Estrella Roja Entertainment Company - Capítulo 18

Hola gente,

Las vacaciones Navideñas no sólo sirven para atiborrarse de comida y bebida, a algunos les viene la inspiración. Este es el caso, esta historia ya está casi lista y dentro de poco estaremos conociendo su desenlace.

Espero que disfruten la lectura y comenten qué les parece. Puedo adelantarles que comenzarán a caerse las máscaras y las mentiras verán la luz XD Con respecto a hacer varias actualizaciones en un día, no sólo es "atiborrante" como bien lo indicaba Arena, también es latoso para mi que debo organizar los menú por cada fanfic y capítulo de manga >.< Así que un poquito de paciencia, que vamos lento pero seguros XD

Besos!

Autor: KaoriD

Capítulo 18: Impulsos.

Al día siguiente, Shizuru fue la primera en despertar. Natsuki seguía a su lado con una expresión tan angelical que sintió pena despertarla, pero de nada sirvió pues el timbre de la puerta lo hizo por ella.

-¿Quién podrá ser tan temprano en la mañana? –preguntaba la morena restregándose los ojos.

-Natsuki, es casi medio día.

-¡Rayos! suerte que es domingo.

Minutos después…

-¡Madre! –exclamó al abrir la puerta.

-Saeko-san, ¿cómo está? – dijo cordialmente, tratando de suavizar el recibimiento de la pequeña Kuga.

-Preocupada, cómo es que Natsuki me llama a las dos de la madrugada para decirme que estas ardiendo en fiebre y luego no tiene la delicadeza de llamar para avisar si estas bien… ¿y estas bien linda?  –preguntaba tocándole la mejilla, comprobando así que su temperatura ya era normal.

-Si, gracias a los cuidados de mi Natsuki estoy como nueva –ésta se sonrojó, tosió y dijo algo como que prepararía café.

Las chicas se arreglaron y después comieron en familia, Saeko se encargó de cocinar y Natsuki de poner la mesa, ambas insistieron en que Shizuru no debía hacer nada hasta estar seguras de que se había recuperado completamente.

Saeko notaba un nuevo brillo en su hija cuando miraba a la castaña, además, le sonreía abiertamente y se interesaba en saber si se sentía bien. Algo había cambiado en Natsuki desde la última vez que la vio, no podía decir con certeza qué pero no dejaba de sorprenderle que esa chica lograra tantos cambios en su pequeña princesa de hielo.

Un par de horas después, la mujer se despidió y las chicas volvieron a la habitación porque Natsuki insistió en que Shizuru debía descansar.

-Pero ya he descansado todo el día –protestaba.

Por primera vez Juliet, que estaba junto a Natsuki, parecía estar de acuerdo con la morena y a Shizuru le pareció que tenían la misma expresión de cachorros mandones.

-Ara ara, si me lo piden así, cómo desobedecer.

-¿Viste, viste? es muy convincente –dijo, dando saltitos y señalando efusivamente a la akita.

Shizuru levantó una ceja al ver la actitud de Natsuki, pero no era algo que le sorprendiera. Luego caminó hasta la habitación y se recostó en la cama.

-Te prometo cuidarla bien –susurró a Juliet antes de cerrar la puerta de la habitación, ya en la cama, se acurrucó abrazándose a ella.

-Perdóname, si te hubiese pasado algo yo…

-Shhh –silenciándola -Natsuki no tienes que seguir pidiendo perdón, llegaste en el momento justo y estuviste para mí.

-Tenía que haber estado mucho antes, compartiendo contigo tu gran momento y regresando juntas a casa. –Natsuki hablaba como haciendo pucheros, mientras se apretaba más al cuerpo de la castaña.

Estuvieron así un rato, disfrutando del calor que emitían sus cuerpos, cuando Shizuru se separó un poco para poder ver a Natsuki a la cara.

-No quiero que Natsuki tenga que estar preocupándose por mi, yo asumí la responsabilidad de mis sentimientos. No pido nada a cambio, soy feliz y me conformo con lo que tenemos.

-Yo… no quiero que te conformes sólo con esto, Shizuru yo… yo…-suspiró pesadamente -quisiera poder explicar lo que siento por ti –pensó, pero no encontró las palabras adecuadas.

Entonces quiso expresar con hechos lo que se negaba a salir de sus labios. Lentamente se subió al cuerpo de la castaña, y aunque ésta se sorprendió no opuso resistencia, comenzó a besarla cada vez más intensamente, Shizuru pensó que si estaba soñando mataría a quien se atreviera a despertarla.

Se dedicó a sentir, sueño o realidad no importaba, finalmente no tendría que contenerse más. Gemía al sentir esos labios en zonas que nunca antes habían sido exploradas por la morena, ni siquiera en sus tonteos más intensos. La ropa desapareció como por arte de magia y, por primera vez, sus cuerpos fueron libres de dar y recibir placer en su máxima expresión, conociéndose más profundamente sin límites ni pudor.

Cuando cayeron exhaustas se quedaron recostadas frente a frente, abrazadas y muy juntas. Shizuru trazaba dibujos con sus dedos en la espalda de su amante y la otra jugaba enredando sus dedos en la melena castaña.

Natsuki cerró los ojos para grabar en su memoria lo que minutos antes habían vivido. Esas manos recorriendo su intimidad, esa forma de tomar el control, de tocarla, besarla y hacerle sentir tantas cosas. Evidentemente eran el resultado de experiencias previas, por un segundo sintió una puntada en el estómago al imaginarse a Shizuru con otra persona, sería raro que una mujer como ella no hubiese tenido conquistas en el pasado. Sin embargo, en ese momento no valía pasado ni futuro. Además, aunque había pasado muchos años enamorada de Nao no podría decir que llevó una vida casta y pura precisamente, sobretodo luego de volverse famosa.

Ahora estaba segura de que lo único que importaba era el presente y ese era sólo de las dos.

-Natsuki ¿qué pasará con nuestro trato? –la voz de la castaña la trajo de vuelta a la realidad. Era claro que ese tema le quitaba el sueño y no podía posponerlo un instante más.

-¿Qué trato? –preguntaba medio adormilada.

-Natsuki tiene muy mala memoria. En unos días se cumplirán los seis meses de nuestro convenio de vivir juntas –la morena abrió los ojos de par en par.

-¿Ya pasaron seis meses?... Tu…tu no te irás ¿o si? –ya completamente despierta.

-¿Natsuki quiere que me quede?

-Suponía que después de…-sonrojándose - que después de… “esto” –refiriéndose a su encuentro cercano -no lo dudarías.

-Ara ara, mi Natsuki debe aprender que no es bueno suponer. Las cosas deben decirse con palabras, sino la otra persona nunca entenderá.

La morena se incorporó en la cama.

-Bueno, en ese caso… -aclarándose la garganta y mirándola seriamente -Fujino Shizuru… ¿quieres ser mi novia? –se sintió un tanto decepcionada, esperaba que Natsuki le confesara sus sentimientos, pero sabía de sobra que Natsuki era alguien poco expresiva por lo que esto ya era un gran avance.

Entonces, dibujó una pícara sonrisa en su rostro.

-Ara, Kuga Natsuki me pide ser su novia pero… ¿no lo éramos ya?

-¡Shizuru! Sabes a lo que me refiero –dijo juntando sus dedos índices y girando un poco el rostro.

-Creo que tengo que pensarlo –dijo, llevándose un dedo al mentón -ha sido muy de repente –la cara de Natsuki era un poema.

-¿Pensar qué cosa? –dijo ahora con expresión de cachorrito abandonado y sendos lagrimones afloraron en sus ojos.

-Si me conviene ser novia de una famosa motociclista con tantos fans a nivel mundial –Natsuki cayó de espaldas sobre la cama.

-Tú… eres… –la morena mostraba un ligero tic en el ojo derecho.

-Ara, el karma existe -pensó al notar el tic y sonrió. -¡Acepto! –contestó al fin, lanzándose encima de ella.

Le dio un beso en los labios, para luego acariciarle el rostro. Y así juguetearon un rato antes de dormirse abrazadas.

Al día siguiente, desayunaron y salieron juntas. Shizuru debía presentarse en Estrella Roja EC y Natsuki tendría la primera sesión formal de entrenamientos con miras al título Nacional. Se despidieron con un beso y quedaron para almorzar.

ooOoo

En su oficina, Reito daba la impresión de ser un tigre enjaulado caminando de un lado al otro. Había pasado la noche pensando cuál sería la mejor forma de confesar sus sentimientos a Shizuru.

Desde hacía mucho había notado que la relación entre Natsuki y ella era algo extraña. En principio decidió no interponerse pero conforme pasaba tiempo con Shizuru más atraído se sentía, la idea de tener a ella chica a su lado comenzó a obsesionarlo, intentó entonces hacer que se fijara en él con actos desinteresados y apoyándola cuando se encontraba exhausta o enojada con Natsuki. Aún así, la chica no reaccionaba como él esperaba y con esto sólo conseguía aumentar su interés.

Se dedicó a esperar el momento preciso para declararse a la chica de Kyoto, un paso en falso de parte de su amiga de la infancia y él lo aprovecharía sin dudar. Ese momento llegó, según él, el día de la premiere gracias a la conversación que había sostenido con Yuuki Nao.

“Kuga me apoyó en mi plan de destruir a Fujino”

Esas palabras aún retumbaban en sus oídos cuando se disponía a salir del teatro y la vio, estaba igual hermosa y arreglada aún después de tantas horas. Quiso acercarse para ofrecer llevarla a casa pero se detuvo al escucharla hablar por teléfono.

“Por favor Natsuki, no otra vez, no hoy ¡yo también te necesito!...”

Cómo pudo Kuga Natsuki ser capaz de hacer eso el día más importante en la carrera de Shizuru, sin embargo, era como un favor para él. Apretó los puños fuertemente y decidió que su momento había llegado, pronto poseería a la mujer que lloraba amargamente a pocos metros de él. A pesar de la lluvia decidió que lo mejor sería dejarla sola. Así, con el corazón latiendo a mil, subió a su auto y tomó rumbo hacia el hotel.

Ahora esperaba impaciente a la compositora, cuando su secretaria le anunció que ésta había llegado, inmediatamente la mandó llamar.

-Buenos días Reito-san –sonreía radiante.

-Buenos días Shizuru-san, toma asiento por favor. Hay algo muy importante que debo decirte, tranquila –dijo al ver su expresión –no tiene que ver con el trabajo.

El hombre inició la conversación, contándole a Shizuru que la había visto fuera del teatro. La joven escuchó atentamente sin pronunciar palabra. Sin más, el moreno se puso de pie, dio la vuelta a su escritorio y se hincó frente a Shizuru tomándole de la mano.

No muy lejos de ahí, Natsuki había dado un par de vueltas al campo de entrenamiento pero algo dentro de ella le impedía concentrarse. Era como un mal presentimiento, decidió entonces llamar a Shizuru pero el celular de la chica estaba apagado. Finalmente llamó al estudio, contestó Haruka quien le comentó que “Bubuzuke” estaba en la oficina de Reito y que éste pidió no ser molestados.

Pensó que lo mejor era ir a buscarla, tenía que verla y asegurarse de que estuviera bien. Subió a su moto y manejó a través del parque, para disgusto de los que ahí se encontraban, pues tuvieron que saltar apartándose (algunos menos afortunados cayeron al estanque) acortó así mucho camino, aunque se ganó varios insultos.

ooOoo

-Si Shizuru-san me acepta, jamás le faltará nada. Seré el encargado de velar por su felicidad toda la vida. –la castaña le dedicó una sonrisa algo incómoda.

-Reito-san es un hombre maravilloso, amable y educado. Además de bien parecido, cualquier chica estaría honrada de escuchar las palabras que acaba de pronunciar. Lamentablemente, mi corazón no puede corresponder a esos sentimientos.

-Pero… Natsuki-san no es alguien a quien debas entregarle tu amor, no sabe cuidar de ti ella fue capaz de… –delicadamente la chica liberó su mano.

-Reito-san, creo conocer a Natsuki y lo siento, no puedo cambiar mis sentimientos.

-¿Qué me dices de lo que ocurrió en el teatro? es una egoísta, te dejó abandonada en tu noche más importante y además ella…

-¡Basta! –cortó algo irritada -no es educado hablar así de una persona sino está presente para defenderse. Con respecto a lo del teatro, mi Natsuki compensó con creces su falta –dijo esto y Reito sintió una bestia de celos despertar dentro de él, pues captó a qué se refería la chica -espero que logres entender que no puedo corresponder a tus sentimientos y no me guardes rencor –luego se levantó.

Cuando se acercó a la puerta, Reito se interpuso en su camino y se fue sobre ella abrazándola tan fuerte que le hacía daño.

ooOoo

Al llegar a Estrella Roja EC, dejó la moto en mitad del vestíbulo (para consternación del vigilante y la recepcionista) y corrió hasta la oficina del director, que estaba un tanto alejada del resto. Frente a la puerta pudo escuchar ruidos y gritos ahogados.

Cuando reconoció la voz de la castaña, abrió la puerta de una patada. La encontró de espaldas sobre el escritorio con ambos brazos inmovilizados por Reito que apoyaba todo su peso sobre ella y la besaba, o eso intentaba. Corrió y tomó al hombre por los hombros, halándolo fuertemente y haciéndolo caer de espaldas. La chica de Kyoto se incorporó sobre el escritorio pálida y temblorosa.

-¡Lárgate! –gritó furiosa y el moreno levantó la vista horrorizado, intentó disculparse con Shizuru, pero ésta giró el rostro. Luego Natsuki se interpuso entre ambos. – ¿No escuchaste lo que dije? Lárgate, antes de que llame a la policía. Entonces el director salió de la oficina completamente derrotado y apenado.

Natsuki se giró para quedar frente a ella y la tomó del rostro con ambas manos.

  

-Mírame…–dijo seriamente – ¿te hizo daño?  -Shizuru negó con la cabeza, aún temblaba ligeramente.

Después sintió el calor de los labios de Natsuki sobre los suyos, fue un beso muy intenso, con la pasión de dos amantes que se reencuentran después de mucho tiempo de haberse buscado, seguidamente la abrazó con fuerza.

-Vámonos de aquí –dijo finalmente la morena.

Salieron de Estrella Roja EC tomadas de la mano, algunos cuchicheos se escucharon a su paso, pero no les prestaron atención.

ooOoo

Reito se refugió en la terraza del edificio, lloraba amargamente y trataba de controlar su ira. A su lado se sentó alguien que le extendió un paquete de cigarrillos que él rechazó.

-Que grave error cometiste, eso si que fue bajo. Todo el edificio lo está comentando en este momento.

-¡Cállate Nao!

-Sabes, por muchos años esperé a que voltearas a mirarme y tú nunca me viste como alguien digna de tu amor, ahora me alegra que no fuese así.

-Entiendo, quieres regodearte de mi fracaso.

-No, lo cierto es que estoy en la misma situación que tu y no es agradable.

-¿De qué hablas?

-Yo me entiendo, aunque si te interesa se cómo puedes vengarte de esta humillación.

-Yo…no quiero hacerle daño a nadie…

-¡Ay por favor! Reito, conmigo no tienes que fingir ser ese hombre bondadoso y desprendido. Eres igual que yo, no descansas hasta obtener lo que quieres. Míralas, tan juntas, seguro en este momento se burlan de ti.

Nao señalaba hacía las dos pequeñas figuras que se veían desde la terraza, saliendo del edificio en una moto y alejándose a toda velocidad.

-¿Qué es lo que sugieres? –el rostro siempre amable ahora mostraba una expresión macabra.

Continuará…

Notas de la autora: Feliz año 2011, espero que todas sus metas se vean realizadas :)