Rumbo a casa. Cap 2 Rescate en alta mar

Hola yuri fans, hoy toca el segundo capitulo que he rescatado de la historia de piratas que os presenté la semana pasada, espero que os guste para que pueda seguir publicándola.
Ahora preparaos, tod@s a vuestros puestos, remad, remad ¡todo a estribor! y sobretodo:

Enjoy!!!

 

Rescate en alta mar

  

Llevaba tan sólo unos días descansando en mi villa cuando mi tía la Señora de Chevalier, me mandó llamar para llevar a cabo una nueva misión en alta mar.

Al parecer esas sucias piratas habían asaltado una pequeña isla, robado las mercancías y secuestrado a algunas isleñas, probablemente para venderlas como esclavas en el mercado negro. Mi tía tenía muchos intereses económicos en aquella zona que se habían visto afectado por el ataque, por lo que yo en mi condición de oficial de la marina me veía en la obligación de investigar y detener a las responsables.

 Mi costumbre cuando parto a alguna misión es la de no usar el uniforme de la marina; la lucha contra piratas requería de técnicas piratas, por lo que me puse un ceñido pantalón negro, abroché mis botas altas hasta la rodilla, elegí un corsé de cuero, también negro  y una capa verde menta para cubrir mis hombros. Para ésta ocasión llevaba parte del pelo recogido con pequeñas trenzas color trigo a modo de adorno, cogí mis espadas, una pistola y el camafeo que usaba como colgante y que ocultaba un potente veneno para el caso en que fracasase en mi misión. (…)

El viento soplaba a nuestro favor, la barqueras remaban sin pausa haciendo que la distancia entre nosotras y las bandidas se recortara, estaban cansadas y las nuevas prisioneras no debían estar experimentadas para mover semejante barco.

Mi fragata, la Tartessos, se acercaba cómo el filo de una espada, letal; el oleaje golpeaba por estribor así que aprovechamos el impulso para virar a babor y cortarlas la huída. Yo corría por el puente gritando órdenes y alentando a la tropa.

-“ ¡Preparen los cañones, a mi señal disparen 3 ráfagas!”

- “¡Grumetes, preparen las escalas para efectuar el abordaje!”

“ ¡Ya son nuestras, sólo nos vale la victoria, si no es así, que las Diosas sirenas nos abracen en nuestro eterno lecho de mar … a por ellas!”

Y la tripulación rugió.

 

La embarcación pirata repelía nuestro ataque a cañonazos y tiraba los víveres por la borda en un desesperado intento por aligerar la carga, pero yo no iba a dejarlas escapar, ese era por ese motivo por el que me había forjado un nombre en la marina, “donde pongo el ojo echo las zarpas” jejeje.

De pronto los cañonazos se hicieron más espaciados y comenzaron a disparar cargas de copas y cajas, estaban sin munición; una de nuestras suboficiales consiguió acertar con el mástil de la vela mayor, ya eran nuestras. Cogí el timón y tiré de él con todas mis fuerzas iniciando la maniobra de aproximación, las escalas volaron sobre nuestras cabezas mientras las balas silbaban nuestros nombres.

 

Dí la orden y se produjo el abordaje, las balas dieron paso a los sables y las piratas sin educación alguna en el noble arte de la esgrima atacaban a la desesperada por sus vidas. Mis sables dieron cuenta de no menos de 3 piratas y otras 2 que saltaron por la borda, temiendo el mismo destino que las anteriores.

Subí al puente y comuniqué la rendición pirata,  la joven contramaestre subió a darme el informe.

-          “Capitana misión completada, hemos capturado a 14 piratas, otras 9 se encuentran en mal estado”

-          “Bien, respondí, ¿y que hay de las cautivas?,¿cuales han sido nuestras bajas?”

-          ”Señora, se ha recuperado parte del botín, el resto lo arrojaron durante la batalla, en cuanto a las prisioneras, hemos logrado rescatar a 17 de ellas… por nuestra parte hemos tenido 11 bajas, 8 heridas graves y las demás de poco consideración…¿Qué hay de usted?

-          “Yo estoy bien, me duelen un poco las costillas de la anterior batalla, y me he llevado un par de buenos golpes, pero nada serio. “ que la oficial médico asista a nuestras heridas”

 

Desde aquel puente mientras la contramaestre me ponía al corriente yo observaba todo lo que sucedía,  de repente, una de las grumetes ayudó a cruzar la pasarela hacia nuestra fragata a una preciosa muchacha, no se si era por la emoción que todavía me inundaba por el combate, pero pareció como si por un momento el estómago me temblara.

-          “Contramaestre, ¿Quién es aquella que está con Gomes? pregunté

-          “Es una de las isleñas liberadas, no recuerdo su nombre…lo buscaré y se lo…”

-          Gracias, no es necesario, cuando la atienda la oficial médico llévenla a mi despacho, necesitamos que nos cuente lo sucedido para redactar el informe para la Mayor Nygaard”

-          “sí señora” respondió

-          “retírese y que le miren ese corte en la ceja…me alegro que no estés herida de gravedad” dije colocando mi mano sobre su hombro sonriéndola complacida (…)

 

Tras inspeccionar todo el operativo, me dirigí a mi humilde camarote, una pequeña cámara de unos 12 metros cuadrados que hacía también las veces de despacho y que constaba únicamente con un catre de lana bastante confortable, un pequeño armario, una librería atestada de libros y Cartas de navegación y un escritorio con un par de sillas, las cuales seguro habían conocido tiempos mejores.

Me encontraba trabajando en el informe cuando trajeron a la chica en cuestión. Con voz cálida y segura, sin apartar mis ojos de los suyos dí comienzo a la conversación

-          “Bienvenida My lady, por favor tome asiento, mi nombre es Valerie Poisson du Chevalier, oficial de la Fragata Tartessos, la he mandado llamar porque es necesario completar un informe sobre las circunstancias del ataque y secuestro sufridos ” tragué saliva, no podía dejar de mirarla…

-          “emm disculpe, esto es un navío de guerra y hasta que no inventariemos el botín recuperado sólo puedo ofrecerle Ron miel, pan y uvas,” dije al tiempo que depositaba las viandas sobre la mesa.

-          “Por favor My lady indíqueme su nombre, profesión y cuénteme su historia, ¿qué le ha sucedido?