Estrella Roja Entertainment Company - Capítulo 6

Hola gente del Baúl!

¿Qué tal están? espero que bien, hoy pensaba postear algo distínto pero no dispongo de mucho tiempo, pero no sufran ni se depriman, la actualización es igual de buena. Así nos vamos poniendo al día con este fanfic. Espero para la semana que viene irles mostrando la sorpresa que prometí. Este capítulo es hasta ahora el más corto, sin embargo, creo que lo compensa con el contenido, luego nos gustaría leer sus comentarios. Sin más que agregar...

Feliz viernes!!! y les deseo que tod@s tengan un buen fin de semana!

Autora: KaoriD

Capítulo 6: Mentiras, verdades y otros enredos

Trascurrió aproximadamente una hora desde que los miembros de la prensa llegaron al departamento de Natsuki, no paraban de hacer preguntas tontas, y aunque la chica estaba a punto de perder la paciencia respondía en el tono más cordial que podía.

-¿Cómo se conocieron? –periodista 1.

-En Kanzai durante una carrera. Al finalizar, y ganarla por supuesto, Shizuru corrió hasta mi. Era una más de mis numerosas fans, me reconoció enseguida al quitarme el casco. –mentía Natsuki.

Los periodistas escuchaban atentos y hacían anotaciones. Mientras, un fotógrafo hacía tomas desde todos los ángulos. Shizuru permanecía sentada tranquilamente limitándose a asentir y sonreír.

-¿Dirías Kuga-san que fue amor a primera vista? –periodista 2.

-Absolutamente, la miré directamente a los ojos y supe que era ella, luego la invité a tomar un café, ella aceptó, y fue como empezó todo.

-Y a usted Fujino-san, ¿Qué fue lo que más le llamó la atención luego de conocer a su ídolo?– por primera vez uno de los periodistas se dirigía a la castaña.

-Su amabilidad, pero sobretodo su humildad. Mi Natsuki es tan dulce y atenta que nadie podría imaginar lo maravilloso que es vivir a su lado. –la castaña mostraba esa perfecta sonrisa, luego miró directamente a la morena que se sonrojó y comenzó a toser.

-Oh, ¿Kuga-san se encuentra bien? –preguntaba uno de los periodistas.

-Ara creo que recordar momentos tan emotivos le ha afectado un poco, si nos disculpan, debo cuidar bien de mi Natsuki no quisiera que se fuera a enfermar. –Shizuru usaba un leve tono de ironía que los presentes, menos la morena claro, confundieron con preocupación.

Ambos periodistas salieron gratamente impresionados con la chica de “Kanzai”, dispuestos a escribir un extenso artículo sobre la maravillosa relación que ambas sostenían, artículo que haría hervir la sangre a más de un fan y a cierta pelirroja. En cuanto al fotógrafo, se felicitaba a sí mismo pues había logrado retratar a la perfecta pareja; con eso complementarían la nota de prensa y además, esas fotos valdrían mucho dinero.

Una vez a solas, ambas se levantaron del sillón que compartían, Natsuki fue directamente hasta la TV y se puso a jugar con su consola de videojuegos. Shizuru casi no podía mantenerse en pie por lo agotada que se encontraba, aunque apenas estuviese anocheciendo.

-Ahora me retiro a dormir Natsuki, mañana tengo que entrevistarme con Reito-san.

-Con Kanzaki eh. Sabes, creo que te acompañaré.

-La verdad, no es necesario Natsuki. –se imaginaba llegando a su primera entrevista formal abrazada fuertemente a la cintura de la morena, que seguramente conduciría como loca por toda la ciudad. A pesar de eso, la idea de ir abrazada a ella, no le resultaba tan mala. La castaña se sorprendió de si misma por tener tal pensamiento, pero se lo atribuyó al cansancio.

-Igual iré. Hay un par de cosas que necesito decirle a ese. –Este comentario preocupó a Shizuru, quizá la chica pensaba armar un escándalo en Estrella Roja EC y eso podría comprometerla a ella, pero estaba sin energías para discutir, ya mañana pensaría en algo.

-Como prefieras, buenas noches Natsuki.

La morena no respondió, apenas parpadeaba frente a la TV Shizuru optó por pensar que la consola le había congelado el cerebro.

***

Kanzaki Reito es un hombre de mundo, a sus 26 años, tenía todo lo que muchos desean o se pasan la vida intentando obtener. Había conocido muchas mujeres durante sus viajes, pero nunca sintió tanta afinidad con una. Toda la tarde la pasó escuchando la melodía compuesta por Shizuru, eran tan indescriptibles los sentimientos que le generaba. Realmente esta mujer tenía un gran talento y sensibilidad para expresarse a través de la música. Esto definitivamente era una suerte, ya que la chica se merecía aquel cargo más que cualquier otro de los postulantes.

Sabía que trabajarían juntos durante al menos seis meses y dependiendo del éxito de aquella obra, propondría a Shizuru como compositora exclusiva de Estrella Roja EC. Pero nunca la felicidad es completa, al menos, eso dicen. Casi al instante recordó con tristeza que no podía intentar nada con aquella chica, siendo la novia de su mejor amiga. Tendría que ser muy fuerte para no dejarse llevar por las ganas de abrazarla y no soltarla más.

-Espero que Natsuki sepa apreciar la suerte que tiene. –suspiraba el hombre, mientras alistaba su portafolio y preparaba la lista de pre-seleccionados para la obra.

Aún le hacía falta una pieza a su rompecabezas. Ninguna de las candidatas para protagonizar la obra parecía dar la talla. Tendría mucho trabajo por hacer para lograr encontrar, en tan poco tiempo, a alguien con las características que requerían.

***

La mañana llegó pronto o al menos eso le pareció, Shizuru despertó poco antes de que sonara su despertador y se quedó unos minutos observando lo que tenía a su alrededor. El sofá cama extendido ocupaba prácticamente toda la habitación que tenía cajas a medio desempacar y libros apilados en una esquina.

-Este lugar necesita algo de orden.

Al levantarse finalmente, entró al cuarto de baño, encontrándose con una adormilada Natsuki que se cepillaba los dientes mecánicamente.

-Buenos días Natsuki, no imaginaba que fueses tan madrugadora. –sonreía Shizuru, pero la morena, una vez, más la ignoró.

Mientras la castaña tomaba su cepillo de dientes; observó, casi con horror, como el tubo de pasta yacía en el lavabo destapado, chorreando su contenido y lo peor, apretado desde la mitad. El tic en el ojo amenazaba con aparecer, pero se calmó, no era la gran cosa tampoco ¿verdad?.

Después de forcejear un poco por tener más espacio frente al espejo. La belleza de Kyoto se despojó de su ropa para entrar a la ducha, esto frente a la morena, quien sintió un fuerte calor recorrerle el cuerpo y acumularse en sus mejillas, que parecían quemadas por el sol.

-¡¿Que-que rayos crees que haces desnudándote?! –preguntaba un poco nerviosa.

-Ara no me digas que Natsuki se ducha con la ropa puesta. Si gustas, podemos ahorrar agua y hacerlo juntas…ducharnos ¿qué dices? –jugueteaba la castaña.

-¡Idiota!

-Muy mal Natsuki ¿dónde queda tu consciencia ambientalista? –La vena en la frente de la morena volvía a marcarse peligrosamente, salió del cuarto de baño dando un fuerte portazo. Shizuru rió y procedió a ducharse tranquilamente.

***

Entre tanto, una mujer madura de cabello oscuro, caminaba por el aeropuerto internacional de Nueva York. Un correo de voz le había hecho tomar la decisión de aplazar sus compromisos y regresar al Japón inmediatamente.

"Kuga-san, Natsuki-san ha anunciado a la prensa que está enamorada de una chica. Fujino Shizuru, una aspirante a compositora de Estrella Roja EC. Creí que te interesaría saberlo."

Por un lado estaba más tranquila ya que su hija, al parecer, se había librado de sus sentimientos por esa chica, Yuuki Nao.

Una madre siempre sabe, es por eso que no toleraba la forma en que aquella pelirroja trataba a su hija, conocía perfectamente los sentimientos que Natsuki tenía por ella. Desde aquél día en que Natsuki tenía 12 años y entró llorando a casa, se encerró en su habitación y no salió de ahí en una semana y eso, porque la amenazó con regalar a Duran, su mascota, sino salía a jugar con él. La pequeña se negaba a comer, casi no dormía y andaba de mal genio todo el tiempo.

Ella entendió que Natsuki no era como las otras chicas, casi desde siempre. Sólo esperaba que un día, su hija tuviera el valor para contarle; ella por supuesto la apoyaría, su prioridad en la vida siempre había sido y sería velar porque esa pequeña malgeniuda viviese feliz.

No le importaba que fuese otra mujer la merecedora del amor de su pequeña; pero quería comprobar con sus propios ojos qué tan especial era esa chica y si realmente valía para estar con Natsuki, pero sobretodo, le intrigaba tanto saber cómo había logrado Fujino Shizuru ganarse el corazón su hija.

-Señora Kuga, su vuelo hacía Japón saldrá en aproximadamente una hora. Gracias por volar con nosotros y espere su llamado. –La voz de la empleada la sacó de sus pensamientos.

-Muchas gracias, así lo haré.

Continuará…