martes, 5 de abril de 2011

Shizuru-san & Natsuki-san - Capítulo 4

Hola Yurifans,


Deben haber notado que hice unos pequeños cambios al Baúl, es que al bebé ya le hacía falta un cambio de ropita, pero no sólo son cambios visuales; espero que ahora pasear por acá sea más fácil y entretenido...espero. Aunque aún hay muchos cambios que me gustaría hacer. Nota: Tranquila Arena, no estoy moribunda XD


Además, para los que se quejan de que tengo un problema serio con el azul cof cof Kit cof cof, acá a la derecha puse un artilugio para cambiarle el color al fondo. Los colores que elegí no son exactamente los que indican los botones (larga historia) la cosa es que pueden jugar un poco y no matarán su vista en el proceso... bueno, si eligen blanco a las 2 am no garantizo nada eh.


En fin, es martes así que con ustedes más de...

SHIZURU-SAN & NATSUKI-SAN
Autor: HauR
Capítulo 4.

El día que Sayuri nació supe que mi vida daría un giro de ciento ochenta grados, puesto que siendo aún una niña me convertiría en una mujer, en una madre para ser exactos. Se dice que cuando un niño nace, representa la alegría y la bonanza para el hogar. Cierto es que el alumbramiento es un acto milagroso, pero si es o no una bendición es algo que aún me desconcierta. Mi niña tiene siete años, alguien me dijo una vez que el ser humano es feliz hasta los cinco años, porque es hasta esta edad cuando comienza a darse cuenta de lo que le rodea. Me pregunto si Sayuri es feliz, si ya se habrá dado cuenta de los pormenores de su alumbramiento, si conoce la historia de los Fujino, el paradero de su padre, el abandono de mi familia; en fin, tantas cosas que me gustaría conversarle pero que dudo que pueda entender. Al menos a esta edad, no creo que tenga la madurez suficiente para ello, tampoco yo creo poder hacerlo.

Lo único que puedo hacer es tratar de darle todo aquello que no tuve, darle incluso, el amor materno que me fue negado. A veces me pregunto si lo estaré haciendo bien, si podré seguir adelante, sería tan fácil bajar los brazos un día y darme por vencida, si tan sólo ella no estuviera...

- "¿Quién demonios era ese tipo?" - Cuando Mai-san habla con Natsuki, se escucha claramente desde mi lugar.
- "Yamada"
- "¿Y quién demonios es él? ¿No me digas que te gustan los viejitos?"
- "No digas sandeces, me vendió una moto de segunda mano"
- "¿Una moto? ¿Le compraste una moto? ¿Te volviste loca?"
- "No puedo darme el lujo de tener más retardos..."

La amistad que Mai-san tiene con Kuga es bastante peculiar, de no ser porque he tenido la oportunidad de conocerlas, diría que hay algo entre ese par. Afortunadamente para mí no lo hay, de esa manera, seducir a Tokiha fue mucho más sencillo de lo que pensé, aunque Kuga se está convirtiendo en una pesadilla. Es más difícil y complicada de lo que acostumbro, una verdadera pérdida de tiempo, además no me tiene el más mínimo respeto. Un día de estos le demostraré quién manda aquí, lo juro.

- "Fujino-san, ¿puedo pasar?"
- "Adelante Kikukawa-san"
- "Perdón, sé que está muy ocupada" - Para nada.
- "¿Qué se te ofrece?"
- "Es por el cumpleaños de Haruka-chan, quiero decir, Suzushiro-shachou" -Conmigo no tienes por qué fingir, pero bueno.
- "¿Le estás organizando una fiesta a Suzushiro?"
- "Sí, me gustaría mucho que asistiera Fujino-san, la reunión será este viernes en mi casa"
- "Ara, cuenta con mi colaboración pero no creo que pueda asistir, tengo una junta en el colegio de Sayuri-chan"
- "Será una pena si no asiste Fujino-san, tengo entendido que son muy buenas amigas"
- "Por lo mismo, sé que Suzushiro entenderá"
- "Con su permiso entonces Fujino-san"

Kikukawa Yukino, es la mano derecha de Suzushiro en la empresa, es su secretaria personal pero más que eso, es su novia de hace muchos años. Según sé, la empresa pertenece a unos familiares de Haruka quienes le ofrecieron la presidencia hace ya varios años, aquí conoció a Yukino y desde entonces, se encuentran en una relación sentimental. Los pormenores los ignoro, Suzushiro no es del tipo que hable mucho de su vida personal, mucho menos si de Yukino se trata, la cuida mucho y no quiere que se sepa lo suyo. Estoy segura que nadie lo sabe, son muy discretas.

- "Fujino-buchou, ¿puedo pasar?" - Tokiha...
- "Adelante Tokiha-san" - ¿Qué querrá?
- "Supe que no piensa asistir a la fiesta del viernes" - Que rápido se supo.
- "Para la próxima será" - Le indiqué que se sentara.
- "Sería una lástima no contar con su presencia, sobre todo..." - Susurrante sugirió - "Porque Mikoto no regresará hasta la otra semana" - Ya salió el peine.
- "Lo lamento Tokiha-san, pero el compromiso que tengo es ineludible" - Me levanté y cerré las persianas de mi ventana para que nadie de afuera pudiera vernos.
- "¿Y no habrá, alguna forma para convencerle?"
- "Podría ser si Mai-san lo intentara..."

Tokiha se levantó de su asiento y se desabrochó la blusa, mientras lo hacía, me levanté de mi sillón y me dirigí hasta donde se encontraba. Con fuerza, la empujé a la pared en donde la mantuve aparragada, ella se aferró a mis labios, mientras con mi mano libre recorría la piel que encontraba bajo su falda. El uniforme de Searrs consistía en una blusa blanca de algodón y dependiendo de la época del año, las empleadas usaban falda o pantalón de vestir. Es una fortuna que estemos en verano, así mi trabajo se facilita.

Recorrí con mi lengua el área del cuello de Tokiha hasta llegar a sus pechos, lo sorprendente fue que al mirarlos me topé con una lencería muy fina de color vino, un sujetador que hacía juego con la pantaleta que llevaba puesta. En cuanto le vi la prenda, no pude menos que pensar en apropiármela, el castigo por venir a mal inquietarme en horario de oficina, tendría su precio. Deliberadamente, de forma lenta y tortuosa, formé un camino con mis dedos que iba desde el muslo de Mai-san hasta su entrepierna.

- "Shizuru-san..."
- "Tokiha está muy mojada" - Le susurré al oído mientras continuaba frotando el centro de sus labios.
- "Es... el calor..."
- "¿En serio?"

Para probar mi punto me bajé al nivel de sus caderas, en donde sin siquiera tomarme la molestia de quitarle la prenda íntima, comencé a estimularla con la lengua. Tokiha se llevó la mano a la boca para no gritar, yo sabía bien que cuando está excitada suele gritar muy fuerte, sería divertido que se le escapara un grito o dos y que sus compañeras la escucharan gemir de placer. Mi subordinada hizo un esfuerzo heroico al aguantarse la agitación, aunque su respiración entrecortada me indicaba que estaba cerca. Pero como yo quería esa prenda a como diera lugar, decidí usar una última técnica que con ella jamás fallaba.

- "¡Shizuru-san!"
- "¿Qué pasa, no te gusta?"
- "Ahí no... es sucio"
- "¿Ara, acaso no te diste un baño esta mañana?"
- "Sabes que no es..."
- "O acaso estar con Minagi-san te ha vuelto reprimida"
- "Ahh.. no" - A punto estuve de reírme, pero me aguanté.
- "Ambas sabemos que te gusta por ambos lados"

Tokiha no contestó, simplemente no aguantó el ritmo y se vino gritando mi nombre, cayó de rodillas completamente avergonzada, pero satisfecha. Antes de que ella reaccionara, me apropié de su pantaleta para poder examinar la prenda con mayor detenimiento. No se parecía a nada que yo hubiera visto antes, la etiqueta tenía unos caracteres chinos pero no conocía al diseñador, aunque la prenda estaba hecha de un material muy fino, confeccionada con un diseño muy sugerente.

- "Ah... Shizuru-san... esto..."
- "Es mío"
- "¡Pero no puedo estar sin ropa interior todo el día!" - ¿Vieron que rápido reaccionó?
- "Ara, ¿acaso Tokiha-san no quiere que yo vaya el viernes?"
- "Pero..." - Ya estás.
- "Entonces la prenda se me queda"

Tokiha salió no muy convencida de mi oficina, pero la promesa de que yo pasara el viernes con ella fue suficiente para que dejara de quejarse. En cuanto se retiró, abrí la ventana que daba para fuera del edificio con la intención de que el aire fresco de la mañana se llevara las pruebas de mi hazaña. Antes de guardar en mi cajón la prenda realicé una última inspección de ella a la luz solar, al mismo tiempo que una persona sin modales entraba sin avisar.

- "Oi"
- "¡Kuga!" - ¿Qué no sabe que se debe tocar antes de entrar?
- "Firma... er, mis vacaciones" - Balbuceó mientras veía la pantaleta en mi poder.
- "Dame un segundo" - Guardé la prenda en mi cajón y le indiqué que me pasara su oficio.
- "No tenía idea de que Mai te hubiera regalado esa prenda" - Casi escupo el té que me había llevado a la boca.
- "No tenía idea de que Natsuki conociera la ropa íntima de Mai-san" - Firmé su oficio sin leerlo con tal de que saliera rápido de mi oficina.
- "Eso es porque yo se la di" - ¡Qué! Sabía que había algo entre esas dos.
- "¿Es normal que una amiga le compre a otra, lencería fina en estos días? - Dije tratando de hacerle enfadar.
- "¿Es normal que huela a marisco tu oficina, a las nueve de la mañana?"

No supe qué responderle, me quedé trabada del coraje, de la impotencia, mientras que Kuga se reía maliciosamente. Agarró su oficio, me dio las gracias y la muy vil salió tan fresca como cuando entró. A la distancia escuché que Kikukawa le decía lo de Haruka, al mismo tiempo que ella soltaba a decir una sarta de improperios, todos referentes a que no tiene dinero. Si no tiene dinero, ¿cómo demonios compró esa prenda, con qué razón y qué hay entre esas dos que yo ignoro?

A la hora de la salida, me retrasé por atender a uno de los clientes de la compañía, quien parecía estar en desacuerdo con el presupuesto que le habíamos dado. Esa llamada me tomó casi dos horas y al final dijo que lo pensaría, en cuanto colgó no pude estar más que aliviada de no tener que tratar más con él. Me llevé unos expedientes para revisar en la casa y cual sería mi sorpresa, que en el estacionamiento subterráneo, vería pasar a la enigmática Kuga, quien saludó al vigilante y entró a su oficina.

Tal acción me sorprendió, para empezar lo trató de una manera amigable, con cortesía, algo que pensé que Natsuki no poseía. Pasados unos diez minutos Kuga salió de la oficina con otra indumentaria. Tenía una ropa de cuero que se amoldaba a sus formas, ¡oh sí, Kuga tenía formas! Recogió su cabello y posó su hermoso cuerpo sobre una motocicleta de tipo deportiva. De no ser porque me apendejé viéndole su posterior le hubiese tomado una foto con mi celular. Se puso un casco, encendió el vehículo y en cuanto el motor arrancó, rechinó las llantas y se fue velozmente. La respuesta era clara, mujer soltera en motocicleta y con actitud rebelde. Natsuki es gay, me canso a que lo pruebo.

- "Sakomizu-han, ¿verdad?" - Le pregunté al hombre con el que conversaba Kuga.
- "¿En qué puedo servirle Fujino-buchou?"
- "¿Qué hacía Kuga-han en su oficina?"
- "Me prestó el baño para cambiarse de ropa" - Contestó nervioso el vigilante.
- "Se ve que tenía prisa"
- "Le dije que se fuera con cuidado, pero Kuga-san es muy desobediente"
- "Ya lo creo"
- "Parece que tenía una cita"
- "¿Una cita?"
- "Creo que iba a buscar a una amiga a Todai" - Seguro va donde la rubia simplona, pero dice que no tiene nada que ver con ella, sí como no.

Muy temprano por la mañana entré a saludar a Haruka-chan, me disculpé con ella por no poder asistir a su fiesta pero le aseguré que le recompensaría posteriormente. Después de todo, es gracias a Suzushiro que puedo respirar tranquila en estos momentos. Cuando las cosas se ponían peor para mí, Haruka me ofreció este trabajo para poder solventar los gastos de Sayuri, gracias a eso me pude sacudir de muchas cosas que venía arrastrando.

- "Olvídalo Fujino, además hoy no es mi cumpleaños"
- "Ara" - No tenía la menor idea.
- "La familia me organizó una fiesta mañana, por lo que Yukino decidió adelantarse para que me festejaran por el personal de la oficina"
- "Ya veo"
- "Sé que no es el momento para tratar estos asuntos pero..."
- "¿Qué pasa?"
- "Escuché el rumor de que tu ex está en la ciudad"
- "¿Lo dejaron salir?"
- "Sería bueno que te desaparecieras unos días"
- "¿Desaparecer? ¿Con qué excusa?"
- "Podríamos inventar que estás de vacaciones, llévate a Sayuri-chan unos días lejos de aquí mientras yo me encargo del resto"
- "¡Esos bastardos no se quedarán con Sayuri!"
- "Tranquila Fujino, yo me encargo de todo, tú sólo busca donde guarecerte por unos días"

Pero a dónde ir, en dónde podría ocultarme mientras el idiota de mi ex marido merodea por la ciudad. ¿Qué lugar existe en esta nación que un hombre como él desconozca? Los Fujino tienen nexos con todo el país, son una familia poderosa, inclusive mi madre sería capaz de vender información con tal de quedar bien con ellos, después de todo, no es la primera vez que me vende. La primera vez fue cuando me casaron con ese cerdo, a quien tuve el placer de meterle preso. No creo que nuestra reunión sea de lo más agradable, ahora que está libre.

- "¿Entonces te vas con tu mamá?" - Tokiha...
- "Sí, pasaré unos días en Fuuka a saludar a la familia" - Kuga. Claro, dijo venir de un lugar muy lejano.
- "No olvides traerme un presente"
- "Olvídalo, no te vuelvo a dar nada, luego Fujino termina quedándoselo..."
- "Kuga-han, ¿podrías pasar a mi oficina?" - Me entrometí en su plática con una sola finalidad.
- "¡Qué remedio!"
- "Cierra la puerta con seguro cuando entres"
- "¿Qué pasa?" - Cuestionó malhumorada.
- "Revisé tu oficio de vacaciones"
- "¿Y?"
- "Según mis cálculos, ya no te quedan días libres"
- "¡No me he tomado las vacaciones del año pasado, claro que me quedan días libres!"
- "Ara, los días que no tomaste no los tomaste y punto" - Tú me ayudarás - "No son acumulables"
- "¿Desde cuándo?"
- "Desde que yo lo digo"
- "Eres..."
- "Ahora, estoy dispuesta a proporcionártelos, con una condición"
- "¡No te voy a regalar mi ropa interior!" - Ara.
- "No me interesa tu ropa interior" - Aunque pudo ser una buena idea.
- "¿Qué quieres entonces?"
- "Que me lleves contigo"

Natsuki protestó, insultó, me llamó de mil y una formas, pero cuando le propuse el trato de que yo pagaría todos los gastos de transporte, dejó de quejarse. Llegamos a un acuerdo, ella me llevaría a Fuuka con la condición de que nadie más supiera que estaríamos juntas. A mí tampoco me convenía que se supiera con quién me iba, después de todo, se supone que la finalidad del viaje era precisamente la de ocultarme. Por otro lado, conocer a la familia de Kuga sería el pretexto perfecto para tener las herramientas suficientes para hacerle la vida imposible.

Esa tarde asistí a la junta en el colegio de Sayuri, ahí pedí un permiso especial para que Sayuri se ausentara, alegando que tenía asuntos importantes qué arreglar en los siguientes días. A base de engaños, le dije a mi hija que viajaríamos a Fuuka para atender unos negocios de suma importancia que tenía ahí. Le expliqué que pasaríamos unos días en casa de Kuga, así que mientras estuviéramos ahí, tendría que comportarse bien con la familia de ella.

Partimos muy temprano por la mañana del día siguiente rumbo al aeropuerto de Narita, tomaríamos el primer vuelo a Sapporo y de ahí Kuga nos llevaría hasta su ciudad natal. Después de haber esperado unos buenos veinte minutos, pensé que ella nos había visto la cara, poco después llegó al aeropuerto corriendo. Así inició nuestra odisea rumbo al famoso e inhóspito Hokkaido, cuna de Natsuki y quizás, la razón de la naturaleza fría de mi subordinada.

Después de casi dos horas de viaje Natsuki nos guió por el circuito de la isla hasta llegar a su hogar. Kuga me comentó que le había dicho a su familia que viajaría conmigo a casa, aunque ignoro los pormenores de su historia. Le dije que no tenía por qué preocuparse por hospedarme, puesto que nunca fue mi intención importunar a su familia, sin embargo los Kuga parecen haber planeado algo diferente. En cuanto llegamos a Fuuka, la mamá de Natsuki se encontraba esperándonos, Saeko-san era su nombre y era la viva imagen de Natsuki.

- "¡Natsuki por aquí!" - Aunque quizás el parecido sólo sea físico - "Tú debes ser Fujino-san, gusto en conocerte, mi nombre es Saeko" - Buenos modales, tal vez el lado amargo de Natsuki venga del padre.
- "Encantada de conocerle Kuga-han" - Saludé con cortesía y le indiqué a Sayuri que hiciera lo mismo.
- "No, no, sólo Saeko; Kuga sólo es Natsuki" - Sonriente complementó - "Yo me separé del rufián de su padre hace muchos años"
- "¡Mamá no le des detalles de tu vida a Fujino!" - Protestó la hija.
- "Va a estar aquí los siguientes días, se hospedará contigo en el hotel de tu padre ya lo habíamos discutido..."
- "¿Cómo que nos hospedaremos?" - Reclamó ofendida - "¿No voy a quedarme en la casa?"
- "Nuestra casa es muy pequeña, además no puedes dejar sola a tu invitada"
- "Pero mamá..." - Ara, interesante interacción.
- "Perdón, no quise ser una molestia, Natsuki no tiene por qué sacrificarse por mí" - Kuga me lanzó una mirada asesina mientras que su madre reafirmó su decisión inicial ante mi petición.
- "¡Cómo crees que dejaría que una mujer tan bella como tú se encuentre a solas con ese viejo raboverde que es el padre de Natsuki!"
- "¡Oh, apuesto a que se llevarían muy bien!" - Dijo con cinismo la hija.
- "Natsuki, es una orden"
- "¡Mamá!"
- "Llévala al Goryokaku, hospédala, preséntale los saludos a tu padre, dale un paseo y regresen a la hora de la comida" - Sabe mandar la señora.
- "Como quieras" - Masculló Natsuki - "Vamos Fujino, el hotel queda por aquí"

Avanzamos unas cuantas cuadras y llegamos al hotel del papá de Natsuki, el famoso Goryokaku, el cual tenía en la inscripción unos signos muy extraños. El lugar no era nada del otro mundo, un hotel de diseño occidental el cual data de la era Meiji. Al llegar Natsuki gritó a los cuatro vientos, 'estoy en casa', un hombre fornido, alto y de ojos de un verde más oscuro que el de los de Natsuki le respondió 'bienvenida a casa'.

- "Kuga Hiroyuki a sus órdenes" - El padre de Natsuki la ignoró y se fue directo hacia mí.
- "Ara"
- "¡Oi, al menos ten la sutileza de verle a los ojos cuando le hables!"
- "Tú debes ser Fujino-san, la jefa de mi Natsuki, es un placer tenerte con nosotros"
- "El placer es mío, disculpe la intrusión"
- "¿Cómo demonios se sabe que Fujino es mi jefa?"
- "Lo escuché de Nina-chan"
- "Esa estúpida lagartija"
- "Disculpa Fujino-san, esta niña es..." - Preguntó intrigado el papá de Natsuki.
- "Es mi hija"
- "Oh... ¿Es usted casada?" - Preguntó frustrado el coqueto padre.
- "Divorciada"
- "¡Pero qué coincidencia! ¡Yo también me separé de la mamá de Natsuki hace muchos años!" - Me pregunto por qué - "¿Hace cuanto que...?"
- "¡Ya basta!" - Le interrumpió Natsuki, dándole un buen golpe en la nuca - "Para empezar tú no te separaste, mamá te mandó a la goma y segundo, deja de fastidiar a Fujino"
- "Es que nunca vienes y menos con visitas..." - Inició un puchero muy infantil Hiroyuki-san, quien por ratos me recuerda a Natsuki.
- "Fujino está cansada, danos cuartos separados, ahora"
- "Tendrás que dormir con ella"
- "¡Qué!" - Ara, no suena mal - "¿No hay cuartos?"
"Es temporada de turistas, tú no avisaste con tiempo que venías"
- "¡No puedes hacerme esto!"
- "Si quieres yo duermo con ella y tú con Oshima-san" - Sugirió un nada tonto padre.
- "¿Quién rayos es Oshima-san? ¡De ninguna manera vas a dormir con Fujino!"
- "Ara, Natsuki se está peleando con su padre para dormir conmigo"
- "¡FUJINO!" - Exclamó enrojecida del coraje y la vergüenza Kuga.

En cuanto Hiroyuki nos mostró nuestra habitación, no se tardó mucho en indicarme que su cuarto estaba del otro lado del pasillo, Natsuki le cerró la puerta en la cara en cuanto escuchó esto. Mientras yo guardaba mis cosas y las de Sayuri, Kuga comenzó a merodear la habitación de un lado a otro, alegando que su padre tenía el mal hábito de espiar a los huéspedes, así que estaba buscando algún agujero o cámara, en caso de que los hubiera.

En cuanto se aseguró de que no hubiera ningún indicio de que pudiesen espiarnos, Kuga me invitó a dar un paseo por su ciudad. Al salir, nos despedimos de Kuga padre quien se encontraba en la recepción con un muchacho rubio, me imagino que era su ayudante, les sonreí y ambos quedaron encantados. Natsuki gruñó cuando salió y amenazó a ambos con meterse al cuarto mientras no estuviéramos en él.

- "No comprendo por qué Natsuki no vive con sus padres, se ven buenas personas"
- "¿Hablas en serio?"
- "Si yo fuera ella estaría en Fuuka, en vez de estar todo el tiempo con las Minagi"
- "Hemos llegado"

Kuga ignoró mi comentario, nos llevó a un mirador no muy lejos del Goryokaku, en donde podías tener una vista panorámica de la isla. Kuga dijo que de noche se ve mucho mejor, ya que las luces de la ciudad pueden distinguirse desde aquí. La brisa marina era refrescante, ayudaba a aligerar el cálido clima que Fuuka tenía, Natsuki aseguró que en las noches la temperatura suele bajar y que en invierno las temperaturas bajan de los cero grados.

Cuando consideró que era una hora pertinente, Natsuki nos llevó a casa de su mamá, pidió un taxi y llegamos al hogar de Saeko-san. La casa de mi suegra tenía también un estilo occidental, aunque con decoraciones orientales que sugerían un ambiente más chino que japonés. A la entrada, volvió a saludarnos y nos pasó a la mesa en donde conocí al resto de la familia.

- "Fujino-san, ¿puedo llamarte Shizuru?" - Preguntó con más confianza Saeko-san - "Es que no acostumbramos ser tan formales normalmente..." - Me he dado cuenta.
- "Por supuesto Saeko-san"
- "Sólo Saeko, ven, te presento a mi hija menor Nina y este hombre a mi lado es Masakazu"
- "Gusto en conocerles" - Saludé - "Esta es mi hija Sayuri"
- "¡Oh Natsuki-kun, has traído a una mujer bellísima!" - Comentó Masakazu-san, a quien Saeko le dio un codazo - "Pero es bonita..."
- "Es una suerte que no hayas traído a Mai-san" - Comentó Nina-chan - "Sabes que no le agrada a mamá"
- "¡Es una mujerzuela!" - Sentenció Saeko - "¿Sigues con ella? No te conviene"
- "Mamá, Mai es mi amiga, ¿cómo demonios te hago entender..." - No dejaron terminar a Kuga-san.
- "Si quieres ser lesbiana adelante, pero esas chicas de Tokio son de lo peor, no tienen clase" - Esto sí que es interesante - "Es una suerte que Shizuru no sea de Kanto, ¿me equivoco?"
- "Ara" - Es una suerte que no me conozca - "No, nací en Kioto"
- "¡Una dama refinada de Kioto! ¿Oíste hija? A ver si le aprendes algo a esta gran mujer"
- "¡Oh madre, no sabes lo que dices!" - Entonó en tono melodramático Kuga.

Durante la comida pude enterarme de que Nina-chan es hija de Masakazu-san, en segundas nupcias con Saeko. Wong Masakazu es un comerciante de ascendencia china quien lleva muchos años viviendo en Fuuka, aunque sus negocios se encuentran mayormente fuera de Japón. Así me enteré que la lencería fina que Kuga le compró a Mai-san fue obra del padrastro, quien posee una cadena de lencerías en China.

Saeko se disculpó por no poder alojarme en su casa, pero dijo que los abuelos de Nina vendrían de visita también y el hotel era demasiado húmedo para ellos. Al inicio no entendí o no le presté atención a lo que me estaba diciendo, pero cuando Hiroyuki llegó a comer comprendí perfectamente. El papá de Natsuki saludó, entró y se sentó a comer como uno más de la casa. Todos departían como una gran familia, el marido, el ex marido, las hijas... El rostro de Natsuki era único, así que me imagino que esta es la razón por la que Natsuki huyó de Fuuka.

- "¿Cómo va el negocio Kuga?" - Preguntó el marido al ex marido.
- "Súper, el hotel está pletórico no cabe ni un alfiler" - Respondió con orgullo el ex marido.
- "Eso es porque están fumigando la mitad de él" - Mamá Saeko al ataque.
- "¡Qué mala eres Saeko!" - Reclamó Hiroyuki.
- "¿Dónde dejaste a Oshima?" - Preguntó la ex esposa.
- "Está pagándoles a los de la fumigación, le dije que llegaría más tarde"
- "No me vayas a poner de pretexto de nuevo, no soy tu tapadera" - Amenazó la matriarca.
- "No sé de qué me hablas..."
- "¡Oh sí que lo sabes!"
- "¡Mamá podemos comer en paz, hay visitas!" - Interrumpió la discusión Natsuki, quien estaba a punto de aventar el ramen sobre sus padres.
- "Sí Saeko, Fujino-san va a enterarse de que tú provienes de Kanto" -Argumentó Kuga padre.
- "¡Hiroyuki!" - Amenazó con furia la ex, mientras Nina y Natsuki se revolcaban de la risa.

En cuanto terminamos de comer, Saeko le ordenó a Natsuki que fuera a buscar a los abuelos, quienes venían de un viaje a China. Saeko me preguntó si quería acompañar a Natsuki a buscarlos, mientras que ella cuidaría de Sayuri-chan en lo que volvíamos. Sayuri no tuvo ningún problema con quedarse a solas con Saeko así que emprendí el viaje en la camioneta de la familia para recoger a los abuelos a la terminal. En el camino Natsuki comenzó a explicarme parte de la historia familiar.

- "Los abuelos en realidad no son mis abuelos" - Explicó mientras manejaba - "El abuelo sí pero la abuela no"
- "No comprendo"
- "El abuelo Kuga, lo es por parte de mi padre; mientras que la abuela es la mamá de Wong-san" - Hizo un alto en el semáforo - "Los papás de mamá murieron en un accidente, ella quedó a cargo de los Kuga quienes la comprometieron con su primogénito"
- "Eso explica por qué se llevan aún divorciados"
- "Eso explica por qué se divorciaron, vivieron juntos demasiado tiempo" -Natsuki prosiguió - "Luego conoció en unas vacaciones a Wong-san y se casó con él"
- "Wong-san parece ser una buena persona" - Un hombre de estatura pequeña, de pelo lacio y ojos negros y rasgados - "Se lleva bien con tu padre"
- "Eso es porque la mamá de Wong-san es la novia de mi abuelo Haruo"
- "Ara"
- "Wong Rei es la propietaria de la fábrica de lencerías, aunque ya casi no se mete en el negocio" - Qué relajo se tienen aquí - "Actualmente está retirada y viaja con el abuelo a todas partes"
- "Tienes una familia muy peculiar" - Pero al menos la tienes.
- "Espera a que los conozcas a todos, el rubio del hotel también es mi primo, Tate Yuuichi"
- "Todavía no me has dicho a qué se dedica tu mamá" - Pregunté mientras nos bajábamos del vehículo.
- "Mamá está retirada, era directora de Fuuka Gakuen" - Una maestra - "Actualmente tiene un negocio de lencería en la ciudad" - Habrá que visitarlo antes de irme.

Finalmente el autobús de los abuelos arribó a la estación, dos señores septuagenarios se bajaron entre risas y juegos con un camión lleno de gente de la misma edad. Todos se repartían sus números en papel y se abrazaban felices por haber retornado a su hogar. En cuanto vieron a Natsuki se acercaron a llenarla de abrazos y besos, la nieta no se arrebató pero ganas no le faltaron. La abuela Wong era una mujer de corta estatura, cuyo cabello se encontraba teñido de negro azabache; mientras que el abuelo Kuga, era un hombre de cabello gris, ojos verdes y tenía el mismo tipo de Hiroyuki-san.

- "¿Quién es esta señorita?" - Preguntó la abuela viéndome de arriba a abajo.
- "Fujino Shizuru, vino conmigo desde Tokio" - Respondió formalmente Natsuki.
- "¡Ah, la jefa de Natsuki!" - Pero si estos se cuentan todo, bien decía Kuga cuando en su pueblo todos saben de todos - "Pero qué linda eres, dime cariño, ¿no te gustaría posar para mí?"
- "¡Abuela!" - Gritó ruborizada Natsuki - "Viene de paseo no a posar para tu revista"
- "¿Revista?" - Pregunté desconcertada.
- "¡Es el mejor catálogo de toda Asia!" - Contestó ufana la abuela - "Mi lencería se vendería como pan caliente si una mujer como tú modelara mis diseños"
- "No tenía idea de que usted diseñara la lencería"
- "Pero por supuesto, ¿conoces mi trabajo?" - ¡Oh, sí!
- "¿Puedo llamarle sensei?" - En cuanto dije esto último Natsuki aporreó la mano con brusquedad en su frente, mientras el abuelo se hacía al mismo.

La abuela prometió enseñarme el catálogo de su más reciente colección, la dejamos en casa de Saeko, recogí a mi hija y quedamos en que mañana viajaríamos a un onsen cercano al lago Toya, para conocernos mejor. Saeko nos dejó el auto para que pasáramos por todos a primera hora del día de mañana, nos despedimos y regresamos al hotel. A la entrada, conocimos a la nueva mujer del papá de Natsuki, Oshima-san, quien se veía como diez años menor que él. Entramos al cuarto y no fue sino hasta ese momento cuando me percaté de que sólo había una cama. Sin hacer mayor comentario, Natsuki sacó un futon del armario y lo extendió para acostarse.

- "Yo puedo dormir ahí si lo prefieres" - Intenté inútilmente de convencer a Kuga.
- "Duerme en la cama con tu hija, yo estoy bien"
- "Podrías dormir con nosotras" - Sugerí con el tono de voz más inocente que tenía.
- "Buenas noches Fujino" - Se dio la vuelta y comenzó a roncar.
- "Parece que está cansada por el viaje" - Le comenté a Sayuri, quien se preparaba para dormir también - "¿Cómo te trataron los Kuga?"
- "Saeko-mamá me preparó un baño y me lavó el cabello" - ¿Saeko-mamá?
- "¿Sólo eso?"
- "Hizo muchas preguntas"
- "Como cuales" - Alenté a Sayuri a que me siguiera contando mientras le trenzaba el cabello.
- "Quiere saber si vivimos con Natsuki" - Ara - "Preguntó si Natsuki sigue frecuentando mucho a la mujer corriente" - Refiriéndose a Mai-san me imagino.
- "¿Qué le contestaste?"
- "Le dije que Natsuki siempre está con Reiko, vive sola y toma mucho" - A Natsuki no le va a gustar mucho esto - "Le hablé de la gaijin, ¿hice bien?" - No tenía idea de que Sayuri fuera tan comunicativa, deberé tener más cuidado de ahora en adelante.
- "Trata de no dar tanta información Sayuri, recuerda que somos invitadas, no queremos que hayan conflictos entre la familia"
- "De acuerdo" - Asintió - "¿Cuándo vamos a donde la abuela, mamá?" - Ara.
- "Tu abuela se fue de la ciudad porque tu tía está esperando un hijo"
- "¿Voy a tener primos?" - Preguntó emocionada.
- "Sí" - Respondí lacónica.

En cuanto terminé con mi labor, le indiqué a Sayuri que era tiempo de dormir, pasados diez minutos ella se encontraba ya soñando, mientras que a mí no me ganaba el sueño. Tenía tantas cosas que pensar, todo este asunto de venir prácticamente huyendo de Tokio, obligar a Kuga a darme asilo a sabiendas de que no soy de su total agrado. El envidiar el que ella posea una familia tan grande como la que nunca voy a tener, envidiar su libertad, su autonomía, su soberbia incluso.

Kuga tenía lo suyo, yo quizás parezca ser mucho más feliz que ella pero eso sólo es en apariencia, mi vida es un verdadero infierno. La brisa marina entraba por la ventana, así que decidí que si el sueño no me llegaba, no me haría nada mal dar un corto paseo por el hotel. Una vez afuera de mi habitación, merodeé los alrededores hasta encontrar un lugar en donde se podía ver la bahía perfectamente. La luna brillaba junto con las estrellas, haciendo la vista simplemente encantadora, en Tokio simplemente no me daba el tiempo para contemplar el cielo, quizás porque las luces de los edificios opacaban la belleza natural de la ciudad.

- "Fujino-san" - Pensé que me encontraba sola - "No se asuste, veo que tampoco puede dormir"
- "Pensé en disfrutar el panorama que se observa desde el hotel"
- "Yo creí que huía de los ronquidos de mi Natsuki" - Nos reímos al unísono - "Verá, es la primera vez en muchos años que mi hija vuelve a casa"
- "No tenía idea"
- "Desde que entró a la universidad, Natsuki nos puso muchos pretextos para regresar, venía en ciertas ocasiones pero un día dejó de hacerlo" - Kuga-san prosiguió - "Como usted entenderá, para un padre el tener lejos a su hijo es una verdadera pena, aunque si este es feliz lo demás no importa" - Ya sé para dónde va esto - "Señorita Fujino ¿Usted cree que mi Natsuki, sea feliz?"

Nada dijimos después de eso, esa pregunta me la hago todos los días cuando me levanto y veo a Sayuri-chan durmiendo a mi lado. La incógnita siempre es la misma, ¿Sayuri será feliz? ¿Le faltará algo en su vida para serlo? Y de haberlo, ¿qué será lo que se necesita para que mi hija recupere la risa que yo también perdí, el día en que mamá murió?

Continuará...
____________________
N/A: Estuve tentada a advertir al inicio del capítulo los dos puntos más importantes que acontecieron en él, el primero fue que cambiamos al punto de vista de Shizuru y el segundo, el ShizMai. Debo confesar que fue tan sucio que hasta yo me sorprendí... En realidad no, pero esa es la razón por la que no acostumbro a realizar lemon en las historias, fue corto por la sencilla razón que la idea de emparejar a Shizuru con Mai a mí tampoco me agrada mucho, pero seamos realistas. ¿Alguien de verdad cree que dos mujeres encerradas en una oficina y que presuntamente se encuentran en una relación sentimental, se la pasan agarradas de la mano e intercambiando palabras de amor? Por favor, en una oficina se hace de todo, lo que yo relaté no es algo que se me ocurrió de la nada, créanme.

Onsen: baños termales.
Futon: colchón japonés.
Shachou: Presidente.
Buchou: Jefe.

4 comentarios:

  1. Me gusto, la vdd. Ahora sabemos muxo mas de la vida de Shizuru, aunke kiero saber mas jejejeje. Gracias HauR por tu gran trabajo ^^

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  2. 0.o... ohh!!! fascinante jeje la verdad cambia mucho la historia si lo vemos desde el punto de vista de Shizuru... no me imaginaba que su vida fuera tan complicada... jajajaja y que onda con la familia de Natsuki... jajaja si la mía fuera así creo que me divertiría mucho [¬¬ ademas de que se me haria super raro]

    Grax HauRu espero el prox capitulo

    KuroUsagi

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  3. BUNO ME HA GUSTADO PERO TENGO QUE ADMITIR QUE EMPAREJAR A ShizMai NO ME GUSTA MUCHO XD... PERO SI ME GUSTA lemon en las historias PUES LO HACE MAS REAL Y POR SUPUESTO MAS INTERESANTE XD

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  4. Tampoco me gusta mucho la pareja ShizMai, para mí siempre mi favorita será ShizNAt. HauR hace un gran trabajo dejandonos a la espectativa de cuándo se concretará la relación ShizNAt, me encanta.

    Esté capítulo es especial ya que vimos el lado de Shizuru, que aunque sea muy triste, por así decirlo aún pienso que está mal que le vea la cara a Mikoto, nadie puede ser tan condenadamente ciega, cierto?. A menos que se le aplique el dicho "no hay peor ciego que el que no quiere ver".

    Gracias HauR, ojala pronto publiques continuacón.

    Saludos...

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