jueves, 3 de junio de 2010

Hanna Capítulo 12

Aquí teneis la continuación del culebrón del yuri xd

Enjoy!


Hanna

Autor: Alejandra

Capítulo 12


La policía estaba en el departamento de Yulia, la morena era atendida del golpe en la nariz por Ana mientras relataba lo sucedido, todos sabían quienes eran ellas, sabían quien era la pequeña, el detective estaba preocupado por el secuestro, de ser cualquier otro niño hijo o nieto de una persona poderosa como Oleg Volkov solo pedirían dinero y ya pero con la hija de dos mujeres, la única niña en el mundo procreada de esa manera no sabía que esperar.

-¿Entonces dice que no vio el rostro de sus atacantes, señorita Volkova?

-¡No! ¡Ya le dije que no más de 3 veces!- dijo desesperada

-¿Y la señora Katina?

-¡No! tenían tapada la cara, ¿¡qué hablo en japonés o qué!?


-Yulia trata de calmarte, el oficial solo quiere ayudarles a encontrar a Hanna- dijo Ana mientras le colocaba pequeñas cintas cerrando la herida en el tabique.

-Tienes razón Ana, discúlpeme oficial.

-Sí, no se preocupe señorita Volkova, entiendo, ¿podemos entrevistar a la señora Katina?

-No lo creo- dijo Ana- está sedada, estaba muy mal cuando llegué, estará mejor en unas horas, ok Yulia- le dijo quitando las manos de la cara de la morena- tu golpe ya está listo, iré a ver a Lena.

La policía ya llevaba 50 minutos con ellas, Lena tuvo una crisis nerviosa y Ana, quien había sido llamada por Anya cuando se enteró de todo tuvo que sedarla, ahora dormitaba inquieta y sollozando bajo el cuidado de Anya y Adam, el cual llegó en cuanto se enteró por medio de Anya también.



Yulia estaba preocupada, sabía que ahora era ella quien debía mostrar más aplomo por Lena, si ella se dejaba caer, vencer por el miedo Lena se sentiría peor así que trataba de mantenerse tranquila aunque consciente de todo sentía terror pero se esforzaba por no mostrarlo.

Los oficiales pusieron una grabadora en el teléfono de Yulia y esperaron a que llamaran, toda la noche en espera fue en vano, nadie llamó.



*****

A las afueras de Moscú la camioneta donde los atacantes huyeron se estaciona en una granja y bajan ya sin pasamontañas, uno de ellos trae a Hanna en brazos, la niña solloza asustada pero no lucha por escapar, al entrar van directamente a una habitación que funciona como oficina privada, el hombre toca la puerta.

-Adelante- dice una voz femenina desde dentro.

-Señora- haciendo reverencia- aquí está la niña- dice mostrándosela.

-Déjala en la cama

El hombre obedece y se queda de pié.

-Tus acciones hablan mucho por ti, por el amor que le tienes a la congregación y a tu misión, descansa, ve a tu habitación- dijo tocándole el rostro.

-Sí señora- hizo una nueva reverencia y salió del cuarto cerrando la puerta.

La mujer volteó a ver a la niña, la veía con miedo y no hablaba.

-No tengas miedo Hanna- le dijo acercándose- sé que no me conoces pero yo a ti sí, he estado vigilándote desde que supe de tu existencia, eres una niña muy especial…
Hanna solo la veía, entendía lo que decía pero no sabía por qué se lo decía.

-¿Tienes hambre Hanna? ¿Quieres comer algo?- le preguntó sentándose a un lado de ella, la pequeña se alejó de ella arrastrándose por la cama- está bien, si no quieres comer no comas… ya te dará hambre, además tienes que estar bien para el sacrificio supremo.

La mujer se levantó de la cama y se fue a otra para recostarse no sin antes cerrar con llave la puerta de salida.


*****

Anya estaba sentada en la cama al lado de Lena, tenía la mirada perdida mientras Adam salía a preparar café para todos, la chica recordaba todos los momentos que habría tenido con Hanna, toda su vida había estado con la pequeña, le dolía el pensar que ella podía estar sufriendo en manos de algún loco, se dio cuenta cuánto amaba a esa pequeña, daría su vida porque ella estuviera con Lena o Yulia, a pesar de no aceptar muy bien el hecho de que Yulia volviera a la vida de Lena y Hanna sabía que con ella estaría tan segura como con la misma Lena, era su madre a fin de cuentas, suspiró y una dolorosa lágrima bajó por su mejilla, la limpió y volteó a ver a Lena, sabía que cuando despertara tendrían una batalla muy dura con ella.

Le acarició el rostro y le besóla frente después levantó la blusa para ver los moretones donde según la historia de Yulia fue golpeada, debió haberle dolido, pero má le dolió perder a su hija, bajó la blusa y al acomodarla sintió algo extraño en el pantalón, no se quedócon la curiosidad y metió un poco los dedos debajo del pantalón a la altura de la cintura tocando un papel, lo sacó con cuidado y lo observó, podría ser una carta de Yulia o algo privado, en otras circunstancias no habría siquiera pensado en sacar eso que notó, mucho menos leerlo pero ahora no podía estar con eso, lo desdobló y leyó, inmediatamente se levantó de la cama haciendo que Lena se moviera un poco y salió del cuarto.

-¡Oficial! ¡Oficial!- decía Anya corriendo hacia él con el papel en la mano.

-¿Por qué gritas? Vas a despertar a Lena-le dijo Adam con una taza de café en compañía de los demás.

-Oficial, mire esto, lo encontré entre la ropa de Lena.

El oficial tomó un pañuelo y después agarró el papel, lo leyó y después volteó a ver a Yulia quien apenas venía de la cocina con una taza de café.

-¿Qué? ¿hay noticias de mi hija?- preguntó.

-Aun no, encontraron esto entre la ropa de la señora Katina- le dijo mientras metía el papel en una bolsita para pruebas y se lo daba.

-¿Qué es?- dijo leyéndolo-…dios…- volvió a leer el papel en voz alta- “vayan a la mansión Volkov” ¿¡qué demonios quiere decir eso!? ¿Debemos ir a la casa de mi padre? ¿Por qué? ¿¡Para qué!?

-Señorita Volkova tranquilícese, talvez quieran hacer desde allá la negociación, debemos ir sin dejar aquí solo.

-Yo me quedo- dijo Adam

-Yo me quedo también- dijo Anya.

-Bien- dijo el oficial- se quedará el señor Jonson, la señorita…

-Solo llámeme Anya por favor- le dijo interrumpiendo

-Ok, el señor Jonson, Anya y 3 oficiales se quedarán aquí, la señorita Volkova, la señora Katina, los demás y yo nos iremos a la casa del señor Volkov, en cuanto la señora Katina despierte.

Las manos de Yulia temblaban, no supo si de miedo o coraje, las personas que se habían llevado a su hija no eran cualquier persona, llevaban tiempo planeando todo, ¿con qué fin? ¿Dinero? ¿Fama? ¿...algo más?

Yulia se sentó y se terminó su café, después de dejar la taza en el suelo fue al cuarto donde estaba Lena acostada, al entrar la vio en la cama, dormía aun intranquila, se acostó en la cama y la abrazó, Lena pareció tener algo de paz.
Veinte minutos después Lena despertó, tardó unos segundos en recordar por qué estaba en la cama de Yulia, la morena ahora dormía a su lado, Lena se levantó y se quedó viendo a Yulia, la cual no sentirla despertó y la vio parada viéndola.

-¿Lena?- le preguntó levantándose

-Yulia… nuestra hija… - Lena empezó a llorar con las manos en la cara.

-Tranquila, la vamos a encontrar- dijo abrazándola- tranquila.

Lena la abrazó y lloró tomándola de la cintura, después se separó.

-¿Qué?... Yulia tu cara...

-Estoy bien no te preocupes.

Lena se acercó y besó a Yulia en la boca apenas tocando sus labios.

-Disculpen señoras- dijo el detective en la puerta un poco apenado al interrumpir el beso, Lena se separó y se sentó en la cama mientras Yulia se quedaba de pie viéndolo- ahora que la señora Katina ha despertado debemos irnos.

-¿Irnos? ¿Por qué?- preguntó Lena levantándose.

-Tranquila, yo te explico, ahora vamos oficial, gracias- dijo Yulia.

El detective salió del cuarto, Yulia le explicó todo, Lena solo asentía mientras lloraba, al final fue con Anya y Adam mientras Yulia metía algo de ropa y preparaba todo.


El camino a la mansión del padre de Yulia fue callado, Lena iba recargada en el vidrio mientras Yulia iba hablando con el inspector de los pasos a seguir ya que la pelirroja parecía no escuchar.

Al llegar Yulia llamó a su padre y en ese momento Oleg volvió de su viaje cancelando todas sus citas, la policía implementó todo el sistema de seguridad necesaria para esos casos, el segundo día pasó sin mayor novedad que la llegada del padre de Yulia y la mamá de Lena, la cual aceptó la propuesta de Oleg para quedarse en la casa en uno de los tantos cuartos.

El tercer día Lena pensó que se volvería loca de ansiedad y preocupación, pero alguien llamó, Lena corrió a contestar, dado el dispositivo graban todo y todos escuchaban lo que decían.

-Katina- dijo la voz al teléfono.

-Sí, soy yo, ¡dígame como esta mi hija por favor!

-Cállate Katina, quiero hablar con Volkova.

-Pero...

-¡Con Volkova!

Lena le dio el teléfono a Yulia quien está a un lado de Lena.

-Hágala hablar, nos falta un minuto para localizar la llamada- le dijo al oído el policía, Yulia asintió y tomó el teléfono.

-Soy Yulia- dijo al aparato.

-Volkova, sé que están tomándome el tiempo, te lo diré fuerte y claro, si quieres tener a tu hija de regreso solo trataremos contigo, nada con Katina ¿entiendes?

-Entiendo, ¿cómo está mi hija?

-Llamaremos después.

-Espere, ¿¡cómo está mi hija!?

-No grites Volkova, ella está bien aun, vuelve a gritarme y ella pagará por eso.
La llamada había sido cortada ya, no fue el tiempo suficiente, después de unos segundos Yulia dejó el teléfono en su lugar.

-¿Reconoció la voz señorita Volkova?- le preguntó el detective.

-Háblame de tú y llámame por mi nombre por favor... no, estaba algo distorsionada, no sé.

-¿Usted señora Katina?

-Hábleme de tú por favor y llámeme Lena, no, no se parece a nadie que conozco.

-¿Alguna idea de por qué quieren hablar contigo Yulia?- volvió a preguntar el policía.

-No, talvez sea un loco que está enamorado de mí o de Lena... no sé, no sé ¿qué hacemos ahora?

-Esperar, llamarán otra vez, estoy seguro que su hija está bien por ahora.

-¿Cómo que por ahora?- preguntó asustada Lena.

-Lena, esta gente no es un secuestrador normal, por como su hija fue creada, por ser hija de ustedes dos es un blanco obsesivo para varias personas, ellos quieren algo, algo muy relacionado con Yulia, no sé que sea, talvez sea dinero o fama, no sé...
solo nos resta esperar, por qué no descansan, por ahora no hay más que hacer.

Ambas se acostaron en sillones pero no descansaron mucho, al amanecer Anya y Adam llegaron a la mansión a petición del detective él sabía que no llamarían al departamento ahora que el primer contacto se había hecho en la mansión.

En la granja, el secuestrador caminaba tranquilo por los campos de maíz pensando con las manos en su espalda, su nombre era Lacov, alto, fuerte, rubio de ojos grises, de buen porte y bien parecido, hasta hace 4 años había sido un exitoso hombre de negocios, su familia y sus hijos murieron en un accidente aéreo justo el día de navidad cuando iban a reunirse con él a las afueras de Moscú, durante 1 año estuvo perdido entre la depresión y el olvido de sus supuestos amigos, hasta que encontró a la mujer que pensó le salvó la vida y le regresó la fe en algo, esa misteriosa pero inteligente mujer que sabía de todo un poco a la cual solo conocía como “Señora” sabía su nombre real pero nadie la llamaba así, él menos que nadie, a ella le debía su vida, sin ella él estaría muerto, cuando la congregación salió a la luz él fue su brazo derecho, siempre entendía lo que quería decir y haría lo que fuera por ella, morir si fuera necesario.

Cuando ella le planteó la idea de secuestrar a esa niña hija de dos mujeres no lo pensó dos veces, lo haría, lo haría por ella y por la misión divina que ahora estaba seguro que tenía, una niña así no podía seguir contaminando la tierra, lo que sus madres hacían cada noche ya de por sí era malo, y ahora que de sus relaciones antinaturales salgan frutos tan podridos como ellas era algo inconcebible, algo que no podía seguir pasando, él, junto con la “Señora” limpiarían al mundo de toda esa gente.

-Lacov, hijo- dijo una voz que sonaba como música para sus oídos.

-Señora- dijo tomando su mano y besándola- dígame ¿qué puedo hacer por usted?

-Quiero tu consejo hijo, vamos adentro.

La granja por fuera se veía una granja normal, sin nada raro, por dentro estaba totalmente acondicionada para funcionar como oficina, las personas del culto dormían en los establos, ya acondicionados también como dormitorios, excepto ella y Lacov, quienes dormían dentro de la casa, al llegar suben al dormitorio de Lacov y cierran la puerta, ella se sienta en la cama y él en una silla cerca de ella.

-¿Qué opinas de la niña?

-Señora, es una criatura sin culpa de su origen, no habló en todo el camino pero como todo niño es inocente ya que recordemos, de ellos es el reino de los cielos- dijo el rubio.

-Así es, ¿crees que merece lo que pasará con ella?

-No lo merece en sí, esas mujeres, las… madres de la niña merecen ser quemadas… ella es solo una niña pero, es fruto con mancha, va más allá del pecado original.

-¿Sabes que aún no es hora verdad?- le dijo tomándolo de las manos.

-Lo sé Señora… no seré impaciente, Dios me dará paciencia suficiente para esperar, toda hora llega puesto que no hay plazo que no se cumpla.

La mujer sonrió con satisfacción.

-Eres un buen hijo de la congregación, el mejor Lacov, sabía que no me había equivocado contigo- él sonrió- ahora Lacov… empecemos el ritual- dijo levantándose para quitarse la ropa dejando al descubierto su aún hermoso cuerpo, el rubio solo la observaba, después se acostó en la cama- ven…

Lacov se levantó y fue a un lado de la cama, se desnudó de igual manera, la mujer pasó la lengua por sus labios al ver ese musculoso y perfecto cuerpo masculino al natural y ansioso de poseerla nuevamente, sonrió.

-Ven- volvió a decirle.

El hombre tomó su lugar encima de ella y empezó a besarle el cuello mientras le tocaba los senos con una mano, las respiraciones de ambos llenaron la habitación.
-Ah Lacov… hazlo, ahora- dijo entre gemidos la mujer.

El rubio en ese momento la penetró fuertemente, ella ahogó un gemido haciendo la cabeza hacia atrás mientras las venas en su cuello se marcaban.

Siguió penetrándola por tiempo indefinido para ambos, los dos disfrutaban del sexo que tenían algunas veces siempre disfrazado de rituales y cosas similares.

-Voy a…- dijo agitado intentando salir de ella.

-No… hazlo así… quiero sentirte- le respondió tomándolo de los glúteos con las manos evitando que se alejara.

-Pero…

-Hazlo.

Él siguió con sus movimientos cada vez más frenéticos hasta convulsionarse sudando encima de ella, ella también recuperaba la respiración, Lacov aprovechó para besarla en la boca, muy raras veces podía hacerlo y esta vez ella correspondió, después él se iba a levantar pero ella lo detuvo.

-Quédate así…- le dijo.

El volvió a recargarse en su cuello aun dentro de ella y volvió a besarla, ese iba a ser uno de esos días que el rubio anhelaba, podría poseerla más de una vez, sería uno de esos días como pocos.



Tres horas después ambos salían de la habitación como si nada hubiera pasado, aún con el cabello húmedo del baño recién tomado y una sonrisa de satisfacción.

-Señora, ¿dónde está la niña?

-En mi habitación, no ha querido comer, trata de hablar con ella, sé gentil, recuerda aún no es tiempo.

-Entiendo…

Lacov se retiró y fue al cuarto de la mujer, nadie más podía entrar ahí más que él, al entrar encuentra a Hanna sentada en la cama donde la dejó el día anterior, asustada aun con la comida intacta, él entra y cierra la puerta tras de él, se acerca hasta la cama y se sienta a un lado de ella, Hanna solo lo ve y se aleja con poco.

-Hola Hanna- dice sonriendo, la pelirrojita lo observa pero no habla- ¿no quieres comer? Sé que tienes hambre, anda come algo- dice tomando comida del plato y acercándolo a la boca de Hanna, ella se voltea sin probar bocado.

El rubio la observa y después sonríe.

-Mira Hanna comeré yo y después tú ¿sí? Será un juego- él come algo de la comida fría y la traga- ahora sigues tú, está deliciosa.

Hanna ve la comida y se decide a comer un poco, tiene hambre y miedo, después de eso se voltea y no vuelve a hacerle caso.

-Está bien, dejaré la comida aquí para cuando quieras comer…- dice alejándose de ella- niña del demonio… - dice entre dientes y sale cerrando con llave.

*****

Lena y Yulia estaban sentadas en la sala, una al lado de la otra, el padre de la morena y la mamá de la pelirroja estaban en otra sección de la casa, a petición del detective los padres de las chicas estarían lejos de ellas para no intervenir con el proceso de negociación, podían entrar y salir libremente a ambas secciones pero si no había necesidad de hablar o verse no tendrían contacto, Lena estaba viendo al jardín de la casa, se levantó y cruzó la sala yendo a la enorme ventana, se recargó en el marco, veía a las ardillas correr y juguetear felices entre los árboles y el pasto, recordó como a Hanna le gustaba correr por ahí detrás de las ardillas, suspiró dolorosamente cuando sintió como unos brazos rodeaban su cintura y un cuerpo se pegaba a su espalda.

-La vamos a encontrar Lena…- le dijo al oído

La pelirroja dio media vuelta y quedó de frente a Yulia poniendo los brazos en su cuello.

-Eso espero Yulia- dijo para después acariciarle la mejilla-… tus ojos… Yulia…- los ojos verdes se llenaron de lágrimas, desde que Hanna fue secuestrada Lena evitaba ver los ojos de Yulia, eran idénticos a los de su hija, siempre lloraba al ver las pupilas azules de la morena.

-Lena…-Yulia bajó la mirada, la pelirroja la tomó de la barbilla y la besó, a Lena ya no le importaba besarla frente a los policías, algunas veces solo quería sentirla cerca, saber que no estaba sola en todo eso.

El teléfono sonó haciendo que ambas chicas se separaran al instante y Yulia corriera cruzando la sala de regreso contestando.

-¿Sí?- dijo Yulia ansiosa.

-Volkova, llamaremos en dos días para darte nuevas instrucciones - dijo la misma voz distorsionada.

-¿Cómo está mi hija?

-En dos días Volkova.

La llamada se cortó y Yulia colgó el teléfono dando una patada al sofá llena de frustración.

-¡Esto es demasiado!- dijo Yulia a nadie en particular, salió de la sala dando un portazo bajo la mirada de los demás mientras se dirigía al jardín y caminaba entre los árboles llorando, se sentó recargada en un árbol frente al pequeño lago que la propiedad tenía sintiendo el aire fresco en la cara, respiró profundamente, vio los tenues rayos del sol reflejados en el agua y sacó su celular del pantalón y marcó un número.

-¿Sí?- dijo la voz masculina que tenia tanto sin escuchar.

-Nico, soy yo… necesito su ayuda, ¿sigues con los muchachos?

-Sí, Yulia te vimos en la televisión, ¿es verdad todo eso? Es…

-Nico, los necesito, necesito su ayuda, no puedo hablar mucho por teléfono, ¿podrían venir aquí?

-Claro, mañana salimos para Moscú.

-¿No podría ser ahora? ¿Necesitan dinero?- dijo la morena con la voz quebrada.

-No, ¿estás bien?

-Vengan pronto por favor, a la casa de mi padre, los esperaré.

-Llegamos en 4 horas no te preocupes, adiós.

La llamada se cortó y Yulia se quedó sentada tratando de tranquilizarse, si la situación no avanzaba por las buenas y apegada a la ley, lo haría por las malas.

Continuará...

5 comentarios:

  1. SaKtOr:
    T.T esta historia m esta matando
    te felicito muy buena la historia
    me emocione en este cap XD
    ya kiero leer el siguiente
    kiero leer el reencuentro d estos chikos y ps komo dice yulia
    se tiene k arreglar x las malas jaja si estoy muy emocionada
    pero m muero toda la semana d la angustia jaja e seguido la historia cap x cap jeje muy interesante y emotiva jeje
    bueno esperare el siguiente cap
    komo siempre T-T bye kuidate

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  2. yo estoy igual cada jueves espero paciente a ver q lo publiquen me obsecione mucho con esta historia y me dio rabia como penso esa tipa ``la señora´´ pero q estupida la odio acerle eso a la pequeña hanna por como fue creeada q mal pero es sierto lo de yulia si no se aregla por las buenas a la mala se areglara y si no ase algo pronto algo mal0o le podria pasar a la pequeña hanna
    gracias por subir el finc me facina lña historia

    {(angie)}

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  3. Ja sigo insistiendo deben ahcerle adaptacion a Hanna XD.... increible el trabajod e Alejandra con este fic :)

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  4. proximamente desempleada8 de junio de 2010, 0:02

    dios save que de leer no es lo mio pero he leido verdades amedias y circuntancias completas en un solo dia(no fui atrabajar) ahora voy por hanna,soy tu fan.

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  5. jajajajajajjaja muy bueno proximamente desempleada xddd gracias a tod@s por los comentarios! Ya puede estar contenta ya Alejandra :)

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