Shizuru-san & Natsuki-san - Capítulo 2

Hola Yurifans,

Lamento no haber publicado el viernes, pero ¿adivinen? llegó mi madre de visita, así que pasé el día de aquí para allá. 

Hoy es martes de fanfictions, por eso continuamos con esta historia que por lo visto ha gustado mucho, me alegra eso. Dejo las notas de HauR sobre el capítulo, si se fijan en palabras en negritas dentro del texto, podrán encontrarlas en el mini-glosario que deja su autora al final. Recuerdo el fic es +16. Dicho esto, no les entretengo más.

A leer!

SHIZURU-SAN & NATSUKI-SAN

Autor: HauR

Capítulo 2.

La semana transcurrió como un suspiro, afortunadamente sin ningún incidente. ¿A qué incidente me refiero? Pues como por ejemplo, no he tenido que darme de caras con Fujino, porque juro que si llego a verle sus infernales ojos escarlata o escuchar su melosa voz o tener cerca de mí su presencia, juro que le romperé el hocico a golpes hasta que me lleven presa. Así de bien me cayó su bromita, como una patada en el hígado, como un insulto a mi digna persona. Es decir, me paso la vida lo más aislada posible, casi sin ningún contacto con algún ser humano, casi invisible, casi inexistente; hasta que un mal día, un par de sinvergüenzas irrumpen mi reinado de inviolable solitud.

No necesito decir que ni siquiera me he tomado la molestia de dirigirle la palabra a Mai, si bien nada más para lo indispensable. A pesar de que es difícil y muy aburrido para mí, he logrado sobrevivir una semana sin su afable compañía. Ella no creo que me extrañe mucho que digamos, después de todo, tiene a sus inseparables amigas con las que desquita la jornada laboral. Ni qué decir de la jefa, quien no parece disimular absolutamente sus intenciones ni por temor a que Mikoto se aparezca un buen día a corroborar si lo que le contaron fue cierto.

Pero volvamos a lo que nos compete, esta tarde salí del trabajo velozmente y al no tener agendado en mi vida nada más interesante que ver televisión, decidí no perder más tiempo y acudir a un Mc Donalds para pedir comida rápida para llevar. Cuando llegué al departamento me encontré con la agradable noticia de que el cuarto de a lado sería habitado, finalmente tendría vecinos, qué emoción. La puerta del cuarto se encontraba abierta y en el pasillo se encontraban un sinnúmero de cajas de mudanza. Saqué mis llaves del bolsillo del pantalón y me dispuse a entrar a mi calabozo para no tener que verme en la penosa situación de entablar conversación con algún desconocido. Para mi mala suerte, mi fantasía se cumplió, la vecina hizo acto de presencia y me saludó con una educación que me hizo pensar que era fuereña.

- "Buenas tardes, mi nombre es Alyssa soy tu nueva vecina"

- "Buenas tardes"

Sorprendida por el protocolo de mi nueva vecina, no supe qué contestar, se suponía que debía presentarme igual pero tuve mi momento estúpido y me le quedé viendo algo turbada. Alyssa era una muchacha de alrededor de unos dieciocho años, una rubia de ojos azules quien al verme dudar entre si salir corriendo de ahí o quedarme parada en lo que mi cerebro decidía poner a trabajar al cheto, estrechó mi mano y me pidió ayuda para movilizar unas cajas al interior de su departamento. Al reaccionar, le dije que saldría en cuanto acomodara mis cosas en mi casa.

- "Así que Kuga-san vive sola" - Comenzó a interrogar sobre mi vida mientras levantaba unas cajas del piso.

- "Mi familia vive en Fuuka"

- "¿Dónde está Fuuka?" - Preguntó con curiosidad.

- "Es una isla algo alejada de aquí"

- "¿No extrañas a tu familia?"

- "A veces, pero cuando recuerdo lo que es vivir con ellos se me quita la melancolía"

- "Comprendo, lo mismo pasa conmigo"

- "¿De dónde eres?"

- "¿Lo dices por mis rasgos? Soy japonesa aunque no lo creas, sólo que mi papá es un inglés"

- "Creciste en Japón"

- "Digamos que crecí en muchos lados, pero he decidido iniciar la universidad en Todai"

- "¿En qué facultad?" - Cuestioné, súbitamente esta niña había picado mi interés.

- "Pensaba estudiar algo como arte, pero por razones familiares apliqué para economía"

- "Ya veo" - Supongo que no tienes derecho a elegir tu futuro - "¿Vendrá tu mamá a vivir contigo próximamente?"

- "Kuga-san quiere saber si viviré sola o acompañada de algún amigo, ¿no es así?" - Cerca.

- "No, lo que pasa es que tengo la costumbre de poner mi música a todo volumen, no me gustaría tener problemas contigo"

- "Relájate Kuga-san, viviré sola" - Ah - "Te agradezco tu ayuda, ¿gustarías tomar una taza de té para que te refresques por el trabajo?"

- "Pensaba mejor entrar a comer mi hamburguesa" - La cual debe estar toda seca y fría.

- "¡Perdón Kuga-san! Se me olvidó por completo que venías del trabajo muerta de hambre"

- "No es para tanto, la calentaré en el micro" - Mi especialidad por cierto.

- "Deja que yo te recompense por haberme ayudado esta tarde"

- "No es necesario..."

- "Pero yo insisto, mañana hay una exhibición en la galería de Art Factory, yo invito" - ¿Galería? Suena como a una actividad cultural, no gracias.

- "Verás Alyssa-chan yo mañana..."

- "Kuga-san parece ser del tipo que no gusta salir de su casa pero te prometo que no será aburrido" - ¿Sacrificar mi único día libre para estar en la calle en vez de mirar la tele todo el día? - "Por favor, será divertido lo prometo"

- "A qué hora" - Ya qué, bien se me emplea por andar de buen samaritano.

- "Salgamos a las ocho de la mañana para llegar a Saitama sin tanto tráfico" - ¡Ocho de la madrugada!

- "Bien" - Excelente Kuga lo hiciste súper.

Muy temprano por la mañana, yo ya me encontraba lista, antes de las ocho Alyssa tocó a mi puerta y me indicó que saliéramos rumbo a la famosa galería. Para mi sorpresa, no nos dirigimos a la estación del tren sino al estacionamiento subterráneo del departamento. Ignoro cómo es que tenía permiso para conducir, si es que lo tenía, pero Alysa se detuvo ante un Nissan Murano que no se veía nada viejo si me lo preguntan. Lo abordamos y ahí iniciamos el viaje hasta el barrio de Saitama, en donde la famosa exposición de la galería de arte contemporáneo se estaba exhibiendo.

Antes de llegar a nuestro destino, Alyssa me invitó a desayunar en un hotel no muy lejos de donde vivimos. Me sugirió ordenar lo que se me antojara puesto que la comida iba por su cuenta, sólo pedí café y fruta, no tenía hambre y esto de sangrar a una puberta no se me hacía agradable. En cuanto terminamos Alyssa pagó con su tarjeta de crédito como si fuera lo más natural del mundo, algo me decía que esta niña no era nada pobre. Nos levantamos y seguimos nuestro camino rumbo a la dichosa galería. En cuanto llegamos, pidió hablar con el director del lugar y lo más curioso es que la trataron como si fuera alguien importante, el empleado le dijo que Soga-san (el director), no se encontraba pero si ella insistía le mandaban buscar a su casa. Alyssa argumentó que no era necesario, que lo único que quería era saludarlo e intercambiar algunas impresiones con él.

En este momento comencé a sentirme muy estúpida, una mujer menor que yo estaba llevándome de un lado a otro, pagando mis cuentas y ordenando por mí. Algo definitivamente no estaba bien, me pregunto si Alyssa será hija de un gángster. Quise preguntar pero Alyssa intuyó mis cuestionamientos y me tomó del brazo para llevarme al segundo piso de la galería.

- "Es una lástima que el director no se encontrara, pero al menos su suplente respondió mis dudas"

- "Venimos a este lugar para algo en especial, ¿no?"

- "Estoy buscando el trabajo de un artista de Kansai"

- "¿Un artista?"

- "Su nombre es Fujiyama Kozuke, es un pintor amateur pero muy talentoso"

- "¿Qué tiene en especial este sujeto?" - Como para que me hubieras levantado de mi calientita cama para venir hasta acá.

- "No lo sé, me gusta su trabajo, solía pintar unos hermosos paisajes de Kyoto hasta hace algunos años" - Hizo una pausa como buscando por qué corredor andar - "Papá me llevó a una galería hace muchos años ahí me presentó el trabajo de este artista, ambos gustamos de su trabajo y compramos la pintura" -Continuamos caminando - "Adorna la sala de nuestra casa en Osaka"

- "Eres de Kansai"

- "Ya te dije, he vivido en muchos lados" - ¿Por qué tanto misterio? - "En fin, el artista usa un nombre falso y nunca tuve la oportunidad de conocerlo, peor aún, dejó de pintar hace muchos años"

- "¿Estás buscando el paradero de ese sujeto?"

- "Algo por el estilo"

- "Tú sí que eres rara"

- "¡Hey!" - Dijo sonriendo y dándome un leve golpe en el hombro - "Deberías mirar su trabajo, estoy segura que te gustaría también" - Lo dudo, pero finalmente parece que encontramos lo que ella estaba buscando, puesto que se paró en seco y dejó de hablar - "Este es.."

Un óleo de una niña de cabello negro, ojos pardos y una sonrisa misteriosa. El nombre del artista era el mismo del que Alyssa era fan, el tal Fujiyama y el nombre del cuadro se titulaba 'La inocencia de Sayuri' En la pintura, la niña jugaba al pie de un árbol de cerezo, en donde los pétalos de la floración, caían juguetonamente sobre ella. Sayuri vestía una yukata de color violeta con un estampado de hojas de maple chino. Alyssa se alejó para hablar nuevamente con el empleado de la galería, al mismo tiempo que mi celular comenzó a sonar.

- "¿Aló?"

- "¡Natsuki qué bueno que contestaste!"

- "Mai..." - Qué huevos tienes para dirigirme la palabra.

- "Hay una fiesta en mi casa por la tarde" - Ajá - "Es de la oficina" - Tiemblo de la emoción - "Viene Fujino-san" - He aquí el meollo del asunto.

- "¿Qué tengo yo que ver en todo este embrollo?" - Sabes que detesto ver a los compañeros del trabajo fuera de la empresa.

- "No quiero que Mikoto sospeche... Ya sabes" - Ya sé, carajo odio mi vida.

- "Te dije que no participaría en esta canallada, no voy a mentirle a Mikoto"

- "No tienes que mentirle, sólo ven por favor"

- "Mai"

- "Por favor, por favor, por favor; ¿quieres que me arrodille para pedírtelo?"

- "¿Por qué no me avisaste antes?"

- "¿Será porque no me pelas?"

- "Perdón por la tardanza Kuga-san... ¿Estás ocupada?" - Finalmente Alyssa regresó, en muy mal momento por cierto.

- "¿Quién es ella?" - Preguntó con súbito interés la pelirroja - "¿Estás en una cita?"

- "¿Qué?" - Cuestioné atónita.

- "¡Kuga Natsuki salió del clóset!"

- "¿Te has vuelto loca? Yo no comparto tus mañas"

- "Por eso no quieres venir a mi casa, estás en una cita"

- "¿Cita? ¡Claro que no!"

- "¿Quién es, la conozco? Pásamela" - Coñooo.

- "Iré a tu casa en cuanto termine lo que estoy haciendo aquí y si le comentas algo a tus estúpidas amigas de la oficina, juro que gritaré a los cuatro vientos que la que se está follando a Fujino, eres tú"

- "Relájate Natsuki, sólo estoy jugando, te espero"

En cuanto Mai colgó me disculpé con Alyssa por tener que partir de nuestra divertida salida a la galería para tener que asistir a una más interesante reunión en casa de mi ex mejor amiga. Alyssa me dijo que si quería que ella me llevaba a casa de Mai, pero en cuanto me vino la imagen mental de la escena en cuestión, decliné enseguida su oferta. Si Mai me veía bajando del Murano con una rubia, no me iba a dar vida en lo que restaba del año, así que me despedí de Alyssa y ella dijo que me esperaba para tomar té en su casa en la noche. Le dije que sí para salir del paso y me dirigí a la salida más próxima del tren, rumbo a casa de la pelirroja.

Finalmente arribé a casa de las Minagi-Tokiha, en donde en la puerta me esperaba la misma Mikoto, quien en cuanto me vio me abrazó en evidente señal de camaradería. Seguida de Mikoto vino Reiko, quien me tomó de la mano y me pasó al interior de la casa, donde los invitados se encontraban departiendo. Saludé a unos y a otros los ignoré, no estaba de humor para fiestas y mucho menos para estar con ellos, no me agradaban y ellos lo sabían. Pasados cinco minutos no había indicio de la pelirroja ni de su amada jefa, así que aproveché el momento y me escabullí en la cocina para guarecerme de tener que departir con la muchedumbre. Encontré una botella de shochu y me dispuse a beberla en completa soledad, después de dos vasos rápidos de dulce néctar vital, Reiko irrumpió mi momento de esparcimiento al entrar de manera intempestiva a la habitación.

- "¡Ya no la aguanto!" - Gritó haciendo un berrinche, se parece mucho a Mai cuando está molesta.

- "¿A quién?" - Pregunté en tono fraternal, el alcohol hace salir mi lado humano.

- "¡Esa niña que se supone debo tratar bien!" - Vociferó girando la cabeza bruscamente hacia ambos lados, moviendo sus coletas al mismo tiempo - "¿Por qué tengo yo que ser amable con alguien que no conozco y que además es una perfecta idiota?" - Dímelo a mí.

- "Así es la vida, hija mía" - Sí, ya estaba borracha.

- "Aquí estás..." - Entró la pelirroja en escena - "¿Natsuki?" - Nooo, soy una alucinación - "¡Qué bueno que llegaste! Shi... Fujino-san está aquí" - ¿Y? ¿Acaso debo salir y rendir pleitesía a su alteza?

- "¿En serio?" - Denoté tanto interés que hasta Reiko se rió burlonamente.

- "¿No quieres conocer a la hija de Fujino-san?"

- "Ni siquiera se me apetece darme de bruces con la madre y quieres que socialice con la hija..."- ¿Dijo hija? - "¿Está casada?" - Pregunté incrédula.

- "Ven, le dará mucho gusto verte" - Más bien a ti.

Salimos de la cocina del brazo de Mai, Reiko arrastrada de un lado y yo del otro. En cuanto estuvimos con los demás invitados, los murmullos comenzaron a correr, aunque en este momento yo no sabía por qué. Mai nos llevó a ambas ante Fujino, presentó formalmente a su hija como Minagi Reiko, mientras que la otra madre hizo lo mismo con su vástago. La niña era igual a la de...

- "Sayuri" - Dije en medio de mi borrachera.

- "¿Ya se conocían?" - Preguntó incrédula Mai, los murmullos continuaron.

- "No, es decir, yo..."

No supe qué se apoderó de mí, en cuanto vi a esta niña sólo repetí el nombre de la pintura que había visto con Alyssa esta mañana. Sayuri era una niña blanca, cabello negro, ojos pardos; la representación física de la yamato nadeshiko, la belleza femenina japonesa. La diferencia quizás sería que la niña de la pintura parecía mayor, aparte de que su cabello era un poco más largo que el de la hija de Fujino.

- "Ara, Kuga-san parece conocer bien a mi Sayuri"

- "Gusto en conocerte, mi nombre es Kuga Natsuki, buenas tardes Fujino-san" -Contesté tratando de ignorar su comentario cargado con un doble sentido mordaz.

- "Mami no quiero estar entre la plebe, no me gusta" - Igual de odiosa que la madre.

- "Sayuri-chan, compórtate" - Regañó levemente a la malcriada - "Ve a jugar con Reiko-chan"

- "¡Pero mamá!" - Ambas niñas protestaron pero no pudieron hacer gran cosa para evitar la orden.

- "Fujino-san, Natsuki, reunámonos con los demás en la mesa"

- "Claro" - Respondió diplomáticamente la jefa.

En cuanto nos sentamos a la mesa no pasó desapercibido el cómo Mai nos sentó juntas, a sabiendas de que yo moría de ganas de lanzarle un puñetazo a Fujino. Claro, delante del gentío no me atrevería a hacer un ridículo como ese, pero esto no se iba a quedar así, Mai me las pagaría en cuanto pudiera desquitarme. Lo único bueno de todo esto era que efectivamente, Mikoto parecía verse más relajada desde que Fujino llegó y se sentó junto a mí. Es como si la mentira que le contaron de momento cobrara vida y me pregunto cómo es que funciona. No he hecho nada que parezca indicar que la jefa y yo tenemos una relación a escondidas, no nos hablamos, no nos conocemos, ni siquiera nos caemos bien. Aún así, la prole y Mikoto parecen convencidos, tan así que Harada no perdió tiempo para jorobarme.

- "Así que Kuga, cuéntanos ya"

- "¿Qué?" - Respondí con la voz más ronca y desagradable que tengo.

- "Ya sabes, lo que dicen por ahí"

- "¡Y qué dicen ahora!" - Exclamé furiosa, esto no me estaba gustando.

- "Anda no te hagas, todos lo sabemos"

- "¡Escucha Harada...!"

- "¿Quién quiere yagariko?" - Interrumpió muy a tiempo la pelirroja, antes de que cometiera mi primer acto de homicidio.

- "Tokiha-san es la esposa modelo" - Comentó Fujino para Mikoto, algo que no creo que le haya caído muy en gracia.

- "Hemos estado juntas desde hace diez años" - Respondió con unos ojos muy fríos la pareja.

- "¿Cuál es su secreto para haber durado tanto?"

- "Mai me dice todo" - No Mikoto, no todo - "Mai nunca me mentiría, tenemos una confianza muy grande entre las dos, ¿verdad?"

- "Cierto" - Respondió Mai aunque casi desparramando todas las papitas sobre Suzushiro-san.

- "Tengo entendido que eres divorciada" - Continuó Mikoto.

- "Esa es una historia muy antigua, no fue mucho después de que Sayuri naciera"

- "Debió ser difícil jefa" - Alegó la lamebotas de Harada.

- "He tenido algo de apoyo, ¿no es así Haruka-chan?"

- "No me llames así Fujino y sabes que tienes mi apoyo" - Respondió una incómoda Suzushiro.

- "No pareces ser el tipo de mujer que anda sola por la vida Fujino-san" - Cuestionó Mikoto ante una Mai al borde del infarto.

- "Ara, ¿te parece?" - Respondió con la expresión más inocente que tenía, hipócrita.

- "Perdón jefa, pero dicen que sales con alguien de la oficina" - Insistió Harada, Mikoto paró las orejas cual perro al acecho de su presa.

- "Me pregunto de dónde surgió el rumor" - Fue un segundo, un instante, pero Mai y Fujino se miraron al mismo tiempo para luego aterrizar sus ojos sobre mí -"¿Kuga-san ha escuchado el rumor?" - ¿Me está preguntando a mí la muy descarada?

- "Yo me dedico a trabajar Fujino-san, lo demás poco me importa" - Respondí con arrogancia e indiferencia.

- "Me alegro"

La conversación llevó otras connotaciones, pronto el tema original fue desviado y llevado hacia donde Fujino quería para finalmente ser olvidado. Si en algo era hábil esta mujer era en manejar a las masas a su antojo, todos se encontraban fascinados por contar con su grácil presencia, todos menos yo. Porque lo que nadie notó, lo que nadie supo es que mientras ella les mentía descaradamente, me tomó la mano y me la apretó. Ignoro si fue en señal de que no dijera nada o simplemente como agradecimiento por no echarla de cabeza, si fue lo uno o lo otro jamás lo sabré.

En cuanto pude librarme del gentío regresé a la cocina para comer más a gusto y seguir emborrachándome. Pronto ya no recordaba ni mi nombre y decidí informarle a Mai que volvía a casa a descansar, Mai me despidió en la puerta y me abrazó en agradecimiento por haber participado en su desliz matrimonial. Luego vino Mikoto a despedirme y casi me besa por haber confirmado que en efecto, no hay nada entre Mai y la jefa. Finalmente Reiko se abrazó de mi pierna y me pidió que la salvara de la insoportable Sayuri, le acaricié la cabeza y finalmente me despedí. Caminé tambaleándome entre las calles del vecindario de Mai, pretendía tomar un taxi pero como siempre en esta ciudad, nunca pasa uno cuando más lo necesitas. Resignada a caminar hasta la estación del metro, no noté que un modelo tipo SUV había aparcado junto a mí.

- "¿Necesitas un aventón?" - Una voz melosa se escuchó detrás del cristal del auto.

- "La actuación terminó Fujino, deja la amabilidad para cuando estemos en la oficina"

- "Es mi deber como tu superiora el asegurarme de tu bienestar, Kuga-san"

- "Eres mi jefa en Searrs, en la calle te puedo romper la madre si quiero"

- "No hables así, hay niños presentes" - Amenazó la jefa, quien con una seña me mostró a su hija durmiendo en la parte trasera del vehículo.

- "Perdón, me retiro"

- "¿Por qué no te agrado?" - ¿Cómo que por qué?

- "¿Te parece poco lo que estás haciendo con Mai?"

- "Mai-san es una mujer adulta, ambas lo somos, lo que no entiendo es en qué te afecta a ti"

- "Serás..." - Iba a insultarla pero me contuve, iba a golpearla pero no tenía ganas, simplemente me di la vuelta y vomité hasta lo que desayuné en la acera.

- "¡Kuga-san! ¿Estás bien?"

No recuerdo bien las cosas, sólo sé que sí acepté el ofrecimiento de Fujino para que me llevara a mi casa. Me parece haber escuchado las quejas de Sayuri sobre que olía a borracho y que me bajara, pero puede que lo haya soñado. Entre flashazos, me parece que Alyssa y Fujino me cargaron hasta mi cama y me dejaron descansar ahí. Cuando reaccioné eran las tres de la mañana, mis ropas habían sido cambiadas y alguien deliberadamente había dejado un agua mineral en el buró que se encontraba junto a mi cama. Lo primero que me pasó por la mente es, que si Fujino contaba mi odisea iba a ser el tema de conversación de todo el maldito edificio, sería la comidilla y tendría que vivir con ello al menos dos semanas. Lo segundo fueron las palabras de Fujino que repicaban en mi cabeza una y otra vez.

- "En qué te afecta a ti"

Continuará...

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N/A: No hay gran cosa que comentar, salvo quizás que me da la impresión de que es un capítulo algo tristón o tal vez sea mi idea. Este es el episodio clave de la historia, muchos detalles que parecen insignificantes o que abordé levemente, fueron expuestos en él. Alyssa, Sayuri y Shizuru; por si están pensando en un triángulo entre Shizuru, Natsuki y Alyssa de una vez sáquense la idea de la cabeza. Hasta que la inspiración vuelva, Ja ne!

shochu: Licor japonés más fuerte que el sake.

yamato nadeshiko: Literalmente Clavel rosa de Japón, así se les conoce a las mujeres tradicionales japonesas o dicho en mis palabras, la belleza típica japonesa.

yagariko: frituras japonesas de diversos sabores.

SUV: Sport Utility Vehicle o Vehículo Deportivo Utilitario. Autos todo terreno que en mi tierra les llamamos, 'camioneta de señora'.