Hola Bauler@s!!!
Domingo un poco tarde,acostúmbrense, aún le queda un mes al mundial lo se, pero más vale tarde que nunca XD A lo que vinimos, continuamos con este fanfiction de nuestra pareja consentida ShizNat. A ver cómo hará Natsuki para continuar con su engaño a Shizuru...
Enjoy!
Autor: KaoriD
Capítulo 3: No es una cita, pero lo parece
Las cuatro en punto, marcaba el reloj en la pared de una habitación que daba la impresión de haber sido escenario de una gran batalla. Sentada en la silla frente al escritorio, con los pies sobre el mueble, estaba una pelirroja esbozando una irónica sonrisa y jugando con su celular. Del otro lado, recostada en la cama, estaba otra pelirroja que en contraste tenía una expresión un tanto seria.
Por el lugar volaban camisas, lencería, pantalones, lencería, zapatos, más lencería, bufandas y demás accesorios que terminaban reposando en el suelo, sobre los muebles y sobre ellas mismas. Mientras veían esa lluvia de objetos, Mai decidió hablar.
-Natsuki, ya en serio, me preocupas. –decía mientras se quitaba de la cabeza el octavo brasier que le lanzaba la morena.
-Lo siento Mai, es que no se qué ponerme y además estoy tan nerviosa.
-Tengo que conquistar a Shizuru siendo yo, no puede ser que le guste como chico.
-Tranquila Natsuki, no creo que le guste "tu hermano" –haciendo el gesto de comillas -ella simplemente, siente mucha gratitud porque cree que él la salvó.
-Quizá no le guste ninguno de los dos y sólo te hable por compromiso. –puntualizaba la otra pelirroja.
-¡NAO! –gritó Mai.
-¿Qué dije? Es una posibilidad. –haciendo una mueca y volviendo a jugar con su celular.
-Es cierto Mai, también existe esa posibilidad. –suspiraba resignada.
-Pues nada, no hay forma que podamos saberlo hasta que no hables con Shizuru, así que termina de elegir lo que te pondrás y cálmate.
-Ara ara, Natsuki está nerviosa porque tiene una cita. –decía la pelirroja desde el escritorio, imitando (no muy bien) el acento de Kyoto.
-¡NAO! –gritó la morena.
-Bueno bueno, sólo intento quitarle un poco de tensión al ambiente.
-No lo estás logrando –apuntaba Mai.
-Está bien, lo siento, que sensibles están. –volviendo a su celular.
-Además, ni siquiera es una cita. –decía Natsuki, volviendo a meterse de cabeza en el closet.
-Menos mal que no es una cita, cómo estarías si lo fuera. –decía ahora Nao, girando en su dedo índice unas bragas.
-¡Hey! ¡Dame eso! –gritaba Natsuki.
-Quítamela si puedes. –empezaron a correr por toda la habitación, Mai las miraba divertida.
Hora y media después de golpear a Nao y de mucho buscar, Natsuki dio con la combinación perfecta. Unos jeans azul marino, blusa blanca sin mangas y cuello con corte en V, chaqueta negra y zapatos casuales. Usó por primera vez el perfume que le había regalado su madre para su cumpleaños y escogió sus mejores piezas de lencería, porque se sentía más segura usándolas, no porque esperara que pasara "algo" pues ella tenía muy claro que sólo era una salida entre conocidas.
A las seis menos diez, se encontraba esperando en la entrada del centro comercial, decidió sentarse en una banca antes de tener que pagar las reparaciones del piso, porque cuando se encontraba nerviosa le daba por caminar de un lado al otro.
Y a las seis, apareció puntual, fue como ver un ángel. A lo lejos, una luz brillante la envolvía (aunque pudo deberse a que estaba atardeciendo y la luz era más intensa en ese momento). Al ubicar a la morena, la hermosa castaña le dedicó una sonrisa y se acercó a ella. Llevaba un vestido casual con finos estampados lila y blanco, era algo conservador pero esa chica podría ponerse cualquier trapo y aún así se vería resplandeciente.
-¿Natsuki tiene mucho esperando?
-No, para nada, acabo de llegar. Si me permites que lo diga, creo que estás muy hermosa –un leve rubor cubrió las mejillas de la morena.
-Ara ara, que galante. –sonreía la castaña, luego entrelazaba su brazo al de la morena y la llevaba a recorrer tiendas como las mejores amigas. El sólo contacto de su piel con la suya le produjo mil sensaciones, su rostro parecía como si se hubiese quemado bajo el sol, sólo podía dejarse llevar.
Recorrieron el centro comercial sin entrar a ninguna tienda en especial, Natsuki compró unos helados y siguieron caminando. Shizuru era más que juguetona, le daba a probar de su helado a la morena y la conversación era bastante agradable. Para ese momento Natsuki se sentía en los campos Elíseos.
-Creo que si fuese una cita, no lo estaría pasando tan bien, Shizuru es tal cual me la imaginaba, puede que incluso sea mejor es divertida, dulce e inteligente –pensaba la morena, mientras entraban a una tienda de accesorios para deportistas.
Al parecer, la castaña recordó el motivo por el cual quedó con la morena.
-Pensé que a tu hermano le gustarían estos guantes –dijo, señalando en el aparador de la tienda, un par de guantes de cuero para motorizados. A Natsuki se le iluminó el rostro, siempre había querido unos así, pero al ver el precio se sobresaltó.
-Son hermosos –decía embelesada. –pero creo que son demasiado, mi hermano no podría aceptar un regalo así.
-Tonterías, una vida vale mucho más que ese par de guantes Natsuki. ¿No lo crees?
-Este, pues si, pero…
-Pero nada, quiero hacerle ese regalo a Nat. –pidiéndole al vendedor ver los guantes, ambas los examinaron y la morena les dio el visto bueno.
La castaña pagó y salieron de la tienda conversando alegremente.
-Natsuki, necesito ver a tu hermano para entregarle el regalo.
-Mmm… ¿segura? Yo podría dárselo de tu parte.
-No, prefiero hacerlo yo misma. Dile que pase por mi apartamento mañana a las nueve menos diez de la mañana, lo veré antes de irme a la universidad.
-Bien, como quieras, seguro amará el regalo ¡Rayos! mañana tengo clases temprano, tendré que volar. Bueno, no será la gran diferencia, siempre llego tarde.
-Ahora quiero que Natsuki me acompañe, el helado me dio un poco de sed. –dijo sonriente.
Natsuki asintió y se fueron nuevamente con los brazos entrelazados a tomar algo, la charla se extendió un par de horas más.
-He pasado una tarde maravillosa, gracias.
-No tienes que agradecer, yo también la he pasado genial. –sonreía Natsuki.
-Bueno, ya es hora de que me vaya. –la castaña se preparaba para irse.
-Valor Natsuki, tu puedes –se animaba – ¿Te-te gustaría salir conmigo? –soltó de repente. –Otro día… para hacer cosas… no se…
-¿Natsuki me pide otra cita? –miraba algo emocionada.
-Claro, sino quie… ¿otra cita? –preguntó confundida.
-Acepto –soltó una risita, y luego se dio la vuelta y comenzó a alejarse.
-¿Esto fue una cita? –desconcertada, la emoción casi la hace caerse de espaldas.
Tal como habían quedado, a la mañana siguiente, fue en su moto enfundada en una chaqueta de cuero e indumentaria masculina a encontrarse con la chica de Kyoto. Ésta le entregó el regalo, pero no conversaron mucho, se ofreció a llevarla a la universidad pero la castaña se negó cortésmente.
Para Natsuki los días siguientes fueron, por un lado, maravillosos pues pasaba todo su tiempo libre con Shizuru, sin embargo, también le resultaba estresante. Tenía que hacer doble papel frente a la castaña y aún era un misterio, para ella, saber si le gustaba más como chico o como chica.
Conversaban por horas, paseaban por la ciudad, se encontraban en la universidad en cada espacio libre, merendaban y almorzaban juntas. Nao bromeaba diciendo que parecían una el apéndice de la otra. Cuando hacía el papel de Nat, de vez en cuando paseaban en moto. Trataba de ser un poco cortante y hablar poco, pero esto le daba la sensación de que sólo aumentaba el interés de la bella chica de ojos carmesí. "Mujeres" pensaba Natsuki.
-Vamos Bubuzuke –la rubia la llamaba así desde el segundo grado –me dirás ¿por qué estás tan feliz últimamente o tendré que sacártelo a golpes?
-Ara ara, Haruka siempre tan dulce. Sólo te diré que apareció alguien especial para mí.
-¡¿Eeeeeeehhhhh? –todos los demás estudiantes en la cafetería voltearon a mirar a las chicas.
-Haruka es tan sutil y discreta siempre. –suspiraba la castaña mientras se disculpaba con la gente.
La rubia casi muere de la impresión, las palabras "alguien especial para mi" salieron de boca de Shizuru, definitivamente el 2012 estaba cerca.
-Bueno y ¿quién es la persona afortunada? –preguntó curiosa.
-Mmmm eso será un secreto hasta estar segura de que siente lo mismo que yo –dijo dando otro sorbo a su té.
-Está bien, pero más te vale Bubuzuke darme la noticia a mi primero.
-Así lo haré –dijo sonriendo sincera.
-Después de todo no es normal verte así de feliz, me alegra de verdad –pensó la rubia que a fin de cuentas quería mucho a Shizuru, más de lo que estaría dispuesta a admitir nunca, para el resto del mundo ella es y será su archirival.
Esa tarde, Natsuki y Shizuru salieron a pasear juntas. Caminando por el parque, súbitamente la morena tomó de la mano a su acompañante, ésta sólo sonrió y se pegó más al cuerpo de la morena. Iba anocheciendo y empezaba a hacer frío, así que la belleza de Kyoto invitó a Natsuki a tomar un té en su apartamento antes de irse a casa. La chica accedió gustosa, comieron galletas y bebieron un exquisito té mandarín, así siguieron conversando sin fijarse en la hora.
-Natsuki, creo que ya es muy tarde.
-Si, lo siento, ya me voy –decía un poco apenada.
-No, en realidad preferiría que te quedaras, no sería prudente dejarte ir a esta hora. A eso me refería. –la morena suspiró aliviada.
Después de un rato, Natsuki salió al balcón y se apoyó en la baranda de seguridad, miraba las luces de la ciudad, cuando sintió el cálido cuerpo de Shizuru arrimándose al suyo, le abrazaba por la espalda. La morena lejos de apenarse se giró, para quedar frente a ella. Entonces lo hizo… Natsuki se atrevió a eliminar la distancia entre ellas y reclamar esos labios para si, la belleza de Kyoto le recibió gustosa.
Siguieron besándose mientras volvían dentro, durante la travesía por la sala y en la expedición a oscuras por el cuarto de la castaña. En ese momento, las palabras no importaron más, quisieron dejar hablar a sus cuerpos que por tanto tiempo habían querido sentirse sin ningún reparo.
Continuará…
Domingo un poco tarde,
Enjoy!
Autor: KaoriD
Capítulo 3: No es una cita, pero lo parece
Las cuatro en punto, marcaba el reloj en la pared de una habitación que daba la impresión de haber sido escenario de una gran batalla. Sentada en la silla frente al escritorio, con los pies sobre el mueble, estaba una pelirroja esbozando una irónica sonrisa y jugando con su celular. Del otro lado, recostada en la cama, estaba otra pelirroja que en contraste tenía una expresión un tanto seria.
Por el lugar volaban camisas, lencería, pantalones, lencería, zapatos, más lencería, bufandas y demás accesorios que terminaban reposando en el suelo, sobre los muebles y sobre ellas mismas. Mientras veían esa lluvia de objetos, Mai decidió hablar.
-Natsuki, ya en serio, me preocupas. –decía mientras se quitaba de la cabeza el octavo brasier que le lanzaba la morena.
-Lo siento Mai, es que no se qué ponerme y además estoy tan nerviosa.
-Tengo que conquistar a Shizuru siendo yo, no puede ser que le guste como chico.
-Tranquila Natsuki, no creo que le guste "tu hermano" –haciendo el gesto de comillas -ella simplemente, siente mucha gratitud porque cree que él la salvó.
-Quizá no le guste ninguno de los dos y sólo te hable por compromiso. –puntualizaba la otra pelirroja.
-¡NAO! –gritó Mai.
-¿Qué dije? Es una posibilidad. –haciendo una mueca y volviendo a jugar con su celular.
-Es cierto Mai, también existe esa posibilidad. –suspiraba resignada.
-Pues nada, no hay forma que podamos saberlo hasta que no hables con Shizuru, así que termina de elegir lo que te pondrás y cálmate.
-Ara ara, Natsuki está nerviosa porque tiene una cita. –decía la pelirroja desde el escritorio, imitando (no muy bien) el acento de Kyoto.
-¡NAO! –gritó la morena.
-Bueno bueno, sólo intento quitarle un poco de tensión al ambiente.
-No lo estás logrando –apuntaba Mai.
-Está bien, lo siento, que sensibles están. –volviendo a su celular.
-Además, ni siquiera es una cita. –decía Natsuki, volviendo a meterse de cabeza en el closet.
-Menos mal que no es una cita, cómo estarías si lo fuera. –decía ahora Nao, girando en su dedo índice unas bragas.
-¡Hey! ¡Dame eso! –gritaba Natsuki.
-Quítamela si puedes. –empezaron a correr por toda la habitación, Mai las miraba divertida.
Hora y media después de golpear a Nao y de mucho buscar, Natsuki dio con la combinación perfecta. Unos jeans azul marino, blusa blanca sin mangas y cuello con corte en V, chaqueta negra y zapatos casuales. Usó por primera vez el perfume que le había regalado su madre para su cumpleaños y escogió sus mejores piezas de lencería, porque se sentía más segura usándolas, no porque esperara que pasara "algo" pues ella tenía muy claro que sólo era una salida entre conocidas.
A las seis menos diez, se encontraba esperando en la entrada del centro comercial, decidió sentarse en una banca antes de tener que pagar las reparaciones del piso, porque cuando se encontraba nerviosa le daba por caminar de un lado al otro.
Y a las seis, apareció puntual, fue como ver un ángel. A lo lejos, una luz brillante la envolvía (aunque pudo deberse a que estaba atardeciendo y la luz era más intensa en ese momento). Al ubicar a la morena, la hermosa castaña le dedicó una sonrisa y se acercó a ella. Llevaba un vestido casual con finos estampados lila y blanco, era algo conservador pero esa chica podría ponerse cualquier trapo y aún así se vería resplandeciente.
-¿Natsuki tiene mucho esperando?
-No, para nada, acabo de llegar. Si me permites que lo diga, creo que estás muy hermosa –un leve rubor cubrió las mejillas de la morena.
-Ara ara, que galante. –sonreía la castaña, luego entrelazaba su brazo al de la morena y la llevaba a recorrer tiendas como las mejores amigas. El sólo contacto de su piel con la suya le produjo mil sensaciones, su rostro parecía como si se hubiese quemado bajo el sol, sólo podía dejarse llevar.
Recorrieron el centro comercial sin entrar a ninguna tienda en especial, Natsuki compró unos helados y siguieron caminando. Shizuru era más que juguetona, le daba a probar de su helado a la morena y la conversación era bastante agradable. Para ese momento Natsuki se sentía en los campos Elíseos.
-Creo que si fuese una cita, no lo estaría pasando tan bien, Shizuru es tal cual me la imaginaba, puede que incluso sea mejor es divertida, dulce e inteligente –pensaba la morena, mientras entraban a una tienda de accesorios para deportistas.
Al parecer, la castaña recordó el motivo por el cual quedó con la morena.
-Pensé que a tu hermano le gustarían estos guantes –dijo, señalando en el aparador de la tienda, un par de guantes de cuero para motorizados. A Natsuki se le iluminó el rostro, siempre había querido unos así, pero al ver el precio se sobresaltó.
-Son hermosos –decía embelesada. –pero creo que son demasiado, mi hermano no podría aceptar un regalo así.
-Tonterías, una vida vale mucho más que ese par de guantes Natsuki. ¿No lo crees?
-Este, pues si, pero…
-Pero nada, quiero hacerle ese regalo a Nat. –pidiéndole al vendedor ver los guantes, ambas los examinaron y la morena les dio el visto bueno.
La castaña pagó y salieron de la tienda conversando alegremente.
-Natsuki, necesito ver a tu hermano para entregarle el regalo.
-Mmm… ¿segura? Yo podría dárselo de tu parte.
-No, prefiero hacerlo yo misma. Dile que pase por mi apartamento mañana a las nueve menos diez de la mañana, lo veré antes de irme a la universidad.
-Bien, como quieras, seguro amará el regalo ¡Rayos! mañana tengo clases temprano, tendré que volar. Bueno, no será la gran diferencia, siempre llego tarde.
-Ahora quiero que Natsuki me acompañe, el helado me dio un poco de sed. –dijo sonriente.
Natsuki asintió y se fueron nuevamente con los brazos entrelazados a tomar algo, la charla se extendió un par de horas más.
-He pasado una tarde maravillosa, gracias.
-No tienes que agradecer, yo también la he pasado genial. –sonreía Natsuki.
-Bueno, ya es hora de que me vaya. –la castaña se preparaba para irse.
-Valor Natsuki, tu puedes –se animaba – ¿Te-te gustaría salir conmigo? –soltó de repente. –Otro día… para hacer cosas… no se…
-¿Natsuki me pide otra cita? –miraba algo emocionada.
-Claro, sino quie… ¿otra cita? –preguntó confundida.
-Acepto –soltó una risita, y luego se dio la vuelta y comenzó a alejarse.
-¿Esto fue una cita? –desconcertada, la emoción casi la hace caerse de espaldas.
Tal como habían quedado, a la mañana siguiente, fue en su moto enfundada en una chaqueta de cuero e indumentaria masculina a encontrarse con la chica de Kyoto. Ésta le entregó el regalo, pero no conversaron mucho, se ofreció a llevarla a la universidad pero la castaña se negó cortésmente.
Para Natsuki los días siguientes fueron, por un lado, maravillosos pues pasaba todo su tiempo libre con Shizuru, sin embargo, también le resultaba estresante. Tenía que hacer doble papel frente a la castaña y aún era un misterio, para ella, saber si le gustaba más como chico o como chica.
Conversaban por horas, paseaban por la ciudad, se encontraban en la universidad en cada espacio libre, merendaban y almorzaban juntas. Nao bromeaba diciendo que parecían una el apéndice de la otra. Cuando hacía el papel de Nat, de vez en cuando paseaban en moto. Trataba de ser un poco cortante y hablar poco, pero esto le daba la sensación de que sólo aumentaba el interés de la bella chica de ojos carmesí. "Mujeres" pensaba Natsuki.
-Vamos Bubuzuke –la rubia la llamaba así desde el segundo grado –me dirás ¿por qué estás tan feliz últimamente o tendré que sacártelo a golpes?
-Ara ara, Haruka siempre tan dulce. Sólo te diré que apareció alguien especial para mí.
-¡¿Eeeeeeehhhhh? –todos los demás estudiantes en la cafetería voltearon a mirar a las chicas.
-Haruka es tan sutil y discreta siempre. –suspiraba la castaña mientras se disculpaba con la gente.
La rubia casi muere de la impresión, las palabras "alguien especial para mi" salieron de boca de Shizuru, definitivamente el 2012 estaba cerca.
-Bueno y ¿quién es la persona afortunada? –preguntó curiosa.
-Mmmm eso será un secreto hasta estar segura de que siente lo mismo que yo –dijo dando otro sorbo a su té.
-Está bien, pero más te vale Bubuzuke darme la noticia a mi primero.
-Así lo haré –dijo sonriendo sincera.
-Después de todo no es normal verte así de feliz, me alegra de verdad –pensó la rubia que a fin de cuentas quería mucho a Shizuru, más de lo que estaría dispuesta a admitir nunca, para el resto del mundo ella es y será su archirival.
Esa tarde, Natsuki y Shizuru salieron a pasear juntas. Caminando por el parque, súbitamente la morena tomó de la mano a su acompañante, ésta sólo sonrió y se pegó más al cuerpo de la morena. Iba anocheciendo y empezaba a hacer frío, así que la belleza de Kyoto invitó a Natsuki a tomar un té en su apartamento antes de irse a casa. La chica accedió gustosa, comieron galletas y bebieron un exquisito té mandarín, así siguieron conversando sin fijarse en la hora.
-Natsuki, creo que ya es muy tarde.
-Si, lo siento, ya me voy –decía un poco apenada.
-No, en realidad preferiría que te quedaras, no sería prudente dejarte ir a esta hora. A eso me refería. –la morena suspiró aliviada.
Después de un rato, Natsuki salió al balcón y se apoyó en la baranda de seguridad, miraba las luces de la ciudad, cuando sintió el cálido cuerpo de Shizuru arrimándose al suyo, le abrazaba por la espalda. La morena lejos de apenarse se giró, para quedar frente a ella. Entonces lo hizo… Natsuki se atrevió a eliminar la distancia entre ellas y reclamar esos labios para si, la belleza de Kyoto le recibió gustosa.
Siguieron besándose mientras volvían dentro, durante la travesía por la sala y en la expedición a oscuras por el cuarto de la castaña. En ese momento, las palabras no importaron más, quisieron dejar hablar a sus cuerpos que por tanto tiempo habían querido sentirse sin ningún reparo.
Continuará…
que mala eres como lo vas a dejar en lo mas bueno, sigue asi esta cada vez mas interesante.
ResponderEliminarEso no se hace, realmente que mala eres como lo dejas así, pero por otro lado excelente trabajo kaori ya quiero leer el próximo y Akari como siempre magnifico post. Besos y abrazos para ambas ˄_˄.
ResponderEliminarExcelente manera de crear suspenso en la espera...mismo modus que con estrella roja...buen trabajo KaoriD tienes enganchada a mas de una (yo entre ellas)... jajaja... bien, esperando la continuacion entonces.
ResponderEliminarWoow hola, queria decir que este fanfiction me gusta mucho mucho,al igual que el blog. Sigan así.
ResponderEliminarBye-bee!
me ha gustado muxo,esta genial, espero k la continues pronto =)
ResponderEliminarO.o!!! que crueldad...!!! porque la dejaste ahí jajaja, muy buen trabajo espero con ansias la continuación la conti, la conti!!!
ResponderEliminarBola de pervers ¬¬ u.u ahora si, a lo importante...
ResponderEliminarCómo te atreviste a dejarlo hasta allí??? XD
Buen post de Kaori ID, sus post siempre me matan de risa y de querer seguir leyendo más ;)
Gracias por subirlo XD
es un daño a mi persona que lo dejes ahí kaoriD, xq empiezo a arañarme y hasta tuve una contractura muscular de la emoción U.U (auch me duele, en serio) pero excelente trabajo. Akari publica pronto lo que sigue plis plis plis!!!
ResponderEliminarhola!!! KaoriD opino lo mismo que los otras B... que malukita que eres en dejarlo allì que suspenso soy fan de SHU/NAT.. y me los leo todos ahhhh..quiero m`s...màss please...te felicito y espero con ancias la continuaciòn que sea pronto porfavor...love&kiss
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