Si, soy yo otra vez...
Acabo de notar que el servidor de las imágenes dónde se encuentra Candy boy tiene problemas, de igual forma ya pronto podrán verlos publicados en el canal de submanga. Ofrezco una disculpa por los inconvenientes.
El segundo post de hoy es el capítulo final de este fanfiction de las infaltables ShizNat. Espero que lo disfruten, dejen sus comentarios y quieran leer el pequeño epílogo que cerrará con broche esta historia. ¿Lograrán Shizuru y Natsuki arreglar sus diferencias o Haruka las asesinará primero?, ¿Midori terminará en el hospital con un coma etílico o bailando agarrada de algún bati-tubo? En fin, tienen que leerlo.
Un abrazo gente y que este martes 13 sea un día positivo y lleno de buena vibra ;)
Autor: KaoriD
Princesa azul a domicilio.
Capítulo 6: Lo que mal empieza…
Continuaron el trayecto en silencio y luego dejaron a Natsuki en aquel lugar, un depósito abandonado ubicado a las afueras de la ciudad. Ellas escondieron el auto y esperaron cerca de ahí a que apareciera Haruka con Shizuru.
Entretanto, en el apartamento de la chica de Kyoto, Midori ya estaba tan ebria que se quedó dormida en mitad de la sala. Por suerte, la castaña sólo había bebido un trago de sake.
-Bubuzuke, será mejor irnos, Midori no creo que despierte pronto.
-Shizuru observaba como su amiga comenzaba a roncar sonoramente y balbucear cosas entre sueños.
-Ara ara, creo que Haruka tiene razón. Vamos, seguro que ya me espera Nina… ¿o era Tomoe?… no, creo que hoy vería a Arika… Bah, da igual, todas son lindas y están locas por mí. –la rubia puso los ojos en blanco para luego salir y subirse al auto.
Haruka condujo por donde Yukino le había indicado, Shizuru estaba tan distraída últimamente que no prestaba atención a nada, no fue sino hasta que la rubia detuvo el auto que notó que no estaban en el local donde habían quedado.
-Haruka, ¿por qué nos detuvimos en este lugar?
-Quedé en pasar primero a recoger algo, un encargo de mi padre. –fue lo único que se le ocurrió inventar.
-Bueno, date prisa, no me gusta este sitio y comienza a hacer frío. –dijo ajustándose el abrigo.
-No puedes quedarte aquí sola, no es seguro, ven conmigo. –Shizuru puso cara de fastidio, pero accedió a salir del vehículo.
La chica caminó con Haruka hasta la entrada del depósito, cuatro chicas observaban ocultas entre las sombras, la rubia dejó pasar primero a su amiga. Shizuru se extrañó al no ver más que cajas de madera, tubos y materiales de construcción en desuso. Una vez dentro, percibió un aroma muy familiar.
-Que curioso, huele al perfume que usó Natsuki aquella vez. –pensó.
Súbitamente Shizuru se dio cuenta de por qué estaba en ese lugar. Al girarse para huir de ahí, vio como la puerta se cerraba violentamente.
-Lo siento Bubuzuke, pero en serio que mi prueba de mañana es importante. Espero que resuelvan las cosas, adiós.
-¡HARUKA! ¡No me dejes aquí! –golpeando la puerta -¡Haruka te ayudaré a estudiar! ¡Presentaré la prueba por ti! ¡No te vayas!
-¿Tanto te desagrada quedarte sola conmigo? –habló Natsuki, saliendo de detrás de las cajas de mayor tamaño.
A Natsuki le resultó increíble ver a Shizuru tan fuera de sí, pero no podía negar que incluso en esa situación se veía bellísima. De hecho, estaba tan bien arreglada que quitaba el aliento. Se alegró bastante de que, al menos por esta noche, sólo ella podría admirarla.
-¡HARUKAAAAAA! –pero recibió como respuesta el sonido de dos autos que se alejaban a toda velocidad. Entonces, cayó en cuenta que había estado gritando y golpeando como loca la puerta del depósito. Rápidamente recuperó la compostura y fue a sentarse sobre una de las cajas más pequeñas, un tanto avergonzada.
-Y bien, creo que nos dejarán aquí un buen rato. –decía Natsuki, tratando de iniciar una conversación.
Shizuru miraba hacia el lado contrario a donde se encontraba la morena, como si observara lo más interesante del mundo. Pero la chica de ojos verdes no se rendiría fácilmente.
-Shizuru, se que no quieres verme y que tal vez me odies…pero tus amigas están muy preocupadas por ti y…
-¿Por qué estás aquí? –interrumpiendo.
-¿No es obvio? Vine porque también estoy preocupada, quiero saber que estas bien así no puedas perdonarme, eso es lo que haces cuando amas a alguien, no lo abandonas cuando más te necesita –Shizuru la miró.
-Ara ara, Natsuki se preocupa por mí, que linda, pero no lo necesito –sonriendo falsamente.
-¿Crees que puedes confiar con esa gente con la que te estás juntando? Sólo quieren usarte.
-Natsuki es algo lenta, no ha notado que soy yo quien los usa a ellos. Por supuesto que quieren algo de mí, todo el mundo quiere algo de mí.
-Aunque no lo veas y te niegues aceptarlo, te estás destruyendo.
-Habla la persona que me destruyó, no me hagas reír.
-Se que hice mal, te suplico me perdones, no puedo vivir sin ti. Me siento fatal por no estar a tu lado, duele demasiado porque… ¡estoy enamorada de ti! –soltó al fin.
-Cuando amas a alguien no lo engañas, no traicionas su confianza, no creo en ese amor que me profesas. No me interesa y no quiero verte ni hablarte, quiero seguir disfrutando de las fiestas. Hoy tenía una cita, sabes, y la has arruinado. –estas palabras hicieron hervir la sangre de la morena. Sintió celos de que su Shizuru se hubiese puesto así de guapa para alguien más y encima de todo que dudara de sus sentimientos hacia ella.
-Eres alguien que juzga severamente a los demás sin darles oportunidad de redimirse. Es que claro, la perfecta Shizuru nunca se equivoca, ¿cierto? –hablaba intentando contener las lágrimas. -prefieres evadir la realidad, está bien, quédate con ese montón de hipócritas chupa medias. No te importa que tus amigas estén cayendo en el mismo hueco que tu por cuidarte, ¡eres una egoísta! Si, cometí un error, ¡lo acepto! pero nunca negaré mi amor por ti, eso es muy real y no te permito que lo dudes.
Shizuru quedó de piedra al escuchar a Natsuki hablarle así.
-Ahora soy yo la que quiere salir de aquí. –dijo la morena que se notaba muy enojada y dolida.
-¿Qué estás haciendo? –preguntó al mirar a la morena trepar por un par de cajas, intentando alcanzar la ventana que estaba a varios metros de altura. –baja de ahí, puedes caerte.
Pero la morena no le hizo el menor caso.
-Si tanto te molesta mi presencia cerca de ti, entonces te haré el favor de largarme, luego podrás avisar para que vengan a sacarte. –la chica seguía trepando, ahora intentaba apoyarse en una vieja tubería.
-Natsuki, en serio, baja de ahí. No van a dejarnos encerradas toda la vida, ya vendrán por nosotras. –ahora se había acercado hasta quedar justo debajo de donde estaba la morena.
En un momento la chica perdió el equilibrio y por un segundo Shizuru sintió como si alma se le fuera a salir por la boca.
-¡Natsuki! –gritó aterrada.
Por suerte, el ruedo del pantalón se le enganchó de unas vigas que sobresalían y la morena quedó colgada de cabeza, aún lejos del suelo.
-No te muevas, iré por ti. –gritaba la castaña.
Entonces, se quitó los tacones y rasgó su vestido a la altura de la pierna, para poder tener más movilidad. Con mucha agilidad fue subiendo hasta ayudar a la morena a incorporarse y desenganchar su pantalón. Luego ambas bajaron, Shizuru no pudo evitarlo, en lo que tocaron el suelo le cruzó la cara de un bofetón.
-¡Eso por casi matarte! -Y luego le asestó un segundo golpe. –¡Eso por ser una idiota! –Natsuki no respondió a los golpes, se quedó ahí sin decir ni hacer nada. Luego la castaña comenzó a llorar y se abrazó a ella.
Esa mañana, seis chicas se encontraban desayunando en el restaurante de costumbre, en medio de una animada charla.
-¿Habrá sobrevivido alguna? –preguntó Akane y todas suspiraron.
-Espero que la Bubuzuke vuelva en sí, no estoy hecha para la vida nocturna. Y si llego a fallar en alguna asignatura, seré yo misma quien la asesine.
-Espero que no tenga que ser así Haruka-chan. –Yukino le dedicaba una sonrisa a su amiga.
-Bah, yo se que tendré que hacer cursos intensivos en verano, así que qué más da. Aunque deseo que Shiz acepte que está loca por su princesa azul juju. –hablaba Midori que llevaba puesto unos lentes oscuros y bebía café negro para apaciguar la resaca.
-¿Creen que ya deberíamos ir por ellas? –preguntó dudosa Mai.
-Nah, démosles más tiempo, quizá ya se arreglaron y ahora estén teniendo sex…
-¡NAO! –gritaron todas. Pero coincidieron en dejarlas solas un rato más.
Mientras tanto en el depósito, las chicas seguían abrazadas. La morena estaba despierta, pero no quería mover un músculo, quería quedarse así para siempre.
-Te amo tanto, por favor perdóname, se que todo lo hago mal pero incluso escalaría el Monte Fuji a cambio de tu perdón. –susurró.
-Natsuki, ¿qué piensas que pasará ahora con nosotras? –preguntó la castaña, aún sin abrir los ojos y sin romper el abrazo.
-Tu-tu, ¿desde cuándo estás despierta? –preguntó sobresaltada y muy roja.
-No me dormí. –confesó la chica mientras abría los ojos y se soltaba del abrazo, Natsuki suspiró pesadamente.
-No lo se Shizuru, pero no puedes seguir como hasta ahora, no es bueno para ti.
Pasaron unos minutos en silencio.
-Sabes, no quería pensar, por una vez en mi vida deseaba perder el control sin preocuparme por nada. Sólo me dejaba llevar.
-Yo se que perdí tu confianza por completo y que quizá nunca vuelvas a creer en mi o a quererme. Pero por favor, ya no te sigas haciendo daño. Yo saldré de tu vida si eso te hace feliz.
-Que Natsuki salga de mi vida no me haría feliz, después de todo en estos meses no se ha borrado lo que siento –los ojos de Natsuki brillaron al escuchar esas palabras -pero he perdido la fe en ti y es algo en lo que debemos trabajar.
-Tienes razón pero, si me lo permites, daré lo mejor de mí para poder reparar el daño que hice y volver a ganarme tu confianza.
-Eso, se verá... Natsuki… haría cualquier cosa que yo le pidiera, incluso escalar el Monte Fuji ¿cierto?
La morena se sonrojó y además puso una expresión de susto muy cómica.
-Si-si así lo quieres, ¡lo haré! –dijo totalmente convencida.
La castaña que hasta el momento había estado muy seria, sonrió sincera y el corazón de la morena se apresuró a responder golpeando fuertemente contra su pecho.
-Después de todo, yo también te amo Natsuki -dijo para sí.
Un poco más tarde llegaron las chicas, minutos antes, habían llevado a cabo un mini torneo de Jaken-pon* para ver quién de ellas tenía la tarea de liberarlas, la "afortunada" resultó ser Mai. Al comprobar que Mai no fue asesinada por Shizuru, las demás la siguieron. La escena que presenciaron no fue tan sangrienta (o lujuriosa) como esperaban, pero si notaron algunos detalles.
Natsuki estaba sentada en el suelo, con ambas mejillas enrojecidas a causa del par de bofetadas que le propinó la castaña. Shizuru se hallaba un poco separada de la morena, sentada de piernas cruzada sobre una caja, su hermoso vestido estaba rasgado hasta un poco más arriba del muslo, en otro contexto habría sido una imagen bastante sexy. Ninguna de las presentes se atrevió a decir o preguntar nada en ese momento. Subieron a los autos y regresaron a la ciudad.
El tiempo era el único que podría decir en qué acabaría esta historia…
Fin
(*)Juego de "piedra, papel o tijeras" japonés.
Ahora, a esperar el epílogo.
me encanto toda la historia, yo tambien quiero el epilogo con mucho lemon, ja ja ja,
ResponderEliminarAtt.
bombom7805
jajajaja se solicita lemon en el epílogo XD.... buen fic :)
ResponderEliminarohhhhh... que significa!!::??? lemon perdòn por la ignorancia?????.. bièn a lo que vine te felicito por el fics... que lo estaba esperando pero espero un poco màs de acciòn de estas dos me encantan y puès naaaa que eres una buenaza en esto sigue delante... love &kiss
ResponderEliminarporq no hacen fics de kosame i kirie? :3 de girls bravo
ResponderEliminarwaaaaaa!!!! impresionante este fic, asi como los anteriores!!jeje :D
ResponderEliminarestoy deseando ya el epílogooo!!haber como acaba esta historia...espero como tod@s que contenga lemon(^.^) jui jui jui
enhorabuena por el fanfiction Kaori!! esta geniaaal!!! sigue escribiendo mas porfi! y tambien a Akari por el post! jiji :P
Kisu! chauuu
*Mery-san*