jueves, 8 de marzo de 2012

Tenshi no pocket (Un ángel en el bolsillo) Cap. 3

Holaaaa!! Como andamos gente?? Yo un poco liada últimamente pero bueno como esto es rápido (copy paste xd) os dejo un capitulillo más de este genial fic y así tenéis para entreteneros un rato.

Como es el día de la mujer trabajadora y yo soy muy vaga no pongo nada más ;P En fin felicidades a todas vosotras!! Aunque este día se tiene que celebrar cada día!! Mujeres al podeerrr!! Las chicas tienen algo especiaaallll las chicas son
bolleras guerrerasss!! (me mató de risa esa frase en Strawberry Shake Sweet, aplausos para l@s traductor@s xdddd)

Bueno basta, que lo disfruteis!!

Tenshi no pocket (Un ángel en el bolsillo)

Autor: Ricchan

Capítulo 3. La calma se terminó

Tras leerlo, borró el mensaje y cerró sesión. Después fue a la cocina a atender la comida. Al terminar de comer y dejar todo recogido, marchó caminando al centro de la ciudad. Necesitaba un teléfono y sólo podría ir a comprarlo hoy sin miedo.

Una hora después, había llegado a una tienda de teléfonos móviles. Había dejado de llover hacia el mediodía, pero el cielo todavía estaba encapotado y ella llevaba paraguas. Allí eligió el que más le gustó. Dio un nombre y DNI falso para que figurara en la documentación que le pidieron, pagó al contado y se fue.

Luego encontró una tienda de ropa interior y decidió regalarle algo a Natsuki.

Hacia las ocho de la tarde, la de cabellos azules, llegó a casa. Sobre la mesa tenía preparada la cena y una nota que rezaba: “Fui a comprar un teléfono móvil. El mío se averió. Pronto estaré en casa” Entonces recordó la escena que ella pensó un sueño, en la que Shizuru tiraba su móvil a la calle. Dejó la nota sobre la mesa y comenzó a cenar. Un tiempo después sonó el telefonillo. Era Shizuru. Natsuki abrió el portal y un rato más tarde, la puerta del apartamento.

Shizuru cenó, mientras Natsuki veía la tele. En cuanto terminó de cenar cogió el libro que leía y se sentó en el sofá.

-Shizuru ¿Compraste el nuevo móvil?

-Así es ¿Quieres verlo?

-¡Claro!

Shizuru se lo mostró. Estuvieron unos minutos mirando detalladamente todos los menús que tenía dicho teléfono.

-Oye Shizuru ¿qué le pasó al otro que tenías?

-Ah…Se me cayó al suelo y dejó de funcionar.

-Entiendo… Pero con este nuevo tienes que tener más cuidado – Natsuki sabía la verdad pero no dijo nada, simplemente le siguió el rollo e hizo como si nada.

-Por cierto. También tengo un regalito para ti. – comentó la de cabellos cobrizos y echó mano a una bolsa donde sacó una caja envuelta en papel de regalo.

Natsuki lo abrió con celeridad y el conjunto en azul marino que le había comprado la otra chica le encantó e hizo que se le olvidara el asunto del teléfono. Abrazó a Shizuru, le dio las gracias y estuvo feliz durante varias horas, lo cual hizo a la otra joven feliz.

Ya bien entrada la noche, Natsuki estaba acostada en su cama. Shizuru se encontraba en el salón, intentando dormir en un futón. En ambos lugares la luz de las farolas de la calle se colaba en los respectivos cuartos. Ninguna de las dos estaba dormida. Las dos se encontraban preocupadas por distintas razones.

Shizuru calladamente se levantó de su futón y fue en busca de su portátil. Abrió su cuenta de Hotmail. Comprobó que no existía ningún mensaje de Take. Contactó con “Papillon” un hacker que conoció hacía ya tiempo, el que le permitió que su ordenador de la academia pudiera entrar en ciertos lugares que aún siendo la presidenta del Consejo, no podía entrar. Gracias a él, su Natsuki pudo encontrar la información que quería en cada momento.

Papillon: Hey what’s bout ya? (Ey qué tal?)

Kyohime: I’m fine, thnks. I need you.(Bien, gracias. Te necesito)

Papillon: I knew. What do you want? (Lo sabía. ¿Qué quieres?)

Kyohime: Please, check my bank account. I need to know its status. I’ll pay you.(Por favor, revisa mi cuenta bancaria. Necesito conocer su status. Te pagaré)

Papillon: Don’t worry. This is free. (No te preocupes. Este es gratis)

Kyohime: Thnks. Xoxo. (Gracias. Xao)

Shizuru esperó 10 minutos. Después volvió a llegarle un mensaje de “Papillon”

Your acconut is almost empty. Xoxo. (Tu cuenta está casi vacía)

Borró el mensaje y cerró la cuenta. Al momento cerró el portátil y miró hacia la calle. Había comenzado a llover de nuevo, pero esta vez con tormenta.

-¿Significará algo? – dijo observando los rayos. Después por el cristal vio que Natsuki tenía la luz de su cuarto encendida y la puerta estaba abierta. Un caminar de pato mareado le advirtió que Natsuki se acercaba. Rápidamente se metió en su futón y se hizo la dormida.

-¡Puta tormenta de mierda! – dijo en bajo cuando llegó al salón. Miró a Shizuru y la vio dormida. Desenchufó todos los artefactos eléctricos y se fue al baño. Un rato después sonó la cadena y regresó a su cuarto.

Un gran trueno se escuchó. Shizuru decidió entonces ir al cuarto de Natsuki. Entró sin llamar y haciendo el menor ruido posible, se echó en la cama con la de oscura cabellera.

-Shizuru ¿Qué pasó?

-Ups…¿Te desperté?

-No. Me despertó ese trueno. Tranquila. ¿Pasó algo? – dijo Natsuki dándole la cara a Shizuru.

-Es sólo que me entró algo de miedo… - respondió sonrojada la de rúbeos ojos.

-No pasa nada. Ven. – Shizuru se sorprendió, pero obedeció y fue a los brazos de Natsuki. Ésta la abrazó y al cabo de un tiempo se quedaron dormidas.

Hoy el despertador sonó una hora más tarde de lo habitual, pero Shizuru ya estaba levantada. Le había preparado el desayuno a Natsuki y ahora estaba preparando el almuerzo.

Un tiempo después, escuchó desde la cocina el despertador y al cabo de unos cinco minutos o así, Natsuki fue a desayunar. Como siempre, estaba medio dormida. En cuanto terminó de desayunar, le dio las gracias a Shizuru por haberle preparado de nuevo todo y marchó. Shizuru se asomó como lo hiciera el día anterior al balcón y esta vez sí la vio pasar. Después entró y comenzó a hacer la limpieza del apartamento de Natsuki.

Cuando llegó a la academia, fue directa al aula de estudio, ya sólo le quedaban un par de días antes de los últimos exámenes que le restaban y se pasaba la mañana perdida entre libros o consultando de vez en cuando a algún profesor o profesora sobre algo que no entendía.

Por los pasillos comprobó que había mayor revuelo del normal y eso la intranquilizó, pero continuó su camino.

Llevaba ya en el aula de estudio una hora y estaba mentalmente agotada, así que fue a la máquina del Vending y se pilló un café.

Regresó al aula de estudio y escuchó una conversación inquietante que una chica castaña de ojos color miel y otra morena mantenían.

-Sí. Un par de tios llegaron esta mañana y preguntaron en la residencia por la Kaichou.

-¿Por Fujino-san?

-Sí.

-¿Le pasó algo?

-No lo sé. Mi novio me dijo que habían llegado esta mañana. Fueron a la habitación que ocupaba Fujino y como ella no estaba ahí, preguntaron a todos los que dormían en ese pasillo.

-Pero si Fujino-san ya se graduó y terminó ¿Por qué iba a estar aquí?

-No lo sé, pero allí la buscaron esta mañana.

-¿Y la directora que ha dicho?

-La directora no lo sabía. Al parecer se habían colado sin permiso en la academia y sobre todo en la residencia. Según tengo entendido, sobornaron al recepcionista de la residencia y les dejó pasar. Después un grupo de chicos y chicas fueron a avisar a Kikukawa-san que es la sucesora de la loca de Haruka-san. Ella llamó a la directora y los mandó ir a su despacho. Ahora no sé más.

-¡Joder, qué movida!

-¡Ya te digo!

Unos segundos después las dos chicas callaron y se enfrascaron en sus estudios. Natsuki cogió sus cosas, bebió el café de un trago, tiró el vaso a la papelera y salió corriendo hacia el despacho de la directora, mientras daba algunos bocados al sándwich antes de arrojarlo a la basura también.

Allí no encontró a nadie y fue hasta la casa de la desaparecida Mashiro. Llamó a la puerta y un tiempo después le abrieron.

-¡Natsuki! ¿Qué coño haces aquí? ¡Métete allí y no salgas! – le dijo Nao señalándole un cuarto a mano izquierda.

-¡Nao tengo que hablar con la directora! – decía Natsuki, mientras intentaba apartar a Nao que se le había puesto por delante y no la dejaba caminar.

-¡Ya lo sé, pero ahora no es el momento! – señaló Nao empujando a Natsuki. Ésta dejó de forcejear, obedeció a Nao y se fue adonde ella le indicó. Tras la puerta escuchó a la directora despedirse de los dos hombres. También escuchó la voz de Miyu y la puerta cerrarse. Tras eso, Natsuki salió de su escondrijo.

-¡Kuga-san! – exclamó la directora.

-¿Quiénes son esos tios y qué cojones buscan aquí? - vociferó Natsuki.

-Kuga-san tranquilízate por favor. Vamos a mi estudio y ahora te lo explico. – Natsuki siguió a Nao, Miyu y a la directora Himeno Fumi hasta un cuarto en la planta superior.

La pelirroja se sentó en una silla al lado de la puerta. Miyu estaba en un ordenador muy nuevo y la directora ocupó su asiento. La de oscuros cabellos se sentó en una silla frente a la mesa de Fumi.

-Natsuki ¿Quieres una tila? – preguntó Nao

-¡No! ¡No quiero nada de eso!

-Pues te vendría bien, chica. Tienes una cara que espantas.

-¬¬

-Chicas tranquilizaos. – dijo Fumi intentando serenar los ánimos.

-¿Quiénes son esos tios y qué quieren? – preguntó de nuevo Natsuki.

-Miyu ¿Lo tienes ya? – preguntó la directora.

-¡Hai, master! El más alto, moreno, de ojos marrones con traje gris de Versace y corbata del mismo tono también del mismo diseñador con zapatos blancos de Chie Mihara, es Junya Tsubaki. Trabaja para una empresa de Kioto, propiedad de Kazunori Kobayashi. Líder en la fabricación de piezas para la Suzuki o Mitsubishi. También es propietario de otras muchas empresas. Con grandes beneficios, es uno de los japoneses más poderosos. Reside en Kioto.

El otro hombre, rubio no natural. Vestido con traje negro, camisa azul y corbata del mismo tono con zapatos negros, todo de Gucci, menos los zapatos que también son de Chie Mihara, es Shunsuke Nishiki, número dos de Kazunori Kobayashi. Reside en Kioto.

-Bien. Muchas gracias Miyu

- Si eso es todo, me retiro master.

-Eso es todo. – contestó Fumi y Miyu se fue. – Nishiki y Tsubaki vinieron esta mañana preguntando por Shizuru. Al parecer ocurrió algo que la hizo huir de Kioto. Por lo que parece está muy bien escondida. No sabemos dónde está y tampoco se lo diremos, lo que no sabemos es qué ha ocurrido. Por lo pronto lo único que conocemos es que seguro se comunicará contigo si no lo ha hecho ya, por lo que es necesario protegerte.

Natsuki permanecía callada, pero su cara denotaba su preocupación y enfado.

-Tienes que intentar hacer vida normal. En dos días te examinas y si quieres aprobar, más te vale que lo hagas bien. Vuelve a clase. – explicó Fumi

-¡No! ¡Voy a intentar comunicarme con Shizuru y que me explique qué pasa aquí! – gritó Natsuki.

-Kuga. Regresa a clase. – impuso la directora.

-¡No hasta que sepa qué está ocurriendo! – manifestó la joven de azulada cabellera.

-Si te vas, se te pondrá una falta y eso te perjudicará. ¡Sabes que no puedes faltar! – señaló la mujer de pelo rosa pálido.

-Lo siento… Pero es más importante Shizuru que pasar o no de curso… Me voy – declaró la de cabellos añiles y se fue.

-¡Kuga! – gritó Fumi, pero no le hizo caso.

-…Nao. Ve a decirle a Kikukawa-san que anule las faltas de Kuga.

-Díselo tú. Yo no soy tu secretaria. Vine aquí para enterarme de qué pasaba y como ya me enteré ahora me voy. – aclaró Nao de forma soberbia.

-Tus faltas también serán anuladas. – aseguró la directora

-Correré a decírselo a Yukino. Hasta luego, dire. – y se fue a la sala del Consejo Estudiantil donde estaba Yukino.

Natsuki salió corriendo de la academia. Subió a su moto y marchó a toda velocidad hacia su casa. Unas calles antes de llegar a su apartamento, verificó que nadie la seguía y se introdujo en el edificio.

Abrió la puerta de casa y encontró a Shizuru viendo la televisión, como si nada. Ella la saludó, pero Natsuki la cogió por el brazo bruscamente y se la llevó a la habitación. La tiró en la cama.

-Natsuki… no sabía que fueras tan apasionada.

-¡Deja de hacer el gilipollas! Y explícame qué está pasando.

-¿A qué te refieres?

- Primero llegas a Fuuka antes de lo previsto y a mi piso. Luego por la noche, lloviendo como llovía sales a la terraza y tiras tu móvil a la calle…- Shizuru se sorprendió de que Natsuki se hubiera dado cuenta de tantas cosas – y esta mañana vienen dos tipos a la academia buscándote. – Shizuru se levantó de golpe y su gesto lo decía todo.

-¡¿Cómo eran esos tipos?!

-Tsubaki y Nishiki se llaman.

Shizuru se sentó en la cama y comenzó a llorar.

-¡Mierda, Shizuru! ¿Qué coño pasa? – preguntó Natsuki, quien se arrodilló delante de su amiga y apoyó sus brazos en el regazo de Shizuru. Desde esa posición la miraba con tristeza.

Un tiempo después Shizuru se tranquilizó levemente. La de mirada esmeralda la abrazó y esperó a que comenzase a hablar.

-Si sabes los nombres de ellos, supongo que también sabes para quien trabajan. – Natsuki asintió y Shizuru continuó – Mi… mi familia es propietaria de grandes empresas repartidas por Japón y Europa. No sé cómo, Kazunori Kobayashi conoció a mi padre Taki Fujino y se interesó por nuestras empresas… Convenció a mi padre de que tenían que unirse. Kobayashi tiene un hijo Riju Kobayashi, dos años mayor que yo. Durante todo un mes hicieron lo posible para que yo me interesara por Riju, pero tú ya…

-Lo sé ¿Qué más?

-Mi padre me convenció para que al menos intentase conocer a Riju y salí con él durante unos días. Es un chico apuesto, pero no puedo enamorarme de él en dos días y menos casarme con él. Como no tuvo éxito la primera idea, Kuon me chantajeó con hundir a mi familia. De alguna manera había conseguido pruebas y testigos falsos de que la mayoría de las empresas de mi padre eran una tapadera y de que la familia Fujino se había enriquecido con la venta de armas y que si no me casaba con Riju, todos los periódicos de Japón y seguidamente los del extranjero sabrían la noticia. Yo le dije que me diera un tiempo para pensármelo. Finalmente me lo concedió y hablé con un amigo hacker que me dio las pruebas de que los documentos que Kobayashi usaría en contra de los Fujino, eran los documentos de sus propias empresas. Cuando obtuve las pruebas, concerté una cita con Kazunori y Riju en un local público y les dije que también sabía jugar a su juego. Después me dirigí a mi casa en coche privado. Dos días después en una de las empresas de papá se llevó a cabo un atentado. Esa misma noche una empleada de la Casa de mis padres me dijo que había una llamada para mí. Era Riju y me contaba que el atentado lo había ordenado él y que si le entregaba las pruebas y me casaba con él no le pasaría nada al resto de empresas de mi padre. Le conté todo esto a mi primo Nachi y él me ayudó a escapar. Por eso me presenté aquí anteayer y por eso tiré mi móvil, para deshacerme de todo aquello que pudieran rastrear.

-Pero Shizuru has huido ¿No crees que puede pasarle algo a tu familia? – preguntó preocupada Natsuki.

-Les dije que como supiera de otro atentado contra mi familia, publicaría las pruebas que tengo contra ellos. Por eso quieren encontrarme….

-¡Joder, Shizuru! ¿Por qué no me dijiste antes nada?

-No quería preocuparte…

-¡Shizuru! ¿Pero cómo no me voy a preocupar? – preguntó Natsuki levantándose del colchón.

-¡Natsuki sabía que intentarías hacer algo y no quiero meterte en nada de esto porque podrían hacerte mucho daño y no quiero que te pase nada!

-¿Y qué quieres que haga? ¿Qué me quede quieta mientras tú estás en peligro?

-Sí

-¡¿CÓMO VOY A HACER ESO?!

-¡Por favor, Natsuki…! – La de cabellos azules que hacía un rato que estaba andando de lado a otro de la habitación paró en seco, cerró los ojos, respiró hondo y después golpeó con fuerza la pared a puño cerrado.

-Natsuki, escúchame… – tomó por los hombros a Natsuki y la miró intensamente a los ojos – Mientras no salga de tu apartamento, no me pasará nada. Mi familia no sabe que existes, así que aquí estaré segura… Estudia para los exámenes. Haz como si nada o al menos, inténtalo y una vez que hagas los exámenes, pensaremos en algo.

-¿Y si registran las casas de los estudiantes? O le preguntan a alguna de las chicas: Mai, Mikoto…Nao

-Natsuki, eso no es posible. No van a registrar las casas de los alumnos. Hay demasiados. Sólo registrarían las de aquellos que fueran cercanos a mí…

-¡Pues…!

-Nadie sabe que estoy aquí y excepto las chicas, todo el mundo ignora que somos amigas.

-Me da igual. No estoy tranquila, sabiendo que en cualquier momento pueden encontrarte…

-Natsuki contigo estoy segura…. – le dijo Shizuru. La morena se sonrojó y bajó la mirada. La de rúbeos ojos sintió una gran punzada en su corazón.

En un restaurante conocido de Fuuka, una mujer, pasó un pen a Tsubaki y Nishiki. Después hablaron unos segundos más y ellos se fueron del lugar dejando a la mujer sola. Ella sonrió, terminó su café, pagó y marchó en un Chevrolet cruze en naranja.

Más entrada la noche, la mujer de ojos grises repasaba en su portátil fichas de alumnos, sus relaciones familiares e introducía datos extraídos de unos cuadernos en dichos documentos.

Por otro lado, en el apartamento de Natsuki, Shizuru se acostaba en la cama de la dueña del piso. Ella cerraba los ojos, pero la de cabellos oscuros miraba la luna a través de la ventana de su cuarto. La calma se había acabado.

Continuará...

2 comentarios:

  1. Buena historia, no recuerdo aún si ya le hice su menú, mañana revisaré.

    Gracias a Blacky por publicarla y sobretodo a Ric por escribirla.

    Un abrazo a ambas :)

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  2. Gracias Akari!!! Gacias por darme la oportunidad de publicarla en este magnífico blog. ^^

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