Decisiones - Capítulo 25

Eyyyyyyyy!!! Cómo andamos baulit@sssss?? Akari anda un poco liada así que hoy publico yo este fic, que quede claro que esto no es a base de amenazas de seguidores ni nada por el estilo (Voz extraña: ¡¡Cállate y publica o lo lamentarás!! -sonido de arnés de fondo-) ¡¡¡Noooooooooooo!!! O sí...

Ejem, bueno vamos a lo que vamos, os dejo el capítulo de esta historia escrita por Eldest88.

A disfrutarlo :)

HELL

Do you know what it's like when

(¿Sabes lo que es cuando)

You're scared to see yourself?

(Tienes miedo de verte a ti misma?)

Do you know what it's like when

(Sabes lo que es cuando)

You wish you were someone else

(Deseas ser alguien más)

Who didn't need your help to get by?

(¿Quién no necesita tu ayuda para continuar?)

Do you know what it's like

(Tú sabes cómo es...)

To wanna surrender?

(El querer rendirse)

I don't wanna feel like this tomorrow

(No quiero sentirme así mañana)

I don't wanna live like this today

(No quiero vivir de esta manera hoy)

Make me feel better, I wanna feel better

(Hazme sentir mejor, quiero sentirme mejor)

Stay with me here now and never surrender

(Quédate conmigo ahora y nunca te rindas...)

Never surrender

(Nunca te rindas)

Do you know what it's like when

(¿Sabes lo que es cuando)

You're not who you wanna be?

(Finges ser quien no eres?)

Do you know what it's like to

(¿Tú sabes lo que es)

Be your own worst enemy

(Ser tu peor enemigo?)

Who sees the things in me I can't hide?

(Quien ve las cosas que en mi no puedo esconder?)

Do you know what it's like

(Tú sabes lo que es.... )

To wanna surrender?

(El querer rendirse)

Don’t wanna feel like this tomorrow

(No quiero sentirme así mañana)

I don't wanna live like this today

(No quiero vivir de esta manera hoy)

Make me feel better, I wanna feel better

(Hazme sentir mejor, quiero sentirme mejor)

Stay with me here now and never surrender

(Quédate conmigo ahora y nunca te rindas...)

Make me feel better, you make me feel better

(Hazme sentir mejor, tú me haces sentir mejor)

You make me feel better, put me back together

(Tú me haces sentir mejor, volvamos juntos)

Idon't wanna feel like this tomorrow

(No quiero sentirme así mañana)

I don't wanna live like this today

(No quiero vivir de esta manera hoy)

Make me feel better, I wanna feel better

(Hazme sentir mejor, quiero sentirme mejor)

Stay with me here now and never surrender

(Quédate conmigo ahora y nunca te rindas...)

Put me back together

(Volvamos juntos)

Never surrender, make me feel better

(Nunca te rindas.... hazme sentir mejor)

You make me feel better

(Tú me haces sentir mejor)

Stay with me here now and never surrender

(Quédate conmigo ahora y nunca te rindas...)

“A los seres humanos nos inducen a pensar desde muy temprana edad que nuestros órganos más importantes son el cerebro y el corazón. Asociamos uno con nuestra capacidad intelectual y el otro con la sentimental. Sin entender de manera elemental, que ambos son simples motores físicos que determinan en gran parte el funcionamiento correcto de una máquina llamada: cuerpo.

El cerebro tiene dos hemisferios, que según los expertos, controlan de manera individual pero coordinada a la vez nuestro raciocinio. Es decir, nuestras ideas, percepciones, emociones, movimientos, discernimiento, almacenamiento y memoria, entre otros factores.

Del corazón, por el contrario, solo nos explican que es un músculo que se contrae y se relaja, produciendo unos latidos a determinada velocidad que afirman nuestra existencia. En caso tal de que dicha actividad se suspendiera, así mismo se daría por terminado nuestro paso por este territorio llamado: vida.

Prevenir un derrame o un infarto sigue siendo un sueño. A pesar de que existen medidas para preservar la salud, lo cierto es que estos males son como un mal matrimonio. Al que le toca, le toca.

Pero, ¿qué pasa cuando esos perjuicios van directamente conectados a nuestros sentimientos? ¿Cómo se evita que nos rompan el corazón? O lo que es peor aún, ¿cómo se cura un corazón roto?

¿Qué pastilla controla nuestra pensadera? ¿Qué jarabe pasma nuestra ansiedad? ¿Qué inyección alivia la tristeza?

Nadie nos enseña a manejar el dolor cuando nuestra pareja nos es infiel. Pero así mismo, nunca dejamos de sentir ese perverso placer cuando los infieles somos nosotros.

Esas son las verdaderas ironías de la cabeza y el corazón que nos convierten en seres indescifrables. Añoramos, disfrutamos, desconocemos y olvidamos absolutamente todo.

Uno puede amar a una sola persona. Eso nos lo dicta el corazón. Lo cual no indica que solo nos guste ese ser habiendo tantos alrededor. Eso nos lo grita la cabeza.

¿Hasta qué punto entonces, la infidelidad es un acto fomentado por un deseo impulsivo? ¿No será una alternativa de nuestra mente para salir del letargo? O un recurso de nuestro corazón que quiere halagarse y halagar?”

Por Alejandra Azcarate

Esto ya era patético, y ahí estaba yo en medio de mi cama leyendo una revista de amor, maldita Alejandra….tenía su punto, pero, ¿quien le daría la razón a lo expuesto en ese artículo estando como lo estaba yo?.....

-Estúpida…….-cerré la revista más aburrida de lo que ya estaba, llevaba tres días en casa, luego de la fiesta de Andrea, había decidido que esa semana no iría mas al cole, necesitaba pensar, en todo, en nada, necesitaba sacarme de la cabeza esa… tonta… mi madre se extrañó un poco, desde que tengo memoria jamás había faltado tanto tiempo al colegio, ni siquiera cuando estaba enferma, siempre me consideré alguien muy responsable y estudiosa, pero mi realidad actual superaba mis fuerzas.

-Hija… ¿En serio no piensas salir de ese cuarto?...-la mujer caminaba inquieta escaleras arriba, eran las 8 A.M. y su esposo ya se había ido al trabajo, pero le preocupaba el estado de ánimo de su niña, desde que había llegado a la madrugada pudo notar su estado triste y su expresión sombría.

-Princesa... -la mujer algo robusta tomó asiento al lado vacío de la cama -desde que fuiste a la fiesta de Andrea has estado algo triste... ¿Pasó algo con Héctor?...-estiró una mano y despacio acarició el pedacito castaño que sobresalía del borde de las cobijas.

-Mamá... yo… -debía ser ahora o nunca, odiaba esconderle cosas a su madre, sabía que a pesar de los prejuicios la amaba y la podría comprender, sin embargo, eso no le evitaba el hormigueo en sus manos, y ese palpitar descontrolado de su corazón, estaba realmente asustada.

-Qué sucede mi amor… puedes confiar en mí... -dicen que una madre siempre sabe lo que ocurre con sus hijos, le llaman “instinto de madre”, pero esa mañana la señora Rivera quería que sus presentimientos no fueran más que meras ideas infundadas en palabras erróneas, o momentos equivocados, porque lo que pasaba por su mente, ya lo tenía rondando desde hace mucho rato.

-Bueno... las cosas con Héctor se terminaron… -con una voz aniñada trataba de infundirse algo de valor, pues sabía que lo que venía no sería nada fácil –me enamoré de alguien más… -no pudo seguir, de su garganta no salían sus palabras…¿Qué le iba a decir?... Oye mamá, ¿Me enamoré de su mejor amiga?... por Dios… ya no me podía echar para atrás, ella estaba ahí mirándome con esos ojos escrutadores, esperando una respuesta, y… ¿yo?... ¿ahora qué le digo?... ¿le miento?...

Por mi lado no quería escuchar el final de esa oración… cuando los hijos nacen no vienen con un manual para guiarlos, lo que estaba ocurriendo no era nada nuevo, las cosas se movían a mi alrededor pero yo seguía en el mismo sitio en el que he estado toda mi vida… con mis valores, con mi ética, con mi moral y cuando uno es así no puede ponerse una venda en los ojos… sin embargo, yo en ese momento no era consciente de eso, y mi miedo le ganó a mi amor…..

-Me enamoré de Andrea… -cuando dijo su nombre, pasé saliva, mi niña… estaba enamorada de otra mujer, pero ya lo venía presintiendo desde hace mucho, por sus miradas, por sus actitudes. Pero una cosa es que lo imagine, y otra que sea ella misma la que me lo esté asegurando.

-No… no puede ser cierto… tú… tú no me puedes estar haciendo esto…..-mis palabras salían sin control de mi boca, mi hija tan solo me miraba con sus ojos cristalinos por sus lágrimas –tú sabes lo que esto significa… está mal……¿Qué va a decir tu padre?.... ¿Qué dirán de tu padre?... ¿Acaso pensaste en eso?... La hija del pastor es lesbiana… por Dios… eres lesbiana… -susurré esto último levantándome de su cama con las manos en mi cara, esa palabra resonó en mi cabeza sin parar… lesbiana….mi hija es les… -No… -sentí gotas bajando por mis mejillas, tan solo la miré una vez más y salí de su cuarto disparada al mío…

-Tan solo la vi marcharse, me boté a la cama a llorar, lo que más me ha asustado toda mi vida es decepcionar a mis padres, y por esa mirada triste en sus ojos creo que ha sucedido, un dolor inmenso llenó mi pecho, no sé qué esperaba al decirle eso, tal vez no se lo debí contar, quería contar con ella, pero ahora estaba totalmente sola, y no sabía cómo iba afrontar todo esto… ¿Y mi padre?... cuando se entere….¿reaccionará igual?... él espera tanto de mí… Dios…- la castaña se quedó dormida luego de horas de llorar, su madre no daba señales de querer seguir la conversación y dentro de unas horas su padre llegaría.

o.O.o

-¿Hija estás bien?... -la mujer paró el carro al ver las lágrimas de su chiquita.

-Mamá… ella… se fue… me dejó… -la pelinegra no podía hablar con claridad, pero al ver los brazos extendidos de su progenitora, se refugió en ellos.

-Ya mi vida… si ella te ama, como yo sé que lo hace, volverá… pero debes aprender de tus errores… a una mujer no se le engaña, porque dañas su corazón… -su madre posó sus manos en su cara, limpiando una a una las lágrimas que la surcaban, le dolía verla en ese estado, pero era algo que su hija debía pasar, para crecer, para madurar.

Después de unos minutos la ojiazul se quedó dormida, al llegar a la casa su padre salió a recibirlas, y al verla dormida decidió que lo mejor sería dejarla descansar, ya había tenido mucho por ese día, así que con mucho esfuerzo, pues él ya no era el joven de antes, y ella ya no era tan chiquita… la llevó en brazos a su habitación, le dio un tierno beso en su frente y la dejo allí, para luego ir él a dormir.

Pasadas unas horas la morena podía escuchar unos ruidos que poco a poco la fueron sacando de su sueño, llovía, y varios relámpagos se cruzaban por su ventana, miraba tranquila por esta hasta que sintió ese cruel vacío en su pecho, por primera vez era consciente de ese dolor, uno que la embargaba, que la hacía sentir débil y pequeña, tomó una chaqueta de su armario y sin hacer ruido cruzó la casa para salir por la puerta, quería sentir la lluvia, tal vez solo de esa forma el dolor se fuera.

o.O.o

Se estiró sobre su cama cansada, miró el reloj en su mesita y un frío temblor recorrió su cuerpo, faltaban quince minutos para que su padre llegara, y de nuevo más lagrimas se asomaron por sus tristes ojos.

Al oír la puerta abrirse la mujer salió de su habitación, debía tener una conversación seria con su marido, bajó despacio por las escaleras, lo vio entrar, dejar su chaqueta colgada al lado de su portafolio, ¿Cómo se lo diría?...

-Hola mi amor… -el tono del hombre era duro, se notaba un mal día en la iglesia –una mujer llegó a decir cuentos de nuestra hija, la vieron discutir ayer con su novio y con su amiga… ¿tú sabes algo? -por ahí dicen que pueblo pequeño… infierno grande, y algo que tiene un lugar como la iglesia en el que comparten tantas personas, es precisamente el que nada se queda oculto, en pocas palabras son una manada de chismosos.

-Hablé con ella… -la mujer se sentó al lado de su esposo con su cabeza gacha –me acaba de decir que está enamorada de esa niña…

- El hombre se quedó en silencio mientras procesaba la información, dio un suspiro pesado para luego levantarse y dirigirse a la habitación de su hija, millones de ideas pasaban por su cabeza, pero al entrar y verla llorando su corazón de padre le ganó, en pasos largos se acercó a ella, quien asustada levantó el rostro mirándolo con miedo, a lo cual él solo atinó a abrazarla y dejarla llorar en sus brazos.

Cuando llegas a una edad es muy difícil aceptar que te has equivocado. Y mucho más difícil cambiar tus valores. Yo… yo creo en las normas. Probablemente porque estoy chapado a la antigua o porque cuando iba al colegio los curas decían que había que andar por el camino de la virtud. Pero hoy, hoy cada uno tiene sus propias normas, o ni siquiera las tiene. Y viven en el caos, donde todo vale. Y siempre he creído que esa gente estaba equivocada. Pero aunque uno crea saber cómo deben ser las cosas, la realidad es que las cosas son como son… La vida no es una máquina expendedora en la que introduces virtud y extraes felicidad…

Continuará...