Decisiones - Capítulo 18

Hola Yurifans,


Con ustedes la tan esperada continuación de Decisiones, espero que la disfruten y dejen sus comentarios.


Feliz fin de semana :)


Autor: Eldest88
Capítulo 18

Primer día de clases luego de unas largas y merecidas vacaciones, bueno no tan largas para algunos, siendo el último año de instancia en el colegio, el trabajo se había multiplicado para Andrea y sus compañeros de salón.

-bien señores, he analizado cada uno de los trabajos entregados por ustedes en estas vacaciones –el regordete bajito los miraba por encima de sus lentes muy seriamente –solo algunos lo hicieron bien –en este punto observo a Ximena muy detenidamente –yo diría muy bien- la castaña sonrió triunfante, mientras la pelinegra suspiraba sabiendo que ella también se salivaría de lo que venía a continuación –sin embargo –y acá se giro a observar a unos cuantos chicos, incluido Héctor en el grupo –alguno no se esforzaron en realizar el trabajo tal y como lo pedí –se dio la vuelta y se dirigió al frente de la clase, pero justo en ese momento la campana se escucho, salvándolos de una próxima tarea  –mañana les daré el trabajo de recuperación – tomo sus libros y salió del lugar.

Ya en la cafetería todos hablaban y reían contando todo lo que hicieron en vacaciones, Héctor y Ximena se encontraban abrazados, frente estaba Andrea algo incomoda por la situación, aunque la castaña la miraba de vez en cuando, sus ojos verdes trataban de calmarla.

-mi vida te extrañe muchísimo……-el rubio le daba besos en la mejilla izquierda, la ojiverde sonreía de medio lado incomoda.

El celular de Andrea sonó, ella miro el identificador y sonrió.

-Camila?.....-al oír ese nombre la castaña sintió una fuerte oleada de rabia inundarla.

 -como has estado, te pensado muchísimo –la ojiazul hablaba fuerte mientras miraba de reojo la reacción de la castaña, esta se mordía el labio inferior, y fruncía el ceño enojada.

-debo ir al baño –la ojiverde se levanto y se dirigió hacia la salida de la cafetería con pasos rápidos y largos.

-debo colgar….ya es hora de ir a clase….-al verla como salía furiosa del lugar la pelinegra se apresuro a despedirse e ir tras ella.

El timbre sonó haciendo que todos los estudiantes se quejaran por el corto descanso, cada uno fue dirigiéndose por los pasillos a sus respectivos salones, excepto una chica castaña quien caminaba apresurada en dirección contraria  a la masa caótica que esperaba no llegar tarde a clases.

Al entrar al lugar la pelinegra no diviso a nadie, busco con la mirada algún indicio que le indicara conde podría estar, pero no encontró nada, al darse la vuelta para salir pudo oír un sollozo, camino hacia la única puerta cerrada del baño compartido.

-ya sé que estas ahí…..por favor abre la puerta –se quedo estática esperando.

 -se supone que no hablarías mas con ella –su voz se oía con rabia.

-oh…vamos, no exageres solo hable con ella por teléfono –se recargo en la puerta y suspiro, de pronto sintió como su cuerpo se iba hacia atrás cayendo sentada justo enfrente de la ojiverde, quien al verla en el suelo no pudo evitar soltar una carcajada.

-que chistosita…….-se levanto y la empujo de vuelta dentro de la pequeña cabina, apretando su cuerpo contra la misma.

-odio a esa maldita……..bruja…..-las palabras le empezaban a  salir entre cortadas, pues la ojiazul se había adueñado de su cuello.

-y yo odio cada vez que el te toca –en este punto dejo su cuello para mirarla fijamente –te amo Ximena…..no sabes cuánto te amo – al decir esas palabras el cuerpo de la ojiverde se estremeció, en esos ojos solo puedo ver sinceridad.

-y yo a ti te amo mas Andrea….mucho mas – le apreso la boca con un beso lleno de pasión, pero sobre todo lleno de su amor, esa chica la hacía sentirse realmente feliz, aunque de vez en cuando la hiciera enojar.

-prométeme que no te veras ya nunca más con esa mujer –se separo abruptamente de ella para mirarla fijamente a los ojos, a lo cual la pelinegra solo sonrió con ternura.

-te lo prometo –la beso en la frente, bajando por su rostro hasta su nariz, con cada beso sus latidos aumentaban de velocidad, era increíble como esa niña podía enloquecerla de tal forma, que podría perder la cabeza, sus manos se posaron por debajo de la falda del uniforme de la castaña, acariciando y apretando esas hermosas piernas que la seducían desde que la veía entrar por el salón de clases, hasta cuando se movían fuerte al toque de sus manos.

-A…..aquí no…..mi amor…ahhh –sintió desfallecer cuando la morena le acaricio la entrepierna por encima de su panti.

-que decías?......-la ojiazul le susurro seductoramente al oído, mordiéndolo levemente.

 -te quiero sentir dentro …..-dijo casi sin aliento sintiendo como el placer la invadía con cada roce de esa mano experta sobre su intimidad.

-no….no seas maleducada……-y en ese punto sonrió retirando su mano para posarla sobre la mejilla de la otra –di por favor….-la beso introduciendo su lengua, bajando por su cuello dejando un leve pero visible chupón.

-eres una…….por…por favor……méteme tus dedos –era la primera vez que decía semejantes palabras, ella toda una cristiana, rogando por placer, se mordió el labio inferior al sentir como se introducía esa mano por entre su panti, para luego sentir dos dedos entrar en ella, lo cual hizo que su espalada se arqueara un poco.

La castaña se abrazo del cuello de la otra, sus caderas iniciaron un movimiento acompasado justo al ritmo de la pelinegra, mientras esta le lamia el cuello, dándole pequeños y tiernos besos, decidió que ese momento no sería como con las otras, suavemente introducía mas sus dedos sin parar de besarle el cuello, luego los hombros, bajando por el centro de su camisa semi-abierta, hasta posarse por encima de sus senos, metiendo la lengua por en medio de ellos.

Ximena sentía como se perdía entre cada caricia, entre cada movimiento de esos dedos dentro de ella, hasta que sintió vibrar algo en el bolsillo de su camisa, era su celular –rayos –en el identificador aparecía insistente el nombre de su novio.

-quién es?...-le pregunto la ojiazul mientras le lamia el lóbulo de su oreja.

-e…es…ahhh…….Héctor….-Andrea la miro con algo de enfado y sin pensarlo introdujo sus dedos con más fuerza haciendo que de la boca de la castaña saliera un fuerte gemido.

-contéstale….-le susurro seductoramente en el odio, sus movimientos se hicieron mas rápidos y fuertes, las piernas de la ojiverde temblaban.

-¿estas……..estas…….ahhhhh……loca?.....se dará cuenta….-el celular seguía timbrando.

-solo dile que estas ocupada –en un movimiento rápido oprimió el pequeño botoncito verde del aparato.

-Ximena?....-la castaña pudo oír la voz masculina al otro lado de la línea.

-He…Héctor….-sus verdes ojos le dedicaron una mirada enojada a los azules, pero inmediatamente pasaron a lujuria al sentir como mordía levemente sus pezones por encima de la ropa.

-estas bien?....te oyes…algo…..extraña –el chico se encontraba en un rincón del salón escondido, pues la clase de historia ya había dado inicio.

-no…..no…pasa nada…-haciendo hasta lo imposible para calmar un poco su respiración, hundió sus uñas en el costado del brazo de la ojiazul, quien al sentir el dolor incremento la velocidad de sus embestidas en su interior, mordió su labio inferior, pero un gemido se le escapo de sus labios.

-mi vida segura que estas bien?....-el chico pregunto con cierta preocupación en su voz.

-s…si…..a..ahorita hablamos….-al terminar la llamada sintió como sus piernas perdían estabilidad y su cuerpo se estremecía –ahhhh…..-la boca de la pelinegra se apodero de la suya antes de q el gemido se oyera fuera del baño.

-eres una tonta……mira que hacerlo ahí –la castaña caminaba despacio por el pasillo dirigiéndose a su salón, las piernas aun le temblaban, la pelinegra la seguía divertida mirando cómo se tambaleaba de vez en cuando hasta que sintió como una mano cerrada se impactaba contra su cabeza.

-eiiiii……porque me pegas??-sus ojos azules despidieron furia, pero al mirar los verdes muy cerca de su rostro y con cierto enfado en ellos, esbozo una sonrisa.

-síguete burlando…….anda –la castaña se acerco desafiante, esperando otra risita de su chica, pero a cambio recibió un beso furtivo y unas palabras –te amo mi ángel –su enojo se fue por completo –y yo te amo a ti mi tontita –apresándole los labios en otro beso, pero más profundo hasta que escucharon unos pasos por el pasillo,  haciendo que se separaran de inmediato.

-Señorita Jiménez –la coordinadora, una joven y hermosa mujer, de porte elegante, un poco más alta que Andrea y de cabello rubio, se acercaba a ellas despacio –la estaba buscando…..qué raro que usted no esté en su salón –se acomodo las gafas en su nariz, no era la primera vez que encontraba a esa chica por fuera de sus clases –pero…….-miro a Ximena de reojo –señorita Rivera…..que hace por acá, por sus calificaciones se nota que la clase de historia es su favorita –la ojiverde se ruborizo por el comentario.

-y..yo….yo- su mente seguía en blanco y ella a punto de ser sancionada.

-fue mi culpa…..señorita coordinadora –los ojos azules se cruzaron con los ámbar, esta solo atino a sonreírle, la castaña observo con enojo como ambas se miraban.

-será mejor que me vaya a la clase –agacho la mirada haciendo que sus cabellos cayeran a los lados de su rostro escondiendo su mirada triste –cuántas de ellas tendría que soportar?- pensó mientras se daba la vuelta y se alejaba del lugar. La pelinegra se quedo mirándola, tenía ganas de alcanzarla pero no estaba sola, no podía dejarla al descubierto enfrente de aquella persona.

-vamos señorita Jiménez…….el director la espera –la mujer se giro dándole la espalda, caminando en dirección contraria a la de su castaña.

Ximena caminaba distraída por el pasillo, no podía evitar pensar, no podía dejar de dudar de la morena, eran demasiadas las chicas que habían estado con ella, pero la que más le preocupaba era esa doctora –Camila….-repitió en un susurro ese nombre que le causaba tanto enojo,  sin darse cuenta tropezó con algo q la expulso hacia atrás haciendo que cayera estrepitosamente al suelo.

-ouch…..-la ojiverde atino a decir cuando le cayó un voluminoso libro sobre el abdomen sacándole el aire al instante.

-¡¡¡¿estás bien?!!! – una pelirroja preocupada soltó todos los libros que llevaba en los brazos, tratando de ayudarla, pero con la mala suerte de tropezar con los mismos y caer justo encima de ella, dejando muy cercanos sus rostros, la castaña se quedo mirando aquellos ojos de color gris por unos instantes, se le antojaron extraños y lindos al mismo tiempo.

-te hice daño?.......por Dios no puedes respirar bien –la pelirroja sonrojada y preocupada coloco su mano derecha en la mejilla.

-e…ehh…..es porque estas encima mío –el contacto de esas suaves manos la hizo sonrojarse levemente, además de que la puso algo nerviosa.

-ahh si…..jeje….que torpe –la chica se levanto ofreciéndole la mano a la otra para que hiciera lo mismo.

-soy Alexandra, perdón por haberte hecho caer –esbozo una gran sonrisa.

-ahh  tranquila……mi nombre es….-pero sin dejarla terminar se agacho para recoger los libros esparcidos en el suelo.

-Ximena…..ya te había visto –termino de recoger todo, una gran columna le impedía ver por dónde iba.

-ven mejor te ayudo –la ojiverde sonrió divertida al verla tambalear por el peso de los objetos, tomo algunos y la siguió.

-señorita Jiménez……-el director se hallaba sentado en su silla detrás del escritorio –su padre nos ha pedido un permiso de un mes…..-recogió unos papeles que se encontraban sobre el escritorio.

-¡¡¡¡¿un mes?!!! – los ojos azules se abrieron de par en par –pero no entiendo…..para q un mes? –su padre no le había dicho nada, y para que querría un mes?...-se preguntaba mientras el director le entregaba una carta con el respectivo premiso, la cual debía enseñar a los maestros esta semana, pues la siguiente tendría que irse con su padre.

-y……de donde es que me conoces? –la castaña colocaba los libros en varios estantes de la biblioteca.

-como que de donde?.....tu eres la cantante estrella del colegio –la miro de reojo mientras le sonreía divertida.

-mmmm……entonces te demandare por heridas a la “súper cantante” –se sentó en la mesa al lado de la pelirroja y se quedo mirándola atentamente, algo en ella le causaba curiosidad.

-bueno…..si me quieres demandar te advierto que no tengo mucho dinero…..así que pierdes tu tiempo- con la punta de su dedo índice le oprimió suavemente la nariz de la ojiverde, se quedaron mirando por unos momentos hasta que los ojos verdes se desviaron para observar el reloj que se encontraba justo detrás de la pelirroja.

-es tarde….voy a tener problemas –se bajo de la mesa de un salto y se dispuso a salir del lugar, pero fue detenida por la mano de la otra chica.

-espera…..primero ten –le ofreció una bufanda, a lo que la ojiverde la miro extrañada pues ya casi era medio día y hacia muchísimo calor –e-en tu cuello…..hay una marca no querrás que se burlen de ti –la castaña sacó un pequeño espejo que carga en su falda y al mirarse su rostro se torno colorado –me las va a pagar –susurro mientras se acomodaba la bufanda tapando el moretón que le había dejado la morena –y ahora te daré un permiso….al fin que me ayudaste con los libros –busco en la mesa, se notaba algo divertida con la situación ,  saco una hoja, escribió el nombre de la castaña y se la entrego.

-gracias…..no sabes de la que me salvaste –se dio la vuelta –te la debo –camino unos pasos.

-luego te la cobro…así que no lo olvides-la chica grito mientras ella salía deprisa para llegar a la última clase.

Al llegar le entrego la nota al profesor, Andrea ya se encontraba sentada en el lugar de siempre, junto al suyo.

-dónde estabas?....y porque llevas bufanda?...si está haciendo mucho calor-el rubio dejo a la morena con las palabras en la boca, la ojiverde se giro para contestarle, pues él se encontraba atrás suyo en la fila.

-me salió algo en el cuello….-y miro con enojo a la pelinegra, por lo cual esta se giro para no reírse – y me tropecé con una chica……-

-señorita Rivera……espero que no haya llegado a formar el desorden - no pudo continuar pues el maestro le llamo la atención, la hora se paso con gran lentitud, al finalizar todos agradecieron que las clases hubieran finalizado.

-¡¡¡te llevo a tu casa!!! –ambos, Héctor y Andrea, se dirigieron a la castaña, esta ordenaba sus cuadernos en la maleta, pero el rubio observo con extrañeza a la ojiazul, de un tiempo para acá compartía mucho tiempo con su chica.

-eh……es que…..-la morena no supo que decir ante la mirada incesante de su mejor amigo.

-debíamos ensayar tu sabes mi vida –la ojiverde le dio un beso delicado al chico –pero dejémoslo para luego si? Andrea –la ojiazul pudo notar un dejo de tristeza en el tono de su voz –estoy algo cansada –termino de recoger sus cosas y se encamino hacia la salida.

-si….claro….no…..no hay problema-esto último lo dijo en un susurro pues sus amigos la habían dejado sola en el salón, camino hacia en donde tenía su motocicleta estacionada, pero al acercarse fue detenida por una voz dulzona que ella reconoció como la chica líder del coro del colegio.

-Andrea……será que me puedes dar un aventón? – esbozo una sonrisa coqueta y la tomo de la mano –es que no me pueden venir a recoger y no tengo dinero para irme en autobús –esto último lo dijo muy cerca del rostro de la morena, quien por impulso se alejo.

-ajam……ponte el casco –le tiro el objeto, la chica la miro extrañada, era la primera vez que la rechazaba, hacia más de un mes que ni siquiera la buscaba.

-te pasa algo?....estas bien? –la rubia se acomodo detrás de ella y la tomo por la cintura pegando sus senos a la espalda de la otra.

-mira…..olvida lo que paso entre nosotras…..esa chica que conocías antes ya no existe –harta de que la siguieran buscando, se acomodo para mantener distancia entre ella y la otra chica.

-disculpa…..no volverá a pasar –agacho la cabeza apenada, para ella Andrea había sido algo más que sexo furtivo, pero al parecer había equivocado de dirección de sus sentimientos.

Cerca de allí Ximena observaba por el retrovisor del auto de Héctor como la moto se alejaba del estacionamiento, no pudo evitar que unas lagrimas resbalaran por sus mejilas.

-amor…..que te pasa?...estas bien? –el rubio la abrazo con preocupación.

-llévame a mi casa……me duele mucho la cabeza-se limpio las lagrimas que corrían por su rostro, y se quedo mirando por la ventana el cielo azul, ese día se veía prometedor, pero ella no lo disfrutaría para nada.

 Al llegar a su casa se despidió de su novio con un pequeño beso en los labios, no tenía ganas de nada por lo que ni siquiera almorzó, menos mal su madre aun no había llegado, ella si la obligaría a comer, subió las escaleras despacio, al entrar a su cuarto tiro la maleta y los zapatos cerca de la puerta, se tiro a la cama y abrazo a su almohada, la única que sabia sus secretos.

-mari-chan……-ese era el nombre que le había puesto años atrás cuando su padre se la había llevado de cumpleaños  -ella me engaña….. –la abrazo fuerte mientras unas cuantas lagrimas la mojaban –no sé por qué no puedo odiarla…..porque la sigo amando?.....soy una estúpida –no podía dejar de recordar cada beso, cada caricia, cada te amo, salido de esos labios, que también le mentían y le hacían doler el corazón, el día había sido largo, el cansancio y las lagrimas hicieron que cayera en un profundo sueño, mismo que fue interrumpido por leves ruidos procedentes de su ventana.

Abrió los ojos con algo de dificultad, ya estaba oscuro –quien podrá ser –miro el reloj en su celular, era casi la medianoche y también pudo ver que habían llamadas perdidas, todas de la misma persona –Andrea….-suspiro desganada, tiro el aparato a la mesita de noche, luego se levanto y prendió la lamparita, el sonsonete de la ventana persistía por lo que no le quedo de otra que asomarse por ella.

-tú qué haces aquí?....-sus mejillas se tiñeron de rojo al notar que quien se hallaba fuera de su casa era la morena.

-mi amor por favor hablemos –la ojiazul tiritaba del frio, a pesar de que tenia puesto unos guantes y una bufanda de lana.

-no quiero hablar contigo……porque no buscas a la rubia con la que te vi salir –se dio la vuelta para dejarla ahí.

-Ximena…..te lo suplico al menos dame la oportunidad de hablar contigo –en su voz se notaba tristeza, por lo que la ojiverde se quedo pensativa.

-si puedes subir por la ventana hablaremos….-tampoco se lo dejaría tan fácil, se adentro a la habitación y se recostó en la cama.

-ok –la morena observo el enrejado, tendría que despojarse de sus guantes, pues con ellos era imposible agarrase bien, al primer intento y por la humedad, se resbalo cayendo dolorosamente sobre el suelo duro y frio –esto me va a dejar marcas –se levanto dispuesta a intentarlo de nuevo.

Pasada una media hora, y luego de muchos golpes logro llegar hasta la ventana –Xime…..por fiz ayúdame –usando un tono de niña chiquita se esforzaba en no caer, la ojiverde la miraba seria desde arriba.

-dime porque no debería mejor hacerte caer –entrecerró sus ojos, un escalofrió recorrió la columna vertebral de la ojiazul.

-jejeje……mi vida….no digas chistes….-un sudor frio se resbalo por su sien –ayúdame por favor, mira que estoy congelada –los nudillos de sus manos se veían blancos, la castaña bufo, mientras la ayudaba a subir.

-perdóname por favor…….tantas tonterías que hice en el pasado…-la abrazo por la espalda aspirando el dulce aroma que provenía de su cabello, pues esta había decidido no verla a la cara –estoy enamorada de ti, pero eso no significa que pueda hacer borrón y cuenta nueva, por lo menos hoy ya empecé a cortar con pedacitos de aquel pasado –la tomo por la barbilla y la giro, para darse cuenta que se encontraba llorando –yo quiero un futuro contigo, solo contigo porque te amo Ximena, te amo –con sus labios limpio las lagrimas de sus mejillas, dándole un suave y tierno beso.

-nunca me engañaras verdad?.....-con voz temblorosa la ojiverde se colgó a su cuello, abrazándola fuerte.

-nunca….te lo prometo-la miro dulcemente a los ojos –s tu me prometes que no me volverás a intentar matar, y menos hacerme subir de nuevo por esa ventana –le dio otro beso junto con una sonrisa.

-fue idea de mari-chan –con el revés de su mano se limpio el rostro, sonriendo picara ante la mirada sorprendida de la ojiazul.

-así que tu almohada te dijo que me mataras –tomándola por la cintura comenzó con un ataque de besos.

-si ella…..me ….dijo….que lo hiciera –con cada beso la temperatura aumentaba, las manos se escapaban por entre las ropas.

-luego de que te de tu merecido, le daré una lección a ella –la tiro a la cama para hacerle cosquillas mientras la desnudaba, acariciando cada parte de su cuerpo.

Continuará...