Hola Yurifans,
Primero que nada, ¡Feliz día del amigo! acá en Venezuela no es una fecha conocida pero hace varios años, gracias a la vida 2.0, que lo celebro y comparto con esas personas que sabes que estarán ahí cuando estés bien, mal, regular, aburrida, feliz, triste, bipolar, tripolar, sobria, ebria,... bueno, ustedes entienden.
En cuanto al post de hoy, este es el último capítulo de Decisiones y tenemos que agradecer a Eldest88 por finalizarla a pesar de las dificultades del día a día.
Espero la disfruten.
N/A: el titulo
se lo robo (espero que no hayan reclamaciones xd) a una de las mejores autoras
que he leido.
EL FINAL ES SOLO EL COMIENZO
Las balas
aumentaron en número, al parecer el hombre no estaba solo, podíamos oír como
varias personas entraban por la parte trasera de la casa, y yo solo podía
pensar en Ximena.
Tomé la mano de
Camila quien al mirarla se encontraba en estado de shock y temblando asustada,
por mas de que le hablaba no me respondía, no tuve mas opción que halarla hacia
la puerta principal, sin embargo, al llegar me encontré de frente con su ex
esposo, me miro con furia y de una patada me rompió la boca y me tiro a un lado.
Vi como uno de
los hombres que había entrado por la parte trasera tomaba a mi acompañante sin
ningún reparo por el cabello. Tiro de ella fuerte arrastrándola de nueva cuenta
hacia la sala.
-Perra mal
nacida, creías que por ser yo no me daría cuenta de tu malditas mentiras... ¿EH?-
Juan Carlos la veía con rabia, se notaba la ira en sus ojos -¿desde cuando me
engañas con esta hija de puta?... ¡¿DESDE CUANDO?! - el hombre golpeaba sin
cesar el rostro de la que alguna vez amo, esta ya encontraba atada de sus manos
pendiendo de una cuerda colgando del techo de la casa.
Después de dejar
sangrando a su ex esposa, giró su cara para encontrarse de lleno con mis ojos
-¡TRAELA ACA! - le ordenó a un descomunal negro que de solo verlo como se
acercaba me dio mas que asco haciendo que vomitara todo lo que hasta ahora
había comido.
El hombre me
levantó con esa maldita sonrisa lasciva en su rostro, paso sus enormes y sucias
manos por mi pecho y me apretó hasta hacerme sentir mucho dolor.
-Aún no es
tiempo para que te diviertas con ella idiota...... TRÁELA ACÁ -lo miré de soslayo, al levantarme pude
ver en su chamarra, traía un cuchillo grande, lo tome rápidamente
aventurándome, se lo enterré sin compasión en el cuello, sus gritos llenaron el
espacio, Juan Carlos salio corriendo hacia mi.
-Maldita
zorra... -siseó mientras me observaba de lejos sin atreverse a acercarse,
pues aunque estaba ensangrentada, la filosa arma aun pendía de mi mano.
-Bastardo... -una
rabia contenida me inundaba nublando toda posible razón, apreté el cuchillo con
fuerza en mi mano y camine hacia el, sin embargo un fuerte disparo se escucho,
la adrenalina de mi cuerpo no me permitía sentir ningún dolor, pero al tocar mi
vientre pude notar como salia sangre.
-Vas a morir
como la basura que eres -el hombre se acercó a mi sosteniendo un arma en sus
manos -¿de donde la saco? ¿como fue que no la vi?.
-Maldita lesbiana
-con el arma aun en su mano derecha golpeo mi rostro, haciéndome sangrar mas,
sostuvo su pistola justo en mi cabeza, ya no podía pensar en nada mas que no
fueran esos hermosos ojos verdes y en su sonrisa llenándolo todo.
-Ximena... -tan
solo se escuchó como un suspiro, pero ¿este seria mi final?......cerré mis ojos
esperando mi muerte, un fuerte disparo se escuchó de nuevo, mis oídos zumbaban,
sin embargo yo aun estaba viva, abrí mis ojos para ver como Camila sostenía
otra en su mano y miraba hacia mi lado, al girar mi cabeza me encontré con su
ex esposo tirado y sus ojos abiertos de par en par.
-Lo
siento... Juan Carlos – fue lo ultimo que la oí decir antes de que se
desplomara a mi lado, de su costado derecho podía ver una gran mancha de
sangre, gota a gota vi como se le iba la vida.
Yo sólo podía
verla sucumbir ante sus heridas, mis ojos se llenaron de lágrimas, ¿por
quién?... ¿por ella?... ¿por mi?.... ¿por el tiempo que ya no tendría para darle
a la persona mas importante para mi todo aquello que merecía?... cierro mis
ojos por un momento, los recuerdos de ese día me vuelven a la cabeza como si de
una película se tratase...
¿En que momento
dejé que las cosas terminaran de esta manera?
Me doy vuelta sobre la cama. Aún esta oscuro,
estiro mi mano para ver la hora en el celular.
-Las 4 de la mañana, diablos -se ha convertido
en una rutina despertarme a esta hora, siempre llorando y con un dolor en el
pecho que me vuelve loca.
Me levanto tambaleante de mi cama, ya perdí la
noción del tiempo que he pasado en mi habitación, camino hacia el baño y me
miro al espejo, unas grandes ojeras se asoman por debajo de mis ojos azules, se
ven tan opacos, tan sin vida.
Mi padre me ha hablado anoche desde el
pasillo, ha dicho que debo volver al colegio, que no puedo perder el año,
quedando sólo un mes para graduarme.
Estoy en el
colegio, deambulo por los pasillos sin mirar a nadie, la gente murmura, siento
como me observan, algunos con curiosidad otros con lastima, y los últimos con
desprecio, el chisme de mis relaciones con Camila y con otras chicas se regó
como pólvora.
Al entrar al salón la observo, esta sentada
con sus amigas sonriendo, se ve hermosa, no me duele que se encuentre bien, me
mata su indiferencia, las veces que nos encontramos por los pasillos, ni
siquiera me mira, solo me queda salir corriendo como si tuviera 5 años, no lo
resisto.
Han pasado
algunas horas desde que me encuentro acá, siento como la sangre fluye sin
control por mi abdomen, la vida se me escapa, y lo peor de todo es que no encuentro
un sentido para seguir viviendo, de esto hablaba mi padre esta tarde cuando lo
vi, me convertí en un ser sin esperanza.
Dicen que el momento justo antes de morir
puedes recordar tu vida en un instante, me vienen recuerdos, momentos en los
que nunca te valore, en los que sólo deje sacar mi enojo y no te presté la mas
mínima atención.
-Perdóname... de verdad lo lamento mi
princesa -caigo de espaldas al frío suelo de la habitación, estoy en una cabaña
a las afueras de la ciudad, nadie sabe que me encuentro en este lugar, solo
puedo oír el lento palpitar de mi corazón, hace mucho que no lo sentía, se
siente extraño.
-Siempre me pregunte cuál seria mi ultimo
deseo antes de morir...ahora lo se, quiero escuchar tu voz, una ultima vez
-tomo mi celular que se encuentra en el bolsillo de pantalón, estoy empezando a
ver borroso, me duele la cabeza, busco tu numero, dejo que marque, timbra unas
cuantas veces.
-Andrea?... ¿donde estas?... tu familia
esta buscándote- puedo notar la preocupación en su linda voz, una sonrisa se
cruza por mi cara, a pesar de todo me sigue cuidando, siempre lo ha hecho.
-Déjate de payasadas, dime en dónde estás,
puedo oírte -su voz se quiebra, ha empezado a llorar, no quiero que llore,
siento ese dolor punzante de nuevo en mi pecho, la hago sufrir, no quiero que
llore mas....
-Lo si... siento... per... perdóname –sólo eso ha
salido de mi boca, mis párpados se van cerrando lentamente, ya no tengo fuerzas
para seguir viviendo, la cobardía de vivir sin ella no me deja luchar por
sobrevivir, siento como los minutos que marca el viejo reloj de la cabaña van
corriendo lentamente.
Ya estoy alucinando, a lo lejos puedo oír mi
nombre en sus labios, esa dulce voz que tantas veces repitieron que nunca me
dejaría, siento gotas amargas resbalar por mis mejillas, ¿son mis lágrimas o
las de alguien mas?......ya no lo se, me di por vencida, simplemente deje de
respirar...
-No te
vayas… por favor… mi vida… -Ximena sostenía con fuerza la cabeza de Andrea
quien perdía poco a poco el sentido, llevaban más de media hora ahí y la
ambulancia no se oía por ninguna parte, el desespero se estaba apoderando de la
castaña.
Su cara se llenaba de lágrimas y sus manos de
sangre, presionaba la herida como lo había aprendido en el colegio, pero no
podía evitar que aquel liquido caliente se desbordara por el medio de sus
dedos.
-Por favor… resiste princesa… -a lo lejos
podía oír el pitido insistente de las sirenas, estaban cerca.
-Señorita… por favor apártese –dos hombres
tomaban el cuerpo de su novia acomodándola en una camilla, primero verificaban
su respiración y sus latidos.
-Está débil… será mejor que nos apuremos –el
más alto le indicaba al otro mientras le ponía una máscara de oxigeno en el
rostro a la pelinegra.
Ella solo sentía que alguien mas la abrazaba
por detrás tratando de alejarla, al enfocar la cara de la persona, pudo notar
que era su ahora ex novio.
-Héctor… dime que se pondrá bien… ¡¡dímelo!! –con fuerza se aferraba a la cintura del rubio, al tiempo que colocaba su cara en su pecho.
-Héctor… dime que se pondrá bien… ¡¡dímelo!! –con fuerza se aferraba a la cintura del rubio, al tiempo que colocaba su cara en su pecho.
-Estará bien……es Andrea de la que
hablamos…..dejemos que ellos hagan su trabajo –el chico trataba de controlar su
tono de voz, debía ser fuerte para que ella no se derrumbara…….tan solo la
abrazo fuerte….ahí…esperando….
o.O.o
Quizá nuestras
viejas heridas nos enseñen algo. Nos recuerdan dónde hemos estado, y qué hemos
superado. Nos enseñan lecciones de qué evitar en el futuro. Eso es lo que nos
gusta pensar. Pero así no es como es, ¿verdad? Algunas cosas tenemos que aprenderlas
una, otra, y otra vez.......
-¿Señorita se
siente bien?... -una espectacular rubia de ojos azules, medidas 60-90-60,
con un traje entallado de enfermera y una sonrisa que haría que muchas cosas se
le pararan a un monje tibetano, cosas, como...... su corazón.......Dios o
estaba muerta y merecido o no esto era el cielo, o definitivamente el cucho con
barba blanca existe y después de 10 años hizo su sueño realidad.
-Mmmmmhhh.... dabada... mmm.... -cabellos
un poco cortos de color negro se desperdigaban en medio de ese inmaculado
uniforme blanco característico de las enfermeras, ¿y su cara?... creo que se
podía ver una parte de su mejilla sobresalir justo por un lado del seno
izquierdo de tan divina diosa.
-Señorita
Rivera.......-un hombre con bata blanca caminaba al lado de la castaña, quien
iba muy sonriente llevando consigo unas flores, ambos se dirigían por en medio
de uno de los pasillos del hospital mas grande la ciudad.
-La señorita
Jimenez ha ido evolucionando satisfactoriamente, es increíble, para ser
sinceros, cuando llego a este hospital sus heridas eran de mucha gravedad -el
hombre se detuvo enfrente de dos personas mas, quienes se encontraban
esperándolos en la sala cerca de la habitación de su hija.
-Señor
Jimenez...señora – el doctor los saludo con un leve movimiento de cabeza.
-Doctor....¿como
se encuentra nuestra niña? - la primera en preguntar fue la madre quien se
notaba algo cansada por lo poco que había dormido esos días.
-Como le decía
a la señorita Rivera....su recuperación ha sido mucho mas que satisfactoria
-ambos adultos sonrieron de felicidad, el padre de Andrea en un acto reflejo
paso su brazo por los hombros de la ojiverde estrechándola suavemente en su
pecho, la chica le sonrío como respuesta, ese mes juntos había hecho una
relación mas cercana entre ellos.
Juntos
emprendieron de nuevo la caminata dejando al doctor atrás, en un par de días
podrían llevar a la pelinegra de vuelta a su hogar, dicen que luego de la
tormenta siempre viene la calma.....
-Te decía que estoy
mejor que nunca bello ángel -esas palabras hicieron estremecer a la castaña, al
parecer la ojiazul ya estaba despierta y no precisamente descansado como se
suponía la había dejado hace tan solo unos instantes, despacio se asomo por la
puerta de la habitación, una imagen desagradable se instalo en su retina, SU
novia en brazos de la linda enfermera.
-¡¡¡¡ANDREA
JIMENEZ¡¡¡¡ -los padres de esta se miraron a los ojos asustados, sopesaron la
situación.
-¿La salvamos?
-el padre pregunto a su mujer en voz baja.
-¿Lo merece?- la
madre lo atravesó con esa mirada de “ni se te ocurra hacerlo” .
Ambos dieron
media vuelta cerrando tras de si la puerta, observaron el pasillo despejado,
para a continuación oír algunos gritos provenientes del lugar, caminaron
tranquilos, alejándose despacio.
-¿Quieres un
café?- el hombre sonriente abrazo a su esposa.
-Será un largo
día... - la mujer suspiro cansada.
Dos semanas después...
-Ummmmm -Andrea
salía por fin de su aislamiento en una silla de ruedas.
-¿De verdad es
necesario esto? -la chica trato de ponerse en pie, sin embargo una mano la
empujo con fuerza de vuelta a la silla.
-El doctor dijo
que aun debes reposar -Jimena la miro de soslayo con el ceño fruncido.
-Se supone que
debía haber salido hace una semana -dijo en tono bajo tratando de no ser
escuchada.
-Me parece
“bello ángel” que todo fue por culpa tuya -últimamente a su novia tranquila y
templada, le había dado unos ataques de celos bastante fuertes y adorables, por
así decirlo.
-Te amo -la
ojiazul tomo la mano de su acompañante con fuerza, como si se tratara de solo
un sueño, con ese temor punzante de volver a perderla.
-No me vuelvas a
abandonar...¿si?.......no podría soportarlo -algunas lágrimas resbalaron de sus
orbes azules.
-Estoy junto a
ti mi princesa, estoy acá en tu presente, y deseo estar también en tu futuro
-la ojiverde se agacho a la altura de la otra, poso su mano delicadamente en su
mejilla deteniendo el fluir de las lágrimas.
-Creo que debe
estar arriba -Andrea tenia algunos rasgos de su madre, sin embargo, la gran
mayoría eran de su padre, y entre esos estaban el de romper todas las reglas
que se le imponían en casa.
-Mhhh...ahhhhhh... -sendos
gemidos hicieron que la mujer parara en seco enfrente de la habitación de su
hija, trago saliva para luego ponerse colorada de sopetón.
-¿Andrea?... -lo
meditó algunos segundos, o abría la puerta encontrándose con algo que la
dejaría traumatizada de por vida, o mejor se quedaba donde estaba.
-Mhhhh... ¿s-siii m-mama? -una chica con razonamiento habría frenado en semejante situación, pero
para la castaña, en su cabeza no cabían las palabras “parar” e “inadecuado”,
por lo que solo levanto un poco la cabeza de la entrepierna de su novia para
luego seguir sacando y metiendo su lengua de su húmeda vagina.
-¡¡Dios!!........mhhhh......-Andrea
agarró la almohada para morderla enseguida.
-Cof....cof......-la
señora subió mas de colores sus ya sonrojadas mejillas -acabas de salir del
hospital Andrea Jimenez -rayos su voz sonó algo descontrolada, pero no creo que
alguien ahí dentro lo notara.
-Mhhh.....m-ma-mama......-creo
q-que haaacen falta aaalgunas cosaaaas... mhhhhhh... paraaaa... la
r-reunion -su cerebro había colapsado, demasiado esfuerzo para sacar toda esa
frase.
-S-si tienes
razón hija -soltó la perilla de la puerta mirando de reojo como su ahora
consuegra subía sonriente por las escaleras -luego me las pagas
Andreita.....-sonrío con esa súper hiper extra archi sonrisa salida de
comercial de pasta dental – ehhh....imagínate que se nos olvidaron algunas
cosas... -la mujer la observó extrañada – pero quería hablar con Ximena,
¿esta ocupada? -mmmm.... ah si es que esta ayudando a mi hija a probarse el
traje... pero mejor vamos, en un rato regresamos -esto ultimo lo dijo en voz
alta para que las chicas la escucharan, tomo del brazo a su nueva amiga y bajo
con ella por la escalera.
-¿Cuánto tiempo
tenemos? -Ximena serpenteaba desnuda por el cuerpo de Andrea mordiendo
lentamente primero su abdomen para terminar en su barbilla.
-A lo menos una
hora -con ambas manos apretó con fuerza los glúteos de la castaña, para a
continuación mecerse en un vaivén hipnótico, haciendo que sus vaginas se
rozaran.
-Ahhh... será
mas que suficiente -se apretó mas al cuerpo de su morena sintiendo como sus
pezones se tocaban, poniéndola mas caliente de lo que ya estaba.
-Quiero sentirte
dentro... -la ojiverde jadeo sobre los labios de la otra.
-Como ordenes mi
ama... -una voz gruesa acompañada de su lengua adentrándose a su boca
hicieron estremecería de pies a cabeza, sumado a un corrientazo producido por
dos dedos que se resbalaban dentro de su húmeda cavidad.
-mM-mas... ahhhhh.... rápido... -sus
caderas se movían ritmicamente haciendo que la cama crujiera por los
movimientos bruscos de las embestidas.
-Dios... estás
tan estrecha....-la ojiazul le mordió el cuello levemente al tiempo que un
sensacional gemido se oía en la habitación...
-Te amo.
-Y yo a ti.
Y
así... entre orgasmo y orgasmo vivieron felices para siempre, ¿quién dijo
que los cuentos de hadas no existen?
¿Y que paso con
Camila?, para los que quieren saber, no murió, así que lo siento si querían que
eso pasara, pero si terminó, lo típico en silla de ruedas, se fue de viaje muy
lejos, pero le deseó lo mejor a la mujer que amaba y que ahora sería feliz con
la chica de sus sueños.
Ahora si...
FIN
N/A: Bueno ha llegado
el capitulo final... rayos me exprimí el cerebro... al final recordé que
no escribo solo con emociones, también es bueno ponerle algunas neuronas a esto
xD en fin... gracias a cada
una por sus amables comentarios, perdonen cada
uno de mis errores, de mis atrasos, este es mi primer fic, y aunq por motivos
personales nunca mas quiero volver a verlo xD, en este escrito se encuentran
plasmadas muchas de mis vivencias (no diré cuales ¬¬u) pero enserio muchísimas
gracias a todas por prestarme un poquito de su tiempo :)
Por fin el final!!! yujuuuy me encanto esta historia, gracias por publicarla
ResponderEliminarvalio la pena la espera!!!!!!!
ResponderEliminardiossss estaba esperando que publicaran aki para porfin decir gracias Eldest88 por esta gran historia y espero que prnto puedas subir otra...
ResponderEliminarme encanto el final jejeje *¬*
ResponderEliminarEstuvo genial el fic. Con final feliz como me gusta!
ResponderEliminarPobre Camila, así o más secundaria? XD
ResponderEliminarMe hizo reír mucho este fic, desde el inició xD, bonita historia y al final la castaña se convirtió en una pervertida...y Andrea en su muñeca system :ohrayos:
Pobre Camila, así o más secundaria? XD
ResponderEliminarMe hizo reír mucho este fic, desde el inició xD, bonita historia y al final la castaña se convirtió en una pervertida...y Andrea en su muñeca system :ohrayos:
Pobre Camila, así o más secundaria? XD
ResponderEliminarMe hizo reír mucho este fic, desde el inició xD, bonita historia y al final la castaña se convirtió en una pervertida...y Andrea en su muñeca system :ohrayos: