domingo, 9 de noviembre de 2008

Rojo sobre rojo Capítulo 2 (Parte 1)

Como regalo del fin de semana, otro emocionante episodio de esta genial historia. Vaya que me encantan las chicas con pistolas. En fin, sin más preámbulos, que lo disfruten...

Capítulo 2. Rojo sangre

Autor: Kouryuu Shizuka

~ Capitulo 2~ Parte 1
"Rojo sangre"


Los días siguientes Mia no quiso apenas salir de casa, y si lo hacía... era para ir al instituto, y no sin más gente a su alrededor, pero no por petición de su padre, sino por la suya propia.

No quería... que volviera a ocurrir... además... ese día Sven conducía el Rolls justo cuando fue a recogerla a la institución para ir a casa de nuevo, y no Nyssa, cosa que le extrañó y preocupó.

- ¿Y Nyssa? - Mia se adelantó un poco hasta poder apoyar los brazos entre los asientos delanteros.
- Mia... vuelve a tu asiento...
La chica se dejó caer hacia atrás, hundiéndose en él, cruzándose de brazos.
- Vale... ¿pero dónde está? No le habrá pasado nada, ¿verdad?
Sven sonrió.
- Es increíble en como te preocupas por ella cuando hace unos días la criticabas...
- ¡Sven! - Mia perdió la paciencia y gritó.
- Pidió el día libre para sus cosas... aunque cuando salí de casa aun estaba allí, así que quizá la veas al llegar...

¿Un día libre?
Vaya, era el primero que pedía en tanto tiempo... ¿adónde iría? ¿Qué haría...?
Se moría de ganas y no sabía como podría saberlo...

Nada más cruzar la puerta de entrada Mia pudo ver como al otro lado, donde solían aparcar los coches, se encontraba el precioso jaguar propiedad de su padre. Algo extraño ya que sólo él lo sacaba y conducía y precisamente en esos momentos no estaba en la casa; como de costumbre.

- ¿Qué hace el jaguar afuera?
- Tu ídolo lo va a usar.
Mia se ruborizó inmediatamente y tratando de disimular salió del coche nada más parar.
- No sé de qué me hablas - dijo finalmente, y tras recibir saludos de dos hombres de negro que había en la entrada, se metió en la casa.

Sven hizo una mueca de risa mientras dejaba el coche a otro chico para que lo aparcase y siguió a la chica dentro de la casa.

- Lo que tú digas... - dijo por lo bajo.

Aunque Mia sabía que Sven tenía razón.

Desde ese tiroteo... Nyssa, si antes era fría, ahora parecía que no existiera para ella. Ni la dirigía esas escuetas palabras, la seguía, pero en completo silencio, y se limitaba a su trabajo como chofer y guardaespaldas fuera de la casa... Aunque el daño no era ese, el daño era que después de ese instante de haber sentido el calor de su cuerpo, no se molestó ni en preguntar cómo estaba, a pesar de que seguro la oía llorar en las noches. Se había impresionado demasiado con aquel suceso... La verdad es que mucho, pero más le dolía aquello.

Al pasar por la puerta de su habitación un delicioso aroma llegó hasta ella...procedente de ese cuarto... cuando nunca había olido algo como eso relacionado con Nyssa. Aunque antes de querer averiguarlo escuchó que se iba a abrir esa puerta y se apresuró a meterse en su habitación.. y mirar por entre una rendija como salía esa mujer al pasillo. Iba diferente. Totalmente diferente aunque el rojo y el blanco predominaba en su vestuario... al menos el que se veía justo debajo de ese abrigo: unos pantalones rojos y unas botas de tacón de aguja blancas. Quería ir con ella. Cielos, ¡iría con ella!

Tantas veces queriendo ir a conciertos con sus amigos o a dar un simple paseo le habían llevado a espiar detenidamente los cambios de guardia, los agujeros de seguridad que pudiera haber... pero... nunca se había escapado por pereza quizá.

Nunca.
No hasta ahora.
No hasta ese momento.
Mia se quitó rápidamente el uniforme escolar y puso en su cuerpo ropa oscura apresurándose todo lo que pudo. Con agilidad se deslizó en los pasillos de la casa sin ser vista hasta que pudo llegar al aparcamiento sin ningún problema... Allí aun estaba el jaguar, preparado para Nyssa... así que lo que hizo fue abrir el maletero y meterse dentro de él, sin llegar a cerrar del todo después para poder salir luego.

El corazón le latía con fuerza en la espera a que el auto arrancara... hasta que pudo sentir el abrir; en sentar del conductor y el cerrar de la puerta... y el encender del motor.
El viaje fue largo y en aquella posición comenzaba a dolerle la espalda. Al meno debía de dar gracias a que era pequeña o sino no habría podido entrar en ese lugar.

Tras pensar en que eso había sido una total locura, el coche se detuvo y la notó bajar. Unos minutos después Mia consideró que fue bastante tiempo como para poder salir.
Nada más tocar el suelo se cercioró de que lo cerraba y miró a su alrededor.

El jaguar estaba aparcado en un sitio al aire libre. Un aparcamiento aun así privado en donde el lujoso auto estuviera a salvo de robos... y no había nada más allí que un gran edificio donde entraba mucha gente joven y otros no tan jóvenes...
"Deseo", ése era el nombre del club.

Tras pagar una entrada y presentar un carnet que certificaba su mayoría de edad, logró entrar al lugar. La verdad es que no era nada del otro mundo. Mesas acomodadas en una parte, sillones ocupando otras partes, barras donde servían la bebida; una enorme pista de baile con un pinchadiscos algo más que excepcional (según su gusto) y unas escaleras que subían a las plantas de arriba con dos tipos muy grandes vigilándolas. Casi podían hacer competencia con los que había en su casa, así que pensó que eso era zona restringida y mejor era no acercarse.

Tras un empujón decidió que lo mejor era buscarla, pero por más vueltas que diera en esa enorme sala envuelta en la poca luz, no la encontraba, así que lo mejor sería sentarse en la barra, pedir algo y esperar. Sino tomaría un taxi a casa y ya inventaría una excusa de cómo pudo salir de ella.

- Wow, ¿has visto a esa preciosidad? - escuchó Mia en boca de uno de los que estaba cerca de ella, pidiendo un trago.

Algo aburrida, removiendo su bebida con una pajita, desvió ese par de ojos azules hasta la pista de baile... y dejó de jugar con lo que tenía entre manos en ese momento. El corazón se le disparó de inmediato contra el pecho y las mejillas le ardieron. ¿Qué era eso tan pequeño que lucía? ¿Y esos movimientos? Santo Dios, ¿en verdad era esa su témpano de guardaespaldas?

Nyssa se encontraba en la pista de baile, a solas, moviéndose de una forma provocativa con esa camiseta ceñida gris y esa falda del mismo color que era demasiado corta. Era la primera vez que podía ver los muslos contorneados de Nyssa sin la tela del pantalón por medio.... y esas botas blancas hasta la rodilla la hacían aun más sexy si se podía...

Aunque lo mejor era que su cabello lucía suelto, a lo largo de todo lo que era. Prácticamente a ella le parecía una Diosa... a pesar de que en boca de esos pervertidos escuchó la palabra zorra...

Por largo tiempo la estuvo observando y observando también como muchos cerdos se acercaban a ella con intención de tocar más de lo permitido... y como ella les rehuía con facilidad vestida con una sonrisa picarona...

En su interior, cada vez que veía ese gesto, gritaba "¡Bien!", pero en su interior también se estaban revolucionando más cosas que la satisfacción de ver como los rechazaba a todos.

Es más, su cuerpo entero había comenzado a palpitar por ella... y Mia apretó fuerte un muslo contra otro provocándose una deliciosa sensación. No podía ser... estaba excitaba a causa de una mujer... pero no de cualquiera, sino de ella, de su guardaespaldas.

Aunque... pronto se acabó su anonimato. En un momento esa mirada gris relució cuando se posó en la barra del bar y supo que la había visto al perder esa expresión traviesa.
Volvía a ser por un momento ese bloque de hielo... y entonces la vio mirar a un lado y otro y hacerle una señal con el dedo para que se acercara a ella. Como hechizada... Mia se acercó adentrándose en la pista de baile... teniéndola frente a ella por completo y la arrastró a un rincón de la pista obligándola a que bailara sólo con un gesto de su cara.

Por el momento no dijo más y la música era movida hasta que todo sufrió un giro. El ritmo de la música fue cambiando hasta llegar a lenta y Mia sintió que dejaba de respirar al ver como Nyssa comenzaba a bailar muy junto a ella.

La luz estaba muy baja y sol se veían las siluetas de las personas... El momento era tan mágico que Mia se dejó llevar por él ya que Nyssa había rodeado su cintura con las manos y ella sin saber como atrapó entre sus brazos el cuello de la mujer.

Los cuerpos se rozaban en cada movimiento y los rostros permanecían muy, muy cerca. Nyssa había cerrado los ojos y puesto su frente contra la de ella; las narices se frotaban y los labios estaban a milímetro de tocarse.

Mia pudo ver que ella movía sus labios tratando de decirle algo, aunque la situación la tenía ya demasiado excitada movió su cabeza suavemente para poder su oído frente a su boca y así poder escuchar.

- Me queda muy claro que me has seguido, Mia. Bravo niñita, conseguirás que nos maten a ambas.
¿Por qué?
¿Por qué tenía que tratarla siempre de esa manera cuando sólo quería acercarse a ella?
Cuando todo su ser suspiraba por ella...
Mia no podía soportarlo más... no podía... aguantar más... así que la besó. Electrizante fue la sensación que le recorrió el cuerpo nada más probar lo suave de aquellos labios y más ahí, frente a todas esas personas que hubiera en la fiesta...

Al principio pudo notar como el cuerpo de Nyssa se tensaba y trataba de apartarla, pero después de presionar un poquito más los labios de ella se abrieron y fue la que invadió su boca buscando fundirse con su lengua. Nunca se había besado con una chica y menos de esa forma tan devoradora en un lugar público como aquel... aunque lo mejor de todo era que Nyssa respondía... ¡y de qué forma!

Mia podía morirse en ese momento... sino fuera porque Nyssa la apartó deshaciendo el beso... aunque la visión fue aun más perturbadora.
Sus ojos grises estaban encendidos de algo que podía llamar lujuria y que nunca creyó ver en esos preciosos ojos...
Aunque todo volvió a cambiar de repente.

Las luces se encendieron iluminando toda la sala y la pasión de sus ojos dejó paso a la profesionalidad extrayendo de su bota blanca una pistola. Mira notó como la puso detrás de ella como protegiéndola de algo... y en efecto así fue. Escuchó disparos en dirección a ellas. Nyssa le había cogido del brazo y también estaba disparando... Ella la protegía de las posibles balas y una alcanzó su brazo. Mia lo vio sangrar pero no por eso Nyssa dejó de disparar acertando a varios hombres mientras le gritaba indicaciones que no entendía entre tanto nervio como podía llevar a cabo.

Al final supo que estaban algo a salvo cuando Nyssa la tiró dentro del coche y el jaguar arrancó alejándolas de allí.
- Y-yo...
- ¡¡Cierra la boca!! - le gritó Nyssa - Sino la cierras te juro que seré yo quien te meta la bala entre ceja y ceja - amenazó y siguió conduciendo entre la oscuridad de la noche que había caído.

Mia estaba temblando. No entendía nada de lo que estaba sucediendo. Todos esos disparos... El beso correspondido... Todo...

Después de un rato supo que ese no era el camino a casa, pero no dijo nada. Nada más se limitó a observar en silencio hundida en el asiento hasta que el coche se adentró en una zona residencial y condujo por las calles hasta detenerse frente a una preciosa casa de dos plantas.

Mia la siguió a través del jardín de la entrada y vio como sacaba una llave de un pequeño ladrillo suelto de la pared y con eso pudo abrir. Al entrar y encender la luz vio que estaba el sofá y una estantería con premios. A su izquierda un pequeño sillón, una cadena de música; una estantería con libros y varios exquisitos tapices... A su derecha una gran mesa delante de una pared de cristal, dos puertas al fondo, una escalera más adelante y otra entrada...

Nyssa se había acercado al lugar de la estantería y cogido el teléfono marcando un número.
- Soy yo - se identificó la mujer - Mia me siguió y lo echó todo a perder... Está conmigo, pero por esta noche no vamos a regresar. Sí. Es un lugar seguro.
Y después colgó para activar la alarma que estaba justo al lado y se volvió para observarla, mientras se recogía el cabello con esa goma que tanto comenzaba a odiar.

- ¿D-dónde estamos? - se atrevió a preguntar después de mucho estando observándose la una a la otra.
- Es mi casa, un lugar más seguro que la que tienes por hogar - respondió con sequedad - ¿Qué se te pasa por la cabeza, Mia?
Mia desvió la mirada al cualquier otra parte.
- Yo sólo quería... verte...
Nyssa se desesperó con ese gesto.
- ¿Por qué estás tan empeñada conmigo?
Mia frunció el ceño en un gesto que pareció dolor.
- Porque yo... te quiero...

Nyssa no pareció sorprenderse.
¿Amor?
Esa chiquilla estaba mal de la cabeza.

- En vez de pensar en esas cosas deberías de comenzar a pensar en el por qué de que nos hayan disparado a boca jarro en la discoteca - sentenció la mujer mientras caminó hacia una de las puertas del fondo y Mia escuchó trastear. Después de un poco caminó y se asomó viendo que era el cuarto de baño y de que Nyssa se curaba la herida que tenía en el brazo.

- ¿Te duele?
- Es sólo una herida superficial.
- Ah.

Mia se quedó observando como se aplicaba alcohol sin tan siquiera inmutarse.

- ¿Por qué disparaban?
- vaya, por fin te veo preguntar algo con sentido común - ironizó Nyssa - Son gansters... Te quieren muerta. Juntas llamamos demasiado la atención en ese momento y te descubrieron.
- ¿Por qué me quieren muerta? Precisamente a mí...
Nyssa terminó de limpiar su herida y sacó una venda blanca de su bolsita para empezar a desenrollarla por la herida.
- Tu padre es un traficante de drogas, Mia - las irises azules se dilataron nada más escucharlo - Y no uno cualquiera, es uno de los grandes... Si le hacen daño a lo que ama servirá como advertencia para que se retire del mercado... sólo que estos tíos son idiotas y esta vez en vez de hacerte daño simplemente, casi te matan.
- No, casi te matan a ti...
- Por mi cuenta me sé cuidar, pero no soy buena con una carga a las espaldas.

¿Eso era ella?
¿Una carga?
El corazón de Mia se encogió de golpe.

- Mia... ¿cuánto quieres a tu padre?

Esa respuesta la tomó por sorpresa y tras unos segundos que pareció pensarlo Nyssa había salido y dirigido hacia esa gran mesa deslizando la mano por debajo de la madera, sacando una pistola.

- Bueno... claro que sí, es mi padre...
- Eso no suena demasiado convincente, Mia.
- La verdad es que... no mucho...
Nyssa sonrió de forma macabra cargando el arma.
- Bien, porque lo voy a matar.

* * *

Mia se aferraba las rodillas encogida y sentada en el sofá de la sala. No podía pensar fácilmente desde que Nyssa de aquella forma tan fría le había dicho que acabaría con la vida de su padre... y justo después había anunciado que se iba a dar una ducha y que ella podía usar el cuarto de baño del piso superior. Pero se había quedado estática sin pedir ninguna explicación y se había sentado en el sofá sin pesar. Solo escuchaba el lejano ruido del agua caer.

Ya ni siquiera pensaba en el beso o en cosas lujuriosas...
Poco después escuchó el ruido del abrir y cerrar de la puerta y sintió que Nyssa se sentaba en el sillón que estaba en el otro extremo, y notaba su mirada grisácea clavada en ella.

- Y si... te pidiera que no lo mataras... - murmuró por lo bajo.
Aunque Nyssa ni se inmutó y comenzó a secarse el cabello con una toalla blanca.
- ¿Por qué ibas a hacerlo? Tú misma has dicho que no le quieres - abofeteó Nyssa.
- Pero... ¡pero sigue siendo mi padre! - Mia gritó y se encaró con la mujer que seguía siendo distante.
Aunque la vio suspirar y secar un mechón de cabello con fuerza.
- ¿Lo seguirías pidiendo aunque supieras que él mató a tu madre?
Mia se quedó paralizada mirándola seriamente mientras una lágrima rodó por su mejilla de forma solitaria.
- No te atrevas a jugar con ella - indicó con furia - ¡¡No te atrevas ni a nombrarla!!
Mia agarró un jarrón que había en la mesa cercana y se lo tiró a Nyssa, pero ella lo esquivó con tan solo un movimiento y la porcelana se rompió contra la pared. En un veloz acercamiento que Mia no pudo ni distinguir, esa mujer la estaba sujetando de las muñecas con una fuerza que nunca creyó que podía tener una mujer.
- Ya he aguantado demasiadas tonterías por tu parte, y que me ataques de esa manera no va ser perdonado tan a la ligera, niñita - amenazó Nyssa y la soltó de una forma tan brusca que Mia se golpeó con la pared y el brazo del sofá se clavó en sus costillas - Voy a abrirte los ojos al mundo real.
La voz de Nyssa sonaba con crueldad y el interior de Mia sólo quería llorar.
- Soy una asesina contratada por tu madre para matar al que... "quería" matarla. Después de todo ya la mató por mucho que te dijera eso de una enfermedad secreta para no hacerte daño... - soltó de golpe y porrazo Nyssa, provocándole estremecimientos a la chica - Tu padre atravesaba ciertas dificultades gracias a un préstamo que pidió a unos tipos más peligrosos que él... y no lo podía devolver... Tu madre tenía un buen seguro de vida que arreglaría esos problemas... No es de extrañar, tu padre aprecia más su propia vida que la de los que están a su alrededor.

Aunque Nyssa pensaba que quizás con esa niña no era de esa forma, puesto que había contratado a alguien para protegerla...
- Tu madre fue quien me lo contó todo, pero desgraciadamente por tanta seguridad en esa maldita casa y a su alrededor no pude hacer mi trabajo antes de que la mataran a ella.

Mia se sentía cada vez peor... ¿eso era verdad?
- Mi madre ya está muerta... no tienes porqué seguir ese trabajo... - balbuceó ella en un tono bajo.
- Tu madre me pagó por adelantado, mi ética profesional me prohíbe dejar incumplido un trabajo.

Mia se rió nerviosa pasando una mano por su cabello corto y despeinándolo.

- Tu ética profesional... que idiotez - ironizó la mujer y Nyssa comenzó a peinar su cabello con los dedos - La futura asesina de mi padre trabajando para él y protegiendo a su hija... ¿no es demasiado sarcástico?

Nyssa asintió sintiendo la mirada azul de odio penetrante en cada célula de su piel.
- Cuando intenté matarlo, por casualidades del destino otros atacaron el mismo tiempo que yo y acabé salvándole la vida, matando a los otros. No permito que nadie se meta en mi camino.

- ¿Entonces también me vas a matar a mí?
- No lo sé, ¿te vas a meter en mi camino?
Mia... terminó negando. Si eso era cierto, ¿cómo iba a hacerlo? Su inexistente padre había matado a su queridísima madre por culpa de un seguro de vida millonario...
- Bien, porque mi trabajo también es protegerte...

Nyssa se tomaba muy en serio sus contratos por muy idiotas que pudieran parecer... pero siempre seguía la ética de permanecer fiel al trabajo, por muy duro o ridículo que fuera.

Por eso ahora tenía que proteger a Mia y abrirle los ojos era una manera de hacerlo.
Nyssa se levantó y cruzó la puerta del fondo regresando un poco después. Mia vio como le tendía algo en la mano y descubrió en su palma un anillo con un zafiro incrustado que reconoció como el que su madre usaba antaño.

Era verdad... era verdad después de todo...
Incontrolablemente lloró.
No podía dejar de hacerlo aunque quisiera, puesto que eso era algo demasiado difícil de asimilar...

Con un suave tirón de Nyssa se dejó guiar hasta el piso de arriba y cruzando un pequeño pasillo la internó en una habitación y la tumbó en una cómoda cama de matrimonio... donde Nyssa se tumbó a su lado... y la besó.

La besó a pesar de que no dejaba de sollozar y de tener las mejillas bañadas en agua salada...

El suave contacto de la lengua de aquella mujer lamiendo sus labios menguaba las lagrimas y en una vez que las bebió dejó de llorar.

- ¿Por qué?
- Porque si esto ayuda a que duela menos, lo haré - respondió tranquilamente Nyssa y descendió un poco hasta besar la piel de su cuello con suavidad.
- ¿Por qué? - volvió a repetir, cerrando los ojos envuelta por esa sensación agradable.
- Porque mi trabajo es protegerte...

to be continue…

Notas: ¿Se puso bueno verdad? esperen la próxima entrega, donde finaliza este gran fanfiction original... Y dejen sus comentarios.

10 comentarios:

  1. waaa ay como q lo dejas muy interesanta nuuu xfis conti no demores sta muy buena jajajaj valla si q rapido cae en fin le gusta no jejejjejee muy xevere ^^arigato kouryuu shizuka muy buena eh^^

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  2. lo siento pero yo dejaba q mataran a Mia.... que mal me cae!!!!!!

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  3. es brutal este fic, lo siento las ansias provocaron q lo buscara x internet y lo acabe de leer... me encantó y me sigue encantando muchas gracias!!! ^^

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  4. black rose nunca espera ...ya debería saberlo así que no me sorprende, bien por tí blacky, epro yo prefiero esperar a que Akari lo postee para leerlo :)

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  5. sii yo tb lo suelo hacer xro ese dia no pude esperar!!! T_T iwalmente lo vuelvo a leer asiq q mas me da jajaja así puedo apreciarlo y fijarme más detenidamente en todo, q cuando lo leo así ansiosamente lo leo de un tirón y luego no me acuerdo ajjajaa Esperaré el final Akarii un besazo ;)

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  6. Gracias chicas por los comentarios, es una historia muy interesante y emocionante :) Tranquilas, la actualización viene dentro de poco. Será el final de este fic, producto de la imaginación y buena narración de kouryuu shizuka, mis respetos.

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  7. Woaaa, me encanta este fic!!! Me enganchó desde el primer momento!! ^^
    Esta muy emocionante, jujuju...
    Te animo a k lo continues, y muchas felicidades, me gusta como escribes!!! un bso ;)

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  8. genialllllll!!!
    pero en q parte la dejaste
    estoy ansiosa de terminar de leer este fic
    xfaa no tardesssss!!!!!!

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  9. ahhhhh.... akari?? donde esta el final??? soy muy tonta o no esta?
    me encanto por cierto!! me encantan los cuentos. fanfic, como sea que los llamen. son fantasticos... quiero mas!
    felicitaciones a su autora'
    bacio

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  10. Que despiste cucciolo mio XD Acá está:

    http://baulyuri.blogspot.com/2008/11/rojo-sobre-rojo-captulo-2-parte-2.html

    Altre bacio per te!

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