Buenas gente, después de estar bastante fuera por motivos de salud, familia, bodas, semana santa y demás cosas entre las cuales se encuentran la playa, nadar, peces, y otras cosas he de decir que subo ya este cap que ha tenido más ediciones que una revisión de tesis jajajaja, así que ya todas seguro que hemos pasado a tomar nuestra dosis de delirium, por lo que yo les dejo algo más ligerito ;)
Espero que sea de su agrado, hasta la próxima!
“Soñar resulta bastante intrigante para la mayoría de las personas.
Algunas tienen sueños dulces, románticos y alegres. Para algunas
excepciones, como la mía, soñar es una maldición...¿mi alma está
condenada? Cada sueño para mí resulta una premonición de las cosas que
no quiero saber...”
Cap. 5 Sara Nelson
- ¡Sara!
El grito escapó de la boca de Jessie, que se incorporó con la piel
perlada por el sudor. Realmente había sido un sueño...¿verdad que fue un
sueño? Colocó la mano sobre su pecho mientras respiraba agitadamente.
No tenía ninguna duda, la persona que había visto en su sueño era Sara
Nelson. La chica de ojos tristes, la de los intensos ojos verdes.
Se colocó las manos tras la nuca y posteriormente abrazó sus piernas
mientras se sentaba en la cama. Sara Nelson. ¿Por qué demonios tenía que
soñar con Sara Nelson en ese momento? Habían pasado demasiados años
desde que la vió por última vez. Diez años, se repitió. Habían pasado ya diez años desde
entonces. Se levantó de la cama y se acercó nuevamente al ventanal.
Estaba todo tan tranquilo y el jardín perfectamente iluminado. No
parecía haber nada raro. Pero el pensar en ese sueño le mantuvo en
vigilia un rato más hasta lograr dormirse. Despertó a las siete de la
mañana. Y al salir al pasillo, se dió cuenta de que las personas en la
casa ya estaban en movimiento.
- Señorita Jessie - María siempre aparecía de forma tal que le sorprendía - Buenos días
- Hola María - saludó Jessie de igual manera - Buenos días ¿cómo estás?
- Muy bien señorita ¿Dónde quiere desayunar?
- Oh...¿qué lugar recomienda? - interrogó con amabilidad.
- Mi joven Jamie estará desayunando hoy en el jardín, si gusta puedo servirle el desayuno en el mismo lugar.
- Bien - contestó ella - iré a ducharme entonces y le alcanzaré en un momento.
Después de un rato se encontró a Jamie en la mesa y tras los saludos
habituales, Jessie miraba la entretenida cara de Jamie en su portátil.
Posteriormente al acabar el desayuno, Jamie se quedó pensando un momento
mientras le miraba fijamente.