Mi condena by Anak

Hola yurifans,

Continuo poniéndome al día con los post atrasados, ahora toca el turno a este oneshot que nos envían y que ahora comparto con ustedes. Su autora nos dejó la decisión de nombrarlo y luego de pensar un rato, "Mi condena" me pareció un título que se ajusta a este oneshot que describe una situación que lamentablemente viven muchas mujeres en el mundo.

¡A leer!

Autora: Anak

Mi condena

Hoy es un día más de mi vida sin embargo hoy es uno de los especialmente crueles, ya que mi mente, mi cuerpo  y la sociedad me castigan de aquella manera tan sutil y peligrosamente efectiva como siempre, estoy a 3 meses de cumplir  28 años, en marzo para ser más exacta, tengo una familia con esposo respetuoso, hija a la cual amo más que a mí misma, es mi única razón para vivir. en enero ajusto 5 añitos es preciosa. Como ven mi vida es estable tengo buena salud, no tengo problemas económicos, una linda casa, comodidades, sin querer presumir pero muchas personas dicen que tengo una vida ideal  que ellos quisieran tener lo que yo, que  debo ser la mujer más feliz del mundo… si ¿Cómo no serlo? ¿No?     
  

Debo confesar que no me gusta amar, ninguna clase de amor, ni maternal ni de ninguno otro tipo; toda mi vida me he pasado creando barreras y muros  mentales para no atormentar mas mi mente con este tipo de sentimientos ¿Por qué? Pues verán, desde los doce años tomé una decisión que ha marcado cada uno de mis días así como cada una de mis noches, que me ha hecho sufrir cada día como lo hago en este momento, esta decisión fue tomada para complacer a uno de los seres a quien más amo: mi señora Madre por supuesto, aunque ella no lo sabe ni yo la culpo por eso,  a decir verdad culpo y maldigo cada día a mi deseo de complacer a los que amo todo para que estos sean felices.  Ah  ¡como si mis sacrificios u ofrendas  les fuera brindar la tan anhelada felicidad!

A decir verdad no soy para nada brusca, de hecho soy una mujer bastante delicada y femenina, mi voz… pues digamos que es un tanto aniñada, tal vez fastidiosa para algunos. Aún así mi mamá solía dirigirse a mí con comentarios un tanto pasados de raya y más a mi corta edad varias veces al día.

“Pareces un muchachito deja de ya de MACHONIAR”

“Prefiero una hija puta que una LESBIANA”

 “Prefiero una ladrona que una hija lesbiana”

“No te peines así, que todo el mundo va a pensar que eres gay”.

“No tienen perdón ni vergüenza de Dios…”

“Esas mujeres que parecen hombres”.

“Vea, allá van esas dos cogidas de la mano, no tienen vergüenza” (dos mujeres jóvenes en centro de la ciudad).

Estas palabras tan bonitas por su parte fueron creando en mí una clase de agujero en el cual caía y profundizaba más cada que me sorprendía a mí misma mirando alguna compañera del colegio o pensando de más en alguna de ellas. Lo que aún no tengo claro es como mi mamá era consciente de tal cosa pues yo nunca se lo dije a nadie, para ser honesta ni yo misma lo tenía muy claro en ese entonces.

Decidí entonces que no miraría mujeres o no al menos  muy de frente. Aunque no me desagradan los hombres como personas, debo aclarar que nunca me han parecido muy guapos o agradables para cosas sentimentales ni mucho menos intimar, el hecho de pensar eso me llenaba de un asco profundo de hecho  aún siento igual.

A los 15 empezaron las citas y estas vainas del amor, con chicos no NO  los soportaba; cierto día  estaba cansada de: no uno de ellos sino de todos, aún así fui consecuente con mi decisión ¡que tonta! 

A los 17 un tipo de esos que se cree dueño de la vida de los demás insistió salir conmigo, habló con mi mamá para pedir permiso para salir, mi excusa era que mi mami no me dejaría… pero para mi sorpresa mi madre estaba feliz ¡Que HOMBRE! “Claro que pueden salir”.

-AH como se te ocurre mami por Dios si él hace lo que le da la gana, sale con varias además tiene novia  y yo no quiero.

-No Leti tienes que salir conocer gente y él es muy “BUEN PARTIDO”… 

-No mami yo no quiero.

-Cómo así que no quiere no señorita, usted no lo va a dejar plantado yo ya le di mi palabra  y va a salir con él. 

-Yo no… oh ok. 

No era feo en realidad era muy lindo y olía rico, al hablar me di cuenta que no estaba tan mal era muy interesante a decir verdad, por cosas del destino y su estilo de vida no lo vi sino dos veces después de esa cita. ¿Pueden creer que él era mi esperanza para conseguir mi heterosexualidad?, por alguna razón no sentía fastidio de él, pero la vida no quería dejarme ser feliz después de unos meses conocí a León, mayor que yo por 6 años, maduro , alto, cabello negro, trabajador un encanto al decir verdad yo estaba feliz por fin mi tan esperada heterosexualidad parecía llegar; llevamos casi 10 años juntos ya que él es un hombre que merece todo mi respeto es un  ser tan especial, y de esta manera el segundo golpe, acabé por apuñalarme de nuevo, lo adoro es un ser humano muy especial es como mi mejor amigo, no estoy ni he estado enamorada de él, aún así y me quiere, a pesar de todo… se lo dije , le dije que soy gay, que siempre lo he sido, que no le he sido fiel, que mis aventuras han sido con mujeres que no ha sido una vez  y él  en vez de gritarme o maldecirme me dijo “te amo y no voy a dejar que esto nos separe, tú me has dado lo más lindo y preciado del mundo así que no te dejare sola”.

Lloré, lloré mares, hace 3 largos años que se lo dije, para ser honesta se lo dije esperando que me dejara ya que yo no soy capaz de hacerlo, que se fuera y me dejara así fuera odiándome no me importaba, pero fue un intento de libertad fallido; sin contar uno que otro desliz de mi verdadero ser, él aún sigue a mi lado haciendo que me sienta amada y miserable a la vez, deseando irme pero sin tener la fuerza necesaria.

El no querer amar no significa no amar  o al menos desde mi perspectiva ya que adoro a mi hija, la cual sin querer es otra de las tantas razones de mi auto castigo; no es su culpa lo sé, pero… hace diez días tome la decisión de irme y hacer mi vida lejos de mi madre y León sólo mi hija y yo. En el  momento de salir ella tan frágil y pequeña empezó a preguntar.

-Mami y ¿cuando viene mi papito?

-No amor él no viene con nosotras.

-Mami y ¿Cuándo lo volveremos a ver? ¿Por qué nos tenemos que ir sin él?

-No mi  corazón él no puede venir con nosotras porque debe trabajar acá.

-Mami yo no me quiero ir sin mi papito.

En ese momento suelta esas lagrimitas e hicieron caer cualquier decisión antes tomada, la culpa de mis errores reflejada en la tristeza que causaría en una princesita que lo único que merece es amor, protección, una familia… familia que yo en ese momento le estaba negando. “Que egoísta” soy pensé, fue así como me retracté de nuevo de mi decisión y me resigné a mi cruel y aparente sin sentido destino.

Miserable, así  me siento cada vez que tiene intimidad conmigo, cada vez desde la primera vez que estuvimos juntos lloro, me siento sin valor alguno, con ganas de salir corriendo, maldiciendo las  veces que me deje intimidar por  esas crueles, hirientes  e inmerecidas palabras, maldiciendo la prisión en la cual entre por mi cuenta y no he tenido el valor de  encontrar la llave para escapar, deseando haber sido valiente y defender quien soy, quien amo ser.

Fin