Bueno, seguimos posteando el fic y esperando que avance un poco más rápido para emparejar las cosas.
IX Algo no esperado.
Era el apartamento más tradicionalista que hubiese visto. Las paredes estaban provistas de pinturas que te hacían recordar Kyoto. Cerezos en flor y algunos templos en la sala principal. Los tatamis en el piso te permitían andar descalza por el interior.
Una pequeña mesa central era de una elaboración manual impecable. El decorado era muy elaborado y detallado.
Inclusive algunas paredes tenían detalles en madera empotradas.
- Sólo falta un futón.. – dijo Natsuki.
- En realidad hay uno – dijo Shizuru mientras Natsuki se daba cuenta de que habló en voz un tanto alta.
- Lo siento, no quería…
- Está bien. Es una forma de que recuerde mi hogar – dijo Shizuru con cierta nostalgia – Y bien, Natsuki, tienes una petición en especial?
- No, realmente no. Lo que prepares estará bien, Shizuru.
Y lo decía con sinceridad. Por primera vez no tenía antojo de exigir su concebida y sagrada mayonesa. Tenía la impresión de que si lo decía, Shizuru accedería. Pero prefirió omitir el comentario y mirarla preparar los alimentos.
- Algún ingrediente que te guste?
- Mmm. Pero no a todo mundo le gusta. - Y cuál es ese ingrediente que a Natsuki le gusta tanto? – preguntó Shizuru.
- Mayo…
- Mmm?
- Mayonesa… - dijo mientras se sentía ligeramente apenada de compartir su obsesión.
- Mayonesa…- repitió Shizuru mientras se llevaba un dedo a la barbilla y miraba hacia arriba. Era un gesto verdaderamente encantador – Bueno, entonces prepararé algo con lo cuál puedas usarlo.
Era un hermoso espectáculo observar a la chica de Kyoto cocinar. Un detalle que sin duda ella no olvidaría jamás. La graciosa forma de mover las manos y la concentración que notaba indicaban que quería hacer un buen platillo.
Shizuru terminó de elaborar el preciado platillo para Natsuki. Se quitó el delantal y dispuso la mesa que usarían. La manera tan educada de disponer las cosas hizo pensar a Natsuki que estaba a punto de probar el famoso Kaiseki de Kyoto. Sin embargo la realidad fue otra.
- Lo siento. Natsuki, pero sólo dispuse del tiempo para preparar el takoyaki (bolitas de pulpo).
- No te preocupes, Shizuru…tiene un aspecto excelente.
- Gracias. En este platillo puedes usar la mayonesa que tanto te gusta.
- Te lo agradezco Shizuru. No quise molestarte.
- No lo ha sido, Natsuki – contestó Shizuru mientras vertía teriyaki (salsa), en su takoyaki.
Junto a la comida había té. Natsuki sabía que no podía faltar. El transcurso de la cena fue muy tranquilo.
Un repicar de celular sonó en ese momento.
- Disculpa – mientras contestaba – Ou. Si…cómo que qué hora es? – Natsuki volteó para todo lado hasta encontrar un reloj – Lo siento Mai, no había visto la hora.
Natsuki colgó en ese momento. Y se ofreció a ayudarle a Shizuru a lavar los platos. La chica se negó rotundamente, ya que Natsuki había sido su invitada.
- No necesitas ayudarme, Natsuki. Estoy feliz de haber compartido una cena contigo…
- Gracias, Shizuru.
- Bien, pero me permitirás acompañarte, Natsuki.
Natsuki asintió mientras agradecía de nuevo. Espero a que Shizuru tomara sus llaves y salieron de allí. Iba tan absorta en sus pensamientos que no reparó en lo que sucedía hasta que las puertas del ascensor se abrieron.
- Shizuru…
- Si, Natsuki? - Puedo preguntarte que hacemos en el estacionamiento?
- Dije que te acompañaría y es lo que pienso hacer.
- Ya, pero en qué iremos si estamos aquí?
- Pues para ello tengo esto – dijo Shizuru mientras apretaba el seguro de la alarma.
Natsuki no sabía ni que decir en esos instantes. Un secreto más de Shizuru?
- No sabía que tenías un auto!
- Ara. Si Natsuki supiera todo de mí no tendría nada oportunidad de ver esos gestos tuyos – contestó Shizuru con una sonrisa – Vamos, Natsuki.
- Shizuru si tienes un auto – comentaba Natsuki mientras se sentaba y cerraba la puerta – por qué no lo usas para ir al instituto?
- Porque no me gusta ir con él. Es mucho más agradable ir o que alguien más me lleve.
- Ahora que lo pienso…quién es la persona que te lleva del colegio a casa en una moto? – preguntó Natsuki.
Shizuru le miró por el espejo mientras hacía cambios. Parecía estar pensando que decir.
- No es una persona que deba preocuparte.
- Por qué dices eso, Shizuru?
- Porque…a no ser que haya entendido mal los mensajes, es algo que te viene preocupando, no es así? – le preguntó mientras se detenía en una acera.
Natsuki enmudeció mientras se sentía acorralada. Jamás imaginó que Shizuru pudiese entender su confusión y mucho menos que supiese lo que dentro de sí pensaba.
- Me he equivocado, Natsuki? – preguntó una Shizuru bastante confusa.
Natsuki volvió la mirada lentamente. Dentro de sí no sabía que decir. Ella tampoco estaba muy segura de lo que las palabras de Shizuru querían decirle. Y si malentendía? Cómo podría hablarle después si se equivocaba.
Mientras su cerebro se debatía entre ello. Shizuru le tomó el rostro entre las manos y le dio un ligero beso. El cuerpo de Natsuki se tensó un instante antes de perder toda cordura. No existía un principio ni una razón para la desencadenante sensación que sentía y que aturdía uno a uno sus sentidos.
No existía un prejuicio ni mucho menos una causa justificada. Ante ese momento no existía nada más que Shizuru. Shizuru y sus labios. Shizuru y sus manos acariciando su rostro.
Natsuki se perdió entre ese beso y la suave fragancia que emanaba del cuerpo de Shizuru. Pero justo en el momento que empezaba a reaccionar sobre el momento, Shizuru suspendió el beso y la miró detenidamente.
- Me he equivocado, Natsuki?
La mirada anhelante de Shizuru esperaba una respuesta. Natsuki lo sabía. Pero no atinaba a que decir. Y lo primero que se le ocurrió fue decir…
- Quisiera pensarlo un poco…
Shizuru esbozó una de sus sonrisas. Esa sonrisa que calentaba el corazón de Natsuki constantemente y asintió. Encendió de nueva cuenta el motor y llevó a Natsuki a la entrada del edificio de apartamentos. Se despidió de ella y se alejó de allí, mientras Natsuki no sabía que pensar en esos minutos. Shizuru no era una mala persona, era demasiado buena para ser verdad y lo sabía.
Mai preguntó donde había estado, pero la ignoró completamente mientras se tumbaba boca abajo en su cama. “Demasiado bueno para ser verdad” pensaba. Se dio vuelta mientras miraba el techo. Se llevó una mano a la boca y con las puntas de sus dedos acarició sus labios. Esos labios en los que habían estado los de Shizuru. Algo surgió de su pecho y recorrió su cuerpo en ese momento. Se incorporó rápidamente y desvistiéndose llegó a la regadera. Abrió el grifo y deseó que el agua se llevase en su arrastre la multitud de pensamientos que tenía en esos momentos.
Posterior a eso, se recostó suavemente en la tina mientras seguía pensando. Cerró los ojos un momento y por un momento pensó que Shizuru debería estar haciendo tal vez lo mismo en ese instante.
Natsuki no se equivocaba. La chica de Kyoto tomaba un reconfortante descanso en su tina mientras de sus labios escapa en un susurro una plegaria que llevaba un nombre.
- Natsuki…
viernes, 14 de noviembre de 2008
3 comentarios:
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jeje esto sigue avanzando, muy bien kt, un besazo
ResponderEliminarwooooow esperaba que haya sido mas largo pero jajaja estuvo bien me encanto este fic cada vez me gusta mas espero no tardes tanto lo dejan muy interesante aaaaa tanto que mata la espera jajaja espero que sea pronto la continuacion
ResponderEliminarespero k lo suban el siguiente prontoT.T este fic me encanta n.n
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