Decisiones - Capítulo 14

Hola!


Seguimos con una nueva dosis de Decisiones. Espero que la disfruten. Feliz viernes!


Saludos!


Autor: Eldest88

Capítulo 14

Imperio Antiguo 

Dinastía V al VI 

Lunes 8am 

Una hora había transcurrido luego de que llegaran juntas la museo, lo extraño de la situación es que ninguna se atrevía a romper el insoportable silencio que se había formado entre ellas, la pelinegra se concentraba en sus fotos, o eso quería hacer ver, pues no dejaba de darle vueltas el asunto del beso con la ojiverde, al mismo tiempo la castaña metía su cabeza entre el libro que tenía entre sus manos releyendo una y otra vez cada línea, le era imposible recordar las palabras que cada vez se le hacían más difíciles de leer. 

-Señoritas…..-Una mujer morena y elegante entro al salón donde se habían instalado ya durante una semana. 

-Mucho gusto, mi nombre es Ariana Hack, soy la publicista del museo, me han dicho que ustedes están haciendo un trabajo acerca de los faraones egipcios –miro a la castaña con algo de interés, cosa que le molesto de sobremanera a la ojiazul. 

-Si…..así es, ya llevamos una semana viniendo todos los días –Andrea sentía una leve sensación de rabia al ver como la mujer morena observaba a Ximena sin siquiera disimular. 

-Bien, hoy ha llegado un preciado cargamento desde uno de los principales museos, y ustedes serán las primeras en verlo –para la mujer, en esa sala solo existía la castaña, ni siquiera miraba una vez a la pelinegra y eso ya se la estaba colmando. 

-Es genial…….que emoción, de que se trata –la castaña se levanto e un salto, emocionada por lo que vería, le sonrió a la mujer alta, al tiempo que dejaba sus libros de lado. 

-Si me sigues te explicare en el camino –Ariana le ofreció que siguiera adelante, y aunque cualquiera hubiera pensado que lo hacía por educación, la única que vio sus verdaderas intenciones fue Andrea, quien la observo ladear la cabeza admirando el movimiento de cadera de la ojiverde. 

-Ahora sí que la mato, juro por Dios que la mato –sus mejillas se encendieron de furia, que diablos era eso ¡¿celos?!, las siguió algo perturbada con la situación. 

Recorrieron todo el museo hasta llegar a la bodega, pues el dichoso material aun no había sido preparado para su exhibición, en el lugar había varios trabajadores, por lo que la pelinegra agradeció al cielo, pues la mujer se estaba ganado una muerte dolorosa a manos de ella, y al haber tanta gente tendría que contenerse. 

-Bien…..este es el sarcófago de Teti –enfrente se veía una caja con una roca gigantesca en forma de hombre, al verla los ojos verdes de Ximena se iluminaron, no cavia duda de que la única que disfrutaba del hecho era ella, pues para Andrea eso no era más que un montón de roca polvorienta y vieja. Claro que la “maldita” publicista se estaba aprovechando de la emoción de la castaña, no hacía más que rodearle la cintura, haciendo como que le mostraba la cosa esa. 

- Mira……Según Manetón, fue asesinado por su guardia personal y enterrado en la necrópolis real de Saqqara. Tal vez fue una conspiración urdida por Userkara, el posible usurpador –en esta parte del relato, la mano de la mujer se deslizo por la cadera de la ojiverde haciendo que esta se sonrojada, saltara por el contacto, la ojiazul vio que la castaña se sentía incomoda con la situación, y que torneaba los ojos buscando como zafarse de la mano de la morena. 

-Amor…..será mejor que vayamos a almorzar –Andrea jalo por el brazo a Ximena, la pego a su cuerpo abrazándola por la cintura, y la beso dulcemente en los labios –¡!ja¡! mira esto idiota……esto se llama marcar territorio –pensaba separándose de la ojiverde para ver la cara de asombro de la mujer. 

-Ah….si mira qué hora es ca-cariño, vamos ya……luego nos vemos y gracias ha sido muy bueno poder ver el sarcófago –con una sonrisa algo nerviosa, la castaña se despidió y camino hacia la salida, la pelinegra también se despidió pero mas con cara de triunfo, alcanzo a la chica y entrelazo su mano a la de ella, esto hizo que se girara y la interrogara con la mirada, pero solo obtuvo una sonrisa encantadora que la dejo en las nubes. 

En el almuerzo solo se oían los cubiertos pegar contra los platos, a pesar de que ya habían acercamientos, ninguna era capaz de explicar nada de lo que había pasado, además de que Ximena había quedado en la séptima nube con aquel beso, todo iba a la perfección hasta cuando a cierta pelinegra se le ocurrió abrir la boca y romper la magia. 

Se aclaro la garganta -ehh.....lo de ahorita solo fue para sacarte de encima a la babosa esa, no pienses nada mas -sin siquiera mirar los ojos de la castaña siguió escarbando el plato. 

La castaña sintió una pequeña punzada en el pecho, pero se la aguanto, tomo aire y suspiro. 

-pff.....ni que hubiera sido el beso del año, yo sabía lo que pretendías, ni tonta que fuera -frunció el ceño y tomo un sorbo de vino. 

-estás diciendo que beso mal?......-nada peor que atacar el orgullo de una chica que se jacta de ser seductora. 

-ahh.....tengo que contestarte? -la ojiverde entorno los ojos y se levanto de la mesa, dirigiéndose al tocador. 

Andrea solo observaba el plato con cara de pocos amigos, se sentía humillada y lo peor era que quien la humillaba era una chiquilla de papi, que hasta virgen seria, tomo una gran bocanada de aire y se levanto de la mesa hacia el mismo tocador donde la castaña había ido. 

Al entrar vio que Ximena estaba frente al espejo, pensativa, cerró la puerta con llave, y la jalo del brazo, colocando su mano en la nuca de la otra, acerco su boca y la beso con toda la pasión que podía, al principio la ojiverde se sorprendió, quedando estática, pero con cada movimiento le correspondía a la otra, Andrea le paso la mano por la cintura pegándola más, Ximena rodeo el cuello de la otra, el calor aumentaba en el lugar, la pelinegra levanto a la castaña haciendo que quedara sentada sobre el tocador, con una mano acariciaba el muslo de la ojiverde, al tiempo que con la otra le enredaba el cabello, Ximena sentía los latidos de su corazón subir de ritmo, dejo el cuello de la ojiazul y paso a acariciarle la espalda, mientras esta dejo su cabello en paz y prosiguió a abrirle la camisa que traía puesta, la castaña rápidamente metió las manos por debajo de la camiseta negra que llevaba la pelinegra, al sentir las manos frías en su piel, Andrea dio un pequeño gemido........... 

TOC TOC 

-disculpe, si hay alguien podría abrir, es urgente -la voz de una señora se escucho desde el otro lado de la puerta, la castaña se asusto y se bajo de un salto del tocador, Andrea agitada, se arreglaba el cabello, Ximena, sorprendida, se cerraba la camisa, que a propósito ya la tenía prácticamente abierta. 

-Si un momento ya le abro -la castaña ruborizada y con respiración agitada se miro una última vez en el espejo, la pelinegra, la miro a los ojos. 

-Y decías que yo no beso bien?.....-sonrío de medio lado, con picardía en sus azules ojos. 

-Idiota....ya abre la puerta – la pelinegra le dio la espalda para salir del lugar, en ese momento la ojiverde esbozo una sonrisa de felicidad. 

o.O.o

Ya en el museo no se volvió a tocar el tema, ninguna podía explicarse que había ocurrido en ese tocador, pero tampoco eran capaces de hablar entre ellas. 

Esa tarde se paso lenta y tortuosa, al fin cuando llego la hora de partir, Héctor le marco al móvil de Ximena para avisarle que iría por ella para que cenaran juntos. Era obvia la química que se había iniciado entre ellas, sin embargo el rubio solo veía que su mejor a miga y su novia habían empezado a llevarse bien. 

-hola amor te extrañe muchísimo -el chico abrazo a la castaña muy efusivo. 

-si cariño, yo también -sin embargo la ojiverde se limito a darle un tierno beso en la mejilla, para Héctor solo fueron muestras de cansancio pues su novia se la vivía estudiando. 

(Bien dicen por ahí, que no hay peor ciego que el que no quiere ver) 

-bueno chicos, yo como que mejor me retiro, ya estoy estorbando -Andrea se sentía incomoda con la situación, no tanto porque le molestara el que su amigo estuviera ahí, sino porque su conciencia, que además nunca había aparecido, ahora la atacaba despiadadamente. 

-no Andrea porque no te quedas y comemos todos, hace rato que no la pasamos juntos -el rubio queriendo ser atento con su amiga, pero era de suponerse que lo único que deseaba era estar con su novia. 

-nah deja así, además hoy trabajamos duro y estoy algo cansada -recogió las cosas y las llevo a su auto, se despidió de Héctor y al acercarse a despedirse de la castaña sintió un escalofrío recorrerla, por unos pocos segundos se miraron a los ojos, desearon los labios de cada una, pero por fortuna la razón les pudo mas, se dieron un beso en la mejilla y quedaron de verse al otro día. 

El chico por su parte muy atento, llevo a su novia a cenar a un buen restaurante, sin embargo la castaña estaba distraída, no hacia mas sino mirar por la ventana, esa noche estaba llena de estrellas, observaba al horizonte, pero con una imagen fija, la de Andrea, quien le sonreía o la miraba a los ojos. 

-Amor?........en qué piensas? –luego de un rato de hablar solo, Héctor se fijo que nada de lo que decía era escuchado por ella. 

-Nada…..no…..pienso en nada, solo estoy cansada, me llevas a casa por favor? – la castaña se sentía mal por engañar a su novio, pero….. ¿que debía hacer?, ¿decirle que se había enamorado de su mejor amiga?.....no eso estaba fuera de discusión, no podría hacerle eso ni a él, ni a ella. 

-si tienes razón, será mejor que descanses –era obvio que la chica estaba extraña, pero por más que lo pensaba no encontraba una respuesta sensata, Héctor decidió creer que solo era cuestión de tanto trabajo y que debía entenderla. 

o.O.o

Andrea iba de camino a su casa, cada que recordaba aquel beso en el restaurante, una sonrisa se dibujaba en su rostro, tenía tantas emociones arremolinadas en su pecho, que a ratos sentía cosquillitas en el estomago y una alegría infinita. 

Al llegar a casa, guardo el auto en el garaje, y luego fue hacia su cuarto, allí se recostó un rato pensativa, hasta que se quedo dormida. 

Ximena por su parte, no estaba del todo tranquila, ella la que toda la vida se había comportado como una santa, ahora engañaba a su novio con su mejor amiga, y lo mas paradójico del asunto era precisamente eso, que era con una chica. No hacia sino dar vueltas en su cama inquieta, con miles de preguntas girando en su cabeza……¿Qué debía hacer?.......¿debería seguir con Héctor?.........pero estas desaparecían con solo recordar esos dulces labios que casi la hacen perder la razón. 

-Dios…..esa maldita besa muy bien –con la yema de sus dedos acariciaba sus labios, sonreía tontamente y abrazaba fuerte a su osito, todo hasta que el sueño le gano, cayendo en coma de tanto pensar. 

o.O.o

PRIMER PERIODO INTERMEDIO 

DINASTIA VII – X 

-ahhhh………no puedo creer que esta cosa este tan larga, dos semanas y aun nos falta mucho, demonios –Andrea se agarraba la cabeza y la pegaba contra uno de los estantes del museo. 

-ten cuidado dañas algo –Ximena solo la miraba y se reía, ella como siempre se encontraba detrás de la mesita escribiendo, mientras que la pelinegra tomaba fotos y la ayudaba a buscar información. 

-¿tú te preocupas por un estúpido estante y no porque no me haga daño? –la miraba de reojo, con cara de pocos amigos. 

- pero que dices, si yo me preocupo por tu bienestar, si rompes algo lo tendrás que pagar –le hablaba con un acento consentidor que le estaba gustando escuchar a la ojiazul, se levanto de la silla y camino hacia la ventana del lugar, la cual daba hacia un parque cercano, –en cambio te deberías preocupar más por mí, mira que no dormí bien anoche y me siento algo cansada –se estiro los brazos y cerró los ojos, haciéndose pequeños masajes en la sien. 

En cuestión de segundos, la castaña sintió unas manos en sus hombros, masajeándolos, y haciendo que se sintiera más relajada. 

-te estás sintiendo mejor? –la pelinegra le susurraba al oído, haciendo que le dieran escalofríos. 

-mmm……pues no sé, tal vez necesito algo mas –la ojiverde, tenía la necesidad de tener cerca a la chica, cada que sentía la respiración de esta en su oído, el corazón le palpitaba rápido. 

De pronto Andrea le dio un beso en el cuello, sus manos seguían los masajes en los hombros -que te parece eso……ya estas mejor? –le susurraba de nuevo, pegándose más a su espalda. 

-si está mejorando, pero creo que aun falta –el jueguito le estaba gustando y mucho. De la castaña razonable ya no estaba quedando ni la sombra. La pelinegra dejo los masajes de lado, con un brazo rodeo la cintura de la otra pegándola más a su cuerpo, mientras que con la otra mano acariciaba su cuello, dándole más besos. La temperatura del lugar aumentaba con cada segundo, la castaña sentía como perdía la razón, era obvio que la parte más sensible de ella era el cuello, cerraba de nueva cuenta los ojos y mandaba la cabeza hacia atrás dejando más espacio para cada caricia, ya no eran besos lo que sentía, sino una húmeda lengua recorrerla sin parar. Para Andrea el aroma que se desprendía de la otra, era embriagador, quería sentirla más, metió la mano por debajo de la blusa y acaricio el abdomen, la suavidad de esa piel la hacía querer mas. 

-no…..espera –para mala suerte de la ojiazul la parte pensante de la castaña emergió –con mucho esfuerzo (y digo con un muy terrible esfuerzo) la ojiverde se alejo, tenía la respiración agitada y una cara bastante sonrojada –será mejor que….terminemos el trabajo –sin mas explicaciones volvió detrás de la mesa y se metió entre los libros, dejando a una pelinegra confundida y aburrida. 

Continuará...