Estrella Roja Entertainment Company - Capítulo 5

Hola Bauler@s!

Después de dos litros y medio de café creo que al fin estoy despierta. Hoy es un día interesante, aparte de ser viernes, me doy cuenta que tengo un par de cosas pendientes. Una, ayudar a los niños pobres del África y la otra es realizar mi streaptease (?) En fin, nos vemos esta tarde/noche.

Por cierto junto con Ali Dagos tenemos una sorpresa para este fanfiction, espérenla muy pronto. Con ustedes una nueva entrega, espero sea de su agrado.

Y por amor a Elvis Presley (ven, yo apelo al amor no a la violencia como Blacky), dejen sus comentarios, a nuestr@s autor@s les gustaría saber qué opinan de su trabajo. Bueno como este es un blog yuri debería ser por el amor de alguna diva, no se, por amor a Marilyn Monroe, Lara Fabian o... Lupita Ferrer (?)

Que pasen un buen fin de semana!

Autora: KaoriD
Capítulo 5: Inicia la convivencia.

Shizuru escuchaba pacientemente todas las divagaciones de Natsuki, quien conducía a toda velocidad. Aunque esa morena era bastante atractiva, ciertamente le estaba pareciendo cada vez más insoportable. La castaña comenzaba a preguntarse si aceptar ese plan había sido una buena idea, en especial porque todo indicaba que la chica odiaba a Reito-san quien, si todo salía bien, sería su jefe y no le convenía tener problemas con él. Además, el hombre le parecía bastante amable y atento, salvo que aquella pelirroja tuviese algo que ver en ese problema. Ahora que lo pensaba, creyó escuchar cómo le reclamaba a Natsuki algo sobre Reito.

-Esto es lo que haremos, te dejo en el hotel y mañana temprano paso por ti para que te instales en mi departamento. Por la tarde, hablaremos con la prensa para dar la versión oficial y “formalizar” –hacía el gesto de las comillas usando ambas manos soltando así el volante, cosa que a Shizuru le incomodó aún más, detestaba la velocidad y esta chica no le parecía alguien muy confiable al conducir.

Natsuki notó la incomodidad de la chica a su lado, así que decidió aprovechar el momento para molestarla un poco; comenzó aumentando la velocidad gradualmente.

-Por cierto, ¿segura que no sabes quién soy? –preguntaba.

-Por milésima vez, ¡No! – Shizuru iba fuertemente agarrada, con los ojos apretados, no recordaba la última vez que le había levantado la voz a alguien. Natsuki por el contrario, no recordaba la última vez que había hablado con alguien que no fuese Nao sin gritar.

-Llegamos, recuerda estar preparada para cuando llegue, no quisiera tener que entrar a ese lugar a buscarte. –mirando despectivamente la entrada del modesto hotel.

La castaña descendió del vehículo y habría besado el suelo de no ser porque era precisamente lo que la morena estaba esperando que hiciera. Aún así, no pudo evitar tambalearse un poco al caminar. Natsuki rió por lo bajo y arrancó a toda velocidad. Mañana sería un día de muchos cambios, el recuerdo de lo ocurrido esa noche seguía en su cabeza y las palabras de Nao continuaban quemándole las entrañas.

***

Se revolvía en la cama, las almohadas y sábanas yacían en el suelo de la habitación. Kuga y la desconocida se besaban frente a todo el mundo. Era una tontería pensar que algo como eso pudiera molestarle, pero aún resonaban las palabras de Reito “Natsuki te ama como a nadie en el mundo”. Él había regresado a Fuuka, eso debía ser suficiente para hacerle olvidar cualquier cosa… pero… ese beso…

Nao se dio por vencida, insistir en conciliar el sueño era imposible, lo mejor sería llamarla; después de todo Natsuki nunca se negaba a hablar con ella a la hora que fuera. Intentó varias veces pero el celular la enviaba directamente al buzón de voz.

-Kuga nunca apaga su celular, y con solo ver mi número contesta enseguida. ¿Será posible que aún esté con esa, que estén pasando la noche juntas? –Hablaba en voz alta.

Las dudas asaltaron la mente de la pelirroja que no podía saber que Natsuki no deseaba ser molestada por nadie, pues imaginaba que su gran amor la odiaba y en ese momento lloraba amargamente contra su almohada.

***

Esa cálida mañana de domingo, la esbelta castaña esperaba fuera del hotel después de despedirse de los empleados que por esas semanas habían compartido con ella y tan amablemente se habían portado. Por algunos instantes se preguntó qué pensaría su padre si supiera que había estado viviendo en un lugar así.

Su reloj marcaba las 10 en punto, podía ser que esta chica se hubiera olvidado de aquel absurdo trato y ahora la dejaría esperando. Estaba considerando la posibilidad de volver a registrarse en el hotel cuando una motocicleta azul se detuvo frente a ella. El conductor se levantó el visor del casco y dejó ver un par de ojos verdes ya conocidos.

-Sube –fue el saludo que recibió, por un momento dudó pero ya no había manera de dar marcha atrás. Tomando firmemente su equipaje procedió a subirse.

-Ara, pensaba que Natsuki me buscaría en su auto.

-El auto lo utilizo para ocasiones especiales. Además, con la moto me siento más cómoda y ahora que lo pienso… –un destello de malicia brilló en sus ojos –hoy vas a saber quién es Kuga Natsuki. –Dicho esto, bajó el visor de su casco y arrancó a toda velocidad.

Por el camino hacia piruetas, esquivaba peligrosamente autos, peatones, conos naranja, ardillas, perros, gatos y cualquier cosa que se atravesara, se saltaba semáforos en rojo e incluso logró hacer un perfecto “caballito”. De repente se detuvo, bien fuera por la falta de aire, dado el fuerte amarre que Shizuru tenía a su cintura o porque quería que la castaña notara la enorme valla publicitaria que mostraba en todo su esplendor a la gran estrella del motocross Kuga Natsuki, con expresión seria y anunciando un producto para el cuidado del cabello.

- Lo siento Natsuki, yo uso la marca rival le va mejor a mi tipo de cabello - explicaba la castaña, sin darle mucha importancia.

-¡Idiota! ¿Ya viste quién es la modelo del anuncio? –una vena de su frente amenazaba con estallar.

-¡Ara! si es mi Natsuki –dijo sonriente.

-¡Claro que soy yo! –cruzándose de brazos y girando la cara hacia un lado enojada.

-Lo dicho, es como una niña pequeña. –pensaba con una gota resbalando por su sien.

Dentro del departamento, la idea de salir corriendo se cruzó por la mente de Shizuru. El lugar era muy amplio y lujoso, pero estaba completamente desordenado, había cajas de pizza vacías sobre la mesa, envases de ramen instantáneo por doquier, ropa sucia, sobrecitos de mayonesa, hasta botellas de cervezas.

Lo único que estaba ordenado era un estante con montones de trofeos y medallas de sus carreras. También habían fotos de ella junto a una chica que a Shizuru le recordaba a una gata, luego la reconoció como la pelirroja de la fiesta. Tuvo la intención de preguntar, pero se contuvo. Recordó la mirada de tristeza que tenía la morena cuando la chica le reclamaba y gritaba cosas que ella no logró entender.

-Los periodistas vendrán a las 16 horas, te recomiendo que limpies este lugar. No quiero que piensen que tengo una novia haragana. –decía la morena en su habitual tono autoritario.

-¿Limpiar? Deberías contratar a alguien que haga ese trabajo. –replicaba la castaña.

-No me gusta tener gente extraña en mi casa, ya es suficiente contigo. Así que se una buena inquilina y mantén este lugar en orden, después de todo te pago.

-Sabes Natsuki… -Shizuru estaba a punto de decirle unas cuantas cosas y luego marcharse de ahí, pero algo llamó su atención.

Ahí estaba, en medio de la sala, un hermoso piano de cola negro. Cuando Natsuki notó la cara extasiada de la castaña dijo tosiendo un poco.

-Por eso tardé en buscarte, estaba esperando que lo trajeran, con eso cumplo una parte de nuestro trato. Ahora, arregla este desorden, estaré en mi habitación. Cuando termines te puedes quedar con la habitación del fondo, es un estudio, pero tiene un sofá cama. Para lo que tenías en aquél hotelucho eso bastará.

-Está bien –fue lo único que pudo articular Shizuru, que seguía admirando esa belleza de instrumento.

***

Ahora, por fin estaba instalado en la habitación de un hotel 5 estrellas y después tomar un baño en el espléndido jacuzzi, Kanzaki Reito se dedicaba a admirar la ciudad de Fuuka desde su ventana, no había podido dormir bien pensando en los sucesos de la noche anterior. Desde el momento en que vio a aquella joven mujer, no pudo apartarla de su cabeza. Sin embargo, ahora sabía que esa chica estaba con otra persona y no cualquiera, estaba con Kuga Natsuki a quien aún consideraba su amiga y que apreciaba mucho.

-Mañana será mi primer día como director, así que debo prepararlo todo. El trabajo me ayudará a sacar a Shizuru-san de mi cabeza. –luego tomó varias carpetas y comenzó a revisar, a todos los postulantes para la nueva obra de Estrella Roja EC. Uno a uno los fue revisando hasta que llegó a un archivo, precisamente el de Fujino Shizuru:

Nombre: Fujino Shizuru.

Edad: 24 años.

Tipo de sangre: AB.

Estudios realizados: Licenciatura en administración empresarial y Master en mercadotecnia.

Idiomas: Japonés, Inglés, Mandarín, Francés.

Cargo al que opta: Compositora y arreglista.

¿Por qué quiere ser parte de esta compañía?

Pienso que una debe seguir los sueños donde sea que estos nos lleven. Quiero entrar a esta compañía porque hasta aquí he llegado con mi propio esfuerzo y dedicación. No quiero que nadie me regale nada ni usar ningún tipo de influencia, lo que obtenga que sea porque me lo haya ganado. Y se, que aquí nadie está por influencias, sino porque en verdad se merece el puesto. Sino lo logro, sabré que no fue por falta de esfuerzo sino porque simplemente existe alguien mejor que yo.

Estas palabras tan sinceras impresionaron a Reito, quien registró el sobre en busca del cd que contenía la pieza que Shizuru trajo de muestra. Mañana le daría una respuesta definitiva a la chica, ahora entendía por qué Sakomizu-sama había marcado ese archivo como “prioritario”.

-Vaya, ahora creo eso de que cuando realmente te gusta una persona su recuerdo te persigue donde sea.

***

A Shizuru le tomó un par de horas limpiar y organizar aquél desastre, estaba exhausta pero era la hora del almuerzo. Buscó en la cocina qué preparar y se consiguió la despensa llena de ramen instantáneo e incontables frascos de mayonesa. No había ni una bolsita de té y pensar en algo saludable de comer era imposible. Así que no le quedó más remedio que preparar el ramen. Luego de comer, colocó un tazón humeante en una bandeja y llegó hasta la habitación de la morena.

-Ara Natsuki tenemos que hablar seriamente sobre tu alimentación.

-No hay nada de malo con mi alimentación, ¿quién te dijo que podías pasar?

-Oh, lo siento, pero supuse que tendrías hambre. –se acercó hasta la cama del cuarto y colocó la bandeja junto a la morena, que la miraba algo extrañada.

-Pensé que ahora que somos “novias” –haciendo el gesto de comillas con las manos. –deberíamos conocernos un poco mejor, es decir, no quiero cometer ningún error en la entrevista.

-No hay problema, ya había pensado en eso. Diremos que nos conocimos en mi último viaje a Kanzai, luego nos reencontramos y decidimos vivir juntas.

-¿Kanzai? –miraba extrañada Shizuru.

-Eres de ¿Kanzai no? De ahí tu acento –un leve tic apareció en el ojo derecho de Shizuru.

-Kyoto, soy de Kyoto.

-Lo que sea, es igual. Sólo limítate a esa historia y estaremos bien. –Luego empezó a devorar el ramen. –odidate podnele madonesa.

-¿Qué cosa?

-Que olvidaste ponerle mayonesa –decía luego de tragar.

-Creo que estos seis meses serán muy largos. –suspiraba la belleza de Kyoto.


Continuará…