Betrayer

Hola Bloguers, os escribo desde un post programado,me gustaría estar durmiendo pero probablemente esté en la biblioteca estudiando cuando lo esteis leyendo   :(

Hoy toca que os torture con uno de mis relatos, éste lo tenía pendiente desde hace un tiempo, pero por alguna razón no lo concluía,  no tenía muy claro que final darlo, pero parece que ya está tomada la decisión, creo que la correcta, espero que os guste y si no....pues muy bien XDDD, es broma, la verdad es que he acabado el relato a las 2 de la mañana y a esta hora si tiene sentido lo escrito. Animaos y mandadnos vuestros materiales !!!!

Buen finde ciaooooooooooo bell@s!

Betrayer

Las horas transcurrían como si fuesen segundos, el plazo se acababa y las manecillas del reloj avanzaban sin ninguna consideración, nuestras cabezas estaban en juego.

El corazón de Miguel llegó unos metros antes que el resto de su cuerpo, al verlo entrar sin cruzar palabra inserté el pen y abrí el archivo uniéndolo a los restantes documentos

….

Durante unos interminables minutos apareció en la pantalla LOADING….. LOADING, terminada la operación pulsé el botón SEND y crucé los dedos.

Mis ojos se encontraron con los de Miguel y ambos nos volvimos hacia el reloj de pared, “vamos vamos” se repetía mi pensamiento; de pronto un grito en el otro extremo de la oficina, pasos acelerados y Silvia entró inundando el pequeño despacho con una amplia sonrisa.

“ Es nuestro, la oferta ha entrado a tiempo, ¡el Monet es nuestro!”

A todos nos invadió el jubilo, Miguel levantó en vilo a Silvia, ésta sostenía el teléfono como si se tratara del trofeo ganado en una disputada final. Yo aliviada me recostaba en el asiento aplaudiendo la escena.

Miguel dejó por fin a Silvia en el suelo y empezaron a planear una merecidísima megacelebración

“nos esperan unos cócteles en el Arella” proponía Miguel a pleno grito.

“bah eres un “rajao” primero unas cañitas en la Latina, luego los cocteles y por último un conciertillo acompañado de un mojito en el Costello”. “¿Que díces Lidia?” me preguntaba Silvia.

Yo me mantuve ajena a su conversación, justo en ese momento había recibido un mensaje ….

No sé el tiempo que hacía ya que no recibía uno de sus mensajes, un mensaje muy escueto que me producía sentimientos encontrados, alegría y dolor, por partes iguales, pero que aun así siempre anhelaba volver a recibir; debe ser que a pesar del tiempo, sigo siendo adicta a ti.

“Necesito verte, te espero en el café de siempre a eso de las 7:30 please”

…

“¿Lidia?” preguntaron a la vez Miguel y Silvia.

“Lo siento chicos tengo un compromiso de esos….ineludibles”

“Vamos “Di” no lo habríamos logrado sin ti…..además vas a ser la única que no vea como tumbo a Migue bebiendo chupitos” rebatió Silvia.

“Sorry, en serio debo irme ya si quiero llegar” dije cogiendo la chaqueta del perchero.

Al pasar al lado de Silvia ella me clavó una de sus inquietantes miradas que decían “no vayas tía” en cambio de sus labios salieron “ ¿seguro que no vienes?... te echaremos de menos”.

Miguel dijo con risa suelta “Silvia te quedas sin compañera de borracheras, intentaré esforzarme al máximo para acompañarte”.

“lo dejo en tus manos Migue” dije guiñando un ojo abandonando el despacho.

….

Inconscientemente me senté en la mesa junto a la ventana, al percatarme sonreí, “soy una tonta sentimental “ dije para mí. Sé que tu no lo recordarás pero es la misma mesa que nos sentamos la primera vez que quedamos en este café, la primera vez que me contaste tus penas y que yo traté de consolarte.

Cerré los ojos y dí un gran trago a mi cerveza, tratando de imaginar aquel reencuentro.

Como siempre entrarías con prisas pero tu belleza una vez más me dejaría impactada, dos rápidos besos y un par de preguntas de compromiso; Qué cómo me iba la vida, el trabajo, en casa y la inevitable…….. si ya tenía novio.

“¿Novio? Respondería sonriendo, yo no tengo tiempo para eso, además sabes que soy demasiado caótica e ingobernable para una relación” otra mentira que abriría una nueva grieta en mi corazón.

No importaba el tiempo que hacía que nos unía aquella amistad, una ceguera se había instalado en tus ojos, ella no veía la verdad porque sólo tenía ojos para David y yo sólo tenía ojos para ella…Laura.

He perdido la cuenta de las veces que Laura y David habían roto, en esas ocasiones Laura lloraba amargamente y juraba que sería la última vez que lo perdonaba, yo la sonreía y animaba.

Cuando las lágrimas se acababan Laura me hacía un resumen del resto de sus cosas. En medio aquella conversación llegaba David con un par de rosas rojas que habría comprado a algún chino en cualquier esquina.

Laura jugaba a hacerse la difícil durante unos minutos hasta que por fin se reconciliaban yéndose juntitos de la mano.

De pronto abrí los ojos, eran las 7:25, cogí el teléfono y marqué.

“Hola, soy yo….¿donde estas?... amm vale bien…..si eso es …. Está bien”

Pagué la caña y abandoné el local

“Voy para allá …..Silvia, gracias”.

Terminé la llamada y un segundo después borré el número de Laura; perdona si crees que te he traicionado, pero si me quedara me estaría traicionando a mí misma una vez más… creo que a partir de ahora voy a comenzar a vivir sin ti, tal vez entonces empieces a echarme de menos, creo…no, …¡he decidido que merezco ser feliz.!

Fin?

A.Medianoche.