miércoles, 10 de noviembre de 2010

El Fic sin Título - Cap XIX

Hola yurimaníacas.
No, no es una broma, aun falta para el día d elos inocentes. Solo puedo decirles que estuve en exámenes y fueron horribles (vamos, como todos los exámenes de todo el universo)
Pero aquí les traigo un nuevo cap de este fic, que para ser sincera, ya deseo terminar, pero hay un elemento faltante, mi escáner (si de verdad lo estoy odiando tanto) porque deseo hacer las ilustraciones respectivas al caso.
Como muestra de que estoy desesperada, el dibujo de abajo que se ve mucho mejor en papel (lo juro jajajajaja) pero por falta de escaner (mas cam de última) pues bueno jajajajaja.

Les dejo un beso.

Ali






Capítulo XIX: Sangre azul

Respiraba con dificultad. La verdad era que sentía mucho miedo, probablemente era como enfrentarse al mismo infierno. ¿Por qué hacía esto? Solo seguía órdenes. Cuando tomó ese trabajo, no pensó que algo así podría pasar.
- No me pagan lo suficiente como para esto – Pensó.

No podía cargar nuevamente su arma. Apretó los dientes y se aferró a esta, intentando, nuevamente controlar sus temblorosas manos y colocar la munición en el lugar correspondiente.

Sentía que las balas se le resbalaban de las manos, además de las gotas de sudor que resbalan por sus sienes.
- No puede ser, no puede ser, no pu…¡Bien!El arma estaba cargada. Apuntó y disparó, hasta vaciar sus municiones. Ni siquiera sabía si había dado en el blanco, pero como él, todos disparaban al mismo lugar, esperando acertar algún tiro y así acabar con todo.

La polvareda se disipó.
- No puede ser – lleno de incredulidad, veía como una chica con lo que parecía una lanza muy grande para ella, bajaba su arma y detrás de ella, una chica algo más pequeña, tenía dos objetos extraños en sus manos. Brillaban con tono amenazador.
Se levantó, como llevado por una fuerza invisible, que solo le decía que vaya a buscar refugio. Los estruendos en el aire, el sonido de las balas, el olor a sangre, esos eran los únicos signos del camino de muerte que había en el recinto, pues las pobres almas no tenían ni tiempo de gritar.

- Un herido – un pobre muchacho que seguramente, al igual que él, se preguntaba que diablos había salido mal, que era lo que sucedía. Lo arrastró hasta un pasillo extrañamente desierto y se escondieron detrás de un contenedor. Su rifle era inservible, así que tomó su pistola y la sostuvo contra su pecho.

- A-agh…
- Diablos…Silencio, muchacho – le tapó la boca, rogando por que no lo hayan escuchado.
Todo se puso extremadamente tranquilo y se le heló la sangre al escuchar unos pasos detrás de él. Cerró sus ojos, esperando lo inminente, pero nada sucedió. Miró tímidamente hacia un costado y al instante deseó nunca haberlo hecho. Esos ojos rojos terminaron por llevarse el poco de alma que aún tenía en el cuerpo. Volvió a temblar inconteniblemente. Era su fin…¿o no?

. . .

Definitivamente está era una opción mucho más lógica si deseaba ver a su familia de nuevo.
- Gracias – pronunciaron las dos chicas al unísono. Solo eran unas adolescentes, no más de dieciocho años, seguramente; y aún así, tanto poder, disminuía al más parado.
- Si, siguen por aquí, nadie podrá verlas en los bloques siguientes hasta llegar al siguiente piso. No conozco sus motivaciones, pero suerte – dijo sinceramente, sintiendo que realmente había hecho lo correcto. Era irónico que hace unos minutos, estuviera disparándoles – “Ellas solo se defendían” – pensó.
Se alejó con paso lento, pero firme y regresó junto al joven muchacho – Venga, vámonos de aquí – y se fue con aquel chico con una sana curiosidad por voltear a ver las desfallecida estructura del primer bloque, destruida, pero no lo hizo, solo se fue caminando, se alejó, jurándose a sí mismo olvidar y nunca volver a ese lugar.


Las dos chicas llegaron a la sala de arsenal. Se miraron con complicidad.

- ¿Crees que nuestros poderes van a desaparecer? – preguntó la morena.
- En definitiva, creo que si. Estos poderes son artificiales. Lo que teníamos antes iba mucho más allá que experimentos con sangre. Nunca un hombre podrá reproducir tal poder. ¿No lo crees? – la castaña volteó a mirar a Natsuki. Había pasado tanto tiempo desde que habían hablado tan tranquilas la una al lado de la otra. Tanto tiempo sin que Shizuru pudiera admirar la belleza de Natsuki, así, como lo hacía en ese momento, mientras detallaba lentamente el perfil de la morena bajo una tenue luz que se colaba por algunos escombros.
- Entonces – prosiguió Natsuki – deberíamos tomar algo de esto y esto – dijo tomando dos tipos distintos de granada – tal vez lo necesitemos más adelante, si el tiempo no resulta ser suficiente.

Shizuru asintió y tomó algunas para su propio uso, Natsuki se quedó con otras y prosiguieron por donde el guardia (del que tuvieron misericordia) les había indicado.

Podían ver los siguiente bloques o bien vacíos, o bien con muy pocos guardias que se dirigían al primer bloque donde ellas habían causado destrozos. En definitiva las estaban buscando. Ese túnel solo les daba una pequeña ventaja y debían aprovecharla, antes que se dieran cuenta que ellas estaban ahí.
Natsuki solo tenía un objetivo en ese momento y era llegar hasta el presidente de farmacias Iwasaka. El último proyecto de su madre, esperaba por ella en los pisos superiores y ¿Por qué no? Algo de venganza.



- Y este sitio…esta lleno de puertas falsas o caminos secretos – dijo Serguey a las chicas – es realmente una estructura muy intrincada.
- Así parece…pero ¿Por dónde vamos a entrar? – Mai buscaba en la estructura algo que pudiera llamar su atención.
- La puerta por la que salí con Kuga-san ya debe estar cerrada – dijo Serguey pensativo.
- Pe-pero nos trajo aquí ¿sin tener un plan? – Nao se mostraba exasperada.
- Padre… - Nina miró a su padre de forma inquisitiva, mientras él le devolvía la mirada.
- ¡Oigan!¡Por aquí!
- ¿Mikoto? – Mai y los demás fueron hacia Mikoto que estaba sentada sobre lo que parecía un pozo estrecho – Mikoto ¿Cómo encontraste esto?
- Pues por aquí entramos la primera vez con Natsuki-chan, pero nunca supieron por donde habíamos entrado. Todo gracias a Sakomizu-sensei – Todos volvieron a ver a Sakomizu un poco con odio.
- Esperen, esperen, yo no sabía de las entradas, solo les di los planos, nunca los leí.
- Pero este sitio está inundado – dijo Nao con un poco de asco al ver el agua turbia en la profundidad del pozo.
- Tranquilos, hay una pequeña puerta más abajo.




. . .

Él ya sabía que habían entrado… y si todos sus soldados no podían con ellas, pues él poseía algo que si podía.
- Este lugar ya no es seguro… - suspiró.
Se bebió de un trago el whisky que quedaba en su vaso. Se levantó de su cómodo sillón para dirigirse a una cómoda cercana. Una caja fuerte.
- Ja…una caja fuerte no impediría que lo abran a la fuerza, destrozarían la caja como una galleta ¿Verdad Saeki?
El presidente tomó el valioso contenido de la caja. La K-500. Salió pausadamente de su oficina y puso el arma cargada en su cinturón.


- ¿Te pasa algo?
- No tienes que ser tan brutal.
- Ah… es eso…
- Tus manos…
- ¿Qué pasa?
- Tienen sangre de nuevo
- Las tuyas también tienen sangre Natsuki.
- No me malinterpretes…esto no me gusta…
- Ya estamos cerca, créeme… podría ser peor – En ese momento la expresión de Shizuru se ensombreció, fue algo casi siniestro y Natsuki supo a lo que se refería.
- Olvídalo… Tienes razón, ya casi llegamos.
Las dos chicas avanzaron por pasillo. Solo quedaba un piso más cuando Shizuru detuvo a Natsuki en seco.
- ¿Qué pasa?
- ¡Shhh! ¿No lo escuchas?
Un ruido metálico y lejano podía escucharse, como un vago rumor, pero se estaba acercando. Natsuki saco sus armas y Shizuru su naginata, mientras trataban de escuchar de donde provenía el ruido.
- ¡Me estás pateando!¡Torpe!
- Nadie te dijo que te pusieras detrás de mí
- Ohhh ya cállense las dos – esa voz era familiar.
- Dejen de armar escándalo.
- Mai, Mai, por aquí.
Natsuki y Shizuru se miraron “¿Mikoto? ¿Sería posible?”
- Los conductos de ventilación – le dijo Shizuru a Natsuki en voz baja. La morena vio una salida cerca y sacó la rejilla para trepar.

- ¡Natsuki! – Los ojos violetas de Mai la distinguieron inmediatamente. La ojiverde solo sonrió.

. . .

- Bueno… Se puede saber ¿Qué hacen aquí? Es muy peligroso, debería… - pero un fuerte golpe en la cabeza le impidió seguir.
- Natsuki ¿Tienes idea de lo preocupados que estábamos por ustedes dos?
- Mai… Lo sentimos
- Ni que lo digas Kuga… - Nao le lanzó una mirada asesina lo cual le causó gracia a Shizuru.
- ¿Y por donde entraron?
- Por el conducto por donde entramos la última vez, Natsuki-chan –dijo Mikoto.
- ¿Y Sakomizu no estaba con ustedes?
- Ohh eso….etto… pues tuvo que ir a la ciudad solo – Mai se encogió de hombros – Es que no pasaba por el conducto, era muy angosto
- Ehhh…. – Natsuki miró las escaleras al final del pasillo, estaban muy cerca.
- Tienes que hacerlo ¿verdad? – Mai miró a su amiga, no quería demostrarlo, pero temía por ella. Natsuki lo entendió.
- Toma – y le dio un arma que había sacado del arsenal.
- Tranquila, sabemos que los guardias no tardarán en venir y ya nos aprovisionamos, aunque no sé disparar ja, ja, ja…- volvió a mirar a Natsuki y luego a Shizuru – Buena suerte chicas, nosotros las cubrimos.
- Váyanse ya – dijo Serguey

Natsuki y Shizuru dieron un rápido vistazo, luego simplemente se fueron.

Subieron las escaleras deprisa, estaban ansiosas.

El último piso estaba desierto. Era mucho más pequeño que los pisos inferiores. Solo había un pasadizo y distintas puertas. Al fondo podía verse una elegante puerta enchapada en madera. Natsuki intentó abrirla y para su sorpresa estaba sin llave.
Ambas chicas pasaron a lo que era una elegante y suntuosa estancia, la cual Natsuki ya había visto o tenía memoria de haber estado ahí antes. Parecía ser una sala de espera, tras la siguiente puerta debía estar la oficina del presidente de Farmacias Iwasaka.
La morena abrió de una patada la puerta mientras apuntaba fieramente con sus dos armas, pero no había nadie. Se volvió para ver a Shizuru. Sin embargo la escena fue escalofriante.

- Tardaron mucho en venir, niñas – El presidente Ichida apuntaba la K-500 directamente a la nuca de Shizuru – Este juguete también puede matar ¿lo sabías, Kuga?

4 comentarios:

  1. o.O". . . waaaa!!! jajaj grax por este Fic la verdad me encanta. . . pero no c xq siempre es igual. . . publican el fic me lo acabo en menos de 5 o 10 min [dependiendo de que tan largo este xD] y son aprox. 2 o 3 semanas de desesperación hasta que sale el siguiente T---T

    Grax de nuevo, espero ansiosa el nuevo cap

    KuroUsagi ^^

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  2. Hola KuroUsagi

    Si entiendo eso que dices de la frecuencia de publicación que en el caso de este fic, resulta de 3 meses entre cap y cap (seré sincera, soy muy vaga U.U) pero procuraré que los próximos trabajos que realice no se presenten de esta manera. Un beso

    Y gracias por comentar (tendrás un cutis perfecto y unos glúteos firmecitos)

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  3. No inventes!! pobre Shizuru T^T espero que al que le vuelen la cabeza sea a ese kingpink de pacotilla

    me alegra que continué esta historia muchas gracias
    estoy super de acuerdo con KuroUsagi la espera parece interminable después del primer día T^T

    Gracias por tu esfuerzo Ali...no cutis mejora por mas que comente... -.-

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  4. uy que capitulo definitivamente excelente espero que por gracia de Dios no te demores tanto e publicar la conti me he seguido tu historia y me encanto lastima que todavia no hay conti pero bno yo seguire esperando hasta que aparezcas con mas conti, pero me encanta y no me cansare de repetirlo la forma en como escribes T__T

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