Fuego cruzado (Oneshot)

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Hola Bauler@s!!!

Hoy es un buen día para leer este oneshot de una de mis series preferidas Noir, agradezco a Tali por enviarnos este material. Lamento no haberlo publicado antes pero como algunas saben estoy bastante ocupada en otras cosas. Espero que dejen sus comentarios y nos vemos en otra oportunidad, para quienes esperan Candy boy 3 con ansias, el material ya está en las capaces manos de KT.

Un beso y que estén bien.

Fuego Cruzado
Autora: Tali

-¿qué tan rápida crees que podría ser?

- no lo se Mireille, has perdido el ritmo. Le responde retadoramente.

Bang! Una bala roza el oscuro cabello de Kirika, y esta esquivando diestramente el disparo salta de la cama al suelo.

-¿Así que tienes ganas de jugar…?

Bang un nuevo disparo, Kirika rueda por el suelo rápidamente esquivando el tiro, no puede darse el lujo de quedarse quieta, Mireille dispara un camino ardiente de plomo tras ella, el suelo debela un pasillo de sutiles hilos de humo. Tras el sofá un corazón late al ritmo de una batalla a la luz del ocaso. Mireille contra el pilar que divide la cocina de la sala, con su corazón a coro con el de su oponente.

-¿qué pasa Mireille , tienes miedo?

La rubia dispara contra el rojo sofá, rápidamente la pequeña sale, en un rápido movimiento pone una mano sobre el espaldar del sofá y salta en él, con la mano derecha aun en el sofá, y en la izquierda el arma, dispara hacia el pilar despuntando del filo algunas esquirlas, mientras del mismo lugar se aproxima un fuego en respuesta. Directo a ella una bala le toma desprevenida, se ha incrustado a pocos centímetros bajo de ella, la pequeña sigue ágil danzando al ritmo de un fuego cruzado. En segundos se lanza por el brazo del sofá y corre a ras del suelo por la sala. El sol se pone y sus rayos se extinguen en el horizonte en violetas y fucsias, mientras la noche se toma el cielo.

Mireille se inquieta un poco, el silencio se toma la habitación, Kirika desapareció de repente, hace un segundo le disparaba desde las escaleras. Sus latidos son muy fuertes le impiden escuchar lo que a su alrededor sucede, ella anda acerca, la puede sentir, pero en donde esta? Siempre tan escurridiza. Atenta la rubia gira a su alrededor en búsqueda de su objetivo. Sorpresivamente siente el filo de un arma contra su espalda y una frágil pero firme mano que se desliza por su cuello.

-¿Me buscabas?

Mireille no entendía como era que esa pequeña lograba sorprenderla siempre, ni como se había convertido en su única debilidad.

Suavemente la pequeña se acerca a su cuello y le susurra.

-bang… estas muerta… y ahora tu cuerpo me pertenece…….

Y mientras el susurro se prolonga desliza su mano por el cuello de la oji azul, para luego besarle. Mireille vulnerable solo cierra los ojos y su arma cae al suelo, casi siente caerse con ella, pero Kirika le toma por la cintura aun con el arma en la mano izquierda y las dos caen al suelo. La chica de cabellos oscuros se encuentra casi sobre la rubia, que adopta una actitud de entrega a su acecina, la cual clava sus carmesí ojos y lentamente recorre con su arma el pecho de la oji azul, la cual solo arquea la espalda al contacto del objeto, mientras la otra se acerca peligrosamente y la besa, Mireille se pierde en el ingenuo beso, mientras Kirika acerca su mano a su tobillo, para sacar una pequeña navaja, la cual lleva hasta el pecho de Mireille . De pronto deja de besar a la rubia. Le mira detenidamente y rasga su buzo rojo de un solo corte, dejándola en ropa interior, para luego recorrerla con el filo de su navaja. El frío metal corta y rasguña el calor emanante por la piel, abriendo paso al deseo.

La esta matando, le corta sin Hacerla sangrar, le ahoga sin siquiera impedirle respirar, las dos se encuentran sumergidas en una batalla sin perdedor, cuerpo a cuerpo encontrando el placer.

En la cama duerme apacible Kirika acurrucada en el cuerpo de Mireille, quien la contempla tiernamente, la luz de la cuidad se refleja en la tersa piel de su compañera, trayéndole el nostálgico recuerdo de su pasado, sus vidas estaban teñidas de sangre y dolor, y ahora ellas jugaban esa doble vida, pretendiendo por una parte ser dos personas normales, y por otra enfrentándose a lo que aquel nombre les traía por destino, cuando en el fondo eran consientes del peso que llevaban cada una.

Una lágrima se desliza por su pecho, Kirika estaba llorando en sueños, sin darse cuenta ella también estaba llorando. Se acerco al rostro de Kirika le dio un ligero beso en la frente para no despertarle y le dijo entre susurros.

-ya te perdoné, no sufras mas……….

Sus palabras eran sinceras, aunque en un principio la verdad la golpeo y la cegó, en el fondo los sentimientos que habían surgido en su compañía eran mas fuertes que el dolor, aquella pequeña, perdida, desorientada, e ingenua; realmente no era su culpa, Kirika tenia el poder otorgado por su neutralidad, no era justo culparle, solo era el cuerpo ejecutando la acción sin prejuicio. Hasta conocerse ella vivió vacía, y eso se reflejaba en su mirada, estaba vacía, no tenía más que su carnet y su habilidad para matar, era triste verla todos los días y saber que sufría. Aunque su conexión se hacia mas fuerte, y mas aun con el hecho de que debían confiar su vida la una en la otra, la verdad, Kirika en su inconsciente cargaba con el peso de la culpa de la sangre derramada.

Transcurridos unos meses después de aquel evento en el que se hicieron una bajo el nombre del destino, ese nombre que tanto traía consigo; era pecado y redención, su sino, andar a la sombra y a la luz de la muerte, ambivalentes en el mundo del pecador; sin embargo entre ese limbo tenían algo, fuese casualidad o no, Mireille siempre le vio como inevitable en su vida el encuentro de las dos, era increíble pensar en su historia, estaban ligadas desde tan jóvenes, incluso llego a suponer que desde antes de nacer.

Su relación había tomado un giro inesperado, pero a la vez tan ansiado en su interior, nunca necesitaron palabras, solo surgió como todo en ellas, simplemente se habían hecho tan indispensables que fue natural como todo sucedió, entre sangre, dolor y balas, un destello de esperanza para tanto sufrimiento

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BANG!! Una bala atravesó el estacionamiento, tres mas le siguieron rompiendo el parabrisas, Kirika corría entre los autos, disparando a los hombres que les seguían, mientras en le ascensor Mireille luchaba con tres hombres, había logrado deshacerse de uno , pero los otros dos le tomaron por la espalda y le habían desarmado, el que la sostenía era bastante fuerte y la había esposado, le tenia con los brazos por el pecho y una de las piernas bloqueaba las suyas, el otro le golpeaba con brutalidad en el abdomen, habían detenido el ascensor y ella estaba empezando a preocuparse.

Kirika corría hábilmente por las tuberías del agua que se encontraban en el techo del estacionamiento y a la par de sus pasos un disparo, y por disparo un hombre al suelo. Salta hacia el capó de una camioneta y se desliza por el parabrisas mientras cambia el cartucho de su arma, al parecer no quedaban mas hombres.

-Mireille tarda demasiado ya debería estar acá.

En el ascensor la rubia logra zafar una pierna y llevarla con fuerza hacia la rodilla de uno de uno de sus captores, fracturándola, quien reacciona en reflejo disparándole en la pierna, a pesar del inminente dolor logra lanzarse al frente y activar el ascensor, pero el otro hombre la levanta de la camisa y la golpea contra la pared, pegando su enorme cuerpo contra ella y empezando a tocarla bruscamente, en ese momento se abre la puerta en el sótano, Kirika alcanza a ver lo que sucede, disparando rápidamente contra el hombre, quien lleno de ira golpea en el rostro a la mujer k tiene en sus manos, y levanta el arma contra Kirika, dispara tres , cinco veces, y la pequeña de ojos carmesí les esquiva todos con destreza, acercándose a el con la mirada perdida, fría, sin expresión alguna, posa en su frente un disparo, el hombre tarda unos segundos en caer.

Despertando de su trance la pequeña se acerca a su compañera y la levanta del suelo tomando entre sus manos su cabeza y recostándola contra sí, y delicadamente le toma las manos, las cuales sangran en las muñecas, toma un trozo de tela de su chaqueta, amarrándola en la pierna para detener la hemorragia. De pronto un disparo golpea el brazo de Kirika y esta cae sobre Mireille , su hombro sangra demasiado, rápidamente la rubia toma un arma del suelo y con esfuerzo se levanta, un hombre dispara detrás de un auto azul, con precaución Mireille corre hacia el hombre y en un salto hacia el auto dispara dos veces, una en el pecho y otra en el cuello, ella cae pesadamente cerca del hombre, su pierna sangra demasiado, su herida se había abierto un poco.

Kirika se levanta asustada había escuchado dos disparos, Mireille no regresaba, corrió desesperada donde procedían los disparos, ve a Mireille en el suelo y apresura su paso, debajo de ella un charco de sangre, unas lágrimas se escapan de sus ojos, se derrumba junto a la rubia con la esperanza de que todo sea un sueño, le acaricia el cabello retirándolo de su rostro, Mireille lento abre sus ojos sonriéndole forzosamente, y en ella caen unas cuantas gotas de sangre y lagrimas, Kirika sigue sangrando, pero decide ignorar su dolor y sin previo aviso desciende hasta el rostro de Mireille besándole tiernamente. La rubia se sorprende por un segundo, pero en su interior no deseaba mas, en el ascensor no pensaba en potra cosa que en salir de allí con vida y poder volverla a ver, y ese beso le demostraba que ella también deseaba lo mismo.

En sollozos le dice –no me dejes Mireille… no después de todo lo que a pasado…

Mireille conmovida le calla con un beso en los labios.

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De golpe se levanta Kirika con los ojos llenos de lágrimas, Mireille sorprendida le mira.

-¿Te encuentras bien, pasa algo malo?

Kirika le mira fijamente con los ojos cristalinos por las lágrimas.

-sólo fue un sueño…… los pecados del hombre aun prevalecen a flote, mis pecados aun me sorprenden en sueños, pero al menos he podido acercarme a la luz, para poder cargar con ellos y asumirlos, pero todo esto no seria posible sin la mano que soporta el otro lado de la muerte….. Por favor protege los tranquilos campos verdes, por favor no me dejes……

La mirada de Mireille se nubla con dos lágrimas y antes que estas pudiesen salir se acerca a su compañera y le besa….

“Noir un nombre cuyo destino nos llega del pasado,

Dos doncellas que gobiernan la muerte,

Cálida mano negra

Protege los tranquilos campos verdes”

Fin