Por hoy me toca actualizar y toca subir el cap del fic. aunque siento que va un poco atrasado de lo que quisiera. En fin, seguimos actualizando, mi siguiente entrega será Shoujo Sect con el capítulo dos y con más imágenes en descarga directa para ustedes, en el baúl del yuri :)
Cap VIII Alguien importante.
- Un festival es lo peor que nos puede pasar. A todo esto, no es obligatorio verdad?
- Espero que no – contestó Mai – sinceramente no me apetece aparecer en ninguno de esos eventos.
- Creo que nuestro grupo participará con una cafetería.
- Eso es aún peor, servirle a tanta gente desconocida.
- En realidad no, chicas, pensamos montar una exposición fotográfica – dijo Chie.
- Bueno, eso no sería tanto problema – contestó Natsuki – Harada, qué sucede con los que no participamos?
- No pasa nada Kuga-san.
- Bien. Entonces me uniré al club de los que se quedan en casa.
- Tienes tiempo para pensarlo Kuga-san. El evento es en dos meses.
Natsuki olvidó la plática de Chie. Últimamente era muy común verla en el Consejo Estudiantil, no porque hiciera algo más, sino porque prefería pasar tiempo charlando con Shizuru.
Subió los escalones mientras pensaba que haría esa semana que el Fuuka Gakuen se tomaba de receso para premiar a sus alumnos por el esfuerzo en las olimpiadas nacionales de conocimiento.
Llegó tranquilamente a las escaleras y se acercó lentamente a la puerta mientras una desenfrenada Haruka salía corriendo con Yukino detrás.
La siempre tranquila Yukino manoteaba entre varias hojas mientras corría escaleras abajo. Asomó la cabeza dentro de la sala del Consejo mientras una siempre tranquila Shizuru se notaba bajo presión. Tenía leves ojeras en el rostro mientras se notaba cansada. Reito estaba pasando informes a computadora mientras un descompensado Tate servía agua a ambos.
Homura Nagi anotaba algunas cosas mientras Shizuru firmaba de enterado otras.
- Shizuru, esto también es para ti – cortó la voz de Nagi mientras le daba una serie de hojas que Shizuru no tardo en leer y firmar.
- Reito-kun, necesito que envíes un informe de esto también.
Reito tomó los papeles y su mirada fue a parar a la puerta donde una Natsuki se mostraba bastante sorprendida de ver a los miembros del Consejo Estudiantil tan apurados.
- Ah! Kuga-san! – saludó Reito – Adelante, no te detengas por nosotros.
- Lo siento, estaba abierto y…
- Natsuki no tiene porque sentirse mal – contestó Shizuru – es sólo que tenemos mucho trabajo, pero si nos puedes ayudar con algunas cosas, sería muy bueno.
- Ya. Claro, qué necesitas?
- Por el momento acomodar estos papeles – dijo Shizuru mientras le mostraba una serie de papeles.
Natsuki asintió y de pronto se vió envuelta en el ritmo desenfrenado de los integrantes del Consejo estudiantil. No supo cuanto tiempo permaneció acomodando carpetas en archiveros y enlistado las hojas en el orden que Shizuru le indicaba.
No era precisamente alguien que le gustara el trabajo. Cuando finalmente habían terminado con una agotadora sesión el reloj estaba indicando las siete de la noche.
- Hoy ha sido bastante trabajo – dijo Reito - pero como hemos terminado esto ahora, podemos tener el fin de semana libre, que era realmente nuestro objetivo.
- Su objetivo? – preguntó Natsuki visiblemente agotada.
- Hay varias cosas que no podemos permitirnos atrasar – contestó Shizuru – de toda forma estamos agradecidos contigo por ayudarnos.
- No me esperaba que Kuga-san viniese a ayudarnos – contestó Tate desde su asiento.
- Bueno, el algo que yo tampoco esperaba – secundó Reito – pero a veces existen milagros que son verdaderamente oportunos.
Natsuki sintió enrojecer lentamente sus mejillas. Había rechazado la propuesta del Consejo Estudiantil para ser un integrante y había acabado haciendo el trabajo junto con ellos.
La campana de la torre sonó en ese momento.
- Vaya, hoy ha sido realmente tarde – dijo Shizuru mientras se incorporaba de su asiento – tengo el cuerpo verdaderamente cansado.
Natsuki enrojeció en ese momento mientras a su mente llegaba la imagen de un cuerpo femenino recostado en una tina.
Afortunadamente nadie más reparó en ello y contestó que si, era demasiado tarde.
- Shizuru-san, necesitas que te ayudemos en algo más? – preguntó Reito.
- Creo que por hoy fue suficiente Reito-kun – le contestó mientras apagaba su portátil – pueden marcharse si lo desean, yo me iré en breves.
- Ya. Entonces yo puedo esperarte, Shizuru – dijo Natsuki.
- Bien, entonces nos marchamos – dijo Reito, quién salió de la sala en ese momento seguido de Tate.
- Seguro que no te incomoda, Natsuki? – le preguntó Shizuru.
- No, de toda forma Mai no está en estos momentos y no tengo nada más que hacer.
- Eso suena bastante convincente, Shizuru – dijo Nagi mientras cerraba su portafolios – Bueno, yo tengo que irme o de lo contrario Mashiro-chan acabará conmigo – contestaba mientras se encogía de hombros – Lo dejo en tus manos, Kuga-san – terminó Nagi mientras curvaba los labios en una sonrisa que sacaba de quicio a Natsuki.
Salió de la sala tarareando una canción mientras llevaba su portafolios en la espalda. Natsuki se preguntaba porqué era tan familiar con su forma de hablarle a Shizuru.
- El es muy conocido tuyo? – le preguntó por fin.
- Conocido? Mmm – Shizuru pareció pensarlo un momento antes de responder – Nagi es como otra mano para mí. Es parte de mi familia, aunque no es la directa.
- Pero aparentemente se lleva muy bien contigo, Shizuru.
- Ha sido así desde que éramos pequeños – le contestó – Nagi es…como…un cómplice mío.
- Un cómplice…
- Pero Natsuki no tiene que preocuparse de ello.
- No lo decía de esa forma Shizuru…
- Ah no? – preguntó Shizuru – y entonces de qué forma?
- Yo… - Natsuki enrojecía en esos momentos. No sabía como explicarle que de cierta manera sentía un poco de celos de saber que había alguien muy cercano a Shizuru y no era precisamente ella.
- Daría lo que tengo en estos momentos por saber que estás pensando – sonó la voz de Shizuru como un susurro a sus espaldas.
Natsuki se tensó involuntariamente al sentir los brazos de Shizuru tomarle por detrás. Sólo hasta ese momento se dio cuenta de que Shizuru había dicho esa frase directamente a sus oídos. Sintió el cálido respirar en su oreja derecha y una ternura en ese abrazo.
- No…es nada… - dijo a su vez mientras tomaba las manos de Shizuru entre las suyas. Las separó lentamente de su cuerpo mientras sus últimas neuronas atinaban a decirle que ello no estaba bien.
Shizuru dejó escapar una leve risa mientras la soltaba y tomó la libreta que antes llevaba en la mano.
- Natsuki. No es necesario que te asustes. No pensaba hacerte nada.
- No he pensado en nada! – contestó Natsuki en voz alta – no he pensado nada – volvió a decir mientras bajaba la voz.
Una sonrisa cargada de ternura apareció en los labios de Shizuru mientras se acercaba a Natsuki de nueva cuenta. Le tomó de la barbilla y le miró directamente.
Fue un encuentro entre los ojos rubí y los esmeralda. Natsuki intentó hablar y Shizuru le detuvo los labios con un dedo mientras de su boca escapaba un pequeño sonido que le indicaba no dijera más.
- No pasa nada, Natsuki. Todo está bien.
Se separó lentamente de ella mientras le sonreía. Natsuki le dedicó una sonrisa también y empezó a salir tras ella.
- Si Natsuki no tiene nada que hacer por el momento. Bien puede venir conmigo – dijo Shizuru mientras observaba atentamente su expresión.
Las mejillas de Natsuki se tiñeron un poco y asintió lentamente.
- Entonces, hoy cocinaré especialmente para ti – finalizó Shizuru.
El rostro de Natsuki se hallaba iluminado de cierta aura. No sabía que un gesto tan sencillo pudiera hacerla tan feliz. Shizuru era muy tierna y parecía entenderla sin necesidad de usar palabras.
Mai era su amiga desde la infancia, pero nunca había sentido algo como lo que Shizuru despertaba en ella. Un sentimiento de plenitud y de paz. De entendimiento que no necesitaba decirse, sólo sentirse.
¿Pasaría igual con Shizuru? Una sombra se depositó lentamente en fu faz para borrarse casi de inmediato. No importaba. Por hoy, lo único realmente importante era esa cena, en casa de Shizuru.
Una cena en un lugar que resultaba verdaderamente prohibido. Sabía que en el apartamento de Shizuru habían estado realmente pocas personas y todos ellos eran del Consejo Estudiantil. Homura Nagi tal vez. Después de todo era alguien cercano a ella.
Pero inclusive el saber ello, le llenó de felicidad. De alguna manera le era importante.
- Le soy importante – pensó Natsuki dentro de sí.
El latir de su corazón se volvió más fuerte en ese momento mientras miraba la espalda de Shizuru. Su cabello ondeaba con el viento. Se detuvo en ese momento y volteó a verla.
- Si no te apresuras te quedarás, Natsuki.
- Voy – contestó mientras sonreía. Una sonrisa de felicidad desde el fondo de su corazón.
sábado, 8 de noviembre de 2008
2 comentarios:
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sigue asi, lo bueno se hace esperar, un besazo
ResponderEliminarhola aa me encanto no manches yo esperaba ya el beso
ResponderEliminarpero aaaa espeor sigas lo mas pronto posible me esoty enamorando de este fic jajjajajaj este genial