AHHHHHH semana de exámenes y trabajos(semanas) y es de nunca acabar.
Hoy quiero compartir con ustedes algo que en sí es personal para mi. Era algo que no estaba segura de querer publicar antes, ya que si fue cambiado fue por algo no? XDD
Me explico. Recuerdan "La Rosa y El Picaflor"?? bueno, este fic, el cual ya finalizé hace un tiempo, contaba con otro final de la historia (el final alternativo que aquí presento [que en realidad es el original]) el cual no publiqué por motivos personales. Bueno eso sería todo. Pasé a leer quien quiera enterarse ^^
Un buen día para todos, yo sigo pasandome la noche en vela estudiando (estas ojeras me hacen ver como un panda U.U)
Alter-Ali: Uyyyy si, te ves horrible!!!
Un beso a todo el mundo ^^
La Rosa y el Picaflor - Cap V
- Buenos días – dije en voz baja mientras acariciaba su cabello. Dana dormía profundamente – “creo que lo más doloroso de todo es saber que puedes irte y verte partir me aterra” – miré el reloj, más temprano de lo que creí así que tenía tiempo para alistarme para el trabajo. Seguí observándola, sus movimientos, la línea de su figura, como se elevaba y descendía su pecho al respirar y el sonido suave de su respiración era todo lo que escuchaba en ese momento – “no quiero que me dejes, Dana” No quiero que me dejes – murmuré.
Me eché a su lado de nuevo y me acurruqué contra su cuerpo. A mi mente llegaron preguntas que no me dejaron en todo el día: ¿Por qué ella? ¿Si se va? ¿Si no es amor, solo capricho?
- Lau…
- Perdón ¿te desperté?
- No… acerca de ayer…
- Dana, está bien…no tenemos que hablar de eso ahora – Dana no dijo nada, solo me miró por un momento. Le devolví la mirada y me acerqué a ella. Ya la había besado muchas veces, pero esa vez, sentí algo diferente, algo verdaderamente diferente en ella, una energía distinta, una descarga de fuerza con una fuente diferente, me sentí en el cielo y lo demás cayó por su propio peso…total, ya estábamos desnudas.
Me besó en el cuello, bajando hasta la clavícula, le gustaba mucho besar ahí y sabía que me provocaba mucho placer.
Estaba sobre ella otra vez, no habíamos parado desde hace hora y media. Estaba besándola, sintiéndola, mordiéndola…cuando sonó mi teléfono.
Bip…hola, ahora no puedo atenderle. Deje su mensaje después del tono…bip:
Ascolli ¿dónde demonios estás? Debiste haber llegado hace media hora…¡¿Ahora que le digo al jefe?!... ¡Trae tu humanidad a la oficina de una vez!
- ¡Jajajaja! ¿Y ese…quién es? – me preguntó Dana, entre jadeos, risas y los ojos achinados por ello.
- Es mi…compañero…de trabajo…
- ¡Bah!...que más…que más da… - mi teléfono celular fue el inoportuno esta vez – No…contestes
- Tengo que…responder…dame un…un minuto……¿Aló?...No…es que me…siento un poco…indispuesta…¿agitada?......pero……¡¿Es hoy?!...voy para allá.
- Pero…
- Tengo una junta hoy y lo había…olvidado, regresaré lo más temprano que pueda – Dana se veía como una niña haciendo ese puchero. La besé y salí corriendo a la ducha.
Ya habían pasado tres meses desde que había decidido quedarme con ella, aunque en esos momentos, los sentimientos de culpabilidad asaltaban mi mente en la carretera. Las lágrimas y las luces de autos que venían en dirección contraria no me dejaban ver bien por donde iba, así que cuando encontré un sitio donde detenerme, lo hice.
Salí del auto azotando la puerta y miré hacia el horizonte. Las estrellas de esa noche se reflejaban en el mar.
Cuando uno está triste y carga un gran dolor consigo, parece que todo acompañara tu dolor o simplemente nada lo hiciera y que el mundo se vuelve un montón de tierra, agua y alegría, la cual no parece alcanzarte a ti, ojala todos se muriesen, pero no serviría para componerte.
Rogué al cielo por que ella comprendiese, por que lo aceptase, pero nada podía hacerme sentir una mejor persona. Sabría Dios si bastaría ese papel con una súplica escrita en él para que ella me perdonara, porque yo no podía y soy tan cobarde que no pude enfrentarla cara a cara.
Maldita noche la de hoy y malditas las estrellas radiantes en el cielo, hoy ella está llorando y las dos sufrimos por amor. Hoy traicioné sus sentimientos una vez más y solo por eso, ustedes deberían dejar de brillar un segundo siquiera.
Maldita sea la hora en que me crucé con ella, solo para hacerle daño, no sé de cumplir promesas, aunque dejé una escrita, no soy tan fuerte.
Miré por sobre la barrera de la carretera, miré hacia abajo, miré una posible solución, una muy posible. Sería fácil… solo debía saltar.
- Thomas, estoy saliendo con los niños
- ¿Podemos llevar a Louis mamá?
- Hoy no, papá lo lleva al veterinario…Joseph, Daniel, solo acompáñenme al sastre un momento, mamá tiene que recoger su traje, y luego, les prometo que les compraré un helado.
- Amor, si quieres que los recoja, solo llámame
- No te preocupes, estaremos bien. Ya volvemos.
Ella era una mujer fuerte, que no se sumiría en un hoyo de tristeza y desesperación.
El tiempo que la buscó iba acompañado por un halo de esperanza que disminuía al pasar las horas, los días, las semanas, los meses.
“No lloraré más por alguien que no se puede atar, que no volverá y el tiempo me ayudará con ello. El picaflor no podía quedarse en un solo sitio y privilegiada será la rosa que vea como sus alas disminuyen la velocidad y que dejan de batir para finalmente no volar más…”
El calor de ese día abrasaba y quemaba desde el pavimento. La gente iba y venía, sonrisas en sus rostros y para refrescarse unos helados venían bien.
- Aquí tienen niños, no los vayan a hacer caer.
Las sonrisas de esas pequeñas criaturas iluminaban su mundo y por fin ella sentía que tenía propósito la propia vida, todo por sus pequeños que llenan de dicha el corazón y de paz el alma, verlos crecer era su mejor y mayor aventura.
- Vamos niños.
No pude evitar una pequeña sonrisa al verla cruzar la calle con esos dos niños. Se veía tan bella y altiva orgullosa de sus pequeños. Ella llevaba el anillo que le dejé esa noche, lo tenía como un dije en su cuello y en su anular, un aro de matrimonio…que bueno por el afortunado…
…Y la vio cruzar dando su mano y su apoyo a esos niños.
- Deben ser sus hijos – pensó… y con paso aún firme cruzó la calle. Había cambiado muy poco a pesar de tanto tiempo. Dana apretó el folio que llevaba bajo su brazo y siguió cruzando…pasó a su lado y continuó.
Algo llamó la atención de Lauren. Ese cabello y esa manera de caminar tan particulares, pero esa persona ni siquiera se detuvo a mirar. Lauren volteó solo para ver la espalda de aquella persona extraña mientras se perdía en la multitud.
De los ojos de Dana, salieron lágrimas silenciosas mientras seguía su camino y se alejaba. Dana cruzó, Lauren cruzó…la vida continuaba siendo la de antes…
FIN
Hoy quiero compartir con ustedes algo que en sí es personal para mi. Era algo que no estaba segura de querer publicar antes, ya que si fue cambiado fue por algo no? XDD
Me explico. Recuerdan "La Rosa y El Picaflor"?? bueno, este fic, el cual ya finalizé hace un tiempo, contaba con otro final de la historia (el final alternativo que aquí presento [que en realidad es el original]) el cual no publiqué por motivos personales. Bueno eso sería todo. Pasé a leer quien quiera enterarse ^^
Un buen día para todos, yo sigo pasandome la noche en vela estudiando (estas ojeras me hacen ver como un panda U.U)
Alter-Ali: Uyyyy si, te ves horrible!!!
Un beso a todo el mundo ^^
La Rosa y el Picaflor - Cap V
- Buenos días – dije en voz baja mientras acariciaba su cabello. Dana dormía profundamente – “creo que lo más doloroso de todo es saber que puedes irte y verte partir me aterra” – miré el reloj, más temprano de lo que creí así que tenía tiempo para alistarme para el trabajo. Seguí observándola, sus movimientos, la línea de su figura, como se elevaba y descendía su pecho al respirar y el sonido suave de su respiración era todo lo que escuchaba en ese momento – “no quiero que me dejes, Dana” No quiero que me dejes – murmuré.
Me eché a su lado de nuevo y me acurruqué contra su cuerpo. A mi mente llegaron preguntas que no me dejaron en todo el día: ¿Por qué ella? ¿Si se va? ¿Si no es amor, solo capricho?
- Lau…
- Perdón ¿te desperté?
- No… acerca de ayer…
- Dana, está bien…no tenemos que hablar de eso ahora – Dana no dijo nada, solo me miró por un momento. Le devolví la mirada y me acerqué a ella. Ya la había besado muchas veces, pero esa vez, sentí algo diferente, algo verdaderamente diferente en ella, una energía distinta, una descarga de fuerza con una fuente diferente, me sentí en el cielo y lo demás cayó por su propio peso…total, ya estábamos desnudas.
Me besó en el cuello, bajando hasta la clavícula, le gustaba mucho besar ahí y sabía que me provocaba mucho placer.
Estaba sobre ella otra vez, no habíamos parado desde hace hora y media. Estaba besándola, sintiéndola, mordiéndola…cuando sonó mi teléfono.
Bip…hola, ahora no puedo atenderle. Deje su mensaje después del tono…bip:
Ascolli ¿dónde demonios estás? Debiste haber llegado hace media hora…¡¿Ahora que le digo al jefe?!... ¡Trae tu humanidad a la oficina de una vez!
- ¡Jajajaja! ¿Y ese…quién es? – me preguntó Dana, entre jadeos, risas y los ojos achinados por ello.
- Es mi…compañero…de trabajo…
- ¡Bah!...que más…que más da… - mi teléfono celular fue el inoportuno esta vez – No…contestes
- Tengo que…responder…dame un…un minuto……¿Aló?...No…es que me…siento un poco…indispuesta…¿agitada?......pero……¡¿Es hoy?!...voy para allá.
- Pero…
- Tengo una junta hoy y lo había…olvidado, regresaré lo más temprano que pueda – Dana se veía como una niña haciendo ese puchero. La besé y salí corriendo a la ducha.
Ya habían pasado tres meses desde que había decidido quedarme con ella, aunque en esos momentos, los sentimientos de culpabilidad asaltaban mi mente en la carretera. Las lágrimas y las luces de autos que venían en dirección contraria no me dejaban ver bien por donde iba, así que cuando encontré un sitio donde detenerme, lo hice.
Salí del auto azotando la puerta y miré hacia el horizonte. Las estrellas de esa noche se reflejaban en el mar.
Cuando uno está triste y carga un gran dolor consigo, parece que todo acompañara tu dolor o simplemente nada lo hiciera y que el mundo se vuelve un montón de tierra, agua y alegría, la cual no parece alcanzarte a ti, ojala todos se muriesen, pero no serviría para componerte.
Rogué al cielo por que ella comprendiese, por que lo aceptase, pero nada podía hacerme sentir una mejor persona. Sabría Dios si bastaría ese papel con una súplica escrita en él para que ella me perdonara, porque yo no podía y soy tan cobarde que no pude enfrentarla cara a cara.
Maldita noche la de hoy y malditas las estrellas radiantes en el cielo, hoy ella está llorando y las dos sufrimos por amor. Hoy traicioné sus sentimientos una vez más y solo por eso, ustedes deberían dejar de brillar un segundo siquiera.
Maldita sea la hora en que me crucé con ella, solo para hacerle daño, no sé de cumplir promesas, aunque dejé una escrita, no soy tan fuerte.
Miré por sobre la barrera de la carretera, miré hacia abajo, miré una posible solución, una muy posible. Sería fácil… solo debía saltar.
- Thomas, estoy saliendo con los niños
- ¿Podemos llevar a Louis mamá?
- Hoy no, papá lo lleva al veterinario…Joseph, Daniel, solo acompáñenme al sastre un momento, mamá tiene que recoger su traje, y luego, les prometo que les compraré un helado.
- Amor, si quieres que los recoja, solo llámame
- No te preocupes, estaremos bien. Ya volvemos.
Ella era una mujer fuerte, que no se sumiría en un hoyo de tristeza y desesperación.
El tiempo que la buscó iba acompañado por un halo de esperanza que disminuía al pasar las horas, los días, las semanas, los meses.
“No lloraré más por alguien que no se puede atar, que no volverá y el tiempo me ayudará con ello. El picaflor no podía quedarse en un solo sitio y privilegiada será la rosa que vea como sus alas disminuyen la velocidad y que dejan de batir para finalmente no volar más…”
El calor de ese día abrasaba y quemaba desde el pavimento. La gente iba y venía, sonrisas en sus rostros y para refrescarse unos helados venían bien.
- Aquí tienen niños, no los vayan a hacer caer.
Las sonrisas de esas pequeñas criaturas iluminaban su mundo y por fin ella sentía que tenía propósito la propia vida, todo por sus pequeños que llenan de dicha el corazón y de paz el alma, verlos crecer era su mejor y mayor aventura.
- Vamos niños.
No pude evitar una pequeña sonrisa al verla cruzar la calle con esos dos niños. Se veía tan bella y altiva orgullosa de sus pequeños. Ella llevaba el anillo que le dejé esa noche, lo tenía como un dije en su cuello y en su anular, un aro de matrimonio…que bueno por el afortunado…
…Y la vio cruzar dando su mano y su apoyo a esos niños.
- Deben ser sus hijos – pensó… y con paso aún firme cruzó la calle. Había cambiado muy poco a pesar de tanto tiempo. Dana apretó el folio que llevaba bajo su brazo y siguió cruzando…pasó a su lado y continuó.
Algo llamó la atención de Lauren. Ese cabello y esa manera de caminar tan particulares, pero esa persona ni siquiera se detuvo a mirar. Lauren volteó solo para ver la espalda de aquella persona extraña mientras se perdía en la multitud.
De los ojos de Dana, salieron lágrimas silenciosas mientras seguía su camino y se alejaba. Dana cruzó, Lauren cruzó…la vida continuaba siendo la de antes…
FIN
me gusto mas l otro final, esta mas bonito jaja no es tan trist como este para Dana claro esta, peor si hubiera sido un buen final ya q uno no puede esperar x siempre o si?? bueno si se ama de verdad uhmm no se jaja bueno , stubo muy bueno , gracias, byee
ResponderEliminarme causo mucha tristesa este final, senti un basio con las palabras de dana, me quedo con la parte en que ella regresa y le da los anillos a Lauren, se que la vida es dura y que no simempre tiene un final feliz, pero por eso que "Ya bastante es cruel este mundo como para no soñar" ¿verdad?...
ResponderEliminarHola, gracias por comentar.
ResponderEliminarRealmente si, me imagino que el otro final como que puede resultar mas bonito en modo de que es un final feliz y si, disfrute escribiéndolo también, pero como dije antes, este es el final original del fic que no publiqué antes por motivos personales.
Nuevamente, gracias por los comentarios, se aprecian muchísimo =D
mmm me gusto más este final, creo que es mas adecuado...para la chica picaflor... ademas si lo hizo una vez lo volvera a hacer de nuevo...Bye. Kida
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