martes, 31 de marzo de 2009

Reiniciando la vida - Capítulo 11

Hola gente! Akari al habla luego de una semana de baja forzosa, ha sido lindo conversar con muchas personas y saber que me extrañaron mientras estuve alejada, mil gracias a todas.

Señor@s quiero aprovechar el post para comentarles que este blog se creó con la intención de disfrutar y compartir nuestra pasión por el yuri. Debo aclararles que no recibimos ningún tipo de compensación por el trabajo que realizamos, a excepción de los comentarios que nos dejan tanto en el cbox como en las entradas, pudieran ser más pero igualmente nos complace leer una palabra de aliento, eso nos motiva a seguir.

Por tal razón, no podemos aceptar que personas que no entienden que cada miembro de este equipo tiene una vida que cuidar, aparte del blog, se dirijan de mala manera para "solicitar" tal o cual material. Aceptamos las críticas constructivas y las solicitudes respetuosas, es más, creo que de leer en los comentarios que un material es más solicitado que otro podríamos hacernos una idea más clara a la hora de elegir lo que se publicará.

Espero no resultar pedante con mi comentario, no he hablado con mis compañeras sobre el tema (a excepción de Blacky que alcanzó a leer el comentario que motiva este escrito). Pero igualmente estoy segura de que cada una de ellas me apoya cuando digo, que comentarios de ese tipo serán eliminados. Espero no tener que volver a leer algo así, como diría KT "En saber pedir está el dar" o algo así :P

Sin más que agregar, les dejo con otro emocionante y dramático capítulo de este material, cortesía de Eli. Una chica que escribe muy bien y que también merece recibir comentarios acerca de su trabajo.

Autora: Eli

Capítulo 11: Muchas explicaciones.

Luego de un rato por fin pude dormirme, en un sueño inquieto, pero que al menos me alejó por un par de horas del dolor, el dolor de la pierna atenuado por los calmantes y el dolor del corazón que no parecía querer desaparecer.

Ya era casi media noche cuando desperté (había un reloj frente a mi cama), las luces estaban apagadas, las cortinas en las ventanas cerradas y afuera en el pasillo, apenas si se escuchaban los pasos de las enfermeras de turno.

Me incorporé en la cama, acomodando la almohada detrás de mi y fijé mi ojo en el sillón, en la esquina opuesta de la habitación. Allí aún dormía Eileen, estaba acurrucada lo mejor que podía y estaba tapada con una frazada del hospital, a su lado, en el piso había un vaso de café vacío (lo supe pues estaba ladeado sobre el piso).

Intenté dormirme otra vez, pero me fue imposible, estaba demasiado agitada. Mi mente saltaba de mi problema con mis padres, que tendría que enfrentar si regresaba a Japón, a la traición que había sufrido horas antes. Quería confiar de nuevo en Eileen, pero no podía, todo estaba muy confuso. Entonces para tratar de despejar mi mente encendí el televisor.

Eileen despertó entonces con el ruido de la televisión. Se movió en el sofá para mirarme, desviando mi atención del aparato.

- ¿Qué haces?- Preguntó con voz soñolienta y triste.

- Es algo obvio ¿no?, veo la televisión- respondí en un tono antipático que no era el que quería utilizar, simplemente me salió de lo más profundo del alma. Pero intenté remediar lo que mi sarcasmo había provocado en Eileen cuando ella me dijo:

- Perdón, no quise molestarte.- Entonces desvió la mirada hacia la ventana dejando que el resplandor de la pantalla del televisor iluminara una lágrima que caía por su mejilla.

Dejé pasar unos minutos y como Eileen siguió mirando un punto fijo en la cortina, le dije:

- Eileen...- ella se volvió hacia mi lentamente,-: Lo siento, no quise ser cruel.

Algo en mi tono de voz debió conmoverla, pues en su cara se dibujó una pequeña sonrisa.

- No te preocupes, entiendo porque lo haces.- respondió con la voz cansada.

Entonces comencé a cambiar los canales en la televisión, apenas veía un par de segundos de imagen por canal antes de pasar al siguiente, realmente no estaba viendo nada. Por fin dejé un canal donde pasaban una película de acción, aunque no llegué a interesarme en ella, pues me dormí a poco rato de comenzada.

Esa noche fue una de las peores que puedo recordar, superada sólo por las noches que pasé en el hospital en Japón... Desperté a la mañana siguiente totalmente adolorida, me dolía desde la rodilla hasta la cabeza, pasando por mi mano y un moretón en mi cara, también por supuesto me dolía la zona abdominal producto de la patada que había recibido.

Al abrir los ojos, lo primero que noté fue que me encontraba sola. Eileen no estaba allí. Luego poco a poco fui sintiendo más y más los dolores por todo el cuerpo.

Con mucho cuidado me llevé una mano a la mejilla donde me habían golpeado; al tocarla, con un simple roce sentí el dolor quemando muy cerca de mi ojo perdido. Por lo bajo maldije a los idiotas que me habían atacado.

Y una vez más esa semana, pensé que Eileen no tenía la culpa de lo que me sucedía, pues recordé como había luchado contra las chicas que la sujetaban mientras Carlos me golpeaba, todo para defenderme. Vi con claridad su rostro desde el piso luego que recibí la patada de Carlos, su angustia; pensé que debía perdonarla y desistir de mi viaje a Japón incluso debía pedirle perdón por haber desconfiado de ella, pues en lo más profundo de mi corazón yo sabía que ella no había hecho nada.



A eso del mediodía comencé a extrañarme, Eileen no se había presentado en mi habitación en toda la mañana y ninguna de las enfermeras de la noche (les pregunté temprano esa mañana, antes del cambio de turno) sabía nada de ella.

Sin duda alguna no había ido a la universidad, no después de lo sucedido en su apartamento, ya que para esa hora todos sabrían que ella y yo habíamos atacado al chico popular (Carlos), cosa que les daría una razón más a los del bando popular para querernos fuera de “su territorio”

Mientras pensaba en esto, sonó el teléfono de mi habitación. Descolgué el auricular y dije:

- Diga.

- Katsumi, que gusto escucharte.- dijo con falsa alegría una voz al otro lado del auricular, una voz que me hizo estremecer; mi corazón comenzó a latir muy de prisa al reconocer ESA voz.

- ¿Qué quieres?- dije cortante, si ella me llamaba sin duda era porque quería algo de mi.

- ¿Es que no puedo llamar para saludar?- respondió, sacándome de mis casillas.

- No tengo porque hablar contigo, voy a cortar- amenacé.

- No, no lo harás, porque si lo haces alguien va a morir.- dijo amenazante, luego añadió-: Escucha atentamente, cualquier error que cometas será enmendado por alguien a quien quieres.

- ...- Me quedé en silencio unos segundos antes de responder-: Está bien, te escucho.

- Así me gusta, ahora... hablemos de negocios. Supe que te encontraste con mi novio y que le rompiste la nariz.- hizo una pausa y continuó-: supongo que podría hacerte pagar por eso, pero estoy dispuesta a olvidar todo esto porque supe que quieres regresar a tu puto país. ¿Es verdad?

- ¿Quién te lo dijo?...- de inmediato me arrepentí de mi insolencia y rectifiqué diciendo-: Si, es verdad.

- Bien, me parece perfecto que lo hagas, pero quiero que aceleremos las cosas un poco, quiero que te vayas en menos de una semana, ¿Me has oído?- dijo prácticamente en un susurro; yo tratando de controlar la rabia que subía por mi garganta respondí:

- ¿Por qué debería apurar el viaje?, si no lo hago ¿Qué harás?, dudo que intentes matarme, la policía te está rastreando, dudo que puedas dañarme.

- Casi tienes razón, a ti no puedo hacerte daño todavía- el pronunciar esas palabras hizo que se me erizaran los pelos de la nuca.-: Pero a tu querida Eileen si...

- ¿Matarías a tu propia amiga?, ¿tanto me odias?- de pronto me surgió una duda que fue más fuerte que el miedo y el enojo-: ¿Por qué me odias?

- Oops, muchas preguntas... uno, Eileen no es mi amiga, dos, si te odio muchísimo, ahora... ¿por qué?... simplemente por la misma razón por la cual mataría a Eileen.

- ¿Podría saber cual es esa razón?

- ...Bueno, es muy simple, con gente como ustedes se contamina mi bella España.

- ¿Qué eres?, ¿acaso es homofobia?- ella rió al otro lado de la línea, rió a carcajadas antes de responder:

- Eso me da igual, te puedes acostar con quien tu quieras, tíos, tías, animales, ese es tu problema... lo que a mi me desagrada tanto es tu estúpida nacionalidad, nadie que no sea español merece mi respeto o mi amistad, ¡maldita perra Japonesa!

- ¿Qué quieres que haga?

- Te irás de aquí, vuelve a tu inmundo país,- dijo llena de rabia.

- Lo haría pero no puedo, al menos por ahora, me acaban de operar gracias a tu novio... no puedo caminar.- dije tratando de sonar lo más calmada posible.

- Te las arreglarás para hacerlo, no me importa si tienes que irte en una silla de ruedas, sólo me importa que te vayas antes del próximo viernes. Ahora debo cortar; tu querida norteamericana está a punto de entrar en tu habitación, no olvides que si no te vas me vengaré por lo que le hicieron a Carlos.- Entonces, antes de que pudiera replicar o preguntarle como es que sabía que Eileen estaba a punto de entrar, me cortó; y justo en el momento en que depositaba el auricular en la mesa se abrió la puerta de la habitación. Era Eileen.

¿Cómo era posible que ella supiera que Eileen estaba a punto de entrar? Levanté la vista hacia Eileen con expresión de miedo en mi rostro. Su mirada encontró la mía y me observó extrañada mientras caminaba hacia mi.

- ¿Qué sucede? Luces alterada- dijo con preocupación en la voz.

- ¿No has notado si alguien te seguía?- pregunté intempestuosamente.

- ¿Qué?, ¿de que hablas?- exclamó confundida.

- Mientras no estabas aquí... ¿Has notado si alguien te seguía?- insistí sin dar ninguna pista del porque de mi duda.

- Pues... no, Katsumi, ¿Qué sucede?

- Ella... ella me llamó- dije respirando agitada aún por la llamada.

- ¿Ella?, ¿Quién?

- La culpable de mi accidente, ella sabía cuando estabas afuera de mi habitación... me dijo que debía colgar pues estabas a punto de entrar.

- Deberías avisar a la policía, esto puede ser importante, si nos está vigilando, entonces está aquí...- dijo muy seria sin quitarme los ojos de encima.

- No es necesario...- dije mirando hacia fuera por la ventana de mi habitación.

- ¿De qué hablas?, tú eras la principal interesada en atraparla- replicó acercándose a mi cama.

- Ya no me importa... lo único que quiero es marcharme pronto- respondí fijándome en un pájaro que pasaba frente a la ventana, decidiendo no decirle a Eileen que la matarían si yo no me marchaba pronto, de todas formas me marcharía y mientras más pronto estuviera lejos de todo eso, más pronto podría sanar mis heridas.

- Katsumi, no te vayas...- me dijo calmadamente posando su manos sobre la mía-: por favor comprende que lo que sucedió en mi apartamento no fue con mi consentimiento, yo ni siquiera sabía que te harían algo así...

- ¿Cómo quieres que te crea- dije volviéndome lentamente para mirarla.-: si cuando te pedí que me dijeras que no me habías traicionado no hiciste nada?

- Estaba tan asombrada como tu, si hubiera sabido que ellos entrarían en mi casa, no te habría llevado allí.- dijo con decisión, hablando rápido para que yo no la interrumpiera.

- ¿Cómo es que sabían que me llevarías a tu departamento cuando saliera del hospital?- pregunté con suspicacia, aún sin creer que ella no me había traicionado.

- No lo se, no puedo explicar eso todavía... pero estuve en mi departamento- explicó-: la cerradura de la puerta no estaba forzada y encontré una copia de mi llave en el piso donde derribamos a Carlos... lo curioso es que para hacer una copia de mi llave debieron de tomar la llave original (la única de hecho).

- ¿Cómo pudieron quitarte la llave?- pregunté más para mi misma que para ella.

- Tal vez tienes razón y Andrea me está siguiendo.

- ¿Andrea?- pregunté confundida.

- Ella fue quien trató de sacarte del camino, ese es su nombre.- explicó Eileen, se notaba en sus ojos la emoción de saber que estaba cerca de descubrir las circunstancias que nos habían llevado al estado en que nos encontrábamos.

- Eso quiere decir que ella ha estado aquí todo este tiempo, todo ha sido un plan para sacarnos de España.- dije.

- ¿De qué hablas?- preguntó ella.

- Andrea... Ella es xenofóbica, todo esto no es más que su forma de expresarlo, todo lo que busca es que abandonemos el país.- Nos quedamos en silencio unos minutos, en que ninguna de las dos nos prestamos atención, atando cada una sus cabos respecto a la situación.

- Ella pudo haber tomado la llave, hacer una copia y devolverla a mi bolso antes que yo me diera cuenta- reflexionó ella caminando hacia el sofá, atrayendo mi atención a lo que decía.-: Pudo haber averiguado que yo planeaba llevarte a mi departamento cuando te dejé la nota en la bandeja de la comida la otra noche.

Entonces todo fue claro para mi. Esta chica, Andrea era en extremo xenofóbica, lo suficiente para planear alguna forma de sacar a todos los extranjeros de su entorno. Al ver que yo no le quitaba los ojos de encima a Eileen decidió que esa era la oportunidad de sacarnos a ambas de España, como dice un refrán que escuché una vez; quiso matar dos pájaros con la misma piedra. Hizo que Eileen notara mi presencia y luego nos dio chance de conocernos... (El resto de la historia es la que han estado leyendo y no tiene sentido volver a explicarlo todo). Me di cuenta de golpe que Eileen era tan víctima de este plan como era yo.

Me sentí entonces feliz, pero al mismo tiempo intranquila.

- Eileen...- dije después de unos segundos de silencio; ella, que estaba sentada en el sofá, levantó la vista hacia mi-: Perdóname,... perdóname por haber dudado de ti, ahora se que nunca dijiste nada a nadie sobre mi salida del hospital.

Ella sonrió aliviada mirándome a los ojos (o al ojo), con una mirada llena de amor. Correspondí a su mirada queriendo ir hasta ella para besarla. Eileen vino hacia mi, adivinando mi pensamiento y se inclinó sobre mi para besarme apasionadamente.

Cuando nos separamos por la falta de aire, me quedé ahí quieta con los ojos cerrados por unos segundos. Tomé una gran bocanada de aire y sin abrir los ojos le dije:

- Eileen quiero que cuando me vaya a Japón vengas conmigo.

- ...- Eileen no dijo nada, entonces abrí los ojos y cuando su mirada encontró la mía me dijo-: Creí que cambiarías de parecer respecto a tu viaje.

- No puedo, por dos razones...- hice una pausa para observar a mi enamorada y continué-: una... no puedo vivir en un país que me ha hecho tanto mal. Y dos... es por algo que no quería decirte.

- ¿Qué es?

- Andrea... cuando me llamó me amenazó, dijo que si no me iba de España antes del próximo viernes iba a matarte...

Ninguna de nosotras dijo nada más por un buen rato, de hecho estuvimos en silencio hasta que llegó una enfermera con una bandeja, con te y pan, eran las cuatro de la tarde.

- Por qué quieres que me vaya contigo?- preguntó Eileen de pronto, tomándome por sorpresa justo cuando me llevaba un trozo de pan a la boca. Puse el pan de regreso en la bandeja.

- Porque te amo demasiado como para dejarte y no quiero que Andrea te haga ningún daño.- expliqué decididamente.

- Pero no se hablar japonés, ¿que podría hacer...¿Trabajar?, ¿Estudiar? No me siento preparada para estar en un país donde no se si pueda terminar de estudiar o hacer algo para ganarme la vida- explicó mientras miraba a través de la ventana hacia fuera-: Quiero estar contigo, también yo te amo y no sería capaz de dejarte... Además tu no tienes donde vivir en Japón, tus padres te desheredaron; recuerdo que me contaste esa noche en el restaurante italiano.

- Si, lo sé.... es que... cuando decidí marcharme lo único que pude pensar fue en regresar al lugar de donde vengo.

- Estoy de acuerdo en irme contigo, pero tal vez puedas regresar conmigo a Estados Unidos... Allí mis padres me recibirían, tendríamos alojamiento seguro hasta que podamos irnos por nuestra cuenta. Allá podemos terminar de estudiar, el idioma no es un problema porque en Los Ángeles todos hablan español y estoy segura que hablas inglés.

- Bueno yo... no lo sé- respondí dubitativa, siempre creí que regresaría a Japón, que vería a mis amigos de nuevo, que podría ver a mis hermanos; pero ahora que lo pensaba, irme a los Estados Unidos con Eileen no era tan difícil como lo sería que nos fuéramos a Japón. Dejé pasar unos segundos aún, pensando en mis hermanos; ellos estaban ansiosos de que yo regresara a Japón, que fuera a verlos, me lo habían dicho muchas veces cuando hablábamos los sábados por la madrugada. Pero de una cosa estaba segura, nunca los abandonaría.

Luego de pensar en todo esto, levanté mi mirada hacia Eileen, que permanecía en la ventana mirándome y le dije:

- Me iré contigo...- ella no dijo nada, simplemente sonrió y vino hasta mi para abrazarme.

- No te preocupes por nada, yo arreglaré todo para el viaje- me dijo al separarnos-: voy a angendarnos un vuelo ahora mismo, lo más pronto posible.

Ella estaba a punto de salir, cuando le dije:

- Llévate las llaves de mi casa para que saques mis cosas... yo no podré hacerlo.

- Está bien- regresó sobre sus pasos para tomar las llaves que yo le señalaba sobre la mesita de noche, en seguida le di la dirección de la casa y las indicaciones para que sacara mis cosas. Y entonces cuando se marchaba le dije, interrumpiendo su salida una vez más.

- Vete con cuidado, recuerda que hay una loca amenazando nuestras vidas, no quiero que te pase nada. Te amo.

- Tranquila, se cuidarme.- me dijo haciendo un gesto con la mano desde la puerta, acto seguido salió.

Miré la bandeja frente a mi y tomé la taza de té que ni siquiera había probado y comencé a beberlo, preocupada por Eileen, cuando sucedió algo que no me esperaba; al terminar el té, vi en el fondo de la taza una leyenda, escrita con letra dispar y desordenada, pero que reconocí de inmediato. Las palabras rezaban:



“Fin del camino”

lunes, 30 de marzo de 2009

Jibun no Unmei Cap XXXII

Bueno bauleras!!! hoy es día de fic, y es que viendo la cantidad que llevo escrita de Jibun no Unmei a veces me aterra >.> no es que intente batir un record acerca de cuantas veces se ha leido, pero n otro lugarcillo llevaba más de 10 000, lo cuál era bastante motivador, en fin, hay fics que también me gusta leer y autoras, como Alejandra, que comparte sus creaciones con nosotras. y ni que decir de otras autoras reconocidas que han escrito al baúl.

En fin, dejo el rollo mareador y pasemos a lo importante, la continuación del fic. Que lo disfruten!


Cap . XXXII Situaciones complicadas


Los días avanzaban lentamente y parecía que todo había resultado de manera un poco fortuita. El problema era que ahora, Shizuru no sólo tenía que lidiar con la reputación personal, sino con su integridad, puesto que recibía incontables y numerosas cartas en su taquilla a diario.


Era raro ver ya una hora en que no recibiese alguna carta o declaraciones insistentes de muchas chicas, que sabiendo perfectamente ya su orientación sexual tampoco se limitaban a hacer público el asunto.


Y ahora Natsuki se las veía negras con la cantidad de acosadoras que también andaban tras ella. De ser la pareja oficial más rara en el Fuuka Gakuen, ahora eran la más famosa, inclusive su imagen y la extraña historia de su relación se había publicado.


La Directora les había llamado hace dos días y cuando ellas pensaban que una expulsión Fuumi apareció con una de las mejores sonrisas y dejando entrever que conocía algo de esa situación, dejando a Natsuki y Shizuru boquiabiertas por tener la mandíbula fuera del lugar y mientras Natsuki continuaba con la misma mueca facial, Shizuru cambió el rostro y luego soltó una risa.


Natsuki la miró a continuación como si estuviese loca y la contagiosa risa de Shizuru terminó por envolverla. La tensión que tenía se esfumó y sonrió para luego reír de la misma forma. Fuumi platicó tranquilamente con ellas rato después con la mayor confianza posible con ambas. No cabía duda que la Directora del plantel era una persona totalmente siniestra y muy difícil de descifrar, puesto que no entendían nunca que estaba pensando.


Si bien a primera instancia eso parecía ser una cosa común, en esos momentos todo estaba mucho más tranquilo y ambas salieron de la Dirección con una mayor confianza de la que esperaban.


-Fuumi-san…es extraña.. – musitó Natsuki con los ojos un tanto extrañados.

-Eso no es algo extraño, Natsuki – contestó Shizuru tranquilamente – lo que está allí si lo es – terminó mientras con la mirada.



Natsuki miró a su alrededor y notó a que se refería Shizuru. Esos matorrales moviéndose misteriosamente sólo significaba una cosa…


-Takeda…Masashi…


Lo sabía, ese hombre tonto no descansaba en absoluto, la perseguía de sol a sombra y no tenía intenciones de dejar de hacerlo.


-Vaya que es persistente… - suspiró Shizuru - A veces me exaspera…

-Entiendo…musitó Natsuki lentamente y en un arranque tomó de la mano a Shizuru y salió corriendo con ella mientras Takeda Masashi salía de su escondite y empezaba a correr.

-Kuga-san! Espera Kuga-san!


Takeda le persiguió hasta que una persona detuvo su aferrada carrera. Maldijo por lo bajo mientras recuperaba su postura.


-Okuzaki Akira – musitó lentamente mientras sentía una ira extraña recorrer su cuerpo.

-Es mejor que te detengas…Takeda-senpai…

-Basta! Estoy harto de que un enano como tú me diga que tengo que hacer!



Takeda atacó, atacó con toda la rabia y frustración que tenía, pero Akira no era de esas personas que se inmutaban fácilmente.


Espero el ataque de Takeda mientras flexionaba las piernas. Era de menor estatura que él así que compensaría su habilidad y la rapidez contra la fuerza bruta. Su cuerpo se preparó y esperaba con los músculos tensos el primer golpe hasta que una persona apareció frente a sí mientras detenía el impacto de Takeda con su propio cuerpo.


-Tate-senpai…- dijo Akira

-Vete de aquí, Okuzaki – dijo Tate mientras aguantaba la carga.

-Pero Tate-senpai!

-Deja que me encargue de esto, después de todo tenemos cuentas pendientes…- dijo Tate entre dientes.



Akira analizaba la situación, Takeda no cedía en la fuerza y Tate Yuuichi parecía no hacerlo tampoco.


-Tate!!! Quítate de en medio! No es contigo con el que debo saldar un asunto! –vociferó Takeda.


Akira lo miraba con duda extrema, Takeda sentía rencor hacia su persona porque varias veces había interferido en sus intenciones hacia Kuga, entendía parte de la situación pero no podía dejar de hacer ello mientras Shizuru-sama estuviese a su cargo.


Tate no entendía muchas cosas, pero sólo sabía que Takeda ostentaba un título que legalmente no le correspondía. El único que podría ser el capitán del Club de Kendo era Reito.


-Tú! Ensuciando el título de Reito-san!

-Qué tiene que ver Kanzaki Reito en todo esto?! – exclamó – no puedes superarlo?! Kanzaki renunció!! Hubieses ocupado su lugar si tanto te importaba!

-Reito-san no era como tú! Por eso preferí dejarlo antes que estar en el mismo club que tú!



Y entonces ocurrió lo impensable, Tate tiró de Takeda derribándolo con el giro y peso de su propio peso y el otro aterrizó con un golpe severo en su espalda, que había impactado fuertemente sobre el suelo.


Okuzaki sólo era capaz de mirar esos acontecimientos, pero salió de allí a toda velocidad mientras seguía el rastro de Shizuru. Después de cinco minutos de desenfrenada carrera, mientras contemplaba a Natsuki quizá un poco menos cansada que Shizuru.


-Eso ha sido una carrera veloz – decía Natsuki mientras recuperaba la respiración normal.

-Vaya que sí – contestó Shizuru lentamente mientras recuperaba su apariencia común de fría serenidad.

-No sabía que podías correr tan rápido, Shizuru – decía Natsuki mientras sonreía.

-Salir a correr con Akira realmente es reconfortante… -contestó ella.

-Qué?


Shizuru sonrió mientras le decía a Natsuki que últimamente estaba ejercitando su cuerpo al igual que su mente.


Y cuando se disponían a dar un respiro mucho más tranquilo, una multitud de chicas apareció de repente tras los matorrales.

-Fujino-senpai! Sal conmigo por favor!

-Natsuki-san! Por favor recibe esta tarjeta!


Natsuki y Shizuru palidecieron brevemente antes de salir corriendo a todo lo que daban sus cansadas piernas totalmente despavoridas ante la cantidad de chicas que les acosaban.


-Shizuru-sama….se ha vuelto mucho más rápida que antes… -musitó Akira mientras veía con estupefacción la velocidad de Shizuru mientras corría del lugar.

domingo, 29 de marzo de 2009

Epitaph [Letter 2] 1 - 12

Llegamos al capítulo nº 2 de este lindo manga.
Estoy segura de que a más de uno/a le gustará.
Espero que disfruteis de su lectura, y no os olvideis comentar si os ha gustado.

E P I T A P H
[ Letter 2 ]















sábado, 28 de marzo de 2009

Little Little Capitulo 1

Hola fans del yuri; esta semana me presento con una nueva obra LITTLE LITTLE muy al estilo de Natsuki bear, la cual continuare en próximos post ya que parece que ha tenido buena acogida por algunos de vosotros.
La obra carece de diálogos siendo el lenguaje universal del amor el nexo de unión de las historias, disfrutadlo como si de una película muda de Charlot se tratase
comentadme q os parece















































viernes, 27 de marzo de 2009

Reiniciando la vida. Cap 10

Bueno, continuamos esta parte del fic, que ya llevamos algo avanzado, les dejo el capítulo 10 de este gran fic. Que los disfruten ^^

Capítulo 10: Recuerdos.
Estuve inconsciente unos diez minutos. Cuando desperté estaba de espalda en el piso, alzándose sobre mi cabeza el edificio donde vivía Eileen. Apenas abrí mi ojo noté que Eileen apretaba mi mano y me miraba con preocupación.
- ¿Cómo te sientes?- preguntó cuando me vio despertar.
- Me duele...- no conseguí decir nada más, la pierna me dolía mucho, sumándose ahora el dolor de la mano, pues al golpear a Carlos en la cabeza con el yeso, éste se había roto, dejando mi mano fracturada expuesta.
- Ya viene una ambulancia- dijo mientras retiraba un mechón de pelo de mi cara. Cerré los ojos fuertemente, tratando de desviar mi atención del dolor sin mucho éxito.
Afortunadamente, poco minutos después llegó la ambulancia, sin demora me pusieron en una camilla y me subieron al vehículo; Eileen subió a la ambulancia después que estuve arriba y durante todo el trayecto al hospital acarició mi frente con ternura, sin que yo me opusiera, más que nada porque no tenía fuerzas para hacerlo. Al llegar al hospital ella tuvo que quedarse en la sala de espera, dando datos para mi ficha, mientras los auxiliares de la ambulancia me llevaban a un cubículo donde me esperaban dos doctores; uno de ellos era el doctor que me había dado el alta esa misma mañana.
Sin decir nada los doctores se acercaron a mi, seguramente ya les habían informado de mis lesiones, pues comenzaron a examinar mi rodilla de inmediato.
- Está rota en la rótula- dijo uno de los doctores, luego me miró y añadió.-: debemos devolver los huesos a su posición.
- ¿Puedes doblar la pierna?- preguntó el doctor que me había atendido antes. Intenté moverla, pero me dolía horriblemente.
- No puedo- respondí con un gesto de dolor en el rostro.
- ¿Qué opinas?- preguntó mi doctor al otro.
- Deberíamos operar, creo que son nervios y meniscos cortados, además los huesos de la rótula lo que explicaría la falta de movimiento y el dolor.- opinó el otro doctor.
- También yo... pero no se si sea lo mejor,- dijo con un tono pesimista que no me agradó nada-: ya hemos operado una vez y una segunda lesión como esta, generalmente no se recuperan.
- Doctor...- interrumpí-: Ya se que mi pierna no volverá a ser como antes, pero al menos quíteme el dolor y si puedo volver a caminar se que estaré bien.
- Operemos entonces, el dolor se quitará en poco tiempo y podemos asegurar que podrás caminar al menos... no perfectamente, pero podrás hacerlo.
- Bien, eso es todo lo que quería.- dije, dejando clara mi posición sobre la operación.
- Enfermera, que preparen el pabellón.- dijo uno de los doctores a una enfermera que los asistía mientras me examinaban, la mujer salió de inmediato después de escuchar la indicación del doctor.
Media hora después ya estaba en el pabellón, la pierna anestesiada y rodeada de doctores y auxiliares.
Los pensamientos corrían por mi mente mientras los doctores operaban. Pensaba en que haría después de salir del hospital; después de lo sucedido había perdido toda confianza en Eileen, no tenía ganas de verla otra vez. De pronto pensé en una opción que me aterró: Regresar a Japón; claro que no quería, ya tenía todo aquí en España, amigos, casa, una carrera y tenía un amor, pero la decepción de ella era tan grande que estaba dispuesta a dejar todo lo demás para vivir en paz.
Salí del pabellón y me llevaron a una sala de recuperación para que se me quitara el efecto de la anestesia, allí permanecí acostada mirando el techo blanco del hospital una vez más, estaba madurando la idea de partir a Japón apenas me recuperara de la pierna lo suficiente como para caminar.
Y pensando en eso, recordé que no tenía donde vivir en Japón, mis padres no me aceptarían de regreso bajo su mismo techo y ya había vendido el departamento donde vivía antes de venir a España.
Ya era tarde, casi anochecía cuando un enfermero llego y me llevó a una habitación, una habitación sólo para mi, con una televisión y un baño propio. Cuando el enfermero estaba a punto de marcharse, le pregunté:
- ¿Por qué me han traído a esta habitación?
- No lo sé, a mi sólo me dan las órdenes...
Entonces alguien entró a la habitación interrumpiendo la conversación:
- Yo pedí que te trajeran aquí.
Miré hacia la puerta al reconocer la voz, era Eileen que entraba cautelosamente.
- No puedo pagar por esto,- dije cortante.
- No te preocupes por eso, yo pagaré tus gastos, no es ningún problema- dijo bajando la mirada al ver el reproche en la mía. Entonces el enfermero salió de la habitación, diciendo por lo bajo algo que no alcancé a entender.
- No quiero tus favores- respondí sin desviar la mirada, manteniendo el ceño fruncido.
- Katsumi... por favor- dijo acercándose a mi cama con pasos inseguros-: Escúchame.
- No vale la pena, ya me he dado cuenta que todo no era más que una gran mentira.- dije llena de rabia, con los dientes apretados para no echarme a llorar.
- ¡No!... no todo- exclamó angustiada.
- No puedo creerte, ya no.
- Katsumi... yo...- titubeó mientras lágrimas caían por su rostro.-: Yo me enamoré de ti.
- ...- Por un segundo estuve a punto de dejar que las lágrimas lavaran mis mejillas, pero luego, pensándolo mejor, dije-: Vuelvo a Japón, Eileen.
Entonces cayó sobre nosotras, por primera vez desde que nos conocimos, un silencio incómodo, cargado de tristeza. Eileen fue hasta un sillón que había en una esquina de la habitación y se sentó apoyando la cabeza entre sus manos. Dejé que pasaran varios minutos antes de decirle:
- Me iré apenas pueda caminar.- ella levantó la mirada con los ojos enrojecidos por las lágrimas.
- No te vayas, yo te amo, te necesito;- con manotazos torpes se quitó las lágrimas de los ojos-: Perdóname, yo nunca quise que esto sucediera.
- Ya no puedo estar contigo, me has traicionado dos veces... la primera pude perdonártela, el accidente no fue directamente tu culpa, pero esto... no puedes decir que me amas y después entregarme a mis enemigos.
- No lo hice, esto sucedió contra mi voluntad, de verdad me enamoré de ti... no hice esto, sólo... sólo...- no pudo seguir hablando, las lágrimas ahogaron sus palabras. Yo tampoco podía mantener más mi semblante imperturbable, cerré los ojos y dejé que un par de lágrimas escaparan mejilla abajo.

- Tu no quieres irte- me dijo Eileen mirándome con tristeza desde el sillón donde estaba sentada-: Tu me amas, no quieres irte.
- ...- me quedé en silencio, sin responder por unos segundos, sosteniendo su triste mirada con mi único ojo. Luego respondí-: Tienes razón, no quiero irme... pero no puedo quedarme, no después de todo lo que me ha pasado en este país.
Miré hacia el techo de mi habitación suspirando; a pesar de haber comenzado a conocerme hacía muy poco, Eileen sabía perfectamente que yo la amaba muchísimo y que si llegaba a marcharme sería a costa de un gran dolor. Era verdad.
Nos quedamos en silencio otra vez; luego de un rato y supongo que de tanto llorar, Eileen se durmió sentada en el sillón con la cabeza apoyada en su mano; sólo entonces dejé salir las lágrimas que aún guardaba y que no me había permitido derramar por miedo, simplemente miedo a que ella me viera, sería una demostración de flaqueza en mi decisión de volver a Japón.
Mientras lloraba, pensaba en todo lo que arriesgaba regresando a Japón; un recuerdo en especial vino a mi mente entonces, la razón por la que mis padres me desheredaron y me culparon por manchar la honra familiar...

*Flashback*
Una noche de viernes, varios años antes yo había salido a una fiesta con unos amigos, en esta fiesta y como era ya una costumbre, me di el tiempo de conquistar a una mujer que me había gustado. Tuve éxito en mi cometido, así es que me la llevé conmigo a mi casa, a la casa donde vivía con mis padres. Por supuesto que nos acostamos, no me preocupé por mis padres ni por mis hermanos, era muy tarde y ellos dormían muy profundamente, sólo debía asegurarme de salir temprano por la mañana con mi amante de turno y evitaría cualquier problema.
Esa noche fue una muy agitada, la mujer que me acompañaba era una excelente amante... exhausta me dormí al amanecer. Fue sólo cosa de tiempo para que se iniciara la actividad en mi familia, mis padres se levantaron y comenzaron a asear la casa.
De pronto, sin previo aviso mi madre abrió la puerta de mi habitación, el ruido nos despertó. Mi madre estaba de pie en el dintel de la puerta, mirándome atónita, yo estaba segura que notaba que bajo la sábana había dos cuerpos desnudos.
A partir de ahí se desencadenó la furia de mis padres, no les importó nada, ni siquiera mi amante se salvó del tornado. Me trataron como la peor basura y me echaron a patadas de la que alguna vez fue mi hogar.
************

Con un suspiro regresé a la realidad, había sido muy duro cuando tuve que comenzar a valerme por mi misma. Fruncí el ceño pensando en aquel primer día fuera de mi casa, durante el día estuve buscando un lugar donde quedarme, fui con todos mis amigos, pero ninguno quiso recibirme. A partir de ahí me di cuenta que no tenía verdaderos amigos. Esa noche la pasé vagando por Tokio, completamente sola.
Miré a Eileen. Mientras la observaba dormir mi expresión se suavizó, “se ve realmente hermosa”; entonces dudé una vez más de mi viaje a Japón, ¿Tendría el valor de dejar lo que había conseguido en España?

jueves, 26 de marzo de 2009

Verdades a medias: Comentario de la autora

Aquí os dejo en exclusiva un comentario de la autora de este gran fic titulado Verdades a medias. Un aplauso para Alejandra!!! Bienn!!! Fiu Fiuuu!!! (queremos un hijo tuyooo ejem...) xD es bromita es bromita, no malpenseis.


"Hola a tod@s, muchas gracias por sus comentarios, realmente agradezco lo que dicen y eso me anima a escribir más.

Akari, eso de correr y agitar los brazos me hizo reir, gracias por leerlo.
Rachel, a tí también gracias por leerlo y por los comentarios, si quieres conocerme puedes dejarme tu correo con BlackRose, ella se encargará de pasármelo.

Espero les siga gustando y si es así BlackRose puede publicar los otros dos si lo ve conveniente.

Muchas gracias a todos y sigo al pendiente.

Besos. Alejandra"

Y aquí teneis, a quien quiera contactar con ella hablad con su secretaria, osease yo (¿?) Gracias a tod@s y seguid comentando!!!

Verdades a medias Capítulo 3

Hola que tal, ni me acordaba que hoy me tocaba postear... lo siento mi salud se ha visto mermada esta última semana, pero bueno dentro de un par de días ya estaré dando guerra otra vez y buscando cosas xupis para poder postearlas, por ahora os dejo con la continuación de este gran fic, comentarios por favor, y ole ole ole ole Alejandra jajaja


VERDADES A MEDIAS


Autor: Alejandra



Capítulo 3

El lunes Sergey llegó de traje acompañado por su padre, todos en la empresa lo conocían por el periódico, comidas y eventos, pero muy pocos lo habían visto en persona, aun así no dejaba de imponer respeto, fue directo a la oficina de Lena saludando a la gente que se cruzaba en el camino, él sabía que Lena ya estaba ahí, en el camino se encontró a Alex, también iba con Lena.
-Señor Katin, que sorpresa tan agradable, ¿como está?- le dijo amable y sincera Alex.
-Alexandra, pues estoy muy bien, aquí batallando… y tú muchacho, salúdala, demuestra algo de educación- le dijo a su hijo.
-Alexandra…
-Sergey…
-Bueno, no sé que se traigan ustedes pero recuerden que del odio al amor hay un paso- dijo el hombre caminando, ambos voltearon a verse con cara de asco.
Todos entraron a la oficina, Lena estaba escribiendo en la computadora, al verlos sonrió y se levantó a saludar a cada uno.
-¿Qué puedo hacer por ustedes?- preguntó Lena.
-Primero las damas- le dijo Sergey padre a Alex.
-Gracias señor, bueno Lena, ya hablé con la gente, habrá junta a las 3.
-Ok Alex, gracias- Lena sabía de esa junta desde el viernes, Alex realmente iba a platicar con Lena pero con la visita de su padre tuvo que usar un plan B.
-Bueno, me retiro, con permiso-dijo Alex saliendo.
-Alexandra no te vayas, necesito hablar con Lena pero quiero que estés presente- dijo Sergey padre.
-Oh bien señor- dijo volviendo a su lugar a un lado de Lena.
-Desde ahora, Sergey trabaja aquí- ambas voltearon a verse pero ninguna lo interrumpió- pero, será un ayudante general.
-¿¿Qué??- dijeron Sergey y Lena al mismo tiempo, Alex sonrió.
-Guarda silencio muchacho, Lena, Alexandra el va a ayudarles en lo que necesiten, ustedes serán su superiores.
-¡Pero papá!- dijo Sergey.
-¿Papá estas seguro de esto?- le preguntó Lena
-Claro hija, tu hermano necesita aprender ciertas cosas, sabes que desde que me retiré no he metido mano en los asuntos de la empresa ni te he cuestionado nada, pero la familia es la familia, Sergey- le dijo viéndolo- trabajarás aquí, cualquier cosa que no quieras hacer o que no hagas se me informará y tu y yo arreglaremos cuentas, ¿entendido?
-Sí papa…
-Está claro Lena, ¿Alexandra?
-Sí papa.
-Sí señor.
-Bien, me voy, iré a comprar una cosas con tu madre- el hombre se despidió de todos y Sergey se quedó sentado, no era lo mismo ir a la empresa como el hijo del fundador o el hermano de la dueña que ir a trabajar, le esperaban días muy cansados, Alex seguía sonriendo.

Ese día, Sergey hizo algunos trabajos simples pero molestos para él, Alex lo mandaba a traer cosas que después no utilizaba y le volvía a llamar para que se las llevara, el trabajo no era en sí tan pesado pero le molestaba el hecho de que ella pudiera darle órdenes.
Aunque Sergey pensó que Alex lo molestaría todo el tiempo, después de 3 días perdió el interés y ahora ya no le hablaba, Lena seguía mandándolo a todos lados, la semana pasó cansada para el chico y relajada para Lena.
-¡Viernes por fin!- dijo Lena sonriendo.
-Sí… ¿irás con Yulia?
-Sí Alex, pero antes prepararé la cena, la invitaré a cenar.
-Wow… eso es grande, no cocinas ni para ti…
-Lo sé…
-No te preocupes Lena, tal vez solo te agrade como amiga.
-Sí…
Ambas chicas se despidieron y salieron a sus destinos.
Lena llegó, se bañó y se vistió cómodamente y empezó a preparar la cena.

La pelirroja perdió la noción del tiempo en la cocina y cuando estaba dando los últimos toques el timbre sonó, Lena salió rápidamente de la cocina se acomodó el cabello y abrió la puerta, era Yulia.
-Hola- dijo Yulia tratando de sonreír.
-Hola, ¿tuviste un mal día?
-Un poco, ayer…- dijo entrando- solo estoy cansada… ¿a qué huele?
-La cena, ¿tienes hambre?
-Sí, eso huele delicioso Lena, no sabía que cocinabas.
-Hay cosas de mí que no sabes, vamos a cenar- dijo sonriendo tomándola de la mano.

Entraron a la cocina y Yulia se sentó en la mesa mientras Lena sacaba los platos y empezaba a servir la comida, ambas se sentaron a comer mientras Lena le contaba las novedades de su hermano, la rubia tenía una idea de la situación y le pareció dura pero justa la decisión del padre de Lena, al terminar de cenar Yulia estaba totalmente relajada y el cansancio aunque era notorio ya no le molestaba tanto como cuando llegó. Al terminar la velada se fueron al sillón y se sentaron juntas a ver televisión.
Lena se acomodó y Yulia se recargo en el costado de la pelirroja, pensó que se molestaría y estaba preparada con una disculpa pero Lena no le dijo nada.

Quince minutos después Yulia se había dormido en los brazos de Lena, ella seguía viendo la televisión cuando volteó a verla la vio mas linda que nunca, ¿por qué había llegado a ese trabajo? Algo grave debió pasar en su vida para verse forzada a eso, ¿pero qué? Lena acercó sus dedos a los labios de Yulia, los rozó apenas, la rubia sintió el contacto y pasó la lengua por sus labios, al parecer la había dado comezón. Lena sonrió, se fue acercando poco a poco quería besarla pero se detuvo, Yulia no la tocó cuando estaba semidesnuda, ella tampoco podía robarle un beso, si quería besarla sería con ella consciente y aceptándola, no lo haría mientras dormía.
Lena volvió a su lugar y se recargó en Yulia abrazándola.
A los pocos minutos Yulia despertó asustada alterándo a Lena también.
-¿¿Qué pasa Yulia??
-¿Lena?- dijo con la mano en el pecho
-Sí, soy yo, ¿qué pasa? Me asustaste.
-Nada, discúlpame… me quedé dormida, creo que será mejor que me vaya si no te molesta.
-… No, además mañana iré a trabajar- Lena se levantó y sacó dinero de la bolsa y se lo dio a Yulia, la rubia vio el dinero indecisa, no quería aceptarlo pero necesitaba dinero, desde que la conoció casi no aceptaba gente, solo lo hacía para juntar la cuota que debía darle al proxeneta que la cuidaba de los demás y la renta, empezaba a batallar por el dinero pero no quería que Lena lo supiera, tampoco quería su dinero pero no tenía otra opción, con la mirada abajo lo tomó, le dio las gracias y salió del departamento, Lena se quedo de pie viéndola, notó algo de vergüenza en ella pero no entendió por qué.



= = = = =



La semana pasó y era jueves nuevamente, Sergey seguía trabajando con Lena mientras Alex hacía como que no existiera y los demás le hablaban solo lo necesario mientras la pelirroja seguía manejando todo de igual manera, algunas veces veía a Sergey otras solo le hablaba por teléfono y le pedía algo, el pelirrojo estaba harto de eso y mostraba cada vez más mal humor y renuencia a hacer las cosas.
-¿Lena?- dijo la secretaria al teléfono.
-¿Sí? ¿Qué pasa?- dijo al altavoz sin dejar de escribir en la PC.
-Tu papá te llama.
-Gracias, pásame la llamada.

La llamada con ella se interrumpió y después se escuchó otro sonido, indicando que la llamada estaba conectada.
-¿Papá?
-Lena, ¿cómo estás?- dijo el hombre.
-Bien papa, ¿cómo están ustedes?
-Bien… bueno, la verdad te llamo porque Sergey no podrá trabajar estos días.
-¿Volvió a irse?- preguntó Lena esperanzada.
-No, se calló de las escaleras ahora antes de salir a trabajar, dijo que no le creerías y me pidió que te llamara.
-¿Se calló? ¿Pero cómo? ¿Está bien?
-Sí sí, no te preocupes, venimos del doctor, dijo que no tenía nada, solo necesita reposo y claro, tener más cuidado al bajar, tiene unos buenos golpes pero nada grave, solo algo doloroso.
-Ok papá, cuando salga iré a verlo, gracias por llamar.
-Adiós hija- dijo el hombre cortando la comunicación.

Lena se quedó pensando un poco, la idea de que él mismo se hubiera lanzado de las escaleras con tal de no trabajar le vino a la cabeza pero debía darle en mérito de la duda, solo fue un accidente, no sería capaz de tanto, menos contra él mismo.
-Lena- dijo Alex entrando después de tocar ligeramente.
-Hola Alex, ¿qué pasa?
-Pues no encuentro a Sergey, necesito algo de la parte sur.
-Sergey se calló de las escaleras de la casa de papa en la mañana, el doctor le recomendó reposo.
-¿En serio?- preguntó Alex no muy convencida.
-Sí, yo también pensé lo que piensas ahora pero no creo.
-No se me haría raro…
-Ni a mí pero bueno, no vendrá en lo que resta de la semana.
-Ok no importa, veras a Yulia con más libertad- le dijo Alex sonriendo.
-Sí, lo sé, sabes he estado pensando como decirle que trabaje aquí.
-…¿Por qué?- dijo sin sonreír.
-Pues me preocupa su eh… “trabajo”- dijo haciendo las comillas con los dedos- ¿es peligroso no crees?
-Claro, bueno… ¿y qué sabe hacer?
-No sé, debo hablar con ella eso también.
-Lena, no sabes qué sabe hacer, ¿con qué pretexto le dirás eso? No puede solo llegar y decirle que trabaje aquí así nada más.
-Lo sé Alex, lo sé, déjame pensar.
-Ok… bueno, ahora regreso, mandaré a alguien más por eso que necesito.
-Ok, te veo a la hora de comida.

Ambas siguieron con su trabajo.


Continuará...

martes, 24 de marzo de 2009

Reiniciando la vida - Capítulo 9

Hola bauleras, se preguntarán que hago yo aquí subiendo este capítulo del fic de Eli, bueno, el caso es simple. tuvimos un ligero problema con la publicación de Akari hoy, así que por causas ajenas a mi voluntad se está subiendo a esta hora. Lamentamos los inconvenientes a ustedes, nuestras visitantes.

Ahora si, sigamos con el fic ^^

Capítulo 9: Otra vez.

Media hora después llegábamos a casa de Eileen; ella y yo bajamos del taxi que nos había llevado desde el hospital. Con cierta dificultad caminé con las muletas hasta la puerta del departamento (por suerte, para subir hasta el departamento había un ascensor), allí Eileen abrió la puerta y me dejó entrar antes que ella, cerrando la puerta después que hubo entrado.

Miré a mi alrededor en el vestíbulo, algo me parecía extraño... Entré hasta el living sospechando que algo malo pasaría, y no estaba equivocada, en los sillones de Eileen habían cuatro personas sentadas, que nos observaban sonriendo.

Mi corazón comenzó a latir más fuerte entonces, pero hice un esfuerzo por no mostrar ni miedo ni sorpresa en mi rostro, miré a los cuatro intrusos y finalmente detuve mi único ojo sobre la mirada de Eileen.

- Por fin han llegado- dijo uno de los chicos al que reconocí de inmediato como una de las estrellas del equipo de baloncesto de la universidad -: Eileen, nena...

El tono de su voz hizo hervir mi sangre, llena de ira continué mirando a Eileen, haciendo mi mejor esfuerzo por no sacar conclusiones apresuradas.

Los otros tres, dos chicas (eran chicas que yo había visto junto a Eileen cuando la observaba antes de hablarle) y un chico, se pusieron de pie y fueron hasta Eileen, la tomaron por los brazos amistosamente y la llevaron hacia el lado de Carlos (la estrella del baloncesto) quien al tenerla a su lado, pasó un brazo por sus hombros y atrayéndola hacia si, sabiendo que yo los observaba celosa, acercó la boca a su oreja y le dijo lo suficientemente fuerte para que yo lo oyera:

- Gracias por todo, nos has sido fiel, eso tiene sus recompensas, nena.- Acto seguido deposito un beso en la mejilla de Eileen, alzando sus ojos hacia mi, mientras ella pugnaba por soltarse.

- Eileen...- comencé a decir, sintiendo como poco a poco se apretaba un nudo en mi garganta -: Dime que esto no es cierto... dime que no me has traicionado.

- No Katsumi... yo...- entonces bajó la vista, dejando caer una lágrima solitaria. Era cierto, ella me había entregado a quienes me querían muerta. Maldije por lo bajo en japonés, tratando de que las lágrimas no saltaran incontrolables mejilla abajo, sabía que eso no era lo peor.

- Ya estoy aquí...- dije sacando valor de alguna parte, valor que ni siquiera sospechaba que tenía -: ¿Qué es lo que quieren?

Mi actitud desafiante los desorientó por un momento, pero pronto Carlos recobró su actitud de superioridad con una sonrisa, apretando a Eileen más fuerte contra él cuando notó que ella quería soltarse.

- Has hecho una acusación muy grave contra mi novia, le has dicho a la policía que ella te había sacado del camino...- borró la sonrisa de su rostro y dijo -: por eso tendrás que pagar, ella se ha ido lejos, no se donde está y todo por tu culpa.

Entonces el otro chico vino hasta mi y me golpeó en el rostro con violencia haciendo que cayera al piso; luego tomó mis muletas y se apartó de mi. Al caer mi pierna se golpeó doblada contra el piso, causándome mucho dolor, reprimí un quejido. Traté de levantarme, pero mi pierna no respondió, comprendí entonces al ver la herida en mi pierna sangrando que mis ligamentos estaban rotos otra vez.

Ahí tendida en el piso, cerré los ojos a la espera de lo que mis enemigos fueran a hacer. Creo que en ese momento dejó de importarme lo que hicieran conmigo, pues Eileen me había traicionado por segunda vez, ya no me importaba si vivía o moría.

Unas manos fuertes me tomaron de la ropa y me levantaron hasta que mi pierna derecha se apoyó en el piso. Abrí ambos ojos mirando a mi atacante fijamente, pretendía intimidarlo a la vista de mi ojo dañado, vació por decirlo de alguna manera, y demostrar que no temía ya a lo que me hicieran.

Quien me levantaba era Carlos , noté que miraba con asco mi ojo derecho, aproveché para decirle:

- ¿Ves lo que me hizo tu novia?- mi rabia aumentó aún más de lo que había sentido nunca -: Ella me ha dañado mil veces más que yo a ella.

Carlos me soltó bruscamente, cayendo todo mi peso sobre mi pierna desprevenida. Caí al suelo respirando agitada. Pensé que ya no me haría nada, pero en ese momento Carlos me pateó con toda su fuerza en el estómago dejándome sin aire.

- ¡NO! -Gritó Eileen un poco más allá. Caí de lado llevándome las manos al estómago adolorida, tratando de respirar.

Con la cara apoyada contra el piso y los ojos apretados esperé el siguiente ataque que por supuesto no se dejó esperar. Carlos tomó mi pierna sana y tiró de ella, obligándome a estirarla.

- Ahora si que no volverás a caminar- dijo iracundo, mientras hacía ademán con su pie para golpearme a la altura de la rodilla.

- ¡No! ¡Por favor!- volvió a gritar Eileen que ahora sonaba mucho más cerca que con el grito anterior. Me volví hacia ella y la vi forcejeando contra las dos chicas que la sujetaban. Carlos también observaba la escena, pero de inmediato volvió a centrar su atención en mi; entonces me golpeó, pero en la otra pierna, en la que sangraba, provocándome una fractura de los huesos de la rodilla con un crujido seguido de un grito de dolor que llenó el departamento.

Después de unos segundos, Eileen logró soltarse de las chicas y se abalanzó sin pensarlo sobre Carlos, cayeron ambos al piso a mi lado; utilicé el tiempo que Eileen me estaba dando para recuperar la respiración y sin pensarlo me arrastré como pude, ignorando el dolor hasta que la cabeza de Carlos estuvo a mi alcance. Sin pensarlo dos veces lo golpeé en la nariz con todas mis fuerzas con mi brazo enyesado.

Carlos gritó de dolor, seguramente había fracturado su nariz con mi golpe. Entonces los otros chicos salieron de la casa corriendo; rápidamente Carlos se desembarazó de Eileen que aún trataba de golpearlo y sujetando su nariz sangrante dijo:

- Pagarán por esto...- Acto seguido salió también huyendo.

Eileen se acercó a mi queriendo ayudarme a levantarme, me ofrecía su mano para ayudarme, pero yo la ignoré; estaba adolorida físicamente y herida en lo más profundo de mi corazón por la traición de la que acababa de ser víctima. Me acerqué a la pared más cercana por mis propios medios y sujetándome a esta logré ponerme de pie.

Ella me observaba en silencio un poco más allá. Sollozaba ahogadamente tratando de ocultar las lágrimas. Le devolví la mirada tratando de no demostrar los sentimientos que corrían por mi pecho. Desvié la mirada y comencé a saltar en un pié hasta donde estaban mis muletas, las tomé y a pesar del dolor salí de la casa rápidamente, cerrando la puerta detrás de mi.

Me detuve allí, apoyando la espalda contra el muro del pasillo del edificio y comencé a llorar silenciosamente; no podía creer lo que acababa de pasar. Entonces Eileen salió del apartamento con decisión, siguiéndome. Cuando me vio apoyada contra la pared pareció perder algo del valor con el que había decidido salir detrás de mi.

Se acercó a mi angustiada, me miró unos segundos y me dijo:

- Siento mucho todo esto, no quería que ellos supieran cuando salías del hospital... pero lo hicieron... no se como, lo juro.- ambas llorábamos en ese momento, ella lucía realmente mal, se veía que sentía de verdad lo que decía.

- Necesito ir al hospital, mi rodilla...- dije como si no hubiera escuchado nada.

- Katsumi... por favor, perdóname- dijo quitándome con su mano las lágrimas de mi rostro.

- ¿Me ayudarás o debo hacerlo sola?- dije apartando su mano con brusquedad.

- Si claro.- dijo secando sus propias lágrimas, ayudándome a caminar hasta el ascensor, la rodilla rota me dolía demasiado. Bajamos hasta el primer piso y al salir el dolor ya comenzaba a nublarme la vista.. Quise decirle que no podía seguir caminando, pero entonces me desmayé.

lunes, 23 de marzo de 2009

Instinto y un Cromosoma pag 28-34

Hola bauleras! en esta ocasión seguimos con el manga de Instinto y un cromosoma, y nos acercamos al punto clave de la historia ^^ gracias por leernos.






















domingo, 22 de marzo de 2009

Epitaph [Letter 1] 24 - 35

Otra continuación de Epitaph!
Con esta ya terminamos el primer capítulo.

Espero que en el siguiente nuestras protagonistas se acerquen un poco más... quiero decir, que ocurran cosas interesantes o que haya tensión sexual. Aikdghoiudhfgdfh pero qué estoy diciendo..
bueno, sí, que aquí teneis la continuacion de Epitaph!

Que aproveche!














sábado, 21 de marzo de 2009

Blue drop maiorita tenshi capitulo 5

Hola fanáticos del manga-anime hoy seguimos con otro adictivo capitulo de Blue Drop, la relación entre la humana Satchi y Ai la extraterrestre se intensifica, pero un nuevo frente se abre entre ellas, el ejercito se pone en marcha....

Disfrutadlo, ya sabéis cortesia de Agua para Conloswebs (gracias chic@s)