martes, 24 de mayo de 2011

Shizuru-san & Natsuki-san - Capítulo 11

Hola Bauler@s!

A falta de dos capítulo para el final finalísimo de este gran fanfiction, espero que lo disfruten y dejen sus comentarios ^^

Besos!

SHIZURU-SAN & NATSUKI-SAN
Autor: HauR
Capítulo 11.

¿Cómo pasa una mujer de un momento de éxtasis a uno de caos? Ayer por ejemplo, el día fue único, sublime, perfecto casi, pero estuvo bien. Mi Natsuki, oh si, ahora sí me puedo dar el lujo de llamarle así; Natsuki fue mía por vez primera y no estaba borracha, ni amnésica, ni psicópata. Si bien no me la pude fornicar como la Biblia manda en su cuestionable interpretación moderna de la creación, al menos sí tuve el privilegio de tenerla para mí solita en la bañera. Pero antes, recapitulemos, porque ese agasajo en la azotea fue épico, que digo épico, sublime. Creo que lo que no pude tocarle fue porque sus ropas no me lo permitieron pero Natsuki esposada, es igual a una Natsuki complaciente.

Mis más sucias fantasías fueron realizadas finalmente, porque desde el momento en que he tenido mis encuentros con 'Kuga-han' en la azotea, no ha habido un sólo segundo en que no me haya pasado por la cabeza el tirármela ahí mismo. Si bien la idea de cogerla en mi escritorio todavía me viene a la mente, ha sido la azotea la fantasía más recurrente de mi top ten (porque hay un top ten) En mis sueños guajiros, me la manoseo que da gusto, aunque en mis fantasías Kuga usaba falda pero ya me encargaré de cumplirla como la imaginaba más adelante, si es que se puede claro está.

Cuando Natsuki se vino en mi mano supe que mi misión en la vida había sido cumplida, para luego darme a la tarea de repetirla una y otra vez con ella. Estaba feliz, estaba radiante, ese fue sin duda alguna, el recuerdo más memorable en mis veintiséis años de vida. Antes de Natsuki todo era gris, el sexo era sólo eso y probablemente así lo hubiese sido muchos años más de no ser por ella. Cuando la liberé de las esposas pensé que correría de mi lado y volveríamos a empezar desde cero, tal y como ha sido en las últimas semanas. Con las esposas aún en las manos bajé la mirada, me sentía ligeramente apenada, quizás no era la manera en que quería que se dieran las cosas o más bien, no era el momento para que las cosas se dieran de esa manera; ¿quedó claro?

El punto es que Natsuki me pegó una bofetada, me pidió que nunca más volviera a hacerle eso en el trabajo y que cuando llegáramos a casa, hablaríamos largo y tendido sobre el asunto. Kuga se incorporó, se arregló la ropa, me despojó de las esposas y se fue a su oficina gruñendo. A pesar de que estaba enojada se veía hermosa, ¡ah, el amor! Saliendo del trabajo pasé a recoger a Sayuri-chan y luego nos dirigimos a casa de Natsuki, cuando llegamos Natsuki me comentó que ella iría a casa de Mai, no sin antes comer con nosotras. Todo el tiempo que duró el almuerzo, me la pasé estudiando sus gestos, sus ademanes, hasta el tono de voz que empleaba; todo para saber si estaba molesta o no. Según mi experta opinión en cuanto al estudio de Natsuki, mi resolución fue que Kuga es impredecible y que todo lo que diga puede ser usado en mi contra. Mejor esperar el momento y hablar más tarde.

En la habitación de mi hospedadora, tuve el placer de verle cambiarse de ropa sin ningún recato por parte de ella. Incluso me pidió mi opinión sobre el tipo de ropa que debería llevar a la fiesta de Reiko-chan, por supuesto el que ella me pregunte si me parece o no, definitivamente era buena señal. Natsuki me estaba incluyendo en su vida, lo cual debería tranquilizarme, pero aún así todavía quedaba un cabo suelto. Ese cabo era Tokiha Mai. Se preguntarán por qué pienso en Mai como tal, la razón es simple, para Natsuki mi relación con Mai ha de ser un asunto inconcluso. Natsuki tenía que enfrentar a su mejor amiga en este momento, ignoro si pensaba confesarle la verdadera naturaleza de nuestra relación o si quería saber qué tan importante era yo para la pelirroja. Me temí lo peor, Mai tenía la sartén por el mango, de la conversación que tuviera con Kuga dependería nuestra futura relación. Yo sólo crucé los dedos y esperé pacientemente a que Natsuki volviera.

Acosté a Sayuri a dormir y me dispuse a ver algo de televisión para intentar relajarme, al fracasar en el intento, decidí leer un libro, al no poder concentrarme decidí entonces darme un baño de agua caliente. Así fue como preparé la bañera de Kuga en la que utilicé aceites aromáticos que tenía en mi departamento. Después de media hora me preparé un té y decidí sentarme a esperar a que Kuga volviera. No habían dado ni las once cuando Natsuki regresó, su rostro era severo lo cual no era bueno, esperaba verla ebria, mas no triste. Natsuki dudó, sea lo que sea que haya hablado con Tokiha debe haberle afectado y esas eran malas noticias.

Finalmente le sugerí a mi custodia que tomara un baño para retirarnos a dormir. Luego tuve un dilema moral sobre si presionar un poco o mantenerme al margen, dejando que lo primero ganara y me convenciera de que con Natsuki, lo mejor era no quedarse cruzada de brazos. Así fue como me aventé el paquete de intentar seducirla ahora que estaba con la guardia baja, pero mi intención inicial fue disuelta al mirar su cuerpo desnudo en la bañera. No es la primera vez que la veo, pero la situación sí es diferente. La primera vez que le vi fue en Noboribetsu, su cuerpo desnudo en las aguas termales fue una imagen que me llevé muchas noches, no mentía cuando lo dije. La diferencia es que ahora tengo el cuerpo en las noches y no la imagen, cuando entendí esto último, supe que no había por qué temer ahora. Natsuki era mía. En el estrecho espacio de su tina, decidí friccionar nuestros cuerpos, bajo el pretexto de lavarle la espalda.

Cuando Natsuki correspondió a mi beso supe que había ganado, que esta batalla que empezara el día que entré a Searrs había culminado en una contundente victoria para mi equipo. Natsuki me besaba y aceptaba mis caricias, si bien no del todo o no en las condiciones a las que estoy acostumbrada, al menos hay un intento por su parte de tener una relación conmigo. Una seria. Natsuki hablaba de reglas, de espacios, de personas; hablaba de nosotras, del futuro. ¿Saben lo que es planear el futuro? ¿Alguien lo ha hecho? Es cuando tienes una nítida esperanza en tu vida de caminar no sola, sino con alguien, cuando todo lo que realizas tiene que ser pensado en el bienestar de la otra persona, cuando crees que el mundo deja de ser una porquería porque alguien lo vive contigo. Eso es el futuro. Cuando estás enamorada y tienes con quién compartir ese sentir.

Dormir con Natsuki, con Sayuri, juntas en esta pequeña pero cálida cama; fue algo que no esperaba nunca antes, fue algo que no deseaba honestamente, no pensé que existiera alguien como tú Natsuki. Pero como toda bonita historia, siempre hay un pelo en la sopa. Nuestra noche, la primera de muchas que compartiríamos juntas, fue interrumpida por un grupo de brutos, de salvajes, de corruptos seres cuya ambición no les exime el desgraciar una velada familiar. Un grupo de individuos entraron a la fuerza al departamento, golpearon a Natsuki dejándola inconsciente en el piso, quedándome con la angustia de saber si sobrevivió al ataque o no; arrebatándome la oportunidad de una vida con ella, apartándome de ella.

Me vendaron los ojos, me amarraron, no pude ver nada, no supe nada hasta ahora. Siento náuseas y mareos, deben haber utilizado algún narcótico en cuanto me secuestraron. La venda que me cubría los ojos no está más, lo que es peor, Sayuri no se ve por ningún sitio. A duras penas y puedo enfocar la visión, al parecer me encuentro en una habitación de una casa al estilo oriental, pero no hay ventana alguna en esta prisión. Un olor, un repulsivo hedor a tabaco llega a mis orificios nasales, explicándome entonces que no estoy sola en la penumbra del lugar, revelando ante mis ojos, mi pesadilla más recurrente en los últimos años.

- "Buenos días Shizuru"
- "Kiyo, debí suponerlo"
- "¿Cómo, no me vas a saludar después de tantos años de no vernos?"
- "Por qué no te dieron más años, para no tener que verte en esta vida nunca más"
- "Me la pasé bien sin ti, gracias por preguntar"
- "Maldito"
- "Hablemos de negocios"
- "No tengo nada que hablar contigo" - Me senté en posición seiza - "¿Dónde está mi hija?"
- "Dirás nuestra hija" - Resopló el humor y prosiguió - "Las muchachas la están atendiendo, ella está bien" - ¿Las muchachas? - "Por ahora me interesa hablar contigo"
- "¿Dónde estoy?"
- "Estás a salvo, siempre y cuando hagas lo que yo te diga"
- "Eso fue lo mismo que me dijiste el día que nos casamos y mira como terminaste"
- "Mi amada Shizuru, te crees muy lista y subestimas mi inteligencia en el proceso"
- "Eres un idiota"
- "Por supuesto que no" - Sonrió - "Inspector, entre por favor"

La puerta se abrió y uno de los sujetos que nos raptaron se apareció. Un hombre alto cuyo rostro estaba oculto tras un pasamontañas, se acercó a nosotros. Kiyo le pidió que revelara su identidad ante mí, cual fuera mi sorpresa que el hombre que se encontraba delante mío, el perpetrador del crimen cometido en el departamento de Natsuki, no fuese otro sino él.

- "Kanzaki-keibu" - A quien yo consideraba mi salvador.
- "Así es, Reito-kun fue condiscípulo mío en la universidad"
- "Es correcto Kiyo" - Reito usó una sonrisa como las que usaba cuando estaba conmigo a solas - "Verás Shizuru-san, la policía siempre estuvo al tanto de los negocios de Kiyo, pero no fue hasta tener un problema con unos comerciantes enemigos de la familia, que a Kiyo se le ocurrió la brillante idea de tomarse unas cortas vacaciones lejos de todos ellos"
- "¿Entiendes Shizuru? Todo fue para proteger el patrimonio de los Fujino"
- "¿Qué estás diciendo?"
- "El dinero Shizuru, necesito que me traspases todo lo que te entregué con el divorcio" - Kiyo siguió con su explicación - "Con él, pretendo llevarme a Sayuri lejos de Japón e iniciar una nueva vida en el extranjero"
- "¿A dónde te la piensas llevar?"
- "Saber, ¿Alemania, Inglaterra? Cualquier lugar es bueno con el dinero de los Fujino"
- "Todo tu dinero..." - Sonreí - "Está perdido"
- "No estoy para juegos Shizuru, estamos hablando de cientos de millones de dólares"
- "Invertidos en un sólo sitio, el okiya de Kyoko-san"
- "Esa vieja bruja..."
- "Si quieres tu sucio dinero debes pedírselo a ella, fue mamá Kyoko quien atendió los asuntos legales de mi divorcio"
- "Si me estás mintiendo te juro..."
- "No tengo por qué mentir, eres libre de averiguarlo con tus abogados"
- "Reito, vigila a esta sucia zorra en lo que yo gestiono la investigación de la cuenta bancaria"
- "Entendido" - Respondió el perro fiel.
- "Shizuru, esto no se va a quedar así" - Finalmente Kiyo se retiró, dejándome a solas con su guarura.
- "No me veas así Shizuru-san" - Comenzó a hablar el traidor de Kanzaki.
- "¿Cómo quieres que te vea?" - Respondí con dolo - "Confiaba en ti"
- "Yo sólo he seguido las órdenes de mi patrón" - Reito se explicó - "Los Kanzaki hemos servido a los Fujino desde hace muchas generaciones, así hemos coexistido en una simbiosis perfecta"
- "Eres un enfermo"
- "Kiyo es el actual amo de los Fujino, nosotros somos los que aseguramos el bienestar de la familia"
- "¿Qué hay con Kuga?"
- "Ah, Natsuki-kun" - Se sentó en la silla en donde momentos antes Kiyo estuviera - "Supuse que sería lo suficientemente estúpida para no descubrirme y lo suficientemente bestia como para protegerte" - Soltó una carcajada nada varonil - "No me equivoqué"
- "Ten cuidado Reito, verás que te equivocas"
- "Kuga debe estar en un hospital para estos momentos, dudo que esté consciente" - Natsuki.
- "¿Qué pasará conmigo?"
- "Eso es información clasificada, Shizuru-san" - Sonriendo con ironía continuó - "Aunque supongo que si mi ex me mandara a la cárcel, no le perdonaría por ello"
- "Ara, toma tu propio consejo Kanzaki-keibu, Kiyo no es de los que dejan cabos sueltos"
- "Yo protegeré a Kiyo y él me pagará por ello, mis bonos aumentarán en la policía cuando entregue a los perpetradores de tu secuestro y aparecerás en todos los tabloides como el crimen más sanguinario de todos los tiempos en Japón"
- "Cerdo"
- "Como verás, todos ganaremos algo"

Pasados quince minutos el teléfono de Kanzaki sonó, respondió lacónico a la llamada hasta que decidió salirse de la habitación. Aprovechando la oportunidad, decidí merodear el lugar tratando de buscar alguna salida, alguna grieta, cualquier cosa que me auxiliara en estos momentos tan angustiantes. Desafortunadamente, el cuarto era una cárcel de cuatro paredes sin ninguna posibilidad para escapar de él. Decidí apoyarme en la pared que daba al exterior de la habitación, tratando de agudizar mis sentidos para percibir algún sonido que pudiera indicarme, cuando menos, en donde me encontraba.

Para mi sorpresa se escuchaba el murmullo de las voces de lo que quizás, era una reunión. En el exterior se podían oír claramente la mezcla de sonidos musicales al igual que voces masculinas. Agudizando un poco más mi sentido del oído, también pude escuchar algunas voces femeninas, aunque eran pocas. Por momentos se escuchaban carcajadas combinados con música, todo eso me indicaba que este lugar era un burdel. Pero hasta ahí llegó mi curiosidad, la puerta se abrió dando paso a mi némesis, Kiyo entró y me tomó del brazo llevándome a otra habitación.

- "Parece que tenías razón, la avara de tu madre se ha quedado con el dinero" -Comenzó mientras caminábamos.
- "Te lo dije"
- "Pero ese asunto ya está arreglado"
- "Supongo que has de tener un poder de convencimiento muy grande para haber logrado que Kyoko-san te regresara tu preciado dinero"
- "Ella piensa que puede rescatarte, tu mamá te quiere mucho" - Ara, eso no me lo esperaba - "Hicimos un trato, el cual obviamente no pienso cumplir" - Soltó la carcajada - "Pero por el momento estoy feliz, tengo a mi hija, tengo mi fortuna, mi libertad y..." - Me miró con esos ojos que tanto odié - "Tengo a mi mujer"
- "Antes muerta" - Le escupí el rostro, vivir con Natsuki te vuelve algo sucia.
- "No comas ansias Shizuru" - Se limpió sonriente la cara - "Pronto tu deseo se hará realidad" - Entramos al cuarto - "Pero por ahora, divirtámonos como en los viejos tiempos"
Este era un cuarto común y corriente, o más bien un vestidor como los que habían en la casa de té del okiya de Gion. En el armario, un llamativo y poco discreto kimono se encontraba depositado, Kiyo me ordenó que me lo pusiera, mandaría a una muchacha para que me ayude a cambiarme en él.
- "¿Qué pretendes?" - Demandé a mi secuestrador.
- "Estamos de fiesta Shizuru, supuse que recordar tus épocas de maiko estaría acorde a la situación"
- "Esa ropa es de una prostituta"
- "Así como tú"
- "Serás..." - Traté de abofetearlo pero me detuvo, apretando mi brazo con fuerza y haciendo que me doblara de dolor en el piso.
- "Vístete y reúnete con la gente, atiende a mis invitados y por favor no cometas locuras o no volverás a ver con vida a Sayuri-chan" - Maldito - "Te estaré esperando amor"

En cuanto Kiyo salió, una mujer joven entró a la habitación, sin hablar me indicó que comenzara a cambiarme y al verme obligada a hacerlo, asentí. Traté de que mi maquillaje fuera lo más discreto, lamentable era el hecho de que, el mal gusto en elegir mi vestuario por parte de Kiyo, aminorara mis esfuerzos por intentar el mantener mi dignidad intacta. A pesar de su bajeza, al entrar al salón en donde sus invitados se encontraban, todos quedaron mudos. Incluso Kiyo tragó saliva al verme andar entre la muchedumbre con altiveza.

La habitación no era muy diferente de un sitio de placer, jóvenes cortesanas le servían sake a sus acompañantes en el zashiki, algunas cantaban y otras simplemente bailaban. Con soberbia mantuve mi rostro erguido hasta donde Kiyo se encontraba, reconociendo a mi paso, el rostro de las demás cortesanas. Estas muchachas pertenecían a la casa de Yuuki-han, el sitio de placer más exótico que puedes encontrar en el Japón actual. Aquellas murallas de placer de la época feudal fueron sustituidas por los grandes y coloridos edificios de Shinjuku. Las jóvenes aprendices de las oiran fueron cambiadas por chicas enseñando sus atributos, entremezclando las costumbres orientales con las bajezas de la cultura occidental. Lo que antes era un placer para los hombres que podían pagar por ello, se ha convertido hoy en día en un placer de albañil.

Kiyo cogió de las manos de la cortesana a su lado un shamisen, me lo entregó y me pidió que deleitara a los invitados con mis habilidades musicales. Tenía muchos años que no tocaba el instrumento, incluso ahora si lo veo, evito recordar aquellas malas épocas en donde con él, amenizaba muchas de las reuniones en la casa de té de mamá. La ironía era que recordaba todas aquellas odiosas melodías, mis manos se movían casi en automático, como si de una máquina se tratara. Recordaba todo. Fue gracias a este instrumento que Kiyo se fijó en mí y por ende, gracias a él, mi destino se escribió, tan patético como un antiguo haiku.

El público quedó estupefacto, tal y como era en aquellos viejos tiempos, todos estaban encantados. Mi magia aún seguía, mi maldición continuaba, mi destino nunca cambiaría. Kiyo bebía y bebía mientras yo tocaba las cuerdas del instrumento, deleitándose quizás por última vez con mi presencia. Seguramente en su interior elucubrara la manera de deshacerse de mí para nunca más tener que volver a recordar el momento en que nos conocimos. Por otra parte yo sería muy feliz si antes de morir, al menos pudiera ver el angelical rostro de Sayuri. Me llevaría entonces a mi lecho de muerte las imágenes que han marcado mi vida de manera radical, Sayuri, la madre que no me vio crecer y Sayuri, la hija que no veré crecer.

Irónico es pues, el destino, quien se mofa de nosotros cual vulgares hormigas. De existir un dios probablemente éste beba sake, escuche buena música y disfrute de la compañía de todas aquellas bellas mujeres que murieron con la esperanza de tener un futuro brillante por el qué vivir; él con seguridad nos miraría por debajo de los hombros y se echaría carcajadas, al vernos luchar con tanto esfuerzo. Esfuerzo que él sabe que es inútil. Esfuerzo que él sabe que no sirve para nada. Sumida en mi miseria, en mis más pesimistas pensamientos, no noté que una mujer me miraba con curiosidad de entre la multitud. Por supuesto ha sido su tono cínico y su pésimo acento de kansai el que me hizo regresar a la cruda realidad.

- "La música es agradable, ¿no lo piensa así Fujino-sama?" - Yuuki.
- "Por supuesto Madame Juliet, esta mujer me ha costado millones" - Kiyo me miró intensamente mientras recalcaba sus palabras deliberadamente.
- "Pero supongo que no valdrá lo que mi nueva chica vale"
- "Es una pena que no tengamos tiempo para probarla, para la próxima será" -Intervino Kanzaki-keibu, quien se encontraba a espaldas de su amo.
- "¿Tienes una nueva cortesana en el menú?" - Preguntó con codicia Kiyo.
- "Renovarse o morir es mi lema, Fujino-sama" - Respondió la muy puta.
- "Fujino-san, no olvide que todavía tenemos que..."
- "Relájate Reito-kun, ¿acaso no se encuentran tus hombres vigilando el perímetro?"
- "Sí pero no por eso..."
- "Madame Juliet, este humilde hombre queda en tus manos" - Asqueroso ser, ojalá te mueras en el acto, cabrón.
- "Veo muy tenso a su guardaespaldas Fujino-sama, además sus armas están inquietando mucho a mis chicas"
- "Lamento los inconvenientes que eso traiga pero es necesario"
- "Comprendo, pero mi nueva recluta es un poco tímida..." - Se acercó al oído de Kiyo y en voz baja continuó - "Viene de una tierra muy muy lejana, sólo para esta noche" - Me miró a los ojos, lo supe en cuanto le oí - "Si al menos permitieras que el oficial se retirara por unos minutos estoy segura que podemos llegar a un buen arreglo"
- "¿Es tan buena como dices?"
- "Dicen que lleva el Karyukai en la sangre, si sabe a lo que me refiero..."
- "Todavía no me convences"
- "¡Ah, estamos ávidos esta noche eh!" - Insistió sonriente - "Tiene un baile exótico que viene de generación en generación en su tribu"
- "No me digas que es una de esas híbridas ainu..." - Hizo una mueca.
- "Es el plato fuerte de la casa"
- "No me gustan las bigotonas"
- "Astuto como siempre Fujino-sama, pero no, le prometo que no viene con los tatuajes de la tribu"- Rió exageradamente - "Sólo con el cuerpo de las diosas y la danza de una cortesana"
- "Espero que valga lo que dices"
- "En privado su valor aumenta..." - Susurró - "Comprende, ¿verdad?"
- "Reito, ve hacia donde Sayuri-chan en lo que disfruto de la nueva cortesana" -Ordenó el mandamás.
- "Perdóname pero prefiriría quedarme aquí, simplemente no confío en esta mujerzuela" - Protestó el corrupto oficial.
- "Esta mujerzuela está divirtiendo a mi gente, ha hecho más de lo que tú podrías hacer en estos momentos" - Kiyo azotó su taza de sake - "Vete, ahora"
- "Espero que no te arrepientas" - Indignado, el oficial se retiró.
- "Madame" - Alcoholizado y estúpido, el hombre mordió el anzuelo.

Yuuki aplaudió hacia las cortesanas, pronto la música terminó, el entretenimiento que algunas de las muchachas le daban a la fina y distinguida concurrencia, también. Todas se levantaron de sus lugares y se guardaron en una habitación contigua, alguien apagó las luces y un escenario apareció ante nosotros. Al abrirse un salón que se encontraba oculto, una música exótica de fondo comenzó a escucharse en el lugar, una mujer, una hermosa mujer se dirigió al escenario. Vestida con indumentaria no tradicional o no al menos de un kimono típico, la mujer danzaba un baile foráneo, la concurrencia exclamó al unísono: ¡Tubo, tubo! Por mi parte yo estaba estupefacta, en cuanto le vi la cara no me la podía creer, la mujer ante mis ojos no era otra sino la mía, Kuga Natsuki en toda su magnificencia, moviendo las caderas en una danza hipnótica.

- "En realidad es una belleza... nativa" - Comentó con morbosidad Kiyo.
- "Espera a que la tengas" - Promovió a mi Natsuki la muy zorra.
- "No sabes cómo se me apetece ese manjar" - A punto estuve de romperle el shamisen en la cabeza, pero Yuuki me cogió del brazo a tiempo,
- "Parece que tu mujer está algo celosa, Fujino-sama"
- "Creo que tendremos que amarrarla para que se aquiete" - Cogió una tela y me amarró con ella - "¿Sabes? Se me ocurre que a lo mejor sería bueno para ti el ver como me cojo a esa puta"
- "¡Un...!" - Antes de que le mentara la madre, Yuuki me amordazó y me tiró del pelo para amenazarme.
- "Relájate Fujino, estás en buenas manos" - Kiyo sonrió y continuó viendo el espectáculo, sin percatarse de que Yuuki me guiñó el ojo.

Natsuki fue presentada por Yuuki como la diosa de la fertilidad o una estupidez similar, casi trozo la tela con los dientes al ver tal espectáculo. Kuga tenía una peluca que hacía que su cabello fuera mucho más largo de lo que en realidad era, el color de su cabello fue ocultado por un negro tan brillante como el de los cuervos. Una banda con una simbología exótica adornaba su frente, ocultando quizás la herida que le hicieron en la cabeza el día del secuestro, ni siquiera Kiyo pudo reconocerla, de no ser porque ese cuerpo es memorable quizás yo hubiese caído en la mentira también.

El público estaba enloquecido, todos querían ver al menos un centímetro de piel de la ojiverde, Natsuki se movía como dios sabe que me gustaría, pero para las personas equivocadas. En mi interior me revolcaba de celos, me carcomía las entrañas el tener que presenciar este hórrido espectáculo. Una lágrima se me escapó, ya no sé si del coraje o de qué. Finalmente el baile terminó, por supuesto la susodicha aún conservaba la mayor parte de su vestimenta original, para mi fortuna y para la locura de los presentes. Yuuki propuso que el que quisiera probar de esos manjares tendría que ofertar un buen precio, lógicamente Kiyo ganó, cumpliendo su amenaza de llevarme con él.

Kiyo nos llevó a ambas hacia una habitación, ahí me tiró a un rincón mientras cerraba con llave la puerta. Natsuki sólo se sentó a la orilla de la cama, la cual estaba adornada en un estilo muy vulgar. Kiyo se soltó la corbata del traje e instintivamente sacó la lengua al ver a Natsuki cerca de él. Desde donde estaba podía ver perfectamente que el muy idiota estaba sumamente excitado, sentí náuseas al ver esa escena, me distraje tanto que no me di cuenta de que esa no era mi Natsuki, sino la otra. Sus ojos, los ojos de Natsuki cambian de color, por extraño que eso suene, la Kuga perversa tiende a tener un tono ámbar en los ojos, mientras que la Kuga que todos conocen mantiene la mirada esmeralda.

- "Se me ocurre que quizás como a ti te gustan las mujeres Shizuru, puedas hacer algo divertido con ésta" - Me quitó la mordaza y me jaló del pelo - "Quizás sea un espectáculo muy divertido"
- "Vete al carajo Kiyo"
- "Pero qué vocabulario tan vulgar tienes, ¿qué va a pensar nuestra invitada?" -Me aventó a la cama - "Demuestra los modales que Kyoko-san te inculcó en tus días de geisha"
- "Eres un desgraciado" - Quise incorporarme pero Natsuki me detuvo.
- "Bien hecho chica" - Comentó Kiyo pensando que Kuga estaba de su lado - "Voy a liberar tus manos pero que no se te ocurra hacer algo extraño o Sayuri morirá" - Kiyo sacó una navaja de su bolsillo y cortó mis amarres, me llevé las manos a las muñecas en un vano intento por activar mi circulación - "Ahora quiero ver que se toquen"

Iba a protestar, a soltar una sarta de improperios pero Natsuki me tumbó a la cama sin avisarme, ahí Kuga me besó con fuerza pese a mis esfuerzos por evitarla. Me tomó por los hombros para que no opusiera resistencia y continuó sus caricias hacia mi mandíbula. En cualquier otro momento probablemente hubiese disfrutado esto sin ningún recato, pero ahora, no tenía ganas de nada. Kuga me mordió el lóbulo de la oreja y susurró en mi oído que confiara en ella. Mientras decía esto llevó su mano derecha hacia mi pecho, introduciendo sus dedos adentro del kimono. Kiyo no aguantó más y pronto se unió para prolongar mi más horrenda pesadilla, pero en el momento justo en el que intentó ponerme un dedo encima, Kuga lo cogió de la camisa y en un simple movimiento lo aventó de cara al piso.

- "Perra" - Exclamó aún con la mano en la cara, Kuga sólo lo miró con esa misma expresión fría que tiene cuando está en ese extraño estado mental - "Qué te has creído" - Kuga aventó la peluca al suelo y le tiró una patada.
- "Esto es por irrumpir en mi casa" - Lo levantó del piso y le dio un golpe directo al estómago - "Esto es por golpearme a la cabeza, dos veces"
- "Puta" - Volvió a sacar su navaja en un fútil intento por amedrentar a Natsuki - "Eres la que se está cogiendo a Shizuru"
- "No me gusta esa palabra" - Le sorprendió en un movimiento rápido apretándole la muñeca hasta que soltó la navaja - "No me agradas"
- "¡Reito, Reito!" - Gritó como una niña, mientras se retorcía en el suelo - "Eres un fenómeno asquero..." - No pudo continuar, Natsuki le pateó justo en los genitales haciendo que se doble en dolor.
- "Reito no te puede ayudar, estamos solos tú y yo" - La mirada de Natsuki era casi asesina - "Ahora serás tú quien se lleve mis mejores golpes" - Kuga tronó sus dedos y comenzó a golpear a Kiyo repetidamente.
- "¡Natsuki, detente!" - No es que sintiera pena por Kiyo pero temía que lo matara y esto se complicara más.
- "Este hombre merece la pena de muerte, no pienso sentarme 18 años a esperar a que se la den" - Le jaló del pelo y lo puso de rodillas hacia mí - "Pídele una disculpa a Shizuru"
- "Antes muerto" - Escupió a mis pies lo cual provocó que Natsuki le azotara el rostro de nuevo al piso - "No me des buenas ideas" - Sonrió con malicia.
- "Natsuki, vamos a amarrarlo en lo que la ayuda llega"
- "¿Pero tú no entiendes verdad?" - Habló con el rostro ensangrentado e hinchado por la golpiza - "La policía es mía yo controlo la ley, yo soy la ley"
- "Estás siendo filmado" - Sonrió Natsuki - "Mami Fujino no querrá que este video suba a internet"
- "¿Qué estás diciendo fenómeno?"
- "Nao está teniendo una conversación telefónica con mamá Fujino, para estos momentos deben haber llegado a un arreglo" - En este momento llamaron a la puerta, era Yuuki - "¿Ves?"
- "Todo ha terminado" - Comentó una sonriente Madame Juliet.

Al parecer Natsuki y Nao fraguaron un plan de emergencia en donde con ayuda de algunos poderosos clientes de la casa, los secuestradores fueron sometidos y amarrados en una de las habitaciones del lugar. Reito fue torturado por uno de los guaruras de Madame Juliet, en donde fue obligado a contactar a la matriarca de los Fujino para realizar un intercambio. La amenaza del escándalo fue motivo suficiente para que la madre de Kiyo, le presionara a detener esta locura. Por supuesto, el dinero sería justamente dividido, como parte del plan.

Finalmente Natsuki dejó que Kiyo comiera el piso y me jaló del brazo hacia afuera del lugar. Nao se nos adelantó para indicarnos el lugar en donde tenían a Sayuri, todo parecía haber terminado bien pero no pensamos en que Kiyo, en un arranque de histeria y locura, se lanzara hacia mí con toda la intención de clavarme la navaja que había dejado en el piso. Natsuki me empujó de golpe y recibió la puñalada, la sangre corría por todos lados, en ese momento todo me pareció en cámara lenta. Natsuki estaba en el piso, Kiyo fue sometido por el guardaespaldas de Yuuki, la sangre a borbotones en mis manos, la sirena de la policía, los gritos de las demás cortesanas; el caos, el fin.

Continuará...

N/A: ...quizás no fue tan largo como quería pero al menos es algo. La conclusión en el próximo. Ahora vayamos de lleno al diccionario...
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zashiki: Salón o habitación de una casa.
shamisen: Instrumento de cuerdas japonés parecido al banjo.
haiku: Poemas japoneses, era el tipo de escritura antiguo del japón y los únicos libros hasta la llegada de la cultura occidental.
ainu: Este término ya lo he usado antes, es una tribu que actualmente se encuentra extinta en Japón, como casi todas las razas autóctonas del mundo en aquellos tiempos de expansión.

10 comentarios:

  1. wtf?! DDD:
    como muera te odiaremos ; _ ;
    xd
    ta geniaaaaal!!!

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  2. HauR tus fic son sensacionales GARDEROBE GAKUEN esta bastante interesante, sin mencionar esté, me facina como escribes adoro tus fic. Bien ahora si... Natsuki!!!! no mueras, que lastima pero que felicidad que ya casi
    atte Foxy (olvide mi contraseña de google) xD

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  3. HauR tus fic son sensacionales GARDEROBE GAKUEN esta bastante interesante, sin mencionar esté, me facina como escribes adoro tus fic. Bien ahora si... Natsuki!!!! no mueras, que lastima pero que felicidad que ya casi
    atte Foxy (olvide mi contraseña de google) xD

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  4. solo dos caps más NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO :(

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  5. DAMM!!!WTF! ... un momento... me perdi en el primer acto... D=!!! eso cuándo paso??? dónde??? tendré que buscar una laguna en el capitulo anterior para ubicarlo... =S

    no se espanten.... Natsuki no puede morir es la "superman" de la historia... o como "Goku"... si se muere la revivimos... también podemos aventar tomatazos... pero HauR es demasiado buena para eso... así que voto por llamar a Shen-Long

    gracias por sus esfuerzos al staff del foro y felicidades a HauR

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  6. Muyyyy buenooo, me encanto el capitulo sigue ai te esta quedando de maravilla ;D

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  7. O.O!!! casi muero de un infarto O.O

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  8. como siempre muyyyyyyyyyy buen cap, voy a llorar por que ya falta poco para el fin, ojala y nat no muera.

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  9. me encantoo tu hidtoria, espero que natsuki no muera ella no puede morirrrrrrrrrrrr TT-TT , suerte espero ver el fin de este fic tan genial

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  10. "Es cuando tienes una nítida esperanza en tu vida de caminar no sola, sino con alguien, cuando todo lo que realizas tiene que ser pensado en el bienestar de la otra persona, cuando crees que el mundo deja de ser una porquería porque alguien lo vive contigo. Eso es el futuro. Cuando estás enamorada y tienes con quién compartir ese sentir"
    Esta parte la encontre tan linda y motivadora..que casi me pongo a llorar, en serio... muchos pensamientos pasaron por mi mente
    sigue la historia excelente
    vale gracias
    besos bye

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