Capitulo 4.-
Al día siguiente esperé ansiosa la hora del almuerzo, deseaba que Natsuki volviera a la rosaleda, pero…probablemente no viniera, la angustia atenazó mi pecho ¿Por qué me afectaba tanto? ¿eran lágrimas lo que asomaban a mis ojos encarnados?.
Sigilosamente una sombra se situó detrás de mí preguntándome con fingido desinterés si hoy también quería permanecer ajena al resto del mundo, yo asentí al tiempo que rápidamente me enjugaba las lagrimas, Natsuki consciente de mi gesto me preguntó si me encontraba así por algo que me hubiera hecho el idiota del Kendo, refiriéndose obviamente a Kakeda-san, yo negué con una sonrisa y desviando el tema de conversación le pregunté.
-¿y tu Natsuki-chan, tu estómago te ha guiado hasta mí comida? –
Ella negó ásperamente aunque sus mejillas lucían sonrojadas, yo reía era tan linda y fácil de picar….
Así pasaron las semanas, Natsuki apenas iba por clase pero siempre acudía a nuestra cita no pactada en la rosaleda, ella casi nunca hablaba sólo me escuchaba hablar de mi Kyoto natal, de las flores, de la ceremonia del té, era divertido como fingía que no me escuchaba, pero cuando yo paraba de hablar ella me miraba de soslayo. fueron momentos muy agradables.
Una tarde sorprendí al nuevo profesor “pelo afro” regañando a Natsuki en unos de los jardines de detrás de la escuela:
-Kuga , el presidente Kyon está dispuesto a dejar pasar tu alto número de faltas siempre y cuando apruebes ¿entendido?... y resulta que has suspendido historia d e Japón,¡¡debes aprobar el examen de la semana que viene o se tomarán medidas!!... ¿a que se dedica señorita Kuga? ¿Dónde diablos va?
Pude ver como Natsuki se encontraba en una situación comprometida, estaba contra las cuerdas, podía sentir su angustia al tiempo evitaba la escrutadora mirada del profesor… salí de detrás de un árbol y con voz firme pero amable, ese tono que utilizo para lograr mis objetivos cuando la situación se pone seria, solicité al profesor que dejara la situación en mis manos, al fin y al cabo yo era miembro de l Consejo, todo quedaría solventado si Natsuki aprobaba:
Pedí a Natsuki que me siguiera a la sala del consejo que allí prepararíamos el axamen, ella me siguió mansamente huyendo así del profesor, de pronto cuando se aseguró que estábamos solas me cogió fuertemente del brazo:
-¿Qué pretendes Fujino? ¿Por qué lo haces? ¿acaso el Consejo te ha encargado investigar mis movimientos?
Le miré sorprendida sus ojos estaban llenos de rabia, cuanta furia descargaban…yo le respondí dolida que jamás podría hacer algo como eso, que por mí podía hacer lo que quisiera e ir donde le apeteciera, que solo pretendía ayudarla porque no me fiaba de ese profesor, y que pensé que aprobando los exámenes todos la dejarían en paz, pero que me había equivocado y si así lo deseaba la dejaría en paz .
Me alejé con el corazón roto, dispuesta tal vez a abandonarla para siempre…. Si el gato no se dejaba coger no podría guarecerlo de la lluvia….un tirón en mi chaleco me devolvió de nuevo a la realidad, allí sin volverme para mirarla, Natsuki no muy dada a las disculpas hizo una excepción conmigo:
-lo siento…Fujino-sama, me cuesta mucho confiar en la gente sabes? …yo no estoy acostumbrada a que nadie trate de ayudarme sin pedir nada a cambio…pero llevas razón y tu ayuda me vendría muy bien en esto-
me giré lentamente y fijé mis ojos en la sonrojada Natsuki:
-¿Quién te ha dicho que esto es algo desinteresado Natsuki-chan?- dije malvadamente
- ¿Cómo …vas a cobrarme?....¿bueno emm ¿Qué quieres? ¿Cuánto …?- respondió totalmente abochornada al tiempo que se miraba en los bolsillos
- te costará …ja… ya se …llamarme shizuru- dije guiñándola un ojo
- ¿shizu…ru?-
Dijo tímidamente Natsuki al tiempo que nuestras miradas se encontraron. Yo asentí y ella confirmó con decisión –
-¡Shizuru!
Mi corazón se sobrecogió con el sonido de mi nombre que parecía flotar en aquel atardecer, si… shizuru sonaba tan lindo salido de sus labios………, ¿ pero en que diablos estaba pensando?.....
Sigilosamente una sombra se situó detrás de mí preguntándome con fingido desinterés si hoy también quería permanecer ajena al resto del mundo, yo asentí al tiempo que rápidamente me enjugaba las lagrimas, Natsuki consciente de mi gesto me preguntó si me encontraba así por algo que me hubiera hecho el idiota del Kendo, refiriéndose obviamente a Kakeda-san, yo negué con una sonrisa y desviando el tema de conversación le pregunté.
-¿y tu Natsuki-chan, tu estómago te ha guiado hasta mí comida? –
Ella negó ásperamente aunque sus mejillas lucían sonrojadas, yo reía era tan linda y fácil de picar….
Así pasaron las semanas, Natsuki apenas iba por clase pero siempre acudía a nuestra cita no pactada en la rosaleda, ella casi nunca hablaba sólo me escuchaba hablar de mi Kyoto natal, de las flores, de la ceremonia del té, era divertido como fingía que no me escuchaba, pero cuando yo paraba de hablar ella me miraba de soslayo. fueron momentos muy agradables.
Una tarde sorprendí al nuevo profesor “pelo afro” regañando a Natsuki en unos de los jardines de detrás de la escuela:
-Kuga , el presidente Kyon está dispuesto a dejar pasar tu alto número de faltas siempre y cuando apruebes ¿entendido?... y resulta que has suspendido historia d e Japón,¡¡debes aprobar el examen de la semana que viene o se tomarán medidas!!... ¿a que se dedica señorita Kuga? ¿Dónde diablos va?
Pude ver como Natsuki se encontraba en una situación comprometida, estaba contra las cuerdas, podía sentir su angustia al tiempo evitaba la escrutadora mirada del profesor… salí de detrás de un árbol y con voz firme pero amable, ese tono que utilizo para lograr mis objetivos cuando la situación se pone seria, solicité al profesor que dejara la situación en mis manos, al fin y al cabo yo era miembro de l Consejo, todo quedaría solventado si Natsuki aprobaba:
Pedí a Natsuki que me siguiera a la sala del consejo que allí prepararíamos el axamen, ella me siguió mansamente huyendo así del profesor, de pronto cuando se aseguró que estábamos solas me cogió fuertemente del brazo:
-¿Qué pretendes Fujino? ¿Por qué lo haces? ¿acaso el Consejo te ha encargado investigar mis movimientos?
Le miré sorprendida sus ojos estaban llenos de rabia, cuanta furia descargaban…yo le respondí dolida que jamás podría hacer algo como eso, que por mí podía hacer lo que quisiera e ir donde le apeteciera, que solo pretendía ayudarla porque no me fiaba de ese profesor, y que pensé que aprobando los exámenes todos la dejarían en paz, pero que me había equivocado y si así lo deseaba la dejaría en paz .
Me alejé con el corazón roto, dispuesta tal vez a abandonarla para siempre…. Si el gato no se dejaba coger no podría guarecerlo de la lluvia….un tirón en mi chaleco me devolvió de nuevo a la realidad, allí sin volverme para mirarla, Natsuki no muy dada a las disculpas hizo una excepción conmigo:
-lo siento…Fujino-sama, me cuesta mucho confiar en la gente sabes? …yo no estoy acostumbrada a que nadie trate de ayudarme sin pedir nada a cambio…pero llevas razón y tu ayuda me vendría muy bien en esto-
me giré lentamente y fijé mis ojos en la sonrojada Natsuki:
-¿Quién te ha dicho que esto es algo desinteresado Natsuki-chan?- dije malvadamente
- ¿Cómo …vas a cobrarme?....¿bueno emm ¿Qué quieres? ¿Cuánto …?- respondió totalmente abochornada al tiempo que se miraba en los bolsillos
- te costará …ja… ya se …llamarme shizuru- dije guiñándola un ojo
- ¿shizu…ru?-
Dijo tímidamente Natsuki al tiempo que nuestras miradas se encontraron. Yo asentí y ella confirmó con decisión –
-¡Shizuru!
Mi corazón se sobrecogió con el sonido de mi nombre que parecía flotar en aquel atardecer, si… shizuru sonaba tan lindo salido de sus labios………, ¿ pero en que diablos estaba pensando?.....
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