Pues bien continuamos con el capítulo correspondiente. El anterior era el Cap IV, faltó un numerín por alli, lo corregiremos.
V Cuando le buscas tres pies al gato.
- No entiendo en verdad que es lo que pretendes, Natsuki. Me has tenido aquí todo el día. Es domingo, al menos deberíamos aprovechar el día.
- Shh. No me desconcentres, Mai.
- Pero, la verdad es que no entiendo porqué estamos en esta cafetería y mirando el taller de motocicletas!
- Te aseguro que tengo una razón muy buena.
- Natsuki…me puedes decir cuál es? O de lo contrario saldré corriendo de aquí.
- Mai, dame unos minutos.
Natsuki estaba poniendo más atención en ese momento, la persona a la cuál había ido a espiar estaba saliendo de allí.
- Natsuki-san – sonó una voz tras ella.
- Woa! – volteó Natsuki en ese instante con el rostro desencajado – por qué todo mundo tiene que…- Reito-san…
- Lo siento, Natsuki-san, rara vez encuentro a dos estudiantes del colegio aquí.
- Eh, si…- decía Natsuki – Es verdad, o no Mai…Mai?!
Mai se encontraba perdida en ese momento mientras miraba a Kanzaki Reito frente a ella.
Natsuki no pudo más que mirar hacia al frente mientras en su cabeza empezaba a notarse un ceño fruncido y unas cuantas rayitas…
- Lo cierto es que, rara vez me encuentro a dos jóvenes tan lindas en esta cafetería – dijo nuevamente Reito mientras miraba a Mai visiblemente interesado.
Natsuki sentía que las rayitas se hacían más grandes y le estaba dando jaqueca.
- Kanzaki-sempai…
La voz de Mai no hacía más que empeorar las cosas…
- Llámame Reito…
Esto iba de mal en peor…que alguien le ayude…
- Reito…san
- Si gustan los puedo dejar solos… - murmuró por lo bajo Natsuki.
- ¡Ani-ue! – gritó una voz en la recepción.
- Ah! Mikoto! – contestó Reito.
Natsuki volteó a ver a la sonriente chica que se acercaba a ellos. Llego al lado de Reito y lo tomó del brazo.
- Llegaste temprano, ani-ue.
- Reito-san…-interrumpió Natsuki – ella es…
- Si, ella es mi hermana menor, Mikoto – dijo Reito mientras miraba a la adolescente que se encontraba a su lado con una gran sonrisa.
- Minagi Mikoto – dijo la chica.
- Minagi…? – preguntó Mai – pero el apellido de Reito-san…
- Ah eso – dijo Reito – nuestro padre murió antes de que Mikoto naciera, así que sólo lleva el apellido de nuestra madre – contestó.
- Mjm – asintió la chica, quién tenía el mismo cabello oscuro terminando en dos graciosas coletas y el mismo color de ojos de Kanzaki Reito.
Natsuki no supo en que momento aquella pesquisa del chico que tenía cruzado en la mente junto con la imagen de Fujino terminó en una comida con Kanzaki Reito y Minagi Mikoto. Ni mucho menos como se encontró después en un parque de diversiones.
Justo cuando se sentía desfallecer de la histeria se tropezó con algo que llamó su atención. Una exposición de motocicletas.
Natsuki la recorrió completa, no supo cuanto tiempo perdió entre ellas. Hipnotizada entre los modelos viejos y las modernas. La fascinación que tenía era tan evidente que inclusive Reito se veía superado en su conocimiento.
- A Natsuki-san deben gustarle mucho las motos – le comentó Reito a Mai.
- A Natsuki? – dejó escapar un suspiro – le conozco desde que somos pequeñas y si, siempre le han gustado. Natsuki dice que no entiende el motivo, pero tal vez sea que creció entre autos y todo eso.
- Los autos no son iguales a las motos, Mai-san.
- Ya, pero los que diseñaban las motos también armaban los autos que diseñaba el sr. Kuga.
- Ya veo…así que debe ser eso.
La tarde pasó inadvertida, mientras el fastidio de Natsuki se había desdibujado para convertirse en una cara de felicidad que continuaría el resto de la velada. Reito y Mikoto se despidieron después de dejarlas en el apartamento que ambas tenían a su disposición. Entraron después de lidiar con algunas llaves.
- Es que no entiendo porqué todas tus llaves son iguales.
- No son iguales, son distintas entre si.
- Entonces por qué no encuentras cuál es de manera más rápida?
- Porque todas son del mismo color!
- Ah! Esta bien, Natsuki.
Un teléfono celular comenzó a sonar.
- Ah! Es el mío – dijo Mai.
Natsuki escuchaba a Mai hablar con Takumi acerca de su traslado a la misma escuela. En verdad los dos hermanos no podían estar separados. Takumi se había atrasado por un problema con su documentación.
Los padres de los hermanos estaban al pendiente de que sus dos hijos se mantuviesen unidos. Lo que parecía una simbiosis. Natsuki sentía envidia de esas cosas. El ser hija única era bastante solitario. Y para rematar, ni perro que le ladrara.
Mai se pasó la velada hablando de Reito-san…a veces odiaba que su amiga fuese así, pero desgraciadamente venía con el paquete. Sin duda era divertido cuando la fastidiaba, pero por ahora no parecía ser así.
Mai le preguntó a Natsuki si podían tener mascotas en el apartamento. A lo que Natsuki le respondió que si la familia de Mai era la dueña, no creía que hubiese problema con ello.
- Bueno, papá nunca me dijo si se podía… - contestó Mai.
- Entonces vas a traer una mascota aquí
- No, en realidad fue curiosidad. – contestó Mai.
Natsuki no sabía si retorcerle el cuello o fulminarla con la mirada, al final decidió simplemente no pensar en ello. No sería buena idea ensuciar el piso. Ella tendría que limpiarlo después.
- Mmm. Está bien. – suspiró – cuando llega Takumi?
- Ah! Si, debe llegar el martes.
- Bien, podemos organizarle una recepción.
- Si, lo sé.
- Inclusive podríamos invitar a Reito-san
- Dame eso! – dijo Natsuki mientras le arrebataba el teléfono.
- Eh! Natsuki! Devuélvemelo!
- Si tengo que soportar una velada más con alguien que come el triple de nosotras juntas moriré!
- Vamos Natsuki. La próxima semana te acompañaré todo el día sin chistar.
Natsuki aceptó al final no sin antes poner una serie de condiciones para ello. Mientras Mai tarareaba una canción alegre, a Natsuki le daba ganas de cantar Dona-dona con todo el pesar del mundo.
- Querías verme?
- Si. Adelante.
- Gracias.
- Has conseguido lo que te encargué?
- Shizuru a veces me pones las cosas más complicadas de lo que creo que aparentemente son.
- Lo siento, conozco tus habilidades y es seguro que obtendrás lo que yo quiero.
Una sonrisa cruzó los labios de la persona con la cuál hablaba Shizuru. ¿Un carácter tan oscuro como el suyo propio? Shizuru apostaba que si. Después de todo, ambos se conocían muy bien.
- Aquí lo tienes, Shizuru…
A las manos de Shizuru, el extraño y enigmático personaje le entregó un sobre sellado. Le devolvió una sonrisa y le indicó al chico que podía retirarse, mientras ella gastaba el tiempo restante revisando el interior del sobre.
martes, 21 de octubre de 2008
3 comentarios:
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waaaaaaa q interesant ^-^,q tanto se llevan shizuru y reito¿¿ò-o??
ResponderEliminarjejejejjej pobre natsuki al final no descubrio anananan
arigato KTsubasa
bye cdt bexos......
se esta poniendo interesante =D, que tendra ese sobre y quien sera esa persona o.0.
ResponderEliminarummm me tiene toda intrigada
ResponderEliminarmuy bueno tu fic
sigue asi y xf no tardes!!!!