miércoles, 2 de junio de 2010

Princesa Azul a domicilio - Capítulo I

Hola a todos nuestros lectores. Hoy tengo el agrado de comenzar (por encargo de nuestra queridísima Akari) un nuevo fan fiction. A que no saben de quien ah????? adiven XDDDDDDDD De KaoriD (siiiiiiiii) Vuelve para agradarnos con este nuevo fan fiction (que esta bueno ehh, muy bueno)


Así que aquí se los dejo.Dato curioso: El nombre de este cap, es tb el de una canción que le gusta mucho a Akari, así que aquí esta el audio (aunq no tenga absolutamente nada que ver con el fic)
Que lo disfruten.
Ali Dagos





Princesa azul a domicilio

Autora: KaoriD


Capítulo 1: No hay un héroe como tu



La tarde de ese viernes estaba fresca y transcurría con total normalidad, después de mucho planificar y ajustar agendas, habían decidido salir a descargar tensiones de una semana agotadora. Las cinco amigas recorrían el centro comercial, haciendo tiempo para entrar al cine. Iban despreocupadas mirando aparadores, bromeando y riendo.

Se conocían desde la infancia gracias a que sus familias eran allegadas; pero ahora que se hacían mayores, como suele pasar, cada quien va tomando su propio camino. Sin embargo, planificaban encuentros de ese tipo y siempre estaban en contacto.



La mayor era Midori, aunque siempre mentía con respecto a su edad, estaba estudiando antropología y trabajaba dando prácticas a estudiantes de secundaría, a quienes obligaba a llamarla Midori-chan. Alta de cabello castaño rojizo y ojos verdes, sin lugar a dudas era la positiva y animosa, quien a pesar de ser la mayor en edad, era un poco inmadura y torpe.

Akane por el contrario, era callada, atenta y responsable. Era considerada la “bebé” del grupo, apenas hacía unos meses que se había graduado de la secundaria y se disponía a elegir qué carrera estudiar, mientras tanto ocupaba su tiempo ayudando en el restaurante de sus padres. Irónicamente, era la única que tenía un novio, un chico que cursó estudios con ella, de nombre Kazuya, a quien le dice de cariño Kazu-kun.

Haruka por su parte, era una rubia testaruda, temperamental y algo autoritaria, pero detrás de esa pose dura, se ocultaba una chica de buen corazón, siempre dispuesta a defender a sus amigas incluso con los puños. Era de origen humilde pero gracias a varios negocios, su padre alcanzó fortuna. Ahora se encontraba aprendiendo de éste cómo convertirse en su sucesora, por ello decidió estudiar administración de empresas.

Siempre presente en la vida de Haruka, estaba Yukino, una chica muy inteligente aunque algo introvertida. Era bajita, de aspecto delicado y cabello corto, no podía ocultar su gran afecto por la rubia. Actualmente, se encontraba estudiando Ingeniería en Telecomunicaciones, era la nerd por excelencia.

Finalmente, estaba Shizuru, la “archirival” de Haruka (nombrada así por ésta última), estudiaba publicidad y mercadeo. En apariencia, despreocupada y distraída, de carácter jovial y bromista (sobretodo a la hora de molestar a la rubia). Castaña esbelta de ojos como rubíes, siempre con una lista de admiradores interminable. Sus amigas sabían que el carácter especial de la chica le impedía crear lazos fuertes con la gente, era como si siempre interpusiera una pared entre ella y los demás. Habían perdido la cuenta de los chicos que se le habían declarado y habían sido, cortésmente, rechazados. Incluso, sospechaban que había hecho lo propio con alguna que otra chica, aunque ninguna se atreviese a preguntar.

Cuando se cansaron de caminar, se detuvieron en un café para poder conversar más tranquilamente. Mientras se ponían al día con sus vidas vieron estacionarse una moto, lo que les llamó la atención fue el chico que descendió de esta y se disponía a entregar un paquete en alguna oficina del edificio que quedaba cruzando la calle. Llevaba una chaqueta de cuero gruesa con el logo de la empresa repartidora, unos jeans algo gastados y zapatos deportivos.

-¿Ya vieron a ese chico? –señalaba Midori, emocionada.
-Que guapo es –apuntaba Akane.
-¿Qué diría “Kazu-kun” si te escuchara? –dijo en tono burlón.
-No seas mala Haruka –regañaba Shizuru defendiendo a la más joven.
-Pero ya que lo mencionas, no está mal. –todas miraron sorprendidas a la rubia, quien toda la vida ha afirmado que los chicos son “sólo una pérdida de tiempo y esfuerzo”.
-Lástima que lleve gorra, no deja ver más allá de su semblante serio. –hablaba tímidamente Yukino que, segundos antes, pareció incomodarse ante el comentario de Haruka.
-Pero pude ver sus ojos verdes y profundos, podrían derrumbar muros de así desearlo. –explicaba Midori gesticulando exageradamente.

Siguieron comentando sobre el chico guapo, sólo Shizuru parecía más interesada en el té que sostenía entre sus manos que en la charla.

Al salir del edificio, el repartidor lanzó una rápida mirada al grupo de chicas, que desde la otra acera se encontraban cuchicheando, riendo y apuntando con el dedo hacia donde se encontraba, pero su mirada se detuvo en ella… en esa castaña de expresión relajada que saboreaba su bebida, era la única que no parecía una púber en mitad de un concierto del grupo de moda. Durante unos pocos segundos sus miradas coincidieron, pero rápidamente el chico subió a su moto y se fue calle arriba.

-Esos ojos, me recuerdan a alguien. –pensó Shizuru.
-¡Aaaaaaaaaah! ¿Por qué todos tienen que preferir a Shizuru? –gritaba Midori, mientras las demás reían y bromeaban a la castaña, quien seguía sorbiendo su té tranquilamente.

El itinerario continuó sin mayores acontecimientos, la película les resultó divertida y salieron comentándola. Luego, se pasaron por el restaurante de la familia de Akane donde cenaron alegremente. Culminada la velada, las cinco amigas se despidieron, prometiéndose repetir su encuentro en otra ocasión.

Minutos más tarde, Shizuru iba caminando hacia su apartamento cuando ocurrió algo inesperado. Un conductor ebrio de cambió de carril obligando al auto que venía en sentido contrario hacer una maniobra que lo sacó del camino. La castaña no tuvo tiempo de reaccionar, fue cegada por dos luces que se aproximaban a ella a toda velocidad, de pronto sintió unos brazos que la agarraban fuertemente y la empujaban haciéndole perder el equilibrio, salvándola de quedar aplastada entre la pared y el auto que chocó contra esta.

Por el impulso, ambos cuerpos rodaron por el pavimento. Durante unos minutos nadie se movió. Se escucharon los gritos, las bocinas de los demás autos, la gente acercándose al vehículo que chocó para certificar que el conductor se encontrase bien. Nadie más se percató de la acción heroica que acababa de llevarse a cabo.

Lentamente, la castaña se fue incorporando, también tenía que verificar que su salvador estuviese bien. Su sorpresa fue mayúscula cuando notó a su lado, aún abrazado a ella, al repartidor que habían visto por la tarde.

-Di-disculpa, ¿estás bien? –se apresuraba la castaña, aún nerviosa.
-Si, eso creo ¿y tu? –habló el chico.
-Creo que si… gracias a ti, estoy bien. –éste sonrió tímidamente.
-Que bueno, llegué justo a tiempo, espero que la policía capture al que causó todo este desastre.
-Yo espero que el otro chofer se encuentre bien… ¡tu rodilla, está sangrando!
-Auch, no me había fijado, pero es sólo un raspón, no pasa nada.
-Ven conmigo, mi casa está cerca, te curaré.
-No-no es necesario.
-Insisto, te debo la vida, es justo que te ayude ahora.
-Bu-bueno, está bien.
-Perfecto, sólo falta algo para poder irnos.
-¿Qué será?
-Que me sueltes y nos levantemos. –dijo con una risita.
-El chico enrojeció hasta las orejas al darse cuenta que aún mantenía el amarre a la cintura de la castaña y estaban recostados en el frío suelo.

Al final se levantaron, el repartidor con un poco de esfuerzo ayudado por la castaña. Fue cuando ésta notó que el chico era un poco más bajo que ella.

-Por acá está mi moto. –señalando.
-¿Iremos ahí? –dijo no muy convencida la castaña.
-Claro, no esperarás que la deje aquí. –dijo restándole importancia.
-Es cierto, vamos. –llenándose de valor, subió al vehículo, después del chico que condujo siguiendo las indicaciones que le daba la castaña que iba abrazada suavemente a su cintura.
-Que delgado es, siento como si abrazara a una chica.-pensó Shizuru, poco antes de llegar a su destino. –es aquí, vamos.

Subieron al apartamento y dejó esperando al muchacho en la sala mientras ella iba a por el botiquín de primeros auxilios. Él se quedó admirando el lugar, no era demasiado grande pero tampoco pequeño, tenía las medidas exactas para vivir cómodamente una, máximo dos personas. Estaba decorado de forma sencilla pero derrochaba buen gusto, las paredes tenían un suave tono lila y algunos cuadros con paisajes las adornaban. No habían demasiados muebles, aparentemente esta chica era muy tradicionalista.

-Y bien, ¿qué se siente ser un héroe? –dijo entrando a la habitación trayendo en sus manos una cajita, de la cual sacó algunas gasas y un frasco con un líquido.
-No… no soy ningún héroe, de hecho yo no…
-Nada de falsa modestia, de no ser por ti habría sido aplastada por ese auto. Eres un chico extraordinario. –decía sinceramente, causando un ligero cambio de color en el rostro de su salvador.
-Verás, es que… estás algo confundida... –decía intentando no mirarla a los ojos.
-Por cierto, ¿cuál es tu nombre? –Interrumpiéndolo -Yo soy…
-Shizuru…lo…se –casi al instante, al ver la cara de sorpresa de la chica, supo que había cometido un error.
-¿Ara? Además de salvar “damiselas en peligro”, ¿también eres adivino? –le miraba fijamente.
-Este yo… es que... –comenzaba a sudar frío.
-No eres uno de esos acosadores psicópatas, ¿cierto? –mirándolo seriamente.
-Oh no no, soy muy decente. –nervioso.
-Que lindo, parece un lobo feroz, pero es un cachorrito asustado –pensó, para luego reír de buena gana, lo que hizo relajar un poco al muchacho. -Muy bien chico decente, ¿me puedes decir tu nombre? –ante esa mirada profunda y ese suave acento de Kyoto que anestesiaba los sentidos, no había manera en que pudiese ordenar sus ideas.
-Na-Nat… -respirando profundo -mis amigos me dicen Nat. –concluyó.
-Bueno Nat, siéntate acá para poder curarte –le regaló una hermosa sonrisa que dejaría sin aliento a cualquiera.

Nat obedeció y se sentó frente a la sonriente chica.

4 comentarios:

  1. que lindo, me encanto, ya quiero ver la cara de sorpresa cuando se entere que es una chica.
    sigue pronto con el siguiente capitulo.

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  2. ooh!! hehhehe q cara q va a poner Shizuru cuando sepa q es Nat.. suki xdd



    lidy

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  3. se nota qe estara genial este fic,a mi tbien me ggustaria ver la cara de sorpresa de shizuru xD

    otra cosa...kaoriD ya as dejado a estrella roja e.c.?

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  4. si estoy de acuerdo con esta lidy
    jeje pagaria para ver la cara de shock de Shizuru cuando se entere de que "su héroe" Nat es en realidad su amada Natsuki
    xD

    haha grax x el fic se ve entretenido

    KuroUsagi ^^

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