Hola Bauler@s!
Un poco tarde el post pero se que l@s venezolan@s que nos leen y sufren cortes eléctricos indefinidos me entenderán. En fin, superado el problemita técnico procedo a plasmar en este post la opinión popular *voz de narradora de noticias* Con un 43% de los votos... con ustedes otro capítulo de Delirium ^^ Que pasen un feliz fin de semana.
Enjoy!
Autor: Aru
Capítulo 8: Engaño, parte 2
Luego de esperar unos veinte minutos y asegurarse de que Lily ya se había marchado, a Shane no le quedaba de otra sino esperar, y aprovecharía ese tiempo para tratar de cerrar un negocio que hacía meses ya venía empujando; ésa noche se sentía con suerte, prodigiosa y aventajada, así que sacó el Saleen rojo del garaje y condujo a toda velocidad hacia uno de sus establecimientos.
Golden River, la parte “fiestera” de Londres, sólo los mejores clubes, hoteles y casinos se encontraban allí, luciendo con gala y pavoneándose sus lujos ante las personas importantes que buscaban un entretenimiento de clase alta. Muchos tratos había maquinado Shane para obtener un prestigioso puesto en una de esas ajetreadas calles; y su club Mamba; era premiado como uno de los más lujosos.
Aparcó en el estacionamiento privado del lugar, una fiera serpiente daba la bienvenida en forma de logotipo dibujada finamente en la amplia puerta principal donde la gente hacía fila para entrar. La presencia de Shane era imponente, y aunque no era conocida por muchas personas en el lugar, no se necesitaba saber tanto para concluir que era una chica importante. Pasó por la entrada sin inmutarse con paso soberbio, y el hombre de seguridad no se atrevió ni siquiera en verla a los ojos.
Al entrar, una música estridente le dio la bienvenida, junto con una plena oscuridad adornada con luces violetas que centelleaban encima de las personas que bailaban, la pista relucía, y por milésima vez fue consiente de la alta alcurnia que era su club; construido con un elegante interior, barras color cromo ondulantes en las paredes y barandales, muros negros llenos de luces, adornos ostentosos, bailarinas costosas y mucha, mucha iluminación y ambiente.
Cuando hubo avanzado unos pasos y darse cuenta de que el lugar estaba realmente lleno, unos hombres, trabajadores del lugar, la reconocieron enseguida y fueron a asistirla. Con voces complacientes le ofrecieron a Shane de todo, comida, bebida, y hasta chicas; ésta se rehusó con un cierto aire pensativo y prosiguió a subir al siguiente piso del club con los hombres como escolta.
Al entrar al siguiente nivel, la euforia disminuyó considerablemente, ésa parte del lugar estaba reservada sólo para gente extremadamente importante, personas de negocios con los que Shane guardaba algún interés, políticos, famosos artistas, deportistas de altura; la pelirroja se había encargado de crear un pequeño pedazo de infierno en dónde pudiera hacer sus pecados realidad con la plena confianza de que de ese lugar nada saldría. El lugar era más tranquilo, la gente charlaba y flirteaba en un ambiente más relajado, igual de oscuro, pero con música más sosiega y meseros atentos, las chicas de compañía también eran de altura.
Trató de pasar desapercibida, pero fue cachada por varios hombres que se encontraban disfrutando de los servicios que el club ofrecía; se detuvo cordialmente a saludar, preguntar cómo la estaban pasando, mientras que las chicas la devoraban con la mirada.
Como pudo, pasó por alto toda la gente y siguió hasta llegar a una puerta; la abrió y cerró en un instante tras ella, dando un pequeño suspiro a lo que un hombre, pacientemente sentado en la silla frente al escritorio la veía con cara divertida.
La oficina de Shane estaba totalmente aislada del ruido, era su sitio de reunión y de negocios, así que la decoración era bastante más sobria que en los otros dos niveles, además, nadie a parte de ella y su negociante ocasional podían entrar allí.
Colgó su abrigo en el perchero y se dispuso a sentarse tras el escritorio lleno de papeles sin importancia, facturas, cuentas, ganancias, financiamientos, etc.
-¿Has disfrutado algo del club?-Preguntó Shane mientras se servía un trago de vodka. Trataba de ser amena, y como por tercera vez en esa noche, se sentía con suerte, así que estaba de buen humor.
-Bueno, debo decir que tus bailarinas no están nada mal-Sonrió el hombre, medio sádico, medio valiente. Shane sonrió ampliamente.
-Aquí sólo tenemos lo mejor-Respondió mientras le servía un trago al invitado.
Y una vez que el vodka hubo cursado su garganta y subido un escozor desde lo más profundo, su semblante cambió a uno más serio y se acomodó mejor en su asiento.
-Bueno, John, quiero que esto sea breve-Si inclinó hacia delante, apoyando parte de su cuerpo en el brazo posado en el escritorio.-Sabes que estoy interesada en el estacionamiento que el gobierno pretende absorber.
-Sé que lo quieres, pero no es tan fácil, Taylor. El banco necesita una suma exorbitante de dinero como inicial que el gobierno ya está dispuesto a dar; necesitan la propiedad para derrumbarla y la verdad es que al banco no le interesa que pase con ese edificio.
-Pero a mí sí-Respondió Shane, decidida, una sonrisa desafiante se curvó en sus rojos labios-Si lo que me impide obtener ese estacionamiento es el dinero, entonces no hay problema; duplico lo que sea que quieran dar por él.-Al decir éstas palabras, es hombre tuvo que taparse la boca para no soltar un chorro de vodka ante la sorpresa.
-¿Lo duplicas? ¿Estás loca? ¿Sabes cuánto están pidiendo por ese edificio?
-No me importa, lo quiero-Contestó, poniendo su tono de voz un poco más severo.
El hombre suspiró, y se revolvió en su asiento.
-Te lo repito Taylor, no es tan fácil. Es muy problemático si se le vende un edificio a un simple civil, eso acarrea problemas con los políticos. Acuérdate que necesita pasar por muchas manos antes de que el banco firme en totalidad la aceptación del contrato y esos agentes ministeriales pueden influenciar para que el banco no firme el negocio. Además de tus antecedentes…
Shane volvió a sonreír, más altiva y más soberbia.
-De eso me encargo yo-Dijo finalmente-Te llamé porque necesito que hagas llegar la solicitud a manos del mismísimo gerente; y que pase de largo por los otros mandos. También necesito que me concretes una cita
El hombre por fin sonrió, deleitando lo que posiblemente sería un beneficio extra llegado de las manos de Shane.
-Sabes que te costará caro, Taylor. Es muy difícil hacer lo que me pides.-Dijo con cierto tono codicioso. La manera favorita de operar de Shane siempre había sido la más sucia, por debajo de la mesa, moviendo los hilos, influenciando y apoyando la corrupción; así había sido como había conseguido todos sus negocios.
-Dame tus números
-20.000 euros-Contestó el hombre casi de inmediato, como si hubiera tenido en mente esa cantidad desde que le había visto la cara a Shane, ésta sólo sonrió. El hombre, como cualquier otro chico nuevo partícipe en los negocios de la vampiro, tenía los sumos considerablemente altos, y aún no aprendía a agachar la mirada frente a ella. De todas maneras, lo pasó por alto.
-Está bien-Dijo por fin-, dado el interés que tengo en ese edificio y lo dificultoso de obtenerlo, creo que lo vale-De verdad que lo valía. Había tenido en mente la obtención de ese estacionamiento desde que la primera vez que lo había visto, y el hecho de obtenerlo, simplemente emocionaba a la chica como un juguete nuevo a un niño.
Extendió la mano para cerrar el trato, no sin antes dedicarle una mirada al hombre que decía muchas cosas como: “Bienvenido al bajo mundo, espero que lo disfrutes”
En realidad, Shane no había buscado al hombre, sino que éste había venido a ella con esa jugosa oferta luego de haberse enterado el alto interés que tenía la chica por la propiedad. Un joven de aspecto simple, familia simple y vida simple queriendo meterse en el juego que sólo los verdaderos expertos saben sobre llevar: el de la mafia y los negocios sucios. Como sea ¿Quién era Shane para prohibirle o advertirle de tal salto? No, no era nadie. Muy pronto, si el hombre seguía con su valor a esa altura, no duraría más de un año antes de que metiera la pata ante algo importante.
El trato se cerró con un apretón firme de sus manos y luego de un rato de charla, el invitado salió de la oficina.
Tal vez no lo demostraba, pero Shane estaba casi eufórica, emocionada; por fin, faltaba poco para lograr su cometido y eso le excitaba en gran manera, tanto, que tal vez…
Lo pensó por un momento, había sido bastante tiempo desde la última vez que había estado con una de las chicas del club. Y estaba tan optimista, que de repente estuvo 100% segura de que ésta vez Sarah no tendría nada que ver con sus acciones. Al pensar en todos esos cuerpos que se le ofrecían casi inconscientemente, fue capaz de llegar al nivel sexual de la excitación, y entonces por fin se decidió.
“No tardaré mucho” Se dijo así misma a manera de excusa y luego salió elegantemente por la puerta. La oscuridad la amparó nuevamente y desde dónde estaba vislumbró algo que no pudo evitar comer con sus ojos: una sexy chica latina, sentada en uno de los muebles con mira insatisfecha, tomando unas copas sola.
“Definitivamente ella” Shane sentía una cierta debilidad por las tez morenas y definitivamente esa chica era una de las más hermosas que había visto; además de eso, estaba casi segura de haberla visto en una revista alguna vez, o a lo mejor en una de las sesiones fotográficas de Alice. Como fuese, ésa chica sería suya ésa noche.
Avanzó con paso soberbio y se sentó a su lado, ni muy cerca ni muy lejos. Luego llamó a un mesero para pedir un bourbon. Fingió no haberla visto, pero la chica no fue lo suficientemente diestra como para esconder esa mirada inconscientemente devoradora.
Llegó el bourbon.
El deseo repentino que sintió por Shane hizo que fuera la primera en iniciar una conversación. Se acomodó, para hacerle frente a la postura dominante de la pelirroja y luego sorbió un poco de su Martini.
-Normalmente se pediría permiso para sentarse al lado de alguien-Soltó descarada la modelo. Shane supo de inmediato que el coqueteo sería como un ballet sobre lava, mordaz pero sutil.
La nueva modalidad de “arrogancia” se accionó en el carácter de la vampiro.
Shane sonrió medio soberbia medio encantadora y luego tomó su bebida y la puso cerca de su boca.
-Normalmente una persona no buscaría iniciar una conversación de una manera tan insolente-Dijo antes de tomar un trago grueso.-Y normalmente debería ser yo la que intentara abordar
-La insolencia es la madre de las acciones temerarias.
-La insolencia es la madre de los asesinatos.-Respondió Shane casi de inmediato. Las dos sonrieron.
-Es rara una persona que piensa en caer a otra de una manera diferente a lo usual.-Los ojos marrones de la morena se perdieron entre los fríos y calculadores de Shane.
-¿Y quién dice que pretendía abordarte?-Soltó Shane con fina arrogancia.
-Pues, porque me has mirado al instante en que has salido de esa habitación.
-Y tú me has mirado desde el instante en que aparecí por las escaleras-Shane siempre tenía un contraataque para todo. Y las dos no hicieron más que sonreírse mutuamente. Ya estaba pasando al entre ellas dos.
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Will llevaba como mínimo dos horas y media sentado en ese aburrido café, luego de entretenerse un rato navegando por internet. No halló otra forma de entretenimiento que sacar unos de los libros que la pelirroja le había recomendado leer (aunque lo evitaba enormemente), y entonces empezó a hojear el principio, mientras se aseguró el estar alerta de todo lo que pasara en el edificio de en frente.
Luego de unos treinta minutos pudo vislumbrar desde la ventana del establecimiento como una apresurada Lily entraba a paso apresurado a la construcción, su impulso fue el levantarse a medias, pero luego recordó que ésa no era su tarea; pero por lo menos ya estaba pasando algo. Fijó sus ojos por un rato en la entrada del edificio y volvió a su libro.
“Esto se está volviendo realmente aburrido”
Esperó por lo menos diez minutos más, y entonces, como plegaria escuchada del suelo, dos hombres misteriosos entraron a paso decidido al edificio.
“¡Por fin!” gritó de euforia en su interior. Sacó a tropezones su teléfono celular de su saco y entonces remarcó el número en su historial de llamadas.
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Shane subió a la chica de una alzada en el escritorio mientras la besaba desenfrenadamente, los papeles y documentos que se hallaban ahí rodaron sin mucha importancia al suelo.
Las respiraciones eran agitadas, y se podía sentir a carne viva el cómo esa modelo latina había deseado a Shane desde que la vio por primera vez. Luego de hacerse la difícil, lo temple de su carácter no duró mucho, y sus piernas se abrieron sin inmutar al cuerpo inclemente de la pelirroja.
La manera en la que se estaban desarrollando las cosas era bastante agresiva, o más bien apasionada.
Luego de subirla al escritorio empezó a besarle el cuello, sintiendo un poco ese tentador aroma a sangre fresca. Mientras que su lengua se encargaba de dar placer en forma de lamidas y mordisqueos, sus fuertes brazos hicieron que la chica abriera aún más las piernas para que Shane pudiera acomodarse mejor. Acercando sus caderas a las de ella, empezó unas fuertes y vibrantes caricias en los bien formados músculos de la tez morena, seguía alternando besos entre sus labios y su cuello.
-Siempre….traes chicas aquí ¿no?-Respingaba la modelo, sin sentir la necesidad de mentirse a sí misma. Shane, al ver acto tan valeroso de su parte, no pudo sino responder con la verdad.
-Sólo a las más hermosas-Respondió con picardía mientras vio fijamente sus ojos, luego se volvieron a besar. Sin mucho más que decir, la pelirroja empezó a subir a modo de caricias el suave vestido de seda que cubría precariamente la figura de la joven. Luego de tenerla semidesnuda, dedicó unos minutos más a los besos y caricias temples. El corazón de Shane latía a un ritmo medio acelerado, pero su respiración era bastante agitada. En su mente, punzadas empezaron a estorbar en juicio.
Las manos de Shane era diestras, y mientras con una masajeaba un pecho, aún cubierto con el sujetador, con la otra iba excitando el campo de placer entre las piernas de la chica. Ésta soltó gemidos que ponían en evidencia su experiencia sexual. La vampiro no pudo sino sonreír por este hecho.
Todo iba perfecto, todo iba genial, hasta que el desgraciado teléfono empezó a sonar desde el abrigo negro de Shane puesto en el perchero; por un momento, sus instintos (junto con la modelo) imploraron que no se detuviese, pero luego de varios reinicios a la acción, la musiquita del celular se volvió un yugo imposible de sobre llevar.
Con un gruñido apartó su boca de entre los pechos de la chica y se deslizó a tomar la llamada. Su corazón dio un vuelco al oír la voz de Will con buenas noticias para regalar. A espaldas de la morena sus ojos se tornaron codiciosos y algo siniestros. Se volvió enseguida, ya con el aliento recuperado y la postura a todo dar.
-Lo siento cariño, será para otro día- Disculpó sin sentir realmente pena, mientras se ponía el pesado y elegante abrigo largo negro. La muchacha la miró atónita, pasó una mano por su largo cabello para arreglárselo y entonces con la respiración aún agitada, cogió su vestido y se lo colocó. Shane salió disparada de la oficina incluso antes que su invitada.
Bajó las escaleras con paso apresurado y realmente no fue consiente de mucho hasta que se vio manejando el Saleen a toda velocidad por la calle principal.
Llegó a la calle indicada y estacionó el auto frente al café, Will salió de inmediato con una postura medio tranquila.
-Entraron dos-Sonrió si necesidad de que Shane preguntara las cosas, ésta accionó la seguridad del vehículo y le dio las llaves a Will. De la misma prenda, sacó una Sig saguer y le colocó un cartucho.
-¿Estás armado?-Preguntó más por protocolo que por preocupación, el rubio asintió y cruzaron la calle, listos ya para la acción.
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Lily entró a su departamento como si le faltara un aire en donde sólo ahí dentro conseguiría y luego la cerró tras ella con doble pasador. Prendió la luz y unas lágrimas brotaron de sus ojos al verse sana y salva en su hogar, una parte de ella aún no creía que la habían soltado tan fácilmente; por seguridad, revisó todos los rincones del lugar pero no encontró nada extraño; un extenso suspiro de alivio brotó de lo más profundo se su ser. De inmediato se quitó el vestido que no era suyo y lo colocó ordenadamente doblado en el sofá, accionó su contestadora al ver que tenía muchos mensajes sin leer y empezó a registrar su gabetero buscando alguna ropa que ponerse. Los mensajes empezaron a llover de uno en uno.
“Lily, nena, es Lana ¿estás ahí?...¡Tengo grandiosas noticias! ¡Por fin aceptaron mi solicitud para estudiantes transferidos! ¡Me voy a París lo que queda del semestre y el próximo! Estoy tan emocionada que aún no lo puedo creer. He estado llamándote a tu móvil pero no cae la llamada, bueno, te llamo luego, cuídate.”
Lily soltó una media sonrisa, al parecer, no todo el mundo compartía la misma mala suerte que ella, se alegraba por su amiga, aunque una cierta nube que aún no se disipaba le impedía sentir júbilo completamente.
“Hola, ¿Lily? He estado llamándote todo el día, ¡sería bueno que contestaras aunque sea una vez! Jajajaja. Sabes que dentro de dos meses será el cumpleaños de Richard y nos encantaría que vinieras a visitarnos. ¡Nos tienes olvidados! ¿Qué pasa? ¡Somos tu familia! También nos gustaría que trajeras al chico con el que sales, hemos estado preguntándonos que tipo de persona es. Bueno, regresa mi llamada cuando puedas, adiós, te amo.”
La voz de su juguetona hermana mayor siempre había sido paz en el interior de Lily después de que le adoptara una familia sustituta. Pero ésa vez, aunque el mensaje estaba cargado de cariño, sólo había servido para empeorarla más. El haber nombrado a James le había hecho caer en cuenta de que…estaba muerto, realmente estaba muerto. ¿Ahora qué haría? ¿Llamar a su hermana para decirle que lo habían asesinado? ¿Con qué cara miraría a la familia del chico ahora? Unas lágrimas empezaron a brotas por una segunda vez de sus ojos.
El tercer mensaje rodó sin pausa.
“Emmh, Lily, soy yo, jeje; James. Escucha, te llamo porque quería pedirte algo de tu tiempo para hablar sobre la otra noche…y lo que pasó…; realmente no tengo las cosas muy claras, además de que me gustaría ofrecerte una disculpa cara a cara. He estado enviándote mensajes a tu móvil…pero creo que estás muy enojada como para contestarlos…Por favor, dame una oportunidad de remendar mi error.”
Lily entonces no pudo controlar su llanto. Empezó a llorar sin parar mientras se quedaba sin fuerzas y se apoyaba en la pared de su habitación, sus piernas se rindieron poco a poco y no pudo hacer más que agacharse en la moqueta para llorar con su rostro escondido entre sus manos.
El cuarto mensaje empezó a rodar
“Lily, soy yo…otra vez…No has contestados ni mis mensajes ni mis llamadas. Por favor, estoy desesperado y más que eso…arrepentido, por favor…quiero verte…”
De verdad que ya no quería escuchar más, ya no quería sentir más ese inmenso dolor que le afligía. ¿Cuando las cosas se habían vuelto tal infierno para ella? ¿Cuándo su vida había vuelto a rodar de cabeza? Tomó fuerza como pudo y caminó dispuesta a pausar la máquina.
Pero antes de que pudiera siquiera llegar, el quinto y último mensaje fue el más devastador, y la rubia sintió su corazón romperse en pedazos al oír desde la máquina a una desesperada y adolorida madre gritando, ahogada en tragedia, que hizo que su cuerpo se congelara y sus ojos se perdieran entre tantos sentimientos destructivos revolcándose en su corazón.
-¡Lily….!-(llanto)-¡James…..James….!-(llanto)-¡Dime que no es verdad! ¡¡Dime que no es verdad que está muerto!!-(llanto) El dolor que la rubia sentía en ese mismo instante no se comparaba con el de ningún otro- Por favor dímelo….-(llanto)-quiero a mi hijo…quiero a mi bebé de vuelta…-(llanto…)
Lily no soportó más y arrancó la máquina contestadora de un solo tirón y la arrojó contra la pared, rompiéndola en pedazos. En ese momento no quería saber más del mundo que le rodeaba. Se tiró a llorar y no se dio cuenta de todo el tiempo que estuvo así, hasta que las lágrimas empezaron a agotarse y sus ojos se cansaron de tanto sufrir. Se paró, dispuesta a recomponerse y fue al baño a lavarse la cara. Miró su rostro en el espejo, estaba bastante mal, las horas sin dormir, las horas de llanto, los momentos de dolor y angustia y por algún motivo, la culpa, habían hecho estragos es sus bellas facciones. Respiró hondo y decidió tomar un baño para luego recostarse un rato, pero antes de que pudiera hacer algo el timbre de su puerta sonó inadvertidamente.
Respiró hondo para despejar un poco su nariz. Miró atentamente por el hoyo en su puerta y vió que eran dos hombres los cuales mostraban sin timidez unas placas de policía.
Volvió a respirar hondo, y rogó a Dios por que las cosas salieran bien. Despacio y con cuidado fue asomándose por el umbral.
-¿Qué desean?-Dijo con cierto temor.
Uno de los hombres se aclaró la garganta.
-Somos del departamento de policía y hemos venido investigando un posible atentado que ocurrió hace una noche en el edificio Wets Coast de residentes universitarios, en dónde fue encontrado muerto James Watson. Nuestros hallazgos indican que usted estaba relacionada con la víctima, así que quisiéramos hacerle unas preguntas.
Lily se asustó de inmediato, recordando las frías palabras de Shane de mantener todo en secreto. Pero si iba a tratar de sobrellevar todo el asunto, debía actuar como una persona normal lo haría.
-Sí, pasen.-Invitó Lily con inseguridad.
Los hombres entraron con educación y luego de la indicación de la rubia, se hicieron espacio en el sofá de la sala. Lily ofreció algo de beber pero cordialmente se negaron, luego la chica tomó su lugar frente a los señores.
-Bueno ¿Qué es lo que quieren saber exactamente?
-Sabemos que usted y el fallecido mantenían una relación amorosa ¿no es así?
-Sí, éramos novios-Dijo con pesar.
-Sentimos de corazón su pérdida. Pero junto al cuerpo de su novio, encontramos otros más que sabemos ya no estaban vinculados ni con el joven James ni con alguno de los inquilinos del edificio.-Luego los dos hombres se inclinaron con interés a lo que estaban por preguntar a continuación-Sabemos que usted fue a visitar al joven la noche en que murió… ¿Sabe algo de lo ocurrido a la hora del atentado? ¿Sabe qué hacían esos desconocidos en el departamento de James Watson?
Lily estaba ambivalente, no sabía si contestar con la verdad, o mentir para lo que creía era salvar el pellejo de Shane, su boca trastabilló y no pudo ocultar su indecisión. Estaba a punto de responder cuanto el timbre de su puerta sonó una segunda vez. Sin perder un segundo fue con paso acelerado a ver quién era. Y su corazón dio un giro mortal cuando vio a Shane y a Will esperando a que le abrieran la puerta de manera muy casual, la rubia se llevó una mano a la boca y pensó por unos instantes ¿Qué hacía Shane Taylor parada frente a su puerta? ¿Cómo era que sabía donde vivía?
Y luego de pensar unos segundos en cosas que no la llevaron a nada, sin pensarlo mucho y casi inconscientemente abrió la puerta.
-¿Qué hacen aquí?-Dijo despacio con el ceño fruncido-¿Y cómo es que saben dónde vivo?
-Google Earth-Bromeó Shane mientras se mostraba curiosa por echar un vistazo dentro del departamento; luego volvió su mirada a Lily-Escucha, tienes a unas personas dentro ¿verdad?
-Si, son policías-Respondió con un cierto tono de obviedad, aún estando enojada por la presencia de esos dos en la casa. Y luego se dio cuenta de cómo Shane estaba interesada en entrar.
-Escucha, tienes que salir de aquí, ahora.-Advirtió Shane, bajando la voz para que sólo los rubios pudieran escucharla.
-¿Qué? ¿Por qué?-Lily estaba realmente confundida.
-Esos tipos de ahí no son lo que parecen, son- Y fue interrumpida bruscamente por uno de los hombres que se asomó al corredor.
-¿Sucede algo?-Dijo con cierta irritación. Y con Lily en medio, Shane le dedicó al extraño la sonrisa más cínica que pudo haberse curvado en sus labios. El hombre trató de esconder una mueca de rabia.- ¿Estas personas la están molestando?-Dijo mientras se acercaba y halaban a Lily un poco hacia atrás, luego se interpuso entre las dos chicas y le plantó cara a Shane.
-Retírese, por favor-Le dijo severamente el policía a la vampiro. Estaba parado amenazadoramente ante ella, pero ésta sólo hizo sonreír desafiante, altiva y soberbia. Y a pesar de que el hombre era más alto, sus ojos celestes se alzaron sin reverencia hasta acuchillarlo con la mirada, esa irritante sonrisa seguía presente en sus labios. Ninguno de los dos se movió un milímetro. Las cosas empezaron a tensarse a una velocidad desenfrenada y Lily, quien se hallaba parada detrás de todo ese lío, estaba algo nerviosa.
-¿No te parece que huele a perro aquí, Will?-Sus ojos azules se desviaron de modo despreocupado, dando a entender que no sentía ni la más mínima pizca de miedo o de intimidación hacia el hombre que literalmente, estaba aguantando dejar salir su violencia.
El rubio sonrió despreocupadamente también. Y los dos se dieron cuenta de que el segundo policía no salía.
-Sí, tienes razón. No soporto la peste-Corroboró el muchacho mientras alternaba sus ojos grises entre las dos figuras.
El policía que se encontraba frente a Shane soltó un medio gruñido de rabia y lo contuvo con unas respiraciones disimuladas.
-Retírese del lugar…ahora…-Sus palabras eran casi entre dientes, su voz se agravó, no soportaba tener a Shane un segundo más frente a él y sus músculos eran cada vez mas tensionados por el autocontrol que evitaban que la ira explotara. Pero ésta, algo masoquista y desafiante, quería sacar de sus casillas al policía.
Luego de ver cómo se tornaba el panorama para todos los presentes, Shane, instintiva e inquisitivamente miró por unos instante con el rabillo del ojo el interior del departamento, detrás de Lily, mas allá del corredor, y vio algo que la hizo sonreír aún más.
La vampiro guardo un medio silencio y soltó una risita de burla, luego se alzó un poco en sus pies para ver al hombre directamente a los ojos, la mirada cortante se volvió casi felina, su sonrisa se aplacó un poco y con casi un susurro despidió unas palabras cerca del oído del tipo.
-Oblígame…Perro sarnoso…
Lo que Lily vio a continuación, o más bien sintió, fue la detonación silenciosa de un cañón y una bala que pasaba justo a su lado. Tal cosa la hizo desfallecer de miedo y caer al suelo en un intento de protegerse. Casi en ese mismo instante se desmayó.
Al momento de Shane pronunciar esas palabras el licántropo no pudo soportarlo más y en un intento de arrancarle la cabeza a la chica de una sola zarpada, dejó salir un poco de su transformación en un episodio violento de ira. Shane atajó el brazo y en un rápido movimiento lo partió. Al mismo tiempo, desenfundó la sig saguer y antes de que el segundo licántropo (que no había salido ante la presencia de los vampiros) pudiera arremeter contra Lily desde atrás para acabar con ella, una fugaz bala ya le había atravesado el cráneo, dejando una estela de sangre por todas las paredes y suelo.
Mientras el otro agonizaba de dolor Shane lo tomó por la cabeza y lo arrojó dentro del departamento. Will con un rápido movimiento sacó a una Lily inconciente de la habitación hasta el pasillo.
Shane, a pesar de que ya le había partido un brazo, el perro era jodidamente difícil de matar. Detonó unos cuantos disparos y todos fueron a dar en la pared gracias a la sorpresiva agilidad de licántropo a medio transformar. La vampiro sabía perfectamente que no tomaría su forma completa, ya que representaría más que una molestia gracias a la pequeña habitación donde estaban. Sin embargo, también sabía que lo que quería el licántropo era morderla.
-Ven, infeliz-Dijo entre dientes mientras cargaba un segundo cartucho, pero no tuvo suficiente tiempo porque en ese instante vino a ella ese enorme cuerpo con una poderosa embestida. Luego de que se disipó el polvo, se vio cómo la bestia estaba completamente encima de Shane, forcejeando con ella para tratar de morderla. Saliva y sangre caían de la boca del lobo hacia la cara de la chica.
Mientras tanto, Will se encargaba de poner a Lily a salvo. Bajó las escaleras con la chica a cuestas a toda velocidad y cruzó la calle hacia el Saleen, metió a la rubia en el asiento trasero y él se ubicó en el del conductor, lo encendió e hizo rugir su motor. Se mostraba algo nervioso y agitado.
-Vamos, Shane. Ya no queda tiempo-Dijo a ver a todas direcciones por la calle que ya estaba desierta-Ya vienen, ya vienen.
Shane estaba realmente irritada ya, tenía baba de animal en el rostro y su abrigo favorito estaba arruinado. Como pudo, se sacó al lobo de encima y le propino una patada para romperle el otro brazo, lo logró, y mientras éste aullaba de dolor, volvió a darle una tremenda patada (ésta vez de enojo vengativo) en la cara, que lo hizo volar hasta caer al otro lado de la habitación.
Shane se incorporó y sacó las balas restantes de la sig saguer pues tenía muy pocas como para desahogarse. Metió nuevas mientras se aproximaba amenazadoramente al hombre.
Y sin mirarlo de otra forma que no fuera con asco, vació el cartucho en su cabeza, disfrutando de cada bala que atravesaba el cráneo de manera estrepitosa.
Luego de asegurarse de que la pistola ya no tenía más balas, observó antes de irse el desastre de sangre y sesos regados por toda la habitación.
-Haré que lo limpien después-se dijo así misma y corrió como un rayo hasta el Saleen que rogaba por correr a toda velocidad por la carretera. Se adentró en el vehículo y apenas cerró la puerta, Will arrancó a toda velocidad por la calle.
-Bueno…-decía Shane un poco agitada-Fue un poco más desordenado que como lo pensé. Pero lo hemos hecho lo suficientemente rápido, no nos han cachado los refuerzos.
Los rieron para liberar la adrenalina que se atiborraba en sus cuerpos. Eso había sido casi como el juego del gato y el ratón, y de verdad, más que haberse preocupado o aseverado, lo habían tomado como un rato de diversión. Vieron a Lily, su premio, por el espejo retrovisor.
-Me encanta esta chica-Dijo Shane con una sonrisa al verla desmayada en su asiento. A pesar de las condiciones en que se hallaba, le seguía pareciendo hermosa.
-Entonces estás en problemas-Rió Will. Imaginándose las muchas cosas que ocurrirían si Shane se ponía creativa con Lily.
-Me encantan los problemas-Contestó con la misma sonrisa con un cierto brillo en sus ojos.
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Cuando despertó, sintió como si una bola de boliche hubiera caído en su cabeza. Se incorporó lentamente y se dio cuenta de inmediato que nuevamente estaba en un lugar totalmente desconocido, en una cama que no conocía y que tenía un olor peculiar. Pero fue otra cosa la que la hizo exaltarse al ver cómo una Shane goteando y desnuda salía del baño con mirada casual mientras se secaba el cabello con una toalla, para la pelirroja, la desnudez eran algo de tan poca importancia que no se permitía tener vergüenza sólo por que alguien la viera descubierta.
Lily se enmudeció enseguida y no supo que hacer, hasta que se dio cuenta de que detallaba inconscientemente el cuerpo de Shane milímetro por milímetro, pasando sus ojos por su cabello, luego por su pecho y espalda, su cintura, sus caderas y por ultimo sus piernas. Vio todos los tatuajes en todo su esplendor.
Shane se dio cuenta de que era observada y sonrió mientras se daba la vuelta para ponerse algo de ropa limpia.
-Me alegro de que ya estés bien-Dijo con rapidez para evitar soltar lo que se le estaba pasando por la mente.-Te has dado un tremendo golpe en la cabeza, no dudo de que te sientas mareada.
-Pero…¿Qué fue lo que pasó?-Preguntó confundida. Apenas en ese instante se daba cuenta de que estaba en la habitación de Shane, recostada en su oscura y cómoda cama, viéndola vestirse.
-Pasó exactamente lo que te dije-Respondió la pelirroja mientras se ponía una camiseta negra.-Apenas los licántropos te vieron andando sola por las calles, quisieron asesinarte haciéndose pasar por policías.-Luego se puso unos jeans negros.-Como de alguna manera lo sabía, estuve al pendiente de ti.
.-¿O sea que me has vigilado desde que me dejaste ir?-Lily se irritó un poco.
-Como te dije antes, es sólo para protegerte. Y con esto espero que ya no creas que te miento-se colocó unos tenis. Se acercó al lado libre de la cama y se desplomó en ella.
-Deberías quedarte aquí-retomó sin mucho jaleo.
-Es imposible. No puedo. Mis estudios y mi trabajo, la renta de mi departamento…; no puedo dejarlos sólo por que tú lo digas-Trataba de mantenerse firme hasta el final. Y a pesar de que sabía que Shane le había salvado, no olvidaba todo lo ocurrido la otra noche.
-Te dije que deberías quedarte, no que dejaras de estudiar ni abandonar tu trabajo, aunque hay que hacer ciertas modificaciones.
-No sé a lo que te refieres.
-Bueno, estudias en la noche ¿No? Ya ni podrás, si quieres mantenerte a salvo de los licántropos hasta que encuentre una forma de alejarte de ellos permanentemente, debes pasarte al turno de las mañanas.
-Mi turno de trabajo es matutino.
-Eso sí puedes dejarlo, no te preocupes, yo te doy trabajo de ahora en adelante-Contestó Shane, pero al ver la cara de enojo de Lily se vio en la necesidad de corregirse-Te daré un mejor trabajo…si quieres.
La rubia no lo soportó mas y se levantó bruscamente de la cama, furiosa.
-¿Acaso pretendes que abandone mi vida para venirme a vivir aquí, con unos completos extraño? Estás loca. No pienso hacerlo.
-¿Y es que acaso la terquedad es un rasgo genético en ti?-Dijo Shane un poco frustrada, se incorporó de la cama para encarar a Lily.-Te estoy ofreciendo la posibilidad de sobrevivir ¿Quieres salir a la calle como pretendías hacerlo hasta ahora y que te mantén al cruzar la esquina? Por que si es eso lo que quieres, vete, hazlo, pero debes saber que no volveré a salvarte.
Lily enmudeció, lo que le dio a Shane oportunidad de continuar.
-No te pido que abandones tu vida…sólo trato de ayudarte, entiéndelo, NO SOY TU ENEMIGA…-Una leve pausa-Mira, debes estudiar en la mañana, los licántropos son criaturas nocturnas como nosotros y son indefensos cuando sale el sol. Yo pagaré el alquiler de tu departamento si es eso lo que te impide quedarte aquí. También te daré un trabajo si lo necesitas.
Lily bacilo por unos instantes, incapaz de creerse las ofertas que se le ponían frente a su rostro
Y luego de pensar poco durante muy poco tiempo, soltó un indeciso: “Déjame pensarlo”
Shane desbordó una sonrisa y sus ojos brillaron por un leve momento. Por fin, las cosas estaban tomando un verdadero rumbo.
-Confía en mi, es la decisión correcta-Se acercó a Lily para dedicarle una mirada reconfortante, pero no podía evitar ese aire penetrante y hechizante- Ahora, déjame mostrarte el lugar.
Guió a Lily, que no decía mucho, escaleras arriba y le mostró toda la casa. Luego le mostró su habitación, un encantador y elegante cuarto que tenía vista al jardín trasero y luego bajaron para iniciar las presentaciones.
La rubia cobriza se sentó en uno de los muebles perlados y esperó a que Shane apareciese con Charles y Will tras ella.
-Muy bien. Éste es Charles-Señaló al señor y se presentó formalmente a la chica-Él es el responsable de que esta casa sea así-Y luego señaló a su alrededor para indicar la mantenencia de tanta pulcritud y belleza-Lo sabe todo y lo ve todo, así que cuando necesites ayuda, pídesela a él.
-Estaré a su disposición cuando lo requiera, señorita Lily.-Corroboró el señor. Lily se sintió acogida por esa persona tan amable y apacible.
-Gracias, lo tendré en cuenta-Por fin, luego de ver a la rubia en muchos estados de ánimo, los presentes la vieron sonreír a medias, eso era un avance.
-Bien, éste es Will-El chico pasó por sobre Shane y besó la mano de Lily en un gesto galante, sus ojos grises chispearon.
-Un placer, hermosa dama, bienvenida a nuestro hogar.-Dijo el rubio algo meloso, la chica asintió tímidamente. Shane por su lado ladeó sus ojos y luego se dispuso a darse lugar.
-En éstos momentos Alice no está, pero supongo que ya se conocieron-Dijo con una sonrisa. La rubia cobriza trató de esconder una mueca de disgusto. Y luego de ese breve momento, empezaron las reglas. Los dos hombres se fueron a seguir con sus cosas y dejaron a las dos chicas sentadas una frente a la otra.
-Muy bien-Shane se acomodó en su asiento-En esta casa eres libre de hacer lo que quieras, recuerda, no eres una prisionera. Puedes llevar tu vida como la has estado haciendo has ahora, sólo que deberías establecerte un toque de queda.
-Entiendo lo que tengo que hacer, pero me siento incomoda al vivir en un sitio ajeno sin retribuir algo a cambio.
-Sí vas a darme algo a cambio-Sonrió Shane con malicia, y Lily no supo por qué, pero un nervio apareció en la boca de su estómago. Esperó a que la pelirroja continuase-Verás, últimamente la gestión de uno de mis negocios no va bien, la persona que puse de gerente al parecer está robando y tengo de deshacerme de él.-Los ojos de Lily se dilataron, pero Shane rescató con rapidez-¿Te interesaría ser la nueva gerente de mi restauran?
Esa oferta fue más de lo que la rubia podría haber soportado en ese momento, pero se impactó tanto, que las palabras se amontonaron es su boca. Shane rió un poco por a expresión de la chica.
-Entiendo si la oferta es muy repentina, pero te pagaré muy bien si decides hacerlo.
Y Lily no tuvo otra idea en mente que soltar un instintivo “déjame pensarlo”. En esos momentos se empezaba a dar cuenta de que había cedido mucho terreno, pero de alguna manera, se convenció de que ya habría tiempo de reflexionar en ello.
Y luego de charlar un rato de una manera un poco tensa, Shane invitó a Lily a probar su nueva habitación, y aceptó.
Con indecisión y con un desgarrador sentimiento de culpa, la chica subió las escaleras lentamente, para digerir el hecho de que ya no volvería a su hogar. Entró a su nueva estancia y se recostó en la cama.
Mientras tanto, Shane se encontraba recostada en la sillón perla escuchando desde adentro los sonidos nocturnos. En esos momentos se sentía poderosa y aventajada, nada podría vencerla. Repitió los eventos pasados en su mente una y otra vez y entonces se dio cuenta de que por alguna razón, Alice le hacía falta.
La casa se encontraba realmente silenciosa, los perros y Charles ya estaban dormidos y Will había salido a hacer de la suyas en algún bar. Para Shane, su día había terminado y realmente no había nada que pudiera hacer ya. Pensó en bajar a su habitación para tocar la guitarra un rato y escuchar el nuevo disco de Charlie Milan, según Shane una de las mejores bajistas de mundo luego de la muerte de Viktor Wooten.
Pero antes de que pudiera hacer mucho más que moverse un poco del sofá. Recordó a la sexy chica latina de su club. Repasó sus curvas perfectas, sus bellas caderas y sus increíbles piernas. Se arrepintió de no haber llegado a mucho con ella y sonrió a medias, pero de alguna manera estaba segura de que la volvería a ver. Se excitó un poco; si, habría querido tener sexo esa noche, pero no había sido posible.
Estaba metida en sus pensamientos cuando una luz que se colaba por la ventana le hizo abrir los ojos, y seguidamente, el vibrar de un motor.
Se levantó de un brinco y asomó sus ojos expectantes a la ventana. Un mercedes benz se estacionaba en el porche de la casa. Una sonrisa se curvó en la boca de Shane y sus ojos brillaron en deleite.
Esperó pacientemente en la entrada principal, posada apaciblemente en el marco de la entrada.
Por fin, una cansada Alice apareció envuelta en un abrigo de piel negro y se sacudió un poco por tanta humedad. Se exaltó un poco al ver a la pelirroja esperándola con una mirada penetrante y ávida.
-Siento llegar tarde.-Se disculpó mientras se quitaba la prenda de invierno y la colocaba en el perchero, dejando mostrar su bella figura cubierta por ropajes finos-No me has estado esperando ¿o si? – Posó sus confundidos ojos grises en los de Shane.
La pelirroja no pudo aguantarlo y como una depredadora, buscó devorar la boca de Alice en un intenso y desesperado beso. La rubia reaccionó en seguida y aparte de disfrutar de ese delicioso sabor, no pudo evitar separarse de ella para buscar respuestas a tal comportamiento.
-¿Q-Que te sucede?-Sus palabras albergaban confusión.
-¿Qué? ¿No te gusta?-Sonrió pícara la pelirroja. Alice se enrojeció enseguida.
-N-no es eso…es que, es raro en ti hacer esto ¿Sabes?
-Pues, hoy ha sido un día de hacer cosas raras-Eso fue lo último que respondió antes de volver a apoderarse de la boca de la modelo. Ésta vez no hubo una interrupción. El deseo que Shane tenía en ese momento era tan poderoso, que alzó a Alice por sus piernas y la pegó a la pared sin dejar de besarla. Instintivamente, la rubia envolvió la cintura de la vampiro con sus muslos.
Los labios de Shane abordaron entonces el fino y delicado cuello de Alice, haciéndola enloquecer con su lengua y respiración; con sus manos empezó a acariciar apasionadamente sus pechos, para luego pasar por su cintura y finalmente sus bellas piernas.
La sala de estar empezaba a caldearse y pronto se dieron cuenta de que sus respiraciones eran cada vez más ruidosas, estaban al pie de las escaleras, ahogando gruñidos y jadeos para no despertar a nadie. En la casa no se sentía un alma, sólo ellas dos, sumergidas en una tenue luz que daba el ambiente perfecto para lo que estaba a punto de pasar.
Las dos sonrieron por encima de los besos, sintiendo la excitación al estar haciendo cosas como esas en la sala, a riesgo de que alguien bajara en cualquier momento; para ellas, era algo sumamente divertido.
Shane colocó una de sus piernas entre las de Alice y aplicó un poco de presión, haciéndola estremecerse enormemente; con manos ágiles, empezó a bajar el cierre del vestido mientras que con la otra acariciaba un pecho. La rubia se dedicaba a besarle tiernamente el cuello.
-¿De verdad quieres hacerlo aquí?-Preguntó entre silenciosos gemidos. Sintiendo su vestido bajar gracilmente de su cuerpo, dejándola en una sexy ropa interior.
Shane no respondió de inmediato, concentrada en el placer. Miró con ojos ávidos a una tímida Alice que se sentía algo avergonzada ante la presencia de la pelirroja y luego volvió a sus labios. Bajó nuevamente a su cuello, luego a su pecho para llegar a besar su vientre, una de las partes más sensibles de Alice. Ésta se retorció un poco al sentir los labios de Shane recorrerlo, y hundió sus manos en la cabellera roja, empujándola más cerca de sí.
Shane sonrió ante el gesto y entonces sintió como de manera poco consciente las manos de Alice la llevaron a la fuerza hacia su centro.
-Ten un poco de paciencia-Rogó Shane con una sexy media sonrisa. La levantó y de unas zancadas la depositó en el sofá.
En ese momento, la vampiro escuchó un leve sonido que se disipó casi de inmediato. Por una décima de segundo, sus ojos buscaron la causa de la anomalía, y entonces sonrió levemente al fijarse en la cima de la escalera.
Decidió seguir adelante.
Empezaron a besarse nuevamente con desesperación, como si necesitaran un oxígeno que sólo la otra les pudiera dar. Alice envolvió la cintura de Shane con sus piernas y la atrajo más hacia sí. Desesperada ya por las manos y la boca de la pelirroja, inició un movimiento suave de sus caderas para incitarla y seducirla. Ya estaba empezando a hacer bastante calor, y rendida, Shane no pudo hacer más que quitarse su camiseta, Alice le ayudó, deleitada por el hecho de que por rara vez iba a sentir el tacto de la piel de la pelirroja más propiamente, sus ojos grises destellaron de emoción. El ver el tatuaje que adornaba su vientre y caderas la hizo estremecer. Bajó sus manos suavemente y trató de desabotonar el pantalón, y lo logró a medias, hasta que luego de bajar la cremallera, Shane la detuvo.
-Ven aquí. Hazme el amor-Soltó Alice un poco decepcionada. Shane bajó su figura hasta acomodar a la rubia como para poder ubicarse entre sus piernas. Con ágiles movimientos la despojó de la parte baja de su ropa interior. Y sin darle muchos rodeos, empezó a masajear con su lengua en delicado centro de la rubia. Luego de un rato introdujo su lengua, tratando de llegar lo más profundo que pudiera. Alice enloquecía de placer, y ahogada en sus propios gemidos, clavó sus uñas en el sofá para asirse a algo.
-Ah…ah…ah…; Shane….- Su voz era forzada y sabía que debía mantenerla baja, pero la pelirroja no hacía mucho por ayudarla. Más bien, se la veía deleitada por el lío en que estaba su compañera.
Muy pronto Shane se cansó de esa aburrida posición y tomó la cadera de la rubia y la alzó en aire, sostenida sólo por los fuertes brazos de la vampiro. A Alice esto la tomó por sorpresa, pero le encantó; lo que estaba pasando en ese momento era realmente intenso, y Shane desbordaba por sus ojos ese deseo por escuchar los gemidos de Alice con dedicatoria. Mientras que la rubia se deleitaba por las caricias otorgadas, recargaba su mirada en la figura imponente de la pelirroja, quién se veía desgarradoramente bien luciendo sus tatuajes y llevando puesto su sujetador y su pantalón negro a medio quitar.
Adivinando que ya faltaba poco para el clímax, Shane cambió de posición una tercera vez, obligó a la rubia a incorporarse y la sentó en sus piernas. Comenzó a besarla mientras que introducía de a poco sus dedos, sintiendo el cálido interior. Incrementó su velocidad, hasta que las caderas de Alice empezaron a moverse a una velocidad vertiginosa.
-¡Ah! Shane ¡Ah!- Gritaba en su propia agonía. La pelirroja permanecía relativamente apacible, con su rostro escondido entre el cuello y el hombro de Alice; deleitándose sólo con los bellos y excitantes sonidos que emanaba su compañera.
-Ah…Ah…Ah…-Ya faltaba poco, muy poco. En esos momentos, Shane incrementó la velocidad y potencia de sus embestidas hasta que por fin las delicadas paredes del interior de Alice se cerraron alrededor de sus dedos, y la sintió desfallecer ante la carga de éxtasis que la embargó.
Por encima de todo, la vampiro sonrió, satisfecha de haber satisfecho.
Se tumbó en el mueble con Alice encima de ella, aún tratando de recuperar el aliento.
-¿No vas a preguntarme si me gustó?-Bromeó la rubia.
-Sólo los perdedores preguntan eso-Y Shane le dedicó otra de sus millones de miradas altivas. Nuevamente se sintió bien por lo que había hecho, y por un rato se mantuvo viendo fijamente la escalera por segunda vez, sosteniendo aún su sonrisa.
“Espero que hayas disfrutado el espectáculo, Princesa” Pensó con gracia para luego dejar su cuerpo descansar durante un rato bajo el cuerpo de Alice.
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Lily entró apresurada y silenciosamente a su nueva habitación, con el pulso a mil y el corazón dando pálpitos tan fuertes que creía se saldrían de su pecho. Estaba completa y totalmente excitada, roja como un tomate y temblando.
Aún no podía creer lo que acababa de ver.
“¡Estaban teniendo sexo en la sala! ¡Por Dios!” Como quien no quiere la cosa, le resultaba casi irreal que hubiera presenciado tales actos casi desde el principio.
Pero habían algunas cosas en particular que revoloteaban en su mente. La primera, el ver a lo aparentemente diestra y experimentada que era Shane, y lo segundo, lo terriblemente sexy que se podía ver en situaciones como esa.
Un sentimiento de curiosidad emergió desde sus entrañas y los negó de inmediato.
“¿Podría resultarle yo atractiva de alguna manera?” Se exaltó por tal cosa. No tanto por el pensamiento en sí, sino por la raíz que lo había generado, esa peligrosa curiosidad y deseo por entrar en lo desconocido.
Cansada, excitada y enormemente avergonzada, su cuerpo lloró por algo de descanso. Y con pasos pesados, se depositó en su cama aún un poco alterada. Pero justo antes de quedarse dormida, un pensamiento furtivo se coló a su cansada mente.
“… ¿…Qué pasaría si yo… le gustara…?”
D:!!! que encuesta tan cerrada...
ResponderEliminar*¬* y que capitulo Dios mio...
muchas gracias y felicitaciones por el
*¬*
O.O excelente!! gracias por actualizar!!! :3
ResponderEliminarO____O Wooow! excelente este cap.! quiero ya el cap. 9! *¬*
ResponderEliminarHola soy nueva escribiendo por aqui pero ya tengo como 2 meses de espectadora de cada loquera en su blog xD muy bueno! Y entiendo Akari, uno baja el retrete y se va la luz jajaja, Hoy en la mañana se me fue -.- pero bue que va a hacer uno =/. Este es mi segundo día viendo los fics y ya me he leido 4 de un sopeton xD seguire leyendolos! saluditos! =P
Att. MetalGirl.
*-¬* *-¬* *-¬*
ResponderEliminarQue buen cap Dios mío!!
Alabanzas a Aru y muchas gracias Akari por publicarlo, estoy muerta por leer el cap q sigue, me considero super fan de esta fic!!!
Pd: el comentario de google earth, me mató, me dio un ataque de risa.
Soy la única???
Besos
muy bueno el capitulo!!! ahora a esperar el proximo con ansias *¬*
ResponderEliminarmuy buen trabajo!!! gracias por compartirlo con nosotras n_n
Gran capitulo!..woooow!!=o
ResponderEliminarO____O sin palabras..(O///O)
genial el capitulo!!!! y menudo finaaal...buffff... hehehe (@o@)
ResponderEliminarMuchisimas gracias por el cap Aru y Akari!!! ^.^
Nos leemos en el siguiente!! q se espera con ganas...ejejeje
Besoooos y abrazos para todas!!!
~Mery-san~
que pasa con el capitulo 9???
ResponderEliminarhace rato estoy esperando el capitulo u.u
espero salga pronto T^T
me encanta este fanfic!
ResponderEliminarAru!! porq eres tan cruel nos has dejado en la parte mas interesante!
please saca el cap 9!!
Felicitaciones a Aru por este gran fic!!!
ResponderEliminarEn verdad me ha gustado tanto que me he leído nueve de una pasada y ya son las cuatro de la mañana xD.
Lamentablemente mi cuerpo ya casi no responde, asi es que ahora a dormir para mañana seguir leyendo xD
Muchas gracias al blog por publicar este gran material =D