dos días habían sido realmente estresantes a causa de Sergey y su relación odio-odio con Alex.
-Lena, Sergey despidió a todos los obreros del sector 15.
-¿Qué dices?- preguntó abriendo los ojos y quitando las manos de la cabeza- ¿cómo que los despidió? ¿Por qué?
-Por idiota, llegó según él a implementar un nuevo dispositivo de trabajo y como todo lo que decía estaba mal nadie lo hizo, se enojó y los despidió, no se han ido, quieren hablar contigo.
-Pues vamos… no sé cuánto tiempo más pueda soportarlo aquí Alex, me colma la paciencia y apenas lleva dos días.
-Y mañana es viernes, no lo olvides-le dijo mientras se levantaba de la silla.
-No lo hago…- dijo Lena mientras salía de la oficina.
Al llegar con los obreros Lena los convocó a una junta, estaban asustados porque pensaban que iban a perder su trabajo, le pelirroja les explicó que aunque Sergey era su hermano no tenía ningún poder sobre ellos o sus trabajos, nadie más que Alex o ella podían despedir gente, les recomendó tratar de sobrellevar a su hermano el cual no tardaba en irse de nuevo, los obreros tranquilos y sabiendo que contaban con el apoyo de ambas mujeres volvieron felices a sus labores.
Era viernes, Lena caminaba con dirección a la oficina de Alex, desde que Sergey estaba ahí Alex ya no iba a la oficina de la pelirroja, quería evitar enfrentamientos accidentales con él y solo se veían a la hora de comer, Lena iba caminando pensando en que por fin era el día de la cita con Yulia.
-Te digo que lo hagas así, lo quiero así y bien hecho ¡y que quede bonito!- la voz de su hermano sacó a la pelirroja de sus pensamientos y regresó sin hacer ruido hasta la puerta entreabierta de la oficina de la gerente de ventas- no, no quiero que lo hagas cuando puedas, debes hacerlo ahora, lo quiero así, con rojo aquí.
-Señor Katin, no puedo hacerlo ahora, la señorita Katina necesita de manera urgente estas cosas, podría dejármelo aquí y en 30 minutos a más tardar se lo tengo listo.
-¿Qué te dije? Lo quiero ya… o quieres que le diga a mi hermana que no haces bien tu trabajo, te mandaría a la calle en menos que ésto- dijo tronando sus dedos.
Lena frunció el ceño, sabía que su hermano era un flojo pero no pensó que molestaba tanto a la gente, estaba escuchando a un Sergey que no solo era sarcástico como lo era con Alex, ese Sergey era altanero y muy prepotente, la pelirroja abrió la puerta.
-Sergey…- el pelirrojo se separó de la chica y sonrió al verla, pensó que no había escuchado nada.
-¡Hermanita! Que sorpresa…
-Sergey necesito hablar contigo, buenos días Lidia, ¿podrías hacerme el favor de llevarle esto a Alexandra? dile que yo se lo mando, ella sabe qué es.
La chica se levantó y tomó la carpeta que Lena le estaba dando.
-Lidia, por lo otro no te presiones tanto, tenemos hasta las 4- dijo cuando la chica salía de la oficina.
-Muy bien señorita Katina, ahora regreso.
Ambos pelirrojos la vieron salir de la oficina y Sergey iba a irse también pero Lena lo detuvo.
-Te dije que quería hablar contigo Sergey, vamos a mi oficina.
El chico puso cara de fastidio pero la siguió, al llegar cerraron la puerta y Sergey se sentó frente a ella.
-Y bien Lena, ¿para qué soy bueno?
-Eso mismo me pregunto yo- dijo Lena seriamente.
El pelirrojo se estiró en la silla y se cruzó de brazos.
-Sergey, eres mi hermano y te quiero, pero te diré esto claramente, nunca, jamás vuelvas a hablarle así a Lidia ni a ningún otro trabajador de aquí, no puedes gritarles ni maltratarlos así, ¿queda claro? Ellos trabajan aquí pero de ninguna manera son cosas de tu propiedad ni de nadie ¿ok?
-…- el pelirrojo la veía con expresión fastidiada.
-¿Está claro Sergey?
-Sí Lena, está claro como el agua.
-Ok, y ya deja a Alex en paz por favor.
-Y ya deja a Alex en paz por favor- dijo Sergey imitando el tono de Lena- ¡bah! No le hago nada.
-…No te quejes después de lo que te diga, ella se ha contenido por mí, pero no siempre será así, déjala tranquila.
-Ok, ok… llorona, ya me voy a la casa-dijo poniéndose de pie y saliendo.
-Ay Sergey…- dijo en voz baja negando con la cabeza.
Después de un agotador día Lena maneja por fin a buscar a Yulia, la encuentra donde siempre.
-¿Qué tal tu día Lena?
-De locos, la verdad estoy algo tensa.
-Puedo darte un masaje llegando a tu departamento- le dijo Yulia con una sonrisa.
-Sí, sería bueno.
El resto del viaje transcurrió en silencio Yulia no quiso molestar a Lena con alguna platica y mejor vio hacia la calle, al llegar al departamento Lena fue a su cuarto a cambiarse de ropa por una más cómoda, realmente estaba cansada, nunca hacía eso, al salir lo hace con el cabello suelto y una bata.
-Estoy lista para el masaje- le dice mientras la invita a la habitación.
Yulia sonrió y la siguió, al entrar se quedó sin palabras, la recámara era del tamaño de la mitad de su departamento.
-Wow…- dijo Yulia con la boca abierta.
-¿Qué pasa?- preguntó la pelirroja deteniéndose.
-Nada… vamos- dijo volviendo a caminar, al llegar se quedan al pie de la cama, Yulia se puso detrás de ella y empezó a tocarle los hombros- ¿qué te puso así de tensa? Pareces una roca.
-Bueno…- dijo dando media vuelta para estar de frente a Yulia- mi hermano llegó de viaje…
-Aja…
-Y él es algo…
-Aja…
-Pues ya sabes, tiene eso que…
-Aja…
-Es un idiota.
-…Aja…- frunciendo el ceño.
-¿Pero qué hago? Es mi hermano, tengo que soportarlo, dime ¿cómo me pongo o qué?
-Solo acuéstate en la cama- le dijo la morena frotando sus manos, en su bolsa tenía loción para el cuerpo, no era que acostumbrara dar masajes, la usaba siempre que lo necesitaba, como para quitarse otras lociones de su cuerpo.
-¿Me quito la bata?- le preguntó antes de acostarse.
-Hasta la cintura por favor.
-Ok- Lena dándole la espalda a Yulia se quito la bata y la dejo hasta la cintura, después se acostó en la cama boca abajo, Yulia veía la espalda de Lena, llegó un momento donde se dio cuenta que tenia la boca abierta y empezó a caminar para acercarse a ella.
-Empezaré entonces- dijo aclarando la garganta, se subió a la cama y se sentó en las curvas de Lena, muy cerca de sus glúteos y empezó a tocarle la espalda.
La pelirroja realmente necesitaba un masaje, a cada contacto de Yulia se quejaba, primero de dolor y después de relajación, ambos gemidos eran extremadamente sensuales para Yulia quien solo trataba de concentrarse y hacer bien su trabajo.
Veinte minutos después Lena ya no se quejaba, su espalda ya no estaba tensa, Yulia seguía tocando a Lena desde los hombros hasta la cintura, donde la bata no le permitía seguir bajando, la respiración de Lena era lenta y tranquila, suspiraba en momentos, parecía como si estuviera dormida, tal vez lo estaba después de la sesión de masaje de Yulia.
-¿Lena?- dijo la rubia retirando las manos-¿Lena?- volvió a preguntar acercándose a ella
inclinando el cuerpo sobre el de ella sin tocarla, pudo verla, dormía entre las sabanas de seda y sus rizos rojos.
-¿Lena?...- la pelirroja parecía no despertar en un tiempo, ¿qué haría? ¿Despertarla? ¿Esperarla? ¿Irse?... decidió irse, se levantó de la cama y buscó el baño para lavarse las manos, lo encuentra después de un paseo por la enorme habitación, el baño no era menos impresionante que la misma habitación, todo en orden y limpio, no imaginó a Lena lavando su propio baño, con esas uñas de seguro no lo haría, se lavó las manos y se vio en el espejo, se acomodó el cabello y salió.
-¡Ah dios!- dice sorprendida para después taparse la boca con la mano, mientras estaba en el baño Lena se dio vuelta y ahora dormía boca arriba con la bata y la sábana solo tapando parte de su cuerpo, Yulia puede verla semidesnuda, puede ver parte de sus senos, se acercó un poco más sin dejar de verla, estaba ya al pie de la cama sin quitarle los ojos de encima, Lena está dormida aún, con los labios un poco entre abiertos y el cabello revuelto, la palabra sexy vino a la mente de la rubia, desvió la mirada al resto del cuerpo, sería tan fácil tocarla, acariciar sus piernas incluso besarle los labios pero no, no sería como esos patanes que tanto odiaba, como pudo tapó el cuerpo de Lena y se preparó para salir de su habitación.
-Yulia…- dijo la pelirroja adormilada.
-¿Lena? Creí que dormías- dijo volviendo.
-Lo hacía pero me despertó la sábana, ven, no te vayas aún.
La rubia se sentó a su lado, Lena tenía los ojos cerrados.
-Ven acuéstate conmigo- dijo haciéndose a un lado.
La rubia se quedó paralizada, su cerebro trabajaba a mil por hora, ¿qué quería Lena? ¿Compañía? ¿Platicar en la cama? ¿Seguir durmiendo? … ¿Sexo? Yulia sacudió la cabeza, Lena no quería sexo, solo quería dormir.
-¿Te vas a acostar o no?- preguntó Lena sentada en la cama con la bata puesta, tanto tiempo había pasado pensando que la pelirroja se levanto y se vistió y ella ni se enteró de eso.
-Sí, sí, creo que te sirvió el masaje- dijo mientras se quitaba los zapatos.
-Sí, eres buena con las manos- la rubia se sonrojó un poco y dejó salir una risa- ah digo, por el masaje… ya acuéstate, estoy cansada y quiero dormir, mañana no te vayas, quiero hablar contigo.
-¿Mañana?
-No pensarás irte a la mitad de la noche ¿o sí?
-No, no, descansa.
Lena abrazó a Yulia con la cintura y pegó su cuerpo al de la rubia, después durmió plácidamente.
El reloj empezó a sonar a las 7.00 a.m., Yulia abrió un ojo y se descubrió a sí misma abrazando a Lena quien ahora le daba la espalda.
Lena se movió un poco haciendo que Yulia la soltara, la pelirroja apagó el reloj.
-Yulia- dijo levantándose de la cama- necesito hablar contigo.
La rubia pensó que le diría que no podían verse más.
-¿Recuerdas que dije ayer que mi hermano volvió de viaje?
-Sí…
-Bueno, él es algo… amigable por así decirlo, ya no podré ir a buscarte.
Yulia se levantó de la cama y se puso los zapatos.
-Entiendo.
-Quiero pedirte un favor…
-¿Cuál?- dijo Yulia empezando a salir de la habitación seguida de Lena.
-Quiero que sigas viniendo, no podré ir a buscarte pero tú puedes seguir viniendo, en taxi si quieres, yo lo pago.
Yulia frunció el ceño y desvió la mirada de la pelirroja.
-¿Yulia?
-Ok, ¿mismo día? ¿misma hora?
-Sí, respecto a lo de ayer…
La rubia abrió los ojos y pasó saliva.
-Gracias- dijo Lena.
-¿¿Ah??
-Gracias por cubrirme con la sabana.
-Ah si… claro… debo irme, te veo el viernes- dijo saliendo apresuradamente de ahí, que bueno que no la había tocado pensó mientras caminaba a su casa.
= = = = =
-¡Vaya! ¡Por fin!
-¡Cállate! No grites.
-Pues es que después de tanto Lena.
-Alex, escúchame, no tuve sexo, solo dormimos juntas….
Lena y Alex platicaban en la oficina de Lena, Sergey de ninguna manera iría en fin de semana a la empresa.
-Bueno pero algo es algo, dormiste semidesnuda con ella y no te tocó, aún cuando pensó que estabas durmiendo, eso es muy bueno… niégame ahora que te gusta- dijo Alex tomando café.
-No, no puedo negarte que me gusta, no sabes lo linda que es- respondió con una sonrisa.
-Hum… ¿sabes cual es su trabajo verdad?
-…Si
-¿Te molesta?
-La verdad empieza a molestarme.
Alex solo asintió y volvió a beber café, el silencio se apoderó de la oficina.
-Bueno Lena, si tanto te molesta sácala de ese oficio y dale trabajo aquí.
-Ya lo había pensado, pero no quiero que piense que estoy loca, le daré tiempo a la situación a ver qué pasa.
-Bien… yo iré a ver las geniales ideas de tu hermano en el sector 11, me han llegado quejas de él desde que llegó.
-Ya sé- le respondió Lena entre fastidiada y enojada- a mí también, recibo más llamadas internas con quejas que llamadas externas… no sé qué le pasa, él no era tan… así como es ahora.
-Es un consentido, eso pasó, luego regreso a darte el informe- dijo poniendo la taza vacía en la mesita del centro y yendo a la puerta.
-Sí Alex, gracias.
Lena se quedó sentada en el sillón pensando su situación, invitaría a Yulia a cenar cuando fuera a su departamento, es más ella misma cocinaría, la idea la hizo sonreír.
A la 1:30, media hora antes de salir Alex volvió con un informe detallado de las cosas que Sergey había hecho, Lena estaba harta de él, hablaría con su padre, la única persona en el mundo que el chico parecía respetar y hasta cierto punto temer.
= = = =
El domingo Lena fue a casa de su padre, Sergey seguía dormido a pesar de que ya pasaba del medio día, la pelirroja le explicó todo lo que estaba pasando, las quejas, las llamadas, llevó los informes, todo, el hombre molesto se levantó y fue hasta la recámara del chico mientras Lena se retiraba, no quería ver la humillación de su hermano, aunque sabía que lo merecía, Sergey padre siempre estuvo metido en negocios y tenia buen olfato para éstos, después de trabajar 3 años para otras personas renunció y con el dinero que le dieron creó una empresa, después de algunos altibajos la empresa se consolidó, la manejó durante 30 años, le enseñó a Lena todo lo que necesitaba saber ya que Sergey siempre parecía estar en las nubes, al retirarse no era un anciano, solo quería disfrutar de la vida con su esposa, sabía que su empresa estaba en buenas manos, Lena era muy responsable y entendía que el dinero no lo era todo, sabía que la gente valía por lo que era, no por lo que tenía, al contrario de Sergey, quien simplemente se daba una vida que siendo justos no merecía, el padre de los pelirrojos fue un buen padre siempre preocupado por su familia a pesar de su excesivo trabajo, pero cuando se enojaba, era severo en sus castigos, en parte por eso Sergey viajaba todo el tiempo, casi siempre huía antes de ser castigado por las cosas que hacía, al llegar a la empresa Lena trato de controlar a su hermano, pero no funcionó, ahora le dejaba el turno a su padre.
-¡Holgazán! ¡Levántate!- gritó mientras abría la puerta, Sergey seguía durmiendo, el hombre llegó hasta la cama y tomó el vaso de agua que Sergey había dejado a un lado la noche anterior y se la echó en la cara.
-¡¡Aah!! ¡¡Qué demonios!!-dijo al despertarse asustado- quién diablos… papá…
-¡Cállate! no puedo creer lo que haces en la empresa, con la gente, ¿que no entiendes que la mano de obra hace a una empresa grande? ¿O qué? ¿si los despides tú harás el trabajo de los obreros?
-Papá es que…
-¡Cállate! El lunes irás a trabajar con Lena y ya levántate, tienes que podar el césped, ¡muévete!
-Pero…
-¿Pero qué?
-…Nada…
El hombre dio media vuelta y salió de la habitación, Sergey pasó todo el domingo podando el césped de la mansión, vació la alberca, la limpió y volvió a llenarla, Sergey padre pensó en ponerlo a podar los árboles pero su esposa le pidió no hacerlo, no quería que las figuras en ellos se arruinaran, después de la alberca el sol estaba por meterse y lo dejó descansar.
Continuará...
Y centrándonos en la historia como podeis ver la relación entre Julia y Lena va avanzando poco a poco, pero ¿qué pasará con la repentina aparición del hermano de Lena?
VERDADES A MEDIAS
Capítulo 2
-¿Te gusta la pelirroja entonces?- le preguntó María a Yulia, estaban en el departamento de Yulia.
-Sí, eso creo, es linda y muy amable, me trata bien, no sé…
-Es linda Yulia pero una no se enamora de los clientes ¿recuerdas?
-Sí… platicamos casi como amigas, es diferente con ella.
-¿Han tenido sexo?
-No, solo platicamos.
-Eso sí me sorprende, tres meses y no te ha tocado… eso habla bien de ella, hazte su amiga, igual te da trabajo en la empresa y sales de este hoyo… y no hablo de tu departamento, hablo del trabajo.
-Lo sé, no quiero aprovecharme de ella así, quiero tenerla como amiga.
-Entonces inténtalo- le dijo María mientras se metía un bocado a la boca.
= = = = =
Dos días habían pasado desde que Sergey había llegado a Moscú, Lena trataba de no enojarse con él por las cosas que hacía pero siempre lo recriminaba.
-¡Lena!- dijo Sergey cruzado de brazos.
-¡Lena!-dijo Alex con cierta frustración.
-¡Ah ya por favor! Parecen niños, por última vez no Sergey, no voy a despedir a Alex, traten de llevarse bien o discutan donde nadie los vea, esto parece casa de locos.
-¡Ash, bueno!- dijo Sergey levantándose de la silla- me voy a casa, este trabajo es cansado.
-Lena…-dijo Alex cuando Sergey se fue.
-Alex no quiero más quejas por favor- dijo tomándose las sienes con los dedos y cerrando los ojos, esos dos días habían sido realmente estresantes a causa de Sergey y su relación odio-odio con Alex.
-Lena, Sergey despidió a todos los obreros del sector 15.
-¿Qué dices?- preguntó abriendo los ojos y quitando las manos de la cabeza- ¿cómo que los despidió? ¿Por qué?
-Por idiota, llegó según él a implementar un nuevo dispositivo de trabajo y como todo lo que decía estaba mal nadie lo hizo, se enojó y los despidió, no se han ido, quieren hablar contigo.
-Pues vamos… no sé cuánto tiempo más pueda soportarlo aquí Alex, me colma la paciencia y apenas lleva dos días.
-Y mañana es viernes, no lo olvides-le dijo mientras se levantaba de la silla.
-No lo hago…- dijo Lena mientras salía de la oficina.
Al llegar con los obreros Lena los convocó a una junta, estaban asustados porque pensaban que iban a perder su trabajo, le pelirroja les explicó que aunque Sergey era su hermano no tenía ningún poder sobre ellos o sus trabajos, nadie más que Alex o ella podían despedir gente, les recomendó tratar de sobrellevar a su hermano el cual no tardaba en irse de nuevo, los obreros tranquilos y sabiendo que contaban con el apoyo de ambas mujeres volvieron felices a sus labores.
Era viernes, Lena caminaba con dirección a la oficina de Alex, desde que Sergey estaba ahí Alex ya no iba a la oficina de la pelirroja, quería evitar enfrentamientos accidentales con él y solo se veían a la hora de comer, Lena iba caminando pensando en que por fin era el día de la cita con Yulia.
-Te digo que lo hagas así, lo quiero así y bien hecho ¡y que quede bonito!- la voz de su hermano sacó a la pelirroja de sus pensamientos y regresó sin hacer ruido hasta la puerta entreabierta de la oficina de la gerente de ventas- no, no quiero que lo hagas cuando puedas, debes hacerlo ahora, lo quiero así, con rojo aquí.
-Señor Katin, no puedo hacerlo ahora, la señorita Katina necesita de manera urgente estas cosas, podría dejármelo aquí y en 30 minutos a más tardar se lo tengo listo.
-¿Qué te dije? Lo quiero ya… o quieres que le diga a mi hermana que no haces bien tu trabajo, te mandaría a la calle en menos que ésto- dijo tronando sus dedos.
Lena frunció el ceño, sabía que su hermano era un flojo pero no pensó que molestaba tanto a la gente, estaba escuchando a un Sergey que no solo era sarcástico como lo era con Alex, ese Sergey era altanero y muy prepotente, la pelirroja abrió la puerta.
-Sergey…- el pelirrojo se separó de la chica y sonrió al verla, pensó que no había escuchado nada.
-¡Hermanita! Que sorpresa…
-Sergey necesito hablar contigo, buenos días Lidia, ¿podrías hacerme el favor de llevarle esto a Alexandra? dile que yo se lo mando, ella sabe qué es.
La chica se levantó y tomó la carpeta que Lena le estaba dando.
-Lidia, por lo otro no te presiones tanto, tenemos hasta las 4- dijo cuando la chica salía de la oficina.
-Muy bien señorita Katina, ahora regreso.
Ambos pelirrojos la vieron salir de la oficina y Sergey iba a irse también pero Lena lo detuvo.
-Te dije que quería hablar contigo Sergey, vamos a mi oficina.
El chico puso cara de fastidio pero la siguió, al llegar cerraron la puerta y Sergey se sentó frente a ella.
-Y bien Lena, ¿para qué soy bueno?
-Eso mismo me pregunto yo- dijo Lena seriamente.
El pelirrojo se estiró en la silla y se cruzó de brazos.
-Sergey, eres mi hermano y te quiero, pero te diré esto claramente, nunca, jamás vuelvas a hablarle así a Lidia ni a ningún otro trabajador de aquí, no puedes gritarles ni maltratarlos así, ¿queda claro? Ellos trabajan aquí pero de ninguna manera son cosas de tu propiedad ni de nadie ¿ok?
-…- el pelirrojo la veía con expresión fastidiada.
-¿Está claro Sergey?
-Sí Lena, está claro como el agua.
-Ok, y ya deja a Alex en paz por favor.
-Y ya deja a Alex en paz por favor- dijo Sergey imitando el tono de Lena- ¡bah! No le hago nada.
-…No te quejes después de lo que te diga, ella se ha contenido por mí, pero no siempre será así, déjala tranquila.
-Ok, ok… llorona, ya me voy a la casa-dijo poniéndose de pie y saliendo.
-Ay Sergey…- dijo en voz baja negando con la cabeza.
Después de un agotador día Lena maneja por fin a buscar a Yulia, la encuentra donde siempre.
-¿Qué tal tu día Lena?
-De locos, la verdad estoy algo tensa.
-Puedo darte un masaje llegando a tu departamento- le dijo Yulia con una sonrisa.
-Sí, sería bueno.
El resto del viaje transcurrió en silencio Yulia no quiso molestar a Lena con alguna platica y mejor vio hacia la calle, al llegar al departamento Lena fue a su cuarto a cambiarse de ropa por una más cómoda, realmente estaba cansada, nunca hacía eso, al salir lo hace con el cabello suelto y una bata.
-Estoy lista para el masaje- le dice mientras la invita a la habitación.
Yulia sonrió y la siguió, al entrar se quedó sin palabras, la recámara era del tamaño de la mitad de su departamento.
-Wow…- dijo Yulia con la boca abierta.
-¿Qué pasa?- preguntó la pelirroja deteniéndose.
-Nada… vamos- dijo volviendo a caminar, al llegar se quedan al pie de la cama, Yulia se puso detrás de ella y empezó a tocarle los hombros- ¿qué te puso así de tensa? Pareces una roca.
-Bueno…- dijo dando media vuelta para estar de frente a Yulia- mi hermano llegó de viaje…
-Aja…
-Y él es algo…
-Aja…
-Pues ya sabes, tiene eso que…
-Aja…
-Es un idiota.
-…Aja…- frunciendo el ceño.
-¿Pero qué hago? Es mi hermano, tengo que soportarlo, dime ¿cómo me pongo o qué?
-Solo acuéstate en la cama- le dijo la morena frotando sus manos, en su bolsa tenía loción para el cuerpo, no era que acostumbrara dar masajes, la usaba siempre que lo necesitaba, como para quitarse otras lociones de su cuerpo.
-¿Me quito la bata?- le preguntó antes de acostarse.
-Hasta la cintura por favor.
-Ok- Lena dándole la espalda a Yulia se quito la bata y la dejo hasta la cintura, después se acostó en la cama boca abajo, Yulia veía la espalda de Lena, llegó un momento donde se dio cuenta que tenia la boca abierta y empezó a caminar para acercarse a ella.
-Empezaré entonces- dijo aclarando la garganta, se subió a la cama y se sentó en las curvas de Lena, muy cerca de sus glúteos y empezó a tocarle la espalda.
La pelirroja realmente necesitaba un masaje, a cada contacto de Yulia se quejaba, primero de dolor y después de relajación, ambos gemidos eran extremadamente sensuales para Yulia quien solo trataba de concentrarse y hacer bien su trabajo.
Veinte minutos después Lena ya no se quejaba, su espalda ya no estaba tensa, Yulia seguía tocando a Lena desde los hombros hasta la cintura, donde la bata no le permitía seguir bajando, la respiración de Lena era lenta y tranquila, suspiraba en momentos, parecía como si estuviera dormida, tal vez lo estaba después de la sesión de masaje de Yulia.
-¿Lena?- dijo la rubia retirando las manos-¿Lena?- volvió a preguntar acercándose a ella
inclinando el cuerpo sobre el de ella sin tocarla, pudo verla, dormía entre las sabanas de seda y sus rizos rojos.
-¿Lena?...- la pelirroja parecía no despertar en un tiempo, ¿qué haría? ¿Despertarla? ¿Esperarla? ¿Irse?... decidió irse, se levantó de la cama y buscó el baño para lavarse las manos, lo encuentra después de un paseo por la enorme habitación, el baño no era menos impresionante que la misma habitación, todo en orden y limpio, no imaginó a Lena lavando su propio baño, con esas uñas de seguro no lo haría, se lavó las manos y se vio en el espejo, se acomodó el cabello y salió.
-¡Ah dios!- dice sorprendida para después taparse la boca con la mano, mientras estaba en el baño Lena se dio vuelta y ahora dormía boca arriba con la bata y la sábana solo tapando parte de su cuerpo, Yulia puede verla semidesnuda, puede ver parte de sus senos, se acercó un poco más sin dejar de verla, estaba ya al pie de la cama sin quitarle los ojos de encima, Lena está dormida aún, con los labios un poco entre abiertos y el cabello revuelto, la palabra sexy vino a la mente de la rubia, desvió la mirada al resto del cuerpo, sería tan fácil tocarla, acariciar sus piernas incluso besarle los labios pero no, no sería como esos patanes que tanto odiaba, como pudo tapó el cuerpo de Lena y se preparó para salir de su habitación.
-Yulia…- dijo la pelirroja adormilada.
-¿Lena? Creí que dormías- dijo volviendo.
-Lo hacía pero me despertó la sábana, ven, no te vayas aún.
La rubia se sentó a su lado, Lena tenía los ojos cerrados.
-Ven acuéstate conmigo- dijo haciéndose a un lado.
La rubia se quedó paralizada, su cerebro trabajaba a mil por hora, ¿qué quería Lena? ¿Compañía? ¿Platicar en la cama? ¿Seguir durmiendo? … ¿Sexo? Yulia sacudió la cabeza, Lena no quería sexo, solo quería dormir.
-¿Te vas a acostar o no?- preguntó Lena sentada en la cama con la bata puesta, tanto tiempo había pasado pensando que la pelirroja se levanto y se vistió y ella ni se enteró de eso.
-Sí, sí, creo que te sirvió el masaje- dijo mientras se quitaba los zapatos.
-Sí, eres buena con las manos- la rubia se sonrojó un poco y dejó salir una risa- ah digo, por el masaje… ya acuéstate, estoy cansada y quiero dormir, mañana no te vayas, quiero hablar contigo.
-¿Mañana?
-No pensarás irte a la mitad de la noche ¿o sí?
-No, no, descansa.
Lena abrazó a Yulia con la cintura y pegó su cuerpo al de la rubia, después durmió plácidamente.
El reloj empezó a sonar a las 7.00 a.m., Yulia abrió un ojo y se descubrió a sí misma abrazando a Lena quien ahora le daba la espalda.
Lena se movió un poco haciendo que Yulia la soltara, la pelirroja apagó el reloj.
-Yulia- dijo levantándose de la cama- necesito hablar contigo.
La rubia pensó que le diría que no podían verse más.
-¿Recuerdas que dije ayer que mi hermano volvió de viaje?
-Sí…
-Bueno, él es algo… amigable por así decirlo, ya no podré ir a buscarte.
Yulia se levantó de la cama y se puso los zapatos.
-Entiendo.
-Quiero pedirte un favor…
-¿Cuál?- dijo Yulia empezando a salir de la habitación seguida de Lena.
-Quiero que sigas viniendo, no podré ir a buscarte pero tú puedes seguir viniendo, en taxi si quieres, yo lo pago.
Yulia frunció el ceño y desvió la mirada de la pelirroja.
-¿Yulia?
-Ok, ¿mismo día? ¿misma hora?
-Sí, respecto a lo de ayer…
La rubia abrió los ojos y pasó saliva.
-Gracias- dijo Lena.
-¿¿Ah??
-Gracias por cubrirme con la sabana.
-Ah si… claro… debo irme, te veo el viernes- dijo saliendo apresuradamente de ahí, que bueno que no la había tocado pensó mientras caminaba a su casa.
= = = = =
-¡Vaya! ¡Por fin!
-¡Cállate! No grites.
-Pues es que después de tanto Lena.
-Alex, escúchame, no tuve sexo, solo dormimos juntas….
Lena y Alex platicaban en la oficina de Lena, Sergey de ninguna manera iría en fin de semana a la empresa.
-Bueno pero algo es algo, dormiste semidesnuda con ella y no te tocó, aún cuando pensó que estabas durmiendo, eso es muy bueno… niégame ahora que te gusta- dijo Alex tomando café.
-No, no puedo negarte que me gusta, no sabes lo linda que es- respondió con una sonrisa.
-Hum… ¿sabes cual es su trabajo verdad?
-…Si
-¿Te molesta?
-La verdad empieza a molestarme.
Alex solo asintió y volvió a beber café, el silencio se apoderó de la oficina.
-Bueno Lena, si tanto te molesta sácala de ese oficio y dale trabajo aquí.
-Ya lo había pensado, pero no quiero que piense que estoy loca, le daré tiempo a la situación a ver qué pasa.
-Bien… yo iré a ver las geniales ideas de tu hermano en el sector 11, me han llegado quejas de él desde que llegó.
-Ya sé- le respondió Lena entre fastidiada y enojada- a mí también, recibo más llamadas internas con quejas que llamadas externas… no sé qué le pasa, él no era tan… así como es ahora.
-Es un consentido, eso pasó, luego regreso a darte el informe- dijo poniendo la taza vacía en la mesita del centro y yendo a la puerta.
-Sí Alex, gracias.
Lena se quedó sentada en el sillón pensando su situación, invitaría a Yulia a cenar cuando fuera a su departamento, es más ella misma cocinaría, la idea la hizo sonreír.
A la 1:30, media hora antes de salir Alex volvió con un informe detallado de las cosas que Sergey había hecho, Lena estaba harta de él, hablaría con su padre, la única persona en el mundo que el chico parecía respetar y hasta cierto punto temer.
= = = =
El domingo Lena fue a casa de su padre, Sergey seguía dormido a pesar de que ya pasaba del medio día, la pelirroja le explicó todo lo que estaba pasando, las quejas, las llamadas, llevó los informes, todo, el hombre molesto se levantó y fue hasta la recámara del chico mientras Lena se retiraba, no quería ver la humillación de su hermano, aunque sabía que lo merecía, Sergey padre siempre estuvo metido en negocios y tenia buen olfato para éstos, después de trabajar 3 años para otras personas renunció y con el dinero que le dieron creó una empresa, después de algunos altibajos la empresa se consolidó, la manejó durante 30 años, le enseñó a Lena todo lo que necesitaba saber ya que Sergey siempre parecía estar en las nubes, al retirarse no era un anciano, solo quería disfrutar de la vida con su esposa, sabía que su empresa estaba en buenas manos, Lena era muy responsable y entendía que el dinero no lo era todo, sabía que la gente valía por lo que era, no por lo que tenía, al contrario de Sergey, quien simplemente se daba una vida que siendo justos no merecía, el padre de los pelirrojos fue un buen padre siempre preocupado por su familia a pesar de su excesivo trabajo, pero cuando se enojaba, era severo en sus castigos, en parte por eso Sergey viajaba todo el tiempo, casi siempre huía antes de ser castigado por las cosas que hacía, al llegar a la empresa Lena trato de controlar a su hermano, pero no funcionó, ahora le dejaba el turno a su padre.
-¡Holgazán! ¡Levántate!- gritó mientras abría la puerta, Sergey seguía durmiendo, el hombre llegó hasta la cama y tomó el vaso de agua que Sergey había dejado a un lado la noche anterior y se la echó en la cara.
-¡¡Aah!! ¡¡Qué demonios!!-dijo al despertarse asustado- quién diablos… papá…
-¡Cállate! no puedo creer lo que haces en la empresa, con la gente, ¿que no entiendes que la mano de obra hace a una empresa grande? ¿O qué? ¿si los despides tú harás el trabajo de los obreros?
-Papá es que…
-¡Cállate! El lunes irás a trabajar con Lena y ya levántate, tienes que podar el césped, ¡muévete!
-Pero…
-¿Pero qué?
-…Nada…
El hombre dio media vuelta y salió de la habitación, Sergey pasó todo el domingo podando el césped de la mansión, vació la alberca, la limpió y volvió a llenarla, Sergey padre pensó en ponerlo a podar los árboles pero su esposa le pidió no hacerlo, no quería que las figuras en ellos se arruinaran, después de la alberca el sol estaba por meterse y lo dejó descansar.
Continuará...
Que interesante se ve el desarrollo de la historia( yo pondría a julia robert en el papel de yulia si fuera peli...), me encanta tu historia Alejandra, espero ver mas y pronto...como dije antes me encantan tus historias niña, casi tanto como me gustaría conocerte...
ResponderEliminarRachel.
Es una histiria muy buena...y k sean las lolitas rusas xD...bueno digamos k hace mas sencillo el imaginarlas.
ResponderEliminarP.D.por cierto escribes de lo mejor y espero k lo sigas haciendo igual d bien =).
P.D.2..lo olvidava...publica pronto el siguiente cap.
Este fanfic me llamó la atención, en un principio, porque me recordaba a una de mis películas favoritas, Pretty Woman. Luego que la empiezas es imposible dejar de leer.
ResponderEliminarLa historia se va desarrollando de una manera coherente, con buenas dosis de humor y drama.
Creo que así no se tratara de Yulia y Lena (por cierto, me encanta la pelirroja) igualmente sería una historia fantástica.
Mis respetos nuevamente para Alejandra y es un placer leer tu fic acá. Blacky una vez más, gran elección.
Saluditos!